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jueves, 13 de enero de 2022

Crítica: “Sr. Spencer”, de T. L. Swan

 

Como esos asaltacunas que a veces salen en el «¡Hola!»

 


SR. SPENCER

 

Por T. L. SWAN Fecha: febrero de 2019

 

De verdad, estas de T. L. Swan son como harlequines alargados, metiendo un montonazo de sexo, venga o no venga a cuento.

¿Sabéis eso que a veces se ve en el «¡Hola!», de cuarentón de buen ver con jovencita virginal?

Pues ese es el planteamiento de esta historia.

Tenemos a Charlotte Prescott (24), chica rica muy protegida por su familia, de manera que su experiencia es cero, en más de un sentido.

En una fiesta llama la atención de Spencer James (38), un ligón que, frisando los cuarenta, luce más tiros que una bandera. Spencer le tira los tejos a Charlotte, pero en cuanto sabe que ella es virgen, sale corriendo, aterrado. Hay cosas que no le van.

Ella es abogada y él propietario de una empresa metalúrgica, pero vamos, como si fueran peluquero y barrendera, para la relevancia que tiene en el asunto. Sí, de nuevo, otra vez, con esta autora es así, los supuestos trabajos son meras excusas por decir que hacen algo.

Llega un momento en que Charlotte quiere salir un poco de su asfixiante entorno familiar y se va a Londres de incógnito. Se hace pasar por una chica normal y alucina con las cosas de la vida. A ver, imaginaros a Tamara trabajando en el Carrefour. Pues eso.

Me estaba riendo yo sola por lo que comenta en el libro Charlotte cuando tiene que coger un avión comercial que es algo más o menos así: oh, no me extraña que la plebe se queje, hay que esperar colas, por diorrr.

La cosa es que se reencontrarán en Londres y entre ellos las cosas van bien, se enamoran, follan lo que no está escrito, se enfrentan a problemas diversos por temas familiares, y el pasado de Spencer, que les afectará de la manera más inesperada.

Hay momentos en que se notaba mucho lo jovencita que ella era. Una amiga le dice algo que reflejó exactamente mi pensamiento en más de un momento:

You’re not acting like you love him. You’re acting like a selfish little girl

Una más de T. L. Swan que me echo al coleto. Entretenida. Muy subida de tono. Centrada en lo que es la relación de estos dos, y para de contar. Para pasar un buen rato.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

Parte de una serie: Mr. (Sr.) #2

Kindle Edition, 508 páginas

Editorial: ‎ T L Swan (22 febrero 2019)

ISBN13: 978-1799174028

 

En español:

Autopublicada (creo)

Fecha: 30 diciembre 2020

EBook / Tapa blanda: ‎ 550 páginas

No he podido averiguar el nombre del traductor (eso queda feo, T. L. Swan)

 

Le gustó a Bianca White Writes, 4 estrellas

6 comentarios:

  1. Cuando has dicho cuarentón con jovencita virginal automáticamente me he plantado en la peli de "Sabrina". Hay cosas que no se deberían volver a ver. Yo tenía idea de que era una película que me había gustado y al volverla a ver... que decepción. Ella una tonta que me resultaba insoportable, Bogart parecía su padre en vez del galán y el actor que hace de playboy tampoco es que fuese muy atrayente.
    Ale, desahogo al canto por si a alguien le sirve de algo.

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    1. Nada, tú desahógate, que para eso estamos.
      Ay, qué bueno, fíjate que nunca había visto así la película y ahora no me lo voy a quitar de la cabeza, que Bogart le sacaba 30 años... Sí, hay cosas que mejor no volver a ver.
      Momento Sálvame cinematográfico: fue uno de esos rodajes muy tormentosos (sobre todo por el borde de Bogart, incomodísimo en ese papel) que ni todo el encanto de la Hepburn logró suavizar. Al parecer, en la vida real, con quien Audrey se lio en el rodaje fue con Holden, algo más lógico, dadas las edades y el atractivo de uno y otro. Luego ella cortó con él porque él no podía tener hijos. Y Audrey, ya se sabe, ante todo quería ser madre.
      Fíjate que en la versión de Pollack me parece que no se nota tanto y, sin embargo, entre Harry y Julia Ormond también había diferencia de edad, 25 años.

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    2. Es que Harrison Ford es maravilloso 😸

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  2. En esa peli ¿no será que quita años la mirada pícara y la sonrisilla de Harrison Ford?
    Para mí es que no hay color entre el atractivo de los dos actores. Harrison Ford y la Guerra de las Galaxias forever!

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    1. Qué te voy a decir, si soy fan. Harry es más galán, siempre lo ha sido, no era un papel diferente a otros que ha tenido. Tampoco se toma a sí mismo tan en serio; su trabajo, sí. El no estar alcoholizado, como Bogart, también debió ayudar.

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