miércoles, 9 de agosto de 2023

Crítica: “Whisper”, de Tal Bauer

 

Vaya novelón, un thriller político de nuestra historia más reciente


 

DATOS GENERALES

 

Título original: Whisper

Subgénero: suspense/gay

Publicación: 2018

Parte de una serie: The D. C. Novels #2

Páginas: Muchas (726 en Goodreads, 695 páginas en una crítica y 951 en otra)

 NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Goodreads)

La verdad es complicada.

El 11 de septiembre de 2001, Kris Caldera era un miembro subalterno de la Estación Alec de la CIA, la unidad dedicada a encontrar y detener a Osama Bin Laden.

Fallaron.

Diez días después, estaba sobre el terreno en Afganistán con un equipo de las Fuerzas Especiales, motivado por el deseo de vengar a los fantasmas que lo acosan a él y a la nación que había defraudado. En el campo de batalla, conoce al sargento de las Fuerzas Especiales David Haddad. David, árabe estadounidense, musulmán y gay, se convierte en el hombre que Kris ama, el hombre por el que vive y el hombre por el que mata, a lo largo de los largos años de embravecidas guerras.

David Haddad pensó que sería un extraño toda su vida. Demasiado estadounidense para Oriente Medio, demasiado árabe para Estados Unidos y demasiado gay para ser musulmán. Kris tuvo que reunir las partes de sí mismo para convertirlo en el hombre que siempre había querido ser. Pero la Guerra contra el Terror causa estragos en el alma de David, amenazando con romper la frágil paz que finalmente encontró con Kris.

Cuando una misión fallida arranca a David de la vida de Kris, el mundo de Kris cae, convertido en ruina y ceniza. Un caparazón del hombre que una vez amó a alguien con la fuerza suficiente para sacudir tanto a la CIA como al mundo, marca el tiempo en los bordes de su vida. Los días sangrientos se unen uno a otro, sin ningún sentido una vez que ha perdido al amor de su vida.

Después de ser capturado, torturado hasta el límite de su vida y dado por muerto por sus camaradas, David no sabe cuánto queda de sí mismo. Desapareció un día en la región tribal de Pakistán, y el hombre que desaparece casi una década después es alguien nuevo: Al Dajil Al-Jorasaní.

Extraños rumores llegan susurrando a oídos de la CIA. Múltiples fuentes de inteligencia en el extranjero apuntan a algo nuevo. Algo mortal, y en movimiento para atacar a los Estados Unidos. Las intercepciones dicen que se acerca un ejército desde el Jorasán, la tierra de los muertos en la que surgirá el Apocalipsis del Islam.

Y, al frente de este ejército, una figura sombría que Estados Unidos no ha visto antes: Al Dajil Al-Jorasaní.

David vuelve a casa.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

A mí me ha encantado. En mi base de datos la tengo actualmente cerca del puesto cuatro mil. Esto es gracias a las 5 estrellas de Joyfully Jay y a que Jay, de esa página web, la consideró entre lo mejor del año 2018. Además, la he encontrado en dos listas de Goodreads: Best gay military y Must read MM. El suspense, y más si es gay, –en general– no suele estar muy alto. Así que hay que apreciar su posición en lo que vale, eso, un novelón.

CRÍTICA

Oh my Gosh, vaya viaje. Tanto que me va a salir una crítica con más de 2.000 palabras, cuando normalmente me despacho con mil o menos.

Pero es que esta novela me ha hecho pensar tantas cosas que no he visto por dónde recortar. Para una versión abreviada, ya está la reseña que dejé en Goodreads.

Para hacerlo más llevadero, lo divido en secciones.

 

Novelitas y novelones

En Romántica hay novelitas y novelones.

No se entienda en sentido peyorativo, mientras una novela responda a lo que anuncia, puede ser perfecta aunque solo tenga ciento y pocas páginas.

Pero luego hay novelones como esta obra, que es muy ambiciosa. De grandes dimensiones, abriendo mucho el foco, comenta numerosos acontecimientos, con diversidad de paisajes y mezclando personas reales (p. e., Al Zawahiri o Bin Laden) con personajes inventados.

A pesar de tener tantísimas cosas dentro, me pimpé sus cientos de páginas en muy pocos días.

 

De qué va

La historia comienza con Kris Caldera (23), portorriqueño del Lower East Side, como joven analista de la CIA, casi un recién llegado, presenciando el 11 de septiembre en vivo y en directo.

Es todo un shock, porque la CIA sabía que estos terroristas estaban en EE. UU., y no compartieron sus datos con el FBI para que los controlase. Como esos nombres pasaron por la mesa de Kris, siente que en parte fue culpa suya que pasara.

Empieza entonces la búsqueda de Bin Laden, las reclamaciones al Afganistán de los talibanes, que se niega a entregarlo, y cómo EE. UU. y sus aliados deciden actuar, aliados con los muyahidines del norte del país.

Es una guerra de la CIA, y allí acuden analistas a establecer alianzas e identificar objetivos. Visitan el frente de guerra entre los muyahidines y los talibanes. El mismo mes de septiembre de 2001, Kris está sobre el terreno.

Así conoce a David / Dawood Haddad (31), un sargento de operaciones especiales. El músculo al servicio de las investigaciones de Kris. Hijo de libio y estadounidense, vivió en Libia hasta los diez años cuando ocurrió algo traumático y huyó con la madre a Egipto y de ahí a los EE. UU.

Es cosa de echarse el ojo encima y se caen bien, se gustan, se desean… Empieza así una historia de amor que durará lustros.

Estos dos pasarán por la guerra de Afganistán, incluida la toma de Kabul por los muyahidines o la batalla de Tora Bora en busca de Bin Laden. Vivirán la posterior guerra de Irak, con el empeño de buscar conexiones entre Al Qaeda y Saddam Hussein.

Cómo la CIA recurre a la tortura, y si esta sirve o no sirve para obtener información valiosa, Abu Ghraib y los centros clandestinos de detención.

Y el surgimiento del Estado Islámico, al hilo de cómo se gestionó la guerra y posguerra de Irak.

Como son temas que me interesan de siempre, y parte lo he vivido –como espectadora–, es verdad que casi nada de lo cuentan me sorprende, o me resulta inédito. Te pasará lo mismo si eres de los que se acuerda de dónde estaba el 11-S.

Pero siempre está bien que te novelicen estos acontecimientos históricos. Me alucina que Bauer consiga mantenerte enganchada cuando te cuenta cosas que ya sabes cómo van a ocurrir.

 

El romance y el thriller

En ese marco impresionante se desarrolla la historia de amor de Kris y David. El romance es el corazón ardiente de la historia y, como dije en mi comentario de Goodreads, al mismo tiempo, de manera paradójica, no ocupa tantas páginas en el argumento.

La parte sexi está ahí, pero no es particularmente explícita, no es un manual sexual, como otros male / male romances. Tal Bauer se inclina más por el idilio, los sentimientos, las emociones,…

El que cada uno esté por su chico contra viento y marea, pase lo que pase.

Se apoyan y se defienden, contra quien sea.

Reconozco que la intensidad de sentimientos es tal que cuando «muere» David hasta lloré por él y por Kris, fíjate qué tonta, a pesar de saber que en el fondo ha tenido que sobrevivir y acabarán juntos, que para eso estamos en Romancelandia. Y que es solo un libro, una ficción.

Era todo tan descarnado, tan doloroso…Y yo, que soy de lágrima fácil.

Como es propio de Tal Bauer, es una novela larga. Estas chiquicientas páginas no las pude dejar de leer. Fue como ver toda una temporada de Homeland así seguido.

Me encantan las historias, novelas, películas o documentales sobre guerras, política internacional, amenazas inmensas como atentados que hay que conjurar.

Kris y David son tipos bigger than life habilísimos en lo suyo. Kris habla varios idiomas, conoce profundamente la historia y la cultura de Afganistán, es el especialista de la CIA en esa zona del globo. Sabe adelantarse a las cosas, prever dónde están los riesgos y qué hay que cuidar para que los planes no salgan mal.

Personifica a todos quienes advirtieron cosas como la estupidez de meterse en Irak cuando no había la menor evidencia de que tuviera que ver con el terrorismo islámico de Al Qaeda, o que había que pensar qué hacer después de Saddam, porque si no, podría pasar lo que pasó, que donde no había terrorismo islámico, lo hubiera.

No es una persona perfecta, claro, y a veces no acierta del todo.

David / Dawoo, por su parte, es un guerrero poderoso y resistente, pero no solo es músculo. También él, obviamente, habla árabe, es su idioma natal, y consigue hacer labores de espionaje, de infiltración en sociedades islámicas.

Es un tipo con una gran tensión interior, algo descolocado, por lo difícil que le resulta reconciliar su cultura de origen y la de adopción, su religión y su orientación sexual.

Por eso Kris es perfecto para él, porque no le juzga, no tiene prejuicios para con él, por ninguno de los motivos, le acepta y le quiere tal como es. Por esa manía Pantone tan estadounidense de meter a todo el mundo en cajitas, y la BIPOC es para todos los no anglos, se supone que estos son «de color».

Kris tenía las mismas heridas en su alma que David, todos los suspiros y las miradas de reojo que vienen con crecer pobre, marrón y gay.

Yo no consideraría así a libios o portorriqueños. Mi profesora de geografía en 2.º de B.U.P. (hablo del Pleistoceno, como quien dice), los metería en el grupo de los blancos.

La cosa es que, gracias a cosas que le pasan, y a su amor por Kris como estrella que le guía, al final de la novela, David / Dawood ha conseguido cierta paz, reconciliando los diversos aspectos de su biografía. Es el personaje con un arco más amplio.

Después de cuarenta y siete años de una vida llena de angustia, ¿merece Dawood su paz? ¿Encontrarse con Alá cara a cara y descansar, finalmente, en brazos de su creador?

 

Algunos temas que toca

En torno al personaje de David / Dawoo hay mucha reflexión sobre la religión, en particular el Islam, pero aquí no me molesta porque sobre todo está al servicio de la historia y de este personaje. No te sermonea para convertirte, ni te riñe para que cambies de forma de actuar, como hacen tantos escritores, de los woke a los inspiracionales. No, Tal Bauer simplemente te mueve a la reflexión, a que pienses.

Luego tú seguirás pensando lo mismo pero al menos respetarás algo al que piensa diferente, al que vive de otra manera.

Habla de cosas como las mezquitas MPV (musulmanes con valores progresistas, que aceptan al colectivo LGBT). Transmite la idea de que no todos los musulmanes son iguales, ni monolíticos los países islámicos, no hay que suponerlos a todos terroristas. Fíjate tú qué cosa tan lógica y que suena revolucionaria.

Bauer lo hizo tan bien que hubo lectores que le preguntaron si era musulmán. Lo cual habla fenomenal de su trabajo de investigación sin ahogar al lector en infodump, y habla un poco peor de algunos lectores, que podemos llegar a ser algo ignorantes o prejuiciosos.

En este libro te cuentan discriminaciones a los gais que ahora suenan incomprensibles, como que tenían prohibido trabajar en temas de seguridad nacional, acceder a información sensible.

 (…) Antes de 1996, cualquier hombre gay o mujer [no sé si se refiere a gais y lesbianas o a las mujeres y los gais] era considerado un riesgo, alguien a quien podían chantajear, en quien no se podía confiar. A quien no se dejaba entrar en los sagrados salones de la seguridad nacional.

Y aún después de que se les permitiera, tampoco es que fueran abiertos del todo.

Aunque no es que nadie sirviera abiertamente. El armario aún estaba cerrado y con barricadas desde el interior.

Esto nos lleva a la propia evolución de Kris, que también la tiene, aunque más sutil. Su papel es más rompedor, el que no se calla, el ser la conciencia de lo correcto y lo incorrecto al mismo tiempo que comprende que hay matices necesarios para entender que cada uno es un mundo.

El que pone la cara para que se la partan, también. Ser un bocas es lo que tiene. Otros son más listos y aun pensando lo mismo, se lo callan.

Le ayuda en mucho de eso su relación con David, que le dice cosas como:

Nunca permitas que otro defina tu vida, Kris. Nunca dejes que otros definan quién eres. Siempre lo entenderán al revés. Nunca aceptes eso.

Más asuntos. Cómo descarrila la lucha contra el terrorismo por no comprender las sociedades de las que surge, qué mueve a la gente a meterse en estas cosas, que no es un problema de una persona en concreto, no es cosa de un terrorista al que detienes (o, llegado un momento, ejecutan extrajudicialmente) y se acabó el problema.

–Esa es la clase de pensamiento que nos metió en este lío en primer lugar. Una persona sola no es la clave de nada.

(…) Reduces el mundo al blanco y negro y con eso lo das por terminado. Te niegas a ver los matices del gris, las elecciones imposibles que se les plantean a millones de personas. ¿Cómo puede la gente escoger lo mejor dentro de lo peor, personas que solo esperan llegar vivos a la noche. Que todo el mundo quiere, sin más, sobrevivir.

(…) Nietzsche dijo una vez «Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Porque cuando miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada».

Son reflexiones que hasta cierto punto pueden servir, aunque por otro lado, los que hemos sufrido el terrorismo sabemos que es importante luchar contra ello, ir deteniendo a uno tras otro, como se hizo aquí, desmantelar estructuras y sobre todo, pillar el rastro del dinero, ahogarles en eso. Al fin y al cabo, es crimen organizado y este siempre se mueve con dinero (y, la mayor parte de las veces, por dinero).

Lo cual no evita a los lobos solitarios, claro.

Hay distintos tipos de terrorismo y según cual sea, el enfoque puede ser ligeramente distinto. Este libro en concreto se refiere al terrorismo islámico.

 

Mi único «pero»

El único pero que le pongo a esta novela, que me dejó un poco así, es la distancia entre Kris y su madre.

Este tipo viaja por todo el mundo, ¿y no es capaz de acercarse a Puerto Rico ni una sola vez en más de tres lustros?

Y más cuando es obvio que se quieren, que su madre, a diferencia de la de David, lo acepta porque es una mamá hispana. Como la mayor parte de las mujeres de nuestra cultura, ante todo queremos a nuestros hijos y su felicidad. El amor y la familia está antes de cualquier ideología, orientación o identidad. Incluso cuando no entendamos a nuestros hijos y su mundo, ni compartamos sus decisiones, lo primero es el amor.

Es un rasgo cultural. Obviamente, ninguno somos cultura con patas y siempre hay excepciones y madres crueles y desapegadas. Pero no parece ser ese el caso de Kris y su madre, no te dan la razón para esa distancia.

Eso me chirrió un poco. Contrasta con algo que me parece que pilla bien de la relación entre estos dos, que la madre suponga que va a tener nietos con estos dos.

Para mí la actitud de la típica madre hispana es: O sea, vale, eres gay, si te hace feliz genial. Pero a mí, dime, cuándo me vas a dar nietos.

No sé, es una impresión, la parte familiar de Kris me pareció más desgalichada, en comparación con el curro de todo el resto de la novela.

 

¿Qué necesidad habrá de que antes de abrir el libro te hayan destripado tanto?

Si has leído Hush, la primera de las D. C. Novels, hay cosas que ya te han destripado.

Sabes que Kris, amigo de uno de los protagonistas, es gay de esos que jamás salió del armario porque nunca estuvo dentro, que trabaja para la CIA, y se dedica al living la vida loca solo con rollos de una noche, porque es viudo de un militar y su corazón lo enterró con él.

La consecuencia es que te pasas todo Whisper mirando a ver cuándo se casan estos dos, teniendo en cuenta que la cosa empieza en 2001, cuando el matrimonio gay no estaba aprobado ni en un país tan pionero como España. Te preguntas, también, cuándo pasará eso tan terrible que hará que Kris y todos piensen que David está muerto.

Encima, la sinopsis te mata casi todo el misterio. Te dice cosas como que el Apocalipsis del Islam va a proceder del Jorasán, de un tal Al-Jorasaní que no es otro que David / Dawood. O sea, misterio cero respecto a los rumores que llegan a la CIA y andas mosca a ver cómo es posible que aquel esposo muerto resucite.

Es un poco (bastante) destripe porque eso de la «resurrección del muerto», el «ahora» de la novela, 2017, no llega hasta el 70 %.

La parte final es muy melodramática, eso sí.

 

Problemas de casting lector

Esta novela es, sobre todo, un thriller político y militar, con historia de amor dentro. Así que para disfrutarla, te tienen que gustar estas cosas de espías, guerras y operaciones encubiertas.

Como thriller, me parece un libro extraordinario, a la altura de los grandes nombres de la literatura de suspense, como LeCarré, Forsyth, Graham Greene o Ludlum.

Así que se plantea lo que yo llamo «problema de casting lector», como me pasó con Por el corazón de mi dama de Laura Kinsale, que encontrarían problemática tanto los lectores de romántica «puros» como los de «histórica Edhasa tapa dura».

En el caso de Whisper, muchos aficionados de romántica que buscan sexo y romance se aburrirán con cosas como la recreación de la batalla de Tora Bora. Por su parte, a quienes gusten del suspense de espías, les puede resultar un desperdicio tanto estudio y talento dedicado a contar «una simple historia de amor», les puede sobrar todo el enamoramiento entre Kris y David / Dawood.

Afortunadamente, me encuentro entre los lectores que gustan tanto del thriller a secas como del romance. Y a mí me ha dejado totalmente resacosa.

Valoración personal: excelente, 5

Se la recomendaría a: quienes gusten de los thrillers militares y de espías

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español.

En inglés, ya digo que tuvo 5 estrellas en Joyfully Jay.

5 estrellas en Optimumm Blog

Love Bytes, 4.5 estrellas

No consigo ver la puntuación de The Novel Approach Reviews, pero debe ser de 4 o 5 estrellas por esto que dice al final:

Political intrigue, suffering, pain and a glorious ending, Whisper has it all and is really one of the best novels of 2018.

«Intriga política, sufrimiento, dolor y un final glorioso. Whisper tiene todo esto y es realmente una de las mejores novelas de 2018».

A pesar de que me parece una novela re-buena, no he encontrado más.

Para rellenar hueco, os pongo este listado de las novelas de Tal Bauer en romance.io. 

Así como a la página web de Tal Bauer.

Por si fuera poco, ahí van unas palabras románticas que se dicen estos dos:

Amor mío, eres las estrellas y la Luna de mi vida. Eres la paz que mi alma ha buscado siempre. Eres el último regalo de un dios vengativo, y lo único que ha mantenido viva mi fe. Por nuestro amor. Porque me amas. Si existes, es porque Alá te ha creado. La naturaleza no ha podido formar a alguien tan perfecto como tú lo eres para mí. Mi alma, mi amor, siempre te protegeré.

Depende un poco del libro pero, en general, diría que Tal Bauer es más un romanticón que un escritor de erótica.

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