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viernes, 17 de mayo de 2024

Crítica: “Amor, acaríciame”, de Rebecca Brandewyne



Apasionada viejunez


DATOS GENERALES

 

Título original: Love, cherish me

Subgénero: histórica / Oeste

Fecha de publicación original en inglés: 1985

Editorial: Warner

Serie: Aguilar’s Fate #1

Páginas: 576

ISBN13: 9780446300391

 

En español

ISBN: 9501512770

Traductora: Edith Zilli

Buenos Aires, 1993

Páginas: 410

 

SINOPSIS (según la contraportada)

 

Storm era su nombre… y la tormenta su destino.

Había nacido en una noche de tormenta, iluminada solamente por la luz de los relámpagos, y cuando cumplió dieciséis años, la promesa de su nombre se transformó en el destino de su vida.

Nacida en la riqueza, sería luego ganada en una apuesta por un ranchero a su libertino tío. En su camino hacia Texas para casarse con Gabriel North, sería capturada y nuevamente ganada en una apuesta por un generoso cazador de ojos azules y piel oscura, llamado El Lobo.

Un hombre capaz de matar a sangre fría, y también de poseerla con pasión y ternura, mientras ella le susurraba: Amor, acaríciame…


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en el puesto 874; sin embargo, ya no pasa el corte. Es una novela que en Romantic Times consideraban una de esas favoritas de todos los tiempos. En el Top 1000 de Book Binge, aparecía la 5, nada menos, y en RomanceNovels.Me, la 112. Regan Walker la considera uno de los mejores Westerns históricos, mejores romances históricos bodice ripper y tiene uno de sus héroes favoritos, El Lobo (Wolf). En Romance Readers at Heart apareció, en el año 2005, como una favorita del lector. Y en Sweet Savage Flame, que se dedica a estas cosas antiguas, le dan cinco estrellas.


CRÍTICA

Novela histórica ambientada en la Texas de mediados del siglo XIX.

Empieza en 1866, con una escena de amorosa vida familiar, Storm con su marido y sus hijos, y cómo va al pueblo, y su mirada se cruza con la de otra señora. Se saludan, se respetan, aunque entre ellas no habrá nunca cariño.

Entonces la historia da un salto y regresa a tiempo atrás, cuando Storm es una jovencita de dieciséis años, en Nueva Orleans, enamorada de su primo André. Re cuentan entonces todo lo que ha pasado hasta llegar a ese punto.

A la hermosa criolla Storm Aimée Lesconflair (16) su tío la compromete con un rico ranchero tejano. Se siente traicionada por su familia, especialmente por su primo André, por los tiernos sentimientos de ella hacia él

Resignada, emprende el camino de su nuevo hogar. Va en una diligencia, con su Mami negra (sí, bueno, totalmente retratada en plan Hattie McDaniel en Lo que el viento se llevó), cuando los asaltan unos ladrones asesinos y... allá por la página 60 su camino se cruza con el de un pistolero letal al que llaman El Lobo y consideran mestizo. 

Los bandoleros no la tratan nada bien. Storm acaba pasando a manos de este pistolero quien, en realidad, no tiene el menor interés de llevarla consigo a ninguna parte.

Pero ella, sola, en mitad de ese mundo salvaje y desconocido, ¿Cómo se va a ganar la vida? ¿Cómo sobrevivir? La mejor opción es pegarse como una lapa a este tipo sombrío y callado. En aquella región tan salvaje, él puede conseguir que ella viva un día más, hasta salir adelante.

El Lobo es, en realidad, Rafael Bautista Delgados y Aguilar (27), hispano-tejano-mejicano-comanche de adopción. Tiene una historia trágica de pérdidas de sus padres, su herencia, la vida dura entre los comanches… La de desgracias que le pueden haber pasado en su corta vida. No es de extrañar que no quiera encargarse de una muchacha que sabe poco de la vida.

Esto es una histórica de las antiguas, de las de amor y aventuras. Son cuatrocientas páginas de idas y venidas por Tejas y otros sitios en los que a la pobrecita Storm la están intentando violar cada dos por tres.

Sí, de verdad, casi parece un chiste. Varón que le pone los ojos encima, varón que desea beneficiársela. No por nada estamos en pleno bodicerippismo. Storm se resiste heroicamente, no creáis, pues buena es ella,… salvo en el caso de El Lobo, claro. Ahí sí que se entrega alegremente a la cosa. Aunque es verdad que también él pasa bastante del tema consentimiento.

Ocurre aquí de todo, hay mucha violencia, tragedias que dejan al lector acongojado… Pasan tantas barbaridades que si la publicaran hoy, los trigger warnings ocuparían página y media. Por supuesto, hace cuarenta años no se les pasaba por la azotea advertir de nada.

Como escribí en otro sitio, se ve que los lectores de entonces éramos más recios. No hacía falta que nos advirtieran que en las novelas para adultos podían pasar cosas desagradables.

No es la primera vez que lo digo, ni será la última, que estas escritoras de antes me maravillan por el esfuerzo que hacían para dar una visión creíble del pasado, rica en detalles. ¡Qué bien escribían! Se nota incluso con una traducción tirando a ramplona, como la de este libro. Aquí Brandewyne pone la carne en el asador para reconstruir con realismo aquella forma de vida en la frontera, en particular la cultura comanche.

Las autoras de antes construían personajes con personalidad. No andaban rellenando casillas de identidades. Storm y El Lobo, como he dicho en otras ocasiones hablando de personajes de otras novelas de aquella época, no representaban nada más que seres humanos individuales, con sus defectos y sus virtudes, personas que suenan de verdad, de carne y hueso, de esas que tienes la impresión que pudieron existir, en alguna parte.

Es de esos libros que tienes que leer poco a poco, sabiendo que te van a contar una historia de amor ambientada en otro mundo, en otra época. Es lógico que hablen mucho de cómo eran las cosas antaño.

Por cierto que yo siempre pensé que esto del sexo oral lo empezaron a meter en las novelas románticas en los noventa. Va a ser que no. Esta es de 1983 y tanto El Lobo como Storm son de lo más desprejuiciados cuando se dedican a sus pasiones bajo el ardiente sol tejano.

Es un libro largo, ya digo, más de cuatrocientas páginas. La historia se divide en cinco libros, y abarca desde 1848 hasta 1866, centrándose sobre todo en Tejas, pero con un inicio en Nueva Orleans y una parte en San Francisco. Así que nada de leer deprisa, es cosa de ir poco a poco, empapándose de la historia.

Si admites que es ese tipo de romance histórico, del que se hacía de antes, entonces puedes disfrutar la novela, como me pasó a mí. Agradezco mucho que lectoras de mi blog me señalaran a Rebecca Brandewyne como una autora de las antiguas que merece la pena. Y sí, lo confirmo. Leer esta novela ha sido como leer una de las buenas de Woodiwiss o de Lindsey.

¿Es apta para lectores nacidos en el siglo XXI? Pues claramente no. A las fans de las portadas colorinchis (y no miro a nadie) les daría un soponcio en cada página e irían apuntando todas y cada una de las actitudes, palabras y representaciones políticamente incorrectas, analizarían cuestiones de raza, género, imperialismo, colonialismo, etc. y más que una review, les saldría un paper de universidad estadounidense.

Cada uno se amarga la vida como quiere. A mí me molestan otras cosas; solo que espero ser menos plasta que ellos. Ya pasará, pues todo pasa en esta vida.

Me ha parecido una novela bien trabajada. Me ha entretenido. Me temo que, a estas alturas, es el único tipo de novela romántica histórica que me queda por leer y que pueda disfrutar, la viejuna.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a las historias clásicas.

Ya lo dije con La estación del arco iris, este es uno de esos libros a los que, mira, este es el warning que yo pondría:

Abstenerse, como siempre, ofendiditos anónimos. La vida fuera de vuestras burbujas es dura, así es hoy y más lo fue en el pasado. Y pese a todo, la gente conseguía ser feliz. Fíjate tú.



Otras críticas de la novela:

No es fácil encontrar críticas de cosas tan antiguas. Normalmente, lo que encuentro son muchas páginas en la que venden ejemplares de segunda mano, tanto en español como en inglés. Las críticas que he encontrado son pocas, pero agradecidas.

En español, crítica en El rincón de la novela romántica

Positiva también es la opinión de Romina Demicheli, en su blog Novelas Románticas

Y es gracioso, en ¡¡Ábrete libro!! solo hay un comentario, que leyó un poco y lo dejó porque está «en latino» (sic). 

En inglés también gusta:

Regan de Historical Romance Review, la recomienda. 

Sweet Savage Flame, 5 estrellas

Jacqueline Diaz Romance, 5 estrellas

miércoles, 15 de mayo de 2024

Crítica: “Bromantic puckboy”, de Eden Finley & Saxon James

 

Mira tú lo que hay detrás de los bromances...


 

BROMANTIC PUCKBOY

 

Por EDEN FINLEY & SAXON JAMES Fecha: abril de 2024

 

           

Aunque las últimas entregas de la serie me dejaron un poco tibia, y no le veía mucho sentido... no lo puedo evitar, me he leído esta sexta entrega poco después de salir.

Os lo recuerdo: esto es un male/male romance que se ambienta en la NHL, es decir, la liga profesional de hockey sobre hielo de los EE. UU.

Miles Jonathon Olsen (24) acaba de subir del equipo filial. Ya había sustituido al titular en el pasado, en algún partido aislado. Ahora pasa a salir como titular en el primer equipo. O sea, que su situación es la de un portero novato que está buscando su lugar con los mejores.

Cody Bilson (31), por su parte, es un delantero que ya lleva su carrera y ha estado en los playoffs pero no ha podido ganar la Stanley Cup. Acaba de dejar su equipo, en Seattle, y ha sido transferido a Nashville.

O sea, los dos acaban de llegar al equipo, pero están en momentos diferentes de su carrera. Esto no impide que se hagan los mejores amigos. ¡Todos hablan de su bromance! Hasta los medios y las redes sociales hablan de ello sin sospechar que... Llega un momento en que se enrollan. 

La manera en que lo plantean..., es admirable. Quiero decir, ¡mira que rebuscan los autores de romántica para que se enrollen tipos aparentemente heteros!

Como hasta la fecha estos dos sólo han estado con mujeres, la razón por la que se enrollan es algo peregrina, la verdad... Básicamente, para que Cody no vaya a por su quinto matrimonio.

Porque sí, Cody es uno de esos que no separa sexo y romance, y entonces, se casaba con cada muchacha que lo enamoraba. Claro, no las conocía bien y sus relaciones acababan mal. Así que como el hombre está palote y necesita sexo, pues su amigo Miles le echa una mano. Básicamente, «te ofrezco mi tuerca para tu tornillo, qué más da una cosa que otra, un bujero es un bujero».

No lo dice con esas palabras, claro, pero os hacéis a la idea. 

No puedo entrar en detalles porque esta no es una página nopor pero… a ver, los gustos sexuales de Miles tenían que haberle advertido que igual muy hetero no era, a la vista de lo que le gustaba que hicieran sus amantes femeninas. En fin, tampoco es que sea muy espabilado, el chiquillo. Piensa cosas como…

No tengo el menor problema en que me folle un tío, pero no puedo no ser hetero.

Es una novela que yo metería en la categoría de contemporánea ligerita. Tiene sus momentos sexis y diálogos que cumplen.

El estilo, como es inevitable en estos tiempos, es NA, primera persona dual. Esta novela me ha hecho preguntarme por qué a la gente le gusta tanto el NA. 

Esta historia en concreto, si la contaran en tercera persona, o primera persona pero desde el punto de vista de uno solo, ganaría mucha más tensión dramática e interés. 

La incertidumbre de no saber qué le pasa a un personaje por la cabeza es algo bueno para mí, hace que vuele tu imaginación. Por eso creo que, en parte, me gusta el suspense, por el misterio que tu cerebro quiere resolver.

Nos gusta el misterio y nos satisface tener una respuesta. Aunque, como te puede decir cualquier psicólogo, al cerebro le importa una mierda si la respuesta es correcta o ridícula, le basta con tener una.

Entiendo que no es eso lo que buscan otros lectores. ¿Tendrá que ver con redes sociales, con la cámara de eco que continuamente te refuerza en tus creencias? Eso hace que incomode cada vez más sentir dudas, oír a alguien que piensa distinto a ti. 

Algo que la gente de otras generaciones no tenemos tan marcado. 

Mi impresión es que los tiktokeros están ávidos por saber cada pensamiento, por muy irrelevante que sea, lo importante es el sentimiento, no la acción, lo subjetivo, no la realidad.

 Como yo soy todo lo opuesto, mi impresión es que se trata de una diferencia generacional.

Aunque vaya usted a saber.

 También me hace preguntarme, de nuevo, si no hay algo de gayxplotation en este tipo de romance, todo tan ideal, tan escrito por chicas para chicas. Como que es la fantasía erótica de las mujeres imaginándose como se lo montan dos tíos, o sea, nada más elevado que dos chicas enrollándose que gusta a tantos hombres heteros, con mujeres ideales (e irrerales). Pues lo mismo aquí, chicos «ideales» desde una perspectiva femenina estereotipada, muy suavecitos, romanticones, que charlan como si fuera tu mejor amiga o sea… nada (tradicionalmente) varonil.

¿Son así los hombres? Mi impresión es que, normalmente, no. Ahora, la romántica siempre ha sido fantasiosa, este subgénero no iba a ser una excepción.

En fin, que me voy por los cerros de Úbeda. Esta novela está bien, pero nada especial. De esas que, si no estuvieran en KU, no miraría dos veces.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

Paperback/eBook/Audio, 274 páginas

Abril de 2024

Parte de una serie: Puckboys #6

 

Scattered Thoughts and Rogue Words, 3.25 estrellas

lunes, 13 de mayo de 2024

Crítica: “Raising Kane”, de Lorelei James


Muy entretenida, con sus momentos sexis

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Raising Kane

Subgénero: contemporánea

1.ª publicación: Samhain, 6/2010 (ebook)

Parte de una serie: Rough Riders #9

Páginas: 256

ISBN 9781609280956

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction DB

Ella entregó las riendas. Ahora, él ha subido la apuesta.

Cuando un trozo de hielo tira a la abogada Ginger Paulson de cabeza por las escaleras con tacones altos, no tiene a nadie que cuide de su hijo pequeño y de su padre inválido... hasta que el letalmente sexy Kane McKay aparece en el hospital, decidido a para demostrar su caballerosidad vaquera. La experiencia pasada la ha vacunado contra los hombres que toman el mando, pero ni siquiera Ginger es inmune al encanto invasivo de Kane y a un cuerpo construido como un Ford Tough.

Durante dos años, el ranchero Kane McKay ha seguido la regla fundamental del programa de tutoría Little Buddies: a la mamá de Hayden, su little buddy, no se la toca. Pero una mirada al cuerpo magullado de Ginger y Kane ya está harto de ver a esta obstinada mujer cuidar de todos menos de ella misma. La pelirroja luchadora y con curvas necesita su ayuda, y él se la prestará, con sus propias manos, le guste o no.

Después de que Kane deseche las órdenes del médico y plantee sus propias exigencias (su total sumisión sexual), Ginger se da cuenta de que la naturaleza afectuosa de Kane se extiende más allá de simplemente satisfacer sus necesidades físicas.

¿Podrá este antiguo chico malo convencer a esta tímida madre soltera para que mire más allá de su pasado... hacia un futuro compartido?

Advertencia: Contiene un dulce y atractivo vaquero que utiliza todos los trucos sexuales del libro para dejar sin palabras a una abogada atrevido y que habla rápido y darle un nuevo sentido a la expresión «arbitraje vinculante».

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Como la mayor parte de las Rough Riders, la tengo bastante arriba en mi base de datos, en el puesto 2.212, gracias a muchas críticas positivas. Así, le pone una A The Good, the Bad and the Unread; cinco estrellas le ponen A Maldivian’s Passion for Romance, así como Simply Love Book Reviews, Under the Covers, y Brunette, a la que sigo en Goodreads. Es, además, un «favorito de todos los tiempos» para la página web romance.io.

 

CRÍTICA

Aprovechando que están en Kindle Unlimited, me voy leyendo estos Rough Riders. Intento racionar las entregas, para no cansarme y disfrutar plenamente de cada una. Tampoco quiero dejarlo mucho, no vaya a ser que Lorelei James las saque de esa suscripción.

Ya sabéis que es una serie de vaqueros modernos en Wyoming. La familia principal son los McKay, con sus primos, McKay y West. En entregas anteriores ya hemos visto la historia amorosa de los cinco alborotadores McKay y la hermana pequeña, Keeley, tan revoltosa como sus hermanos.

Ya antes hemos visto historias de sus primos, como Kade Mckay o Chassie West. Ahora le toda al mellizo de Kade, llamado Kane McKay (36). Por aquello de que los nombres eran muy parecidos, le dio un tiempo por pedir que le llamen «Buck».

Pero ese apodo no ha tenido mucho éxito entre familiares y amigos.

Aunque sí que le llaman «Buck» los niños del programa Big Buddies/Little Buddies, que empareja a chicos jóvenes con mentores masculinos locales.

Se trata de que niños sin padre, o con padre ausente, tengan una figura masculina con la que hacer «cosas de chicos», como deportes, actividades al aire libre, reuniones de otro tipo…

Suena muy cliché sexista. Pero, desde cierta perspectiva, no deja de tener mérito. Si son niños con madres muy ocupadas o sin interés por el montañismo, o la pesca, u otras actividades estereotípicamente masculinas, pues oye, que haya voluntarios para compartir su tiempo en este tipo de actividades no me parece tan mal.

Porque sí, es novela con niño, Hayden, hijo de la abogada Ginger Paulson (37), lo cual resta algo de interés para mí, que ya sabéis que soy un poco Herodes y las monerías de los cachorros me dejan fría.

Pero bueno, aquí Hayden tampoco molesta mucho, es un mero recurso argumental, de manera que desaparece de escena en los momentos oportunos.

Si Kane McKay ha aceptado devolver algo a la sociedad colaborando con este plan es porque él, que tuvo una juventud bastante desenfrenada, ahora mira con envidia la estabilidad familiar de su hermano Kade y sus primos los ubérrimos McKay.

El salvaje Kane McKay, uno de los infames chicos malos McKay, quienes en el pasado eran el terror de cuatro condados de Wyoming, con su alcohol, sus peleas, y sus nenas…

Este era de los que vivía en un antro de depravación con Kade, Colt, el malogrado Dag… Aquello les golpeó y empezaron a cambiar el rumbo. Kade se marchó un año a las montañas, Colt se rehabilitó y Kane, sin que el resto se fije mucho en ello, ha renunciado a esa vida tan loca.

De hecho, lleva dos años fijándose en la mamá de Hayden. Eso sí, aún no ha dado ningún paso por no tener la oportunidad, por no saber cómo planteárselo, ya que Ginger siempre parece ocupadísima.

Hay que entenderlo. Es abogada con despacho que lleva ella sola, es madre soltera y tiene un padre dependiente, en silla de ruedas. No tiene tiempo ni ganas ni fuerzas para relaciones románticas ni para rollos sexuales.

Se ve obligada a parar de manera violenta cuando, por caminar deprisa con zapatos inadecuados, acaba sufriendo un accidente y es ella la que necesita que la cuiden.

Kane se apunta a echarle una mano, quiera ella o no. Que bueno, aunque no la gusta sentirse impotente, no le queda otra.

Kane está encantado de ayudarla, en todos los sentidos, no solo con sus necesidades digamos físicas e inmediatas, sino también con la intendencia en casa, con su hijo, su padre… Lo que haga falta.

Ginger no tarda en reconocer lo mucho que se gustan, se ayudan el uno al otro, porque tienen una cierta amistad. Ahora, a Ginger no le resulta fácil aceptar ayuda. Cuando no es perfecta en todo, lo lleva mal.

—Soy la madre más horrible del planeta –las lágrimas recorrían sus mejillas—. ¿Dejar a un niño de ocho años que se defienda por sí mismo mientras yo estaba grogui en mi habitación? ¿Y si hubiera resultado herido? ¿Y si se hubiera quedado cerrado fuera? ¿Y si…?

—Para. Ven —Kane la abrazó—. Está bien. Es un chico listo.

—Oh, Dios, Kane, no seas majo conmigo, no lo merezco […]

—Ginger, cariño, no seas tan dura contigo misma. No puedes evitar estar enferma.

Lo uno lleva a lo otro y sus escenas son muy hot, como es propio de esta serie, que te venden como erótica y que lo es pero solo en cierto sentido.

Me explico, aquí no es que exploren su relación por vía del sexo. Ni tampoco hay en cada capítulo una escena sexual, a cual más atrevida.

No, esto sería más la modalidad, creo yo, de contemporánea muy subida de tono, con su tríada de sexo vaginal-anal-bucal, su bondage, toques de dominación porque estos McKay son unos manduquitas en el dormitorio. Algo que el personaje de Ginger agradece, tan agobiada de responsabilidades, porque le permite poner en otras manos todo lo referente a su satisfacción física.

—Vamos, pelirroja, lánzate al vacío y llévame contigo…

Tal como te lo plantean, la «agresividad sexual» de Kane le permite a Ginger explorar una parte de sí misma que hasta la fecha estaba cerrada, por tener demasiado cansancio y miedo como para abrirla.

Después de mucho sexo y algún disgusto, de hablar y aprender a compartir la vida, es bien natural que estos dos se confiesen lo mucho que se quieren y que les espera un buen futuro.

En resumen, otra estupenda entrega de esta serie de vaqueros en el Wyoming actual que me tiene enganchada.

Aproveché un momento que hay en esta novela que, no me digas por qué, Kane repasa a sus primos, y me sirvió para completar partes del árbol genealógico McKay-West que me faltaba, y las edades de cada uno de ellos.

También tiene capítulos que están un poco desconectados de esta historia, y están ahí para picarte con la historia de Brandt y Jessie, que es la siguiente larga.

Valoración personal: bueno, 3 estrellas

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas hot.

Otras críticas de la novela:

En español, no he encontrado nada. Y en inglés, poco.

The Good, the Bad andt he Unread, una A+

Simply Love Book Reviews 5 estrellas

A MALDIVIAN'S PASSION FOR ROMANCE, outstanding read! 5 estrellas 

KD Did It Edits, 4 estrellas

Como no he encontrado más, os comento que, al escribir esta crítica, en Amazon tenía una puntuación de 4,6 estrellas, y en Goodreads 4,31.

Añado el enlace a una entrevista que le hicieron a la autora, unos años después de publicar esta historia, en Bookpushers. 

sábado, 11 de mayo de 2024

Crítica: “Off track”, de Leslie McAdam

 

Unos enemies apasionados y con su corazoncito

 


Off Track

 

Por LESLIE McADAM Fecha: noviembre de 2023

 

Siempre ando en busca de nuevos autores que me hagan tilín. Mejor si los puedo probar gratis o rebajados de precio. Para eso, una buena vía es Kindle Unlimited.

No conocía yo a esta autora pero, viendo que a este libro le daban cinco estrellas en Xtreme Delusions, y que estaba en KU, me animé a mirar de qué iba y me dije «es de los míos».

¿Por qué?

Os cuento lo que tiene: male/male romance, enemies to lovers, romance deportivo, un protagonista royal y en un ambiente tan cosmopolita como es la fórmula 1 (tampoco es que digan que son eso específicamente, pero si no es, es algo parecido): Mónaco, Hungría, Singapur…, y se entretienen esquiando en Suiza o viajando por España o el sur de los EE. UU.

No me digáis que no toca unos cuantos palos de los míos.

La cosa empieza en el «hoy», cuando Jasper está corriendo una carrera y ve cómo Cristian tiene un accidente, y se siente fatal.

Nadie puede saber que mis entrañas se están desgarrando, que me están arrancando el alma del cuerpo, que un enorme tanque me aplasta el corazón.

Tengo que darle la espalda a Cristian Rivera.

Entonces se da un salto a dos años atrás.

Cristian Rivera Durá (moreno de verde luna, de la zona de Córdoba o por allá) y Jasper Nord (sueco alto y rubio como la cerveza) de veinticinco años ambos, son rivales en los circuitos.

Se disputan los títulos mundiales, que unas veces gana uno y otras, el otro. Se conocen desde chiquillos, pues empezaron compitiendo en carreras de karts. Estos rivales se llaman de todo menos bonitos.

Una vez que Cristian hace un adelantamiento algo sucio a Jasper, creando (más) riesgo de lo habitual éste va, hecho una hidra, a pedirle explicaciones. La cosa acaba en un morreo inesperado.

Esto les sorprende a ambos, ¿no eran hetero? Luego al final resulta que Cristian es bisexual y Jasper un gay tan metido en el armario que ni se había enterado él mismo que lo era.

La cosa se va complicando. Mantienen la rivalidad en el circuito y los medios mientras que, en secreto, mantienen una relación apasionada, primero sexual y luego le añaden el punto emocional, el amor.

Lo suyo se narra en escenas explícitas. Lo del secreto parece necesario, dado que están enfrentados y, además, Jasper es miembro de una casa real, aunque bastante alejado del trono. ¿Qué dirían o harían, si se enteraran, la afición, los medios, los patrocinadores y la casa real sueca de todo esto...?

Un libro muy cuco, funcionó estupendo conmigo.

La historia en sí luego no tiene gran cosa: chocan, se enrollan, se gustan y al final se dan cuenta de que están enamorados y de que desean vivir juntos el resto de su vida.

Pero McAdam lo cuenta de manera que te engancha, te intriga, y quieres ver cómo consiguen estos dos su final feliz.

Como es habitual en estos tristes días de hogaño, está contado en una primera persona dual que no diferencia entre una y otra voz. Aparte de ser indistinguibles, Jasper y Cristian suenan muy juveniles. Más que tipos recios que se la juegan a trescientos kilómetros por hora por esos mundos del Señor, lo mismo podrían ser dos chicos de instituto del Medio Oeste que se enrollan y ponen con ello en peligro su pase a la Frozen Four, por decir algún deporte universitario estadounidense.

Tengo que probar más cositas de esta autora, me ha gustado.

Mi experiencia: notable, 4 estrellas.

 

eBook / paperback, 238 páginas

Leslie McAdam (noviembre/2023)

Parte de una serie: Faster #1

ISBN13: 9798988487142

 

«Release Blitz and Review: Off Track by Leslie McAdam» en Xtreme Delusions, 5 estrellas

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

miércoles, 8 de mayo de 2024

Crítica: “The art of theft”, de Sherry Thomas


Una experiencia muy decepcionante

 


DATOS GENERALES

 

Título original: The Art of Theft

Subgénero: misterio histórico

1.ª publicación: Berkley, 10/2019

Parte de una serie: Lady Sherlock #4

Páginas: 304

ISBN13: 9780451492470 (del trade paperback)

 

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL, PERO SÍ AL CHINO (沃德洛堡拍賣會)

 

SINOPSIS (según Fiction DB

Como «Sherlock Holmes, detective consultor», Charlotte Holmes ha resuelto asesinatos y encontrado personas desaparecidas. Pero nunca ha robado una obra de arte de valor incalculable, o mejor dicho, no ha robado los secretos escondidos detrás de un lienzo tan codiciado.

Pero la señora Watson está desesperada por ayudar a su vieja amiga a recuperar esos secretos y Charlotte se ve involucrada en un trepidante plan para infiltrarse en un glamoroso baile navideño donde la pintura está a un apretón de manos de ser vendida y los secretos a un suspiro de ser expuestos.

Su querido amigo Lord Ingram, su hermana Livia, el admirador de Livia, Stephen Marbleton... todos colaboran para ayudar y todos se lo pasan en grande. Pero nada en esta aventura es lo que parece y el desastre está esperando su momento en los terrenos de un brillante castillo francés, esperando a que Charlotte cometa un único error...

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No. Digo lo mismo que con las tres anteriores: no es romántica, ya que no tiene su final feliz. En mi base de datos la tengo más bajita que las anteriores, en torno al puesto mil ochocientos. Tuvo crítica de DIK A- en All About Romance, que son muy fans de Lady Sherlock. Dos de sus críticas la escogieron entre lo mejor del año 2019, Dabney y Evelyn. En The Good, the Bad and the Unread, le dieron una A, lo mismo que en Twimom al audiolibro narrado por Kate Reading, y Smitten by Books cinco estrellas.

 

CRÍTICA

Para mi esta entrega de la serie lady Sherlock me supuso una gran decepción.

Una antigua amante de la señora Watson quiere que Sherlock Holmes «recupere» (o sea, robe) unas cartas que hay en un château francés, que se usan en una extorsión.

Toda la panda se organiza para pasar al otro lado del Canal y dar el golpe. O sea, no solo la señora Watson y Charlotte, sino también lord Ingram, el señor Marbleton, Livia la hermana de Charlotte… Ahí, en Francia, tienen la cooperación de un colega de Ingram en tareas de inteligencia for queen and country, Leighton Atwood, protagonista de My beautiful enemy,

Venga, toda la troupe al château, con disfraces diversos.

Es una novela «de golpe», o sea, que la cosa va de dar un golpe, un robo. Es lo que en el cine se llama heist movies y me ponen bastante nerviosa. No, no me gusta ese tipo de peli.

En este caso, tampoco encajé muy bien la inmoralidad general del caso. Se trata de cometer un delito. No me encaja con el personaje de Holmes. Se supone que resuelve crímenes, ¿no? No que los cometa, no al menos como algo en sí mismo y no al servicio de la investigación.

¿Qué pretendía hacer Sherry Thomas aquí? Sinceramente, no lo sé. Yo lo veo como un paso atrás respecto a cómo dejó las cosas en la novela anterior.

Igual no era su intención que aquí hubiera acción o misterio, sino más desarrollo de personajes, que Livia tenga más confianza en sí misma o que lord Ingram acepte no ser siempre el caballero de brillante armadura al rescate de todo el mundo.

El argumento en sí avanza muy poco a poco, reuniones, conversaciones, las cosas solo se mueven algo tirando al final. Aparece Moriarty metido un poco (un mucho) con calzador.

Para mí, sinceramente, fue un truño. No me resultó nada interesante. Mediada la novela ya me parecía tan soporífera que me dije que esto sólo lo podía acabar dando saltos. Eso hice, saltarme bastantes partes.

Hasta el estilo con que está redactado, no me parece ni de Sherry Thomas. Me sonó hasta descuidada, como cuando dice, «Charlotte and co.», así en abreviatura. Para mí que se cogió unas vacaciones y se lo encargó al becario.

En cuanto a la relación entre lord Ingram y Charlotte, olvidáos, en este punto también parece que hemos retrocedido. No hay romance ni sexo entre ellos. Su historia no evoluciona. Seguimos con amores imposibles, qué cansino, los de esta pareja y, también, los de Olivia y Stephen Marbleton.

Para mí hay algo aún peor, y es que en el fondo subyace una traición al país, al imperio británico. Los servicios de inteligencia no están al servicio de este o aquel gobierno, o no deberían. Lo suyo es proteger la continuidad del estado en sí, la seguridad del propio país, del régimen.

No puedo entrar en detalles por no destripar. Pero al final es un poco como decir: «ah, los imperios son malos, todos, no vamos a mover un dedo si alguien pretende ir contra el Reino Unido». Algo así ni es creíble en ingleses de finales del XIX, ni tampoco es comprensible cuando determinados actos, u omisiones, dan ventaja a tus rivales como por ejemplo el imperio alemán o movimientos rebeldes en las colonias.

Que una decisión de Atwood o Ingram implique, directa o indirectamente, no evitar la pérdida de vidas en su país, no lo entiendo, no hace de ellos personajes admirables. Ni tampoco propios de la época.

¿Alguien que trabaje para su país en alguna forma de inteligencia, hace eso? Vaya diletantes resultan ser Ingram y Atwood, ni Mortadelo y Filemón con la T. I. A. eran tan lilas.

Me daban ganas de soltarles lo que decía el personaje de Lewis, interpretado por Christopher Reeve, en aquella película tan maravillosa, Lo que queda del día:

Sois todos unos aficionados. Y los asuntos internacionales nunca deberían estar a cargo de caballeros aficionados. ¿Tienes alguna idea de en qué tipo de lugar se está convirtiendo el mundo a tu alrededor? Se acabaron los días en los que podías actuar según tus nobles instintos. Europa se ha convertido en el escenario de la realpolitik, la política de la realidad. Si quieres, política real. Lo que se necesita no son señores políticos, sino políticos de verdad. ¡Necesita profesionales para gestionar sus asuntos o se dirigirá al desastre!

Cuando sale Moriarty estaba yo casi deseando que le saliera todo bien, y que este malo-remalo se llevara por delante a esta pandilla de aficionados.

Tengo la impresión de que alguien le dijo a Sherry Thomas «oye, que tu serie está llena de blanquitos colonialistas y todos hetero». Entonces tachó tres casillas con un solo personaje, el de la antigua amante de la señora Watson: LGBT racializada y antiimperialista. No es serio, creo que empeora las cosas.

Aunque no fue tan apreciada como las anteriores, aún así la mayoría de las críticas fueron buenas. No me puedo creer que «esto» guste tanto. Alguna crítica se atreve a ponerle algún pero. Por ejemplo, en una se preguntan si el bueno de lord Ingram no se merecería algo mejor que Charlotte. Yo estoy empezando a pensarlo también, vaya héroe romántico desperdiciado.

La estrella solitaria no es porque sea un libro tan re-malo, es solo que me pareció una tomadura de pelo.

¿Por qué me cabreo? Entre otras cosas, porque el personaje de Atwood me recuerda que Sherry Thomas era capaz de escribir novelas históricas extraordinarias, como la suya, la de My beautiful enemy. De aquello a esto va un mundo...

¿Qué pasó, Sherry, cómo es posible que hayas escrito aquello tan maravilloso y ahora estés con esta bazofia cuyo mayor interés parece ser Charlotte y su lucha por mantener la papada a raya?

Porque Charlotte tiene una relación no muy sana con la comida. Toma dulces sin límite, hasta que descubre que entonces le sale una doble papada, y se pone a régimen para reducirlo a unos límites tolerables (Maximum Tolerable Chins, expresión que repite hasta diez veces en una novela que no llega a trescientas páginas).

Un tropezón.

Miedo me da seguir con esta serie.

Valoración personal: truño, 1 estrella

Se la recomendaría a: quienes esté comprometido con toda la serie.

Otras críticas de la novela:

En español, como es habitual, no he encontrado nada. Como suele ocurrir con novelas muy apreciadas, con las que yo pincho, recomiendo especialmente leer otras críticas más positivas, que den una perspectiva diferente, más completa y quizá más justa con el libro.

All About Romance, una DIK A

Cannonball Read, 4 estrellas. 

The Library Ladies, 8/10

The Lit Bitch, 3 ½ estrellas que luego subió a 4

Utopia State of Mind, positiva. 

Echoes of an Empty Mind, positiva. 

Y como este es mi blog y pongo lo que quiero, aquí la escena «Room of amateurs».