Sexto de los
Troubleshooters. Por fin, ¡la historia de Alyssa & Sam!
Cielo: © MIMOTITO/Getty Images
Hidroavión: © DreamPictures/Getty Images
Paisaje: © Ingram Publishing/Jupiter Images
Figura: © Inspirestock/Jupiter Images |
DATOS GENERALES
Título original: Gone
Too Far
Fecha de publicación original en inglés: 2003
Subgénero: suspense
Parte de una serie: Troubleshooters #6
SINOPSIS (que hice en su momento para El Rincón de la
Novela Romántica)
En su carrera como guerrero de élite estadounidense, el
teniente Sam Starrett no puede
cometer errores. Sin embargo, en su vida privada Sam, el rey de los líos de una
sola noche, ha acertado poco. Ahora, está esperando el divorcio y decide seguir
siendo parte de la vida de su hija. Pero cuando Sam aparece en la puerta de su
ex, en Sarasota, Florida, hace un macabro descubrimiento. Su hija ha
desaparecido y el cuerpo de una mujer brutalmente asesinada yace en el suelo.
La relación de la agente del FBI Alyssa Locke con Sam ha sido tremendamente intensa y casi
catastrófica, pero no acaban de ponerle fin. La última vez que ella vio a Sam
fue seis meses antes, cuando trabajaron juntos para impedir un ataque
terrorista sobre el presidente de los Estados Unidos. Para consternación suya,
a Alyssa le encargan ayudar en la investigación de este asesinato y de nuevo se
encuentra, cara a cara, con Sam. Cuando la investigación relaciona a Sam con el
asesinato, las apuestas suben. Con su reputación en juego, y sus lealtades cuestionadas,
Alyssa se encuentra enfrentada a un dilema: arrestar al hombre que cree que es
inocente, o arriesgar su carrera.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría entre las mejores doscientas novelas
de todos los tiempos.
Gone Too Far fue un Top Pick del año 2003 en la página web
Romance Readers at Heart. Rosario (del Rosario’s Reading Journal) le dio una A-. También tuvo esa calificación (DIK A-) en All About Romance.
En la encuesta que anualmente realiza esta
página web, los lectores la eligieron como mejor romance del año y mejor
pareja, además de una mención honorable como mejor romance “de carretera”.
Aunque parezca contradictorio, también ganó en la categoría de peor lectura de
2003. Entró en dos de los Top 100 de AAR: en 2004 en el puesto n.º 28 y en 2007
en el 87. En la última (hasta la fecha) que es la de 2013, no logró entrar
(bueno, de hecho ninguna de Suzanne Brockmann estuvo ahí) pero sí en “lo mejor
del resto” en el n.º 196 (o sea, también por los pelos). Que gusta a los
lectores de esta página web (entre los que me encuentro) explica que también se
acordaran de ella en la mini-encuesta del año 2007 que eligió las mejores
novelas de suspense romántico: ahí aparece como la n.º 10.
Cuando RomanceNovels.Me eligió las mil mejores
novelas románticas, esta fue la n.º 217.
Hay que recordar que toda la serie de los
Troubleshooters está incluida en el Top 100 de NPR como lo mejorcito de la
novela romántica.
Y aunque nunca sé cómo tomarme estas cosas,
aparece en más de una lista de romances “interculturales” por el hecho de que
el protagonista, Roger/Ringo/Sam es blanquito y la heroína, Alyssa, mulata.
CRÍTICA
Estoy releyendo los libros que ya leí de los Troubleshooters. Para seguir, después, con los que aún no he leído.
Llego así a la historia de Alyssa y Sam, un par de
personas que no pueden estar juntas sin echar chispas, de puro cabreo o de
química sexual. La pareja más sexi y complicada de la serie hasta la fecha. Aunque
Max y Gina les ganan en complicación, no en tensión sexual (aunque en este
libro lo intentan).
En los libros anteriores, cuando aparecían Alyssa y Sam,
robaban la escena a los protagonistas de turno.
Roger “Sam” Starrett acude a Florida en busca de los
papeles del divorcio. Pero lo que se encuentra es… un cadáver, y que su hija ha
desaparecido. Llama al FBI, no quiere que la policía local complique las cosas.
Lo que ocurre es que las cosas son ya más complicadas de
lo que él supone.
La sombra de la sospecha se cierne sobre el Equipo 16 de
los Navy SEAL. Retienen a Tom Paoletti y lo interrogan una y otra vez sobre los
hechos ocurridos en el libro anterior. Que Sam aparezca vinculado a un crimen
no ayuda en nada. Acaba siendo sospechoso y teniendo que huir de la policía y
del FBI. Pero Alyssa no se lo pondrá fácil.
Alyssa es una mujer dura, decidida a triunfar en su
carrera, una mujer negra en un mundo de hombres blancos. No quiere que Sam le
complique la vida. Sam aparece más sobrio y tenso que en novelas anteriores.
Pero es lógico. Su hija pequeña ha desaparecido, no sabe si está viva o muerta.
No es una situación que les incline a los arrebatos amorosos: parecería
odiosamente insensible y egoísta.
Lo bueno, frente a otras novelas anteriores, es que nos
ahorra una engorrosa historia de la Segunda Guerra Mundial vista desde su
estrecha perspectiva más propia de películas de Hollywood que de un profundo
conocimiento histórico de la realidad de la Europa de aquella época (o del
mundo, si vamos a ello). Parece mentira que Brockmann se haya leído un montón
de libros sobre la SGM.
Sí que hay una historia relacionada con aquellos tiempos,
pero con breves flash backs y cartas
o diarios del pasado que no entorpecen el desarrollo de la historia principal.
Eso sí, como ya dije al comentar Out of Control, la
autora sigue sin esforzarse en encontrar un “cambio de voz” entre el texto de
esas cartas o ese diario y el resto del relato.
El romance secundario aquí es el de Gina y Max Bhagat que
sigue, ejem, “progresando adecuadamente”… Más o menos, a su ritmo. Aportan la
tensión sexual que, por motivos del guión, no está tan presente en la relación
Alyssa-Sam.
En Demasiado lejos,
Alyssa y Sam se van conociendo mejor. Te explica sobre todo la historia
personal de Sam, cómo fue su infancia, lo que tuvo que superar hasta llegar a
ser lo que es. La primera vez que leí el libro, me resultó conmovedor hasta las
lágrimas. Después, en una relectura, ya no es tan fácil que te siga poniendo el
corazón en la garganta. Lo que sí sigue teniendo es esa magia de atraparte en
el corazón de la historia y mantener el suspense tan tenso que no puedes parar
de leer hasta saber cómo acaba.
Entonces anoté que había un par de cositas de Demasiado lejos que me resultaron “personalmente
incómodos”. Primero, el inesperado pasado de Sam es demasiado forzado, como si
tuviera que justificarse “racialmente” de alguna forma que el blanco Sam se
enamore de la mulata Alyssa. ¡Ah, sí, en una relectura eso canta todavía más La
Traviata! El otro se refiere a un momento en que un condón se rompe. La mujer
hace lo normal, plantearse cómo puede conseguir la píldora del día después. Y
el caballero no dice nada al principio pero luego se pone en plan conservador
diciendo que aunque la decisión es de ella, a él le parece que es lo mismo que
abortar, y que ojalá se lo pensara… No sé, me pareció un poco incoherente con
la caracterización previa de los personajes. Aparte de que mis gafas violetas
estallaron del cabreo.
Como dije antes, cuando sigues una serie y hay por ahí
unos secundarios de los que quieres su historia, es posible que toda la
potencia de los libros anteriores se evapore y decepcione. Creo que es, sobre
todo, porque las expectativas son muy altas. Por poner un ejemplo paradigmático
de este fenómeno, suelo recordar lo que es lo que me ocurrió con Catherine
Marks y Leo Hathaway, de la serie las Florero (¡los Hathaway, por diorr...!) de Lisa Kleypas. Cuando eran
secundarios tenían unos combates verbales irresistibles. Y luego, en Esposa por la mañana su historia fue
poco memorable. Literalmente, no recuerdo nada de ese libro.
Más o menos, pasa lo mismo con Alyssa y Sam. Había tanta
tensión sexual acumulada, tanta frustración, tanta ansiedad emocional por estar
con el otro y no poder, y que cuando estaban juntos las cosas se torcían,… que
inevitablemente, la cosa decae cuando se tienen que dedicar a buscar a la hija
de él a contrarreloj y el que se pongan amorosos en ese contexto es poco
explicable.
¿Hay alguna novela en que ocurra lo contrario? ¿En que la
historia de unos secundarios, muy esperada, sea fabulosa cuando llega su libro? Ahora mismo sólo caigo en un
caso, el de Justine y Adrian con The
Black Hawk. Son los mejores, de verdad. Eso sí que son fuegos artificiales.
“Inmejorable. Perfecta en su género”, dije de The Black Hawk.
Bueno, pues no, Demasiado
lejos no es así. Es mejorable y ni siquiera es una de suspense con giros
insospechados. Pero aun así es una novela por encima de la media. En su momento
le puse 7/10 y la consideré bastante buena, y mantengo mi valoración tras la
relectura.
Valoración
personal: notable, 4
Se la
recomendaría a: los aficionados a la novela de suspense romántico.
Otras
críticas de la novela:
Una versión anterior de esta crítica la encontramos en El rincón de la novela romántica ... Y
aunque tampoco me he vuelto loca buscando, la verdad es que no encontré otras
críticas en español. Una pena. Si alguien lo ha reseñado en su blog,
agradecería los links abajo.
En inglés, claro que la leyeron y les gustó. Ya he
mencionado el DIK (libro que te
llevarías a una isla desierta) A- de
All About Romance y el A- de
Rosario’s Reading Journal.
En RT Book Reviews fue un Top Pick! con 4 ½ estrellas
y comentan que es el mejor libro de Brockmann hasta la fecha. Fue nominado en
sus premios anuales en la categoría mejor libro de intriga, pero no ganó; fue
derrotada por Into Danger, de Gennita
Low, a quien no tengo el gusto de conocer y que va sobre, ¡sorpresa sorpresa,
otro Navy SEAL! Con una asesina profesional, según leo en la crítica. A este
paso, los Navy SEAL van a acabar siendo como los duques de la Regencia: hay
tantos que es imposible que quepan todos en el mismo país.
Para saber más de las novelas de Suzanne Brockmann, y un análisis de sus
muchos atractivos, recomiendo el artículo
“If You Like Suzanne Brockmann...” por Sarah Frantz
(Dear Author, 28/07/ 2008).
A mi me gusta esta mas que a ti, pero bueno, para gustos, los colores ;-)
ResponderEliminarLa cuestion de las tramas secundarias de la SGM en estos libros, y lo estrecho del punto de vista de Brockmann, se explica (creo yo), porque, uno, los libros que haya leido en su momento para educarse fueron publicados en los Estados Unidos, y de entrada la perspectiva aqui es nacionalista y estrecha. Para este pais, la guerra se centra en su participacion en la SGM; lo que paso antes, o en los teatros en los que no participaron sus tropas, simplemente no existe.
Segundo, Brockmann escribio estos libros para ese mismo mercado; gente cuyo conocimiento de historia es asombrosamente superficial, y cuyo interes en la misma es limitado a 'sus' gentes.
Por supuesto, una explicacion no es una justificacion ni una excusa, pero da perspectiva--y tal vez ayude a mantener la presion a niveles normales--al leer estas novelas.
Sí, este me decepcionó un poco porque yo esperaba algo espectacular y no lo encontré.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en lo que dices. La novela romántica es un producto para un determinado mercado, y se adapta al mismo.
Pasa igual que con las guerras napoleónicas de la Regencia, que -salvo en el caso de Joanna Bourne-, se representan, en mi opinión, de forma un poco distorsionada.