Una especie de John LeCarré, si a éste le diera por la novela romántica. Una
historia estupenda que ninguna autora anglosajona podría contar jamás. Así que
por una vez lo hago al revés: si alguna editorial extranjera quisiera traducir
al inglés una romántica en español, podría empezar por esta trilogía.
Edición Debols!llo, 2015 |
DATOS GENERALES
Subgénero: suspense
romántico
Publicación original:
2011
Parte de una serie:
#1 Caballo de Fuego
SINOPSIS (de la
contraportada)
Él es un señor de la guerra.
Ella, una luchadora por la paz.
Eliah Al-Saud es un hombre excéntrico
y poderoso, emparentado con la familia reinante en Arabia Saudí. Vive en Paría
y dirige una empresa de seguridad que, en realidad, oculta actividades de
defensa y espionaje ofrecidas al mejor postor.
Matilde Martínez, una mujer de aspecto
frágil y con una larga cabellera rubia, es una pediatra argentina que sueña con
curar a niños desfavorecidos y trabajar para una ONG en África. Sus caminos se
cruzan en un avión con destino a París, y es en la ciudad del amor donde
inician un idilio lleno de anhelo y pasión. Sin embargo, los secretos que ambos
guardan pondrán en peligro no sólo su relación sino sus vidas.
En el marco del siempre
latente conflicto palestino-israelí y con una amenaza atómica como telón de
fondo, Matilde y Eliah vivirán una aventura que los llevará a recorrer el mundo
y los enfrentará a los peligros que acechan a quienes se atreven a desafiar a
los imperios dominantes.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Esta
novela en solitario, NO, porque no es una novela romántica: los protagonistas
no acaban juntos. No destripo nada al decir eso, ya que todos sabemos que hay
otras dos novelas más.
Pero
la trilogía en su conjunto, considerada como “novela romántica en tres partes”,
sí que estaría dentro de lo mejor de la novela romántica.
Mi base
de datos tiene a esta novela por el puesto seis mil y pico, gracias a que Florencia
Bonelli logró el Premio Dama 2012 a la mejor autora internacional del año. En mi opinión, sin embargo, estaría a la altura de obras como El jinete de
bronce, de Paullina Simmons, o de lo mejor de Pamela
Clare, es decir, entre las… digamos trescientas mejores novelas románticas de
todos los tiempos.
Esta
afirmación, claro, no la apoyo en estudios estadísticos. Cuando se trata
de novelas escritas en español, ¡ay! no encuentro (ojo, que el problema puedo ser yo que no sé buscar) blogueros ni páginas web ni
premios fiables, que aporten datos para saber discriminar entre las novelas
buenas y las malas. Nuestros escritores siempre publican libros diviiiiiiinos,
preciosos e imperdibles, con historias de amor apasionadas y bonitas, personajes tiernos y entrañables, etc.
CRÍTICA
Esta novela tiene mucho de thriller
político. Me atrapó por completo y no pude parar de leer. Y eso que tiene más
de quinientas páginas en letra diminuta.
Hay varias líneas argumentales:
1) la investigación del accidente de
un avión de El Al que provoca, con el tiempo, extrañas enfermedades. Eso hace
que un periodista (y más gente) sospeche que en realidad cargaba armas químicas
ilegales para Israel.
2) un científico está ideando una centrifugadora
para enriquecer uranio más rápido y a menor coste, algo muy goloso para gente
como Sadam Husein (estamos en 1998).
3) en la primera parte, hay una
convención sobre el Estado binacional, a celebrar en París, como una solución
al problema palestino-israelí, algo que no gusta a nadie, salvo a los
organizadores.
En este esquema, ¿dónde aparecen Eliah
y Matilde?
Un poco por todas partes, en una red
prodigiosa de coincidencias, relaciones y amenazas que la autora entreteje muy
hábilmente. A veces con su toque de culebrón, de amores contrariados y odios
entre hermanos.
Eliah es hijo de un príncipe saudí y
una italo-argentina. Amigos de su infancia fueron unos hermanos palestinos y
otros hebreos. Los palestinos crecieron para convertirse uno en premio Nobel (que
participa en la conferencia) y el otro en terrorista. Los hebreos, por su
parte, acabaron siendo un millonario con negocio periodístico y aspiraciones
políticas (también acude a la conferencia) y un científico, genio del mal
torturado por la enfermedad (que ansía hacerse con la centrifugadora).
Eliah fue aviador militar y pasó por
una de esas agencias supersecretas de operaciones de comandos. Pero como es un
Caballo de Fuego (cosas zodiacales, no me preguntéis, allá cada uno con sus
creencias, mientras no haga daño a nadie) bastante reacio a seguir órdenes, se
convierte en socio fundador de una empresa de “seguridad privada” dedicada a… de
todo un poco.
Matilde es una pediatra de familia
pija. No es la heroína virginal por aquello de que está (mal)casada, pero se le
acerca bastante. Bajita y rubia, parece una adolescente, algo frágil,… a veces la
describen como “un hada” o “un ángel”. Buena hasta decir basta, a veces parece
demasiado blandita.
Su intención es trabajar en África
en una ONG. Pero antes tiene que pasarse por París para prepararse para ir a
una zona de guerra y aprender idiomas. En el viaje a la capital francesa,
conoce a Eliah. Se gustan a la primera.
Mientras Eliah investiga por cuenta
de las aseguradoras el accidente del avión, y se encarga de la seguridad de la
conferencia internacional, no se puede quitar de la cabeza a esta muchacha.
Necesita verla y estar con ella con una intensidad terriblemente romántica. Y a
Mat le pasa lo mismo: piensa constantemente en él.
Hay una parte de mucha tensión
sexual no resuelta y después, un montón de sexo explícito fantásticamente bien
contado. Aunque –advierto- queda un poco (bastante) cursi el planteamiento “era
frígida y tú me has curado” con tu magic
wand. Eliah como el “tío de la vara” (mágica). Pensé que estas cosas ya no
se escribían. Po zí.
La parte emocional también tiene su
evolución. Ambos sienten dudas, ¡se conocen desde hace tan poco…! Mat está
casada, ¿no sentirá sólo un encaprichamiento por el hombre que la hace sentir
viva? Y Eliah siempre ha ido de por libre, ¿no será un vanidoso al que atrae
sólo la mujer que se le resiste?
En cierto sentido, es un
planteamiento harlequinero: joven muchacha virtuosa y jeque millonario con sus
Breitling y sus Rólex. O, dicho de otro modo: macho alfa celoso y avasallador,
y jovencita que está a esto (una miajita
na más) de ser el perfecto felpudo.
Pero la historia no es tan convencional:
personajes multidimensionales en un entorno cosmopolita; el mundo es enorme,
variado y complejo.
Todos los personajes
son creíbles, muy de carne y hueso. Como todo el mundo, me enamoré de Juana, la
amiga de Matilde, ella sí que es atómica. Aporta un sentido del humor y una
vitalidad a prueba de bomba (espero). Tan auténtica que tiene que existir de verdad en alguna parte.
Sin embargo, para mí
no acabó de ser una novela de diez, por la irritante “vocación de diccionario”
de la autora. Te aclara, explica o define cosas como un AK-47 o el KGB. En
frases así:
…,
esta borsch –se refería a la sopa de remolacha, típica
de los Balcanes-…
…
practicaron con la catana –sable japonés de filo único y curvado, de un
metro de longitud aproximadamente- y…
…tenía
previsto dirigirlos hacia la parte montañosa de la isla y enseñarles la técnica
de rappelling, que se emplea en el descenso de montañas
muy empinadas o de edificios, con el uso de una cuerda, para lo cual se toma
impulso con las piernas y se controla la caída libre con los pies y con la
cuerda.
(Aquí por cierto,
tardé un segundo en entender que se refería al rápel, algo que hasta una dominguera
como yo ha hecho alguna vez).
Me resultó cansino,
gratuito y un poco insultante. Aunque haya algún lector que ignore lo que es
una catana, lo deduce del contexto. Tanta explicación corta el rollo.
Otro ejemplo. Describe
a la abuela de Matilde como “la versión cordobesa de la señorita Rottenmeier,
la malvada de la serie Heidi”. Si conoces al personaje, sabes de sobra quién
era; y si no, te quedas como estabas. ¿No sería más fácil haber escrito,
verbigracia, “la versión cordobesa de la malvada señorita Rottenmeier”?
Comprendí entonces lo
buena que es Jennifer Crusie con sus referencias cinematográficas. Arriesgado,
pero bueno. Si has visto la película, lo pillas y si no, no. No pierde el
tiempo explicando quién es Íñigo Montoya para hacer un chiste de venganzas.
Ese fue mi único problema
con este libro, que eché en falta un editor que hubiera tachado con boli rojo:
redundante,… esto no se entiende bien,… esto se entiende de sobra,… no aporta
nada,… ¡Me habría pasado el libro haciéndolo yo misma!
Valoración
personal: notable, 4
Se
la recomendaría a: quienes gusten de amores apasionados e intensos
y los thrillers políticos de intriga internacional.
Otras
críticas de la novela:
Empiezo no con una
crítica, sino con una entrevista que le hicieron a Florencia Bonelli a raíz de
la publicación de esta novela. La crítica de El Rincón de la Novela Romántica advierte que contiene spoilers.
Leer Caballo de Fuego - París es como cuando entras en una sala de cine con una bolsa grande de palomitas y Coca Cola a ver el estreno del año. Sólo resta sentarse y esperar.
Y añade:
o la adoras o te deja indiferente.
¿Para mí? Me ha gustado. La adoraría
si: a) la parte sexual no fuera en plan “era frígida y vos me habés curado” y b)
no estuviera todo el rato demostrando que ella es más lista que yo. Un escritor
no necesita hacer eso: por principio, ya sabe
más que el lector en relación con esa historia. Por eso se le llama narrador
omnisciente. De lo que se trata es de
que el lector descubra cosas nuevas que encajen con lo que él ya sabía. Una
novela no es un examen para ver lo bien que un autor se ha estudiado el tema:
demasiado infodump. Tiemblo pensando
en si los dos próximos libros tendré que leerlos apartando la hojarasca de todo
lo que se habrá documentado sobre el Congo y Gaza.
Dicho eso, a mi me ha encantado
porque me van los thrillers, la novela negra, el suspense. Parte de esta
historia lo hubiera podido escribir (con otro aire y en un universo alternativo)
un Tom Clancy o John LeCarré.
Incluso en un tuit no hace mucho
vi que la comparaban con Dan Brown, pero supongo que es por el estilo, nada
más; ya quisiera Dan Brown escribir personajes tan de carne y hueso, e intrigas
internacionales tan realistas como esta.
Pero si a ti no te va eso de la
política internacional, la intriga y demás, y sólo buscas lo romántico, sí, se
te puede hacer pesada.
Sigo con la lista de críticas,
que se me va la olla. Libros de romántica, y Criaturas nocturnas.
Por último, dejo un par de enlaces que hablan
de toda la trilogía, así que si no la has empezado a leer, mejor lo miras
después, por aquello de que los libros posteriores te destripoan los anteriores, creo yo:
Muero por los libros dedica toda una parte a describirte a los personajes de estas historias.
Y Sweet Addiction Book Club te pone
unas cuantas foticas de París, de lugares que aparecen en esta historia.
Tengo muchísimas ganas de leerlo desde hace siglos, tengo reservada la trilogía para Navidad. Me alegro de que te haya gustado, así me animas más:)
ResponderEliminarBesotes!
Ya nos contarás, a mi de momento lo que voy leyendo de ella me gusta... Pero ya lo dice Lujo, de Blog de Lujo: o la adoras o te deja indiferente.
EliminarTengo pendiente el primero y el segundo de esta serie. Y fuera de ella tengo por casa como tres libros de la autora aún sin leer, no sé porqué pero no terminó de animarme.
ResponderEliminarAhora tras tu reseña lo cierto es que me ha entrado el gusanillo. La comparación con Clare o El jinete de bronce me ha dejado pasmada ( otra serie que tengo pendiente por cierto).
Intentaré leerlo lo antes posible.
Un beso
A ver qué te parece, ya ves que sobre Bonelli hay opiniones encontradas. Es posibles que si no te acabó de animar es que realmente no sea un libro que conecte contigo.
EliminarCreo que este es el primer libro en el que no coincido para nada contigo. Yo lo traté de leer y lo odié. Bah, algunas cosas me gustaron mucho: el "scope" del mundo y Juana, básicamente. Pero Matilde me pareció casi peor que Anastasia Steele, y Eliah es exactamente el tipo de alphahole que no me va en lo más mínimo. Si hubiera sido un thriller, sin romance, hubiera seguido leyendo, pero con estos dos, decidí abandonar.
ResponderEliminarMuchas gracia por tu mensaje, así enriqueces mi blog con una visión diferente del mismo libro. Con opiniones diferentes, la gente pueda tener una idea más completa de la novela y qué aspectos de la misma pueden gustarle y qué partes resultarle problemáticas.
EliminarNo he leído las Cincuenta sombras... (ni ganas que tengo) así que no sé hasta qué punto pueden parecerse las heroínas. A mi, personalmente, toda esa visión amplia del mundo que ofrece Caballo de fuego. París, toda la parte de thriller político,... me compensó de sobra de lo que es un esquema puramente harlequinero de muchachita cuasivirginal y maromo avasallador. No es sólo que me compensara, es que me pareció fabuloso y poco frecuente en la novela romántica, y me he lanzado a seguir leyendo la trilogía.
Creo que con Bonelli la definición de Lujo le va como anillo al dedo, pero yo diría más bien que es cosa de que o la amas o la odias. En mi caso, lo que voy leyendo de ella, me gusta. Pero entiendo perfectamente que haya quien no soporte esta historia por los personajes centrales. Y no, sus cositas adolescentes sobre signos del Zodiaco ni las he leído ni intención que tengo.
Leí tu entrada en el blog cuando estaba terminando "París" y llegué a las mismas conclusiones, es especial lo del "magic wand" y lo blandita de Matilde y lo dominante de Eliah. Al leer los otros dos libros de la trilogía me sorprendió muchísimo y creo que es remarcable cómo la escritora va desarrollando los personajes, que van evolucionando a medida que trascurre la historia. Muy interesante tu blog. Saludos! Marcela
ResponderEliminarMe alegro de que mi blog te parezca interesante. A mi ya ves que me gustó la serie,... a pesar de sus protagonistas.
EliminarHola, me encantó tu crítica y la trilogía Caballo de Fuego también, ¿me puedes recomendar otro libro del estilo? es decir, suspenso y romance donde el protagonista sea una especie de héroe de acción a lo Jason Bourne, te lo agradecería mucho. Saludos
ResponderEliminarPues así, a bote pronto, lo más parecido que se me ocurre es la serie 'Hielo' de Anne Stuart, acabo de leer el primero (Hielo negro) y me parece que es justo de este tipo. También la serie CIA Spies / John Medina de Linda Howard es de ese tipo de thriller: Matar para contarlo, Juego de sombras y Un beso en la oscuridad. También Obsesión y venganza. Son todos libros de suspense, novela negra que lógicamente, no son para estómagos delicados. Pero yo diría que es de lo que he leído de novela romántica más parecido a Jason Bourne.
EliminarGracias por los datos, es que me enamoré de Eliah Al Saud y quiero leer otro libro donde el protagonista sea romántico y un héroe de acción.
EliminarHola a todos. Mi nombre es Alejandra y soy de Argentina. Espero que ya hayan leido la trilogía ya que han pasado varios años desde sus comentarios. Les comento que ayer (04/08/2018) fui a un festival de novelas románticas históricas realizado en Buenos Aires y Florencia Bonelli comentó que la novela sobre la Diana (personaje secundario de Caballo de Fuego) sale el 01/09/2018 (aquí en Buenos Aires, no se en España)y va a abordar el conflicto en Bosnia y el genocidio del pueblo serbio.
ResponderEliminarGracias por la información, Ale. Estaremos atentas a ver si sale esto por aquí. Supongo que sí, porque es autora muy apreciada.
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