Vaya novelón,
un thriller político de nuestra historia más reciente
DATOS GENERALES
Título original: Whisper
Subgénero: suspense/gay
Publicación: 2018
Parte de una serie: The
D. C. Novels #2
Páginas: Muchas (726 en
Goodreads, 695 páginas en una crítica y 951 en otra)
SINOPSIS (según Goodreads)
La verdad es complicada.
El 11 de septiembre de
2001, Kris Caldera era un miembro
subalterno de la Estación Alec de la CIA, la unidad dedicada a encontrar y
detener a Osama Bin Laden.
Fallaron.
Diez días después,
estaba sobre el terreno en Afganistán con un equipo de las Fuerzas Especiales, motivado
por el deseo de vengar a los fantasmas que lo acosan a él y a la nación que
había defraudado. En el campo de batalla, conoce al sargento de las Fuerzas
Especiales David Haddad. David, árabe estadounidense, musulmán y gay, se
convierte en el hombre que Kris ama, el hombre por el que vive y el hombre por
el que mata, a lo largo de los largos años de embravecidas guerras.
David Haddad pensó que sería un extraño toda su vida.
Demasiado estadounidense para Oriente Medio, demasiado árabe para Estados
Unidos y demasiado gay para ser musulmán. Kris tuvo que reunir las partes de sí
mismo para convertirlo en el hombre que siempre había querido ser. Pero la
Guerra contra el Terror causa estragos en el alma de David, amenazando con
romper la frágil paz que finalmente encontró con Kris.
Cuando una misión
fallida arranca a David de la vida de Kris, el mundo de Kris cae, convertido en
ruina y ceniza. Un caparazón del hombre que una vez amó a alguien con la fuerza
suficiente para sacudir tanto a la CIA como al mundo, marca el tiempo en los
bordes de su vida. Los días sangrientos se unen uno a otro, sin ningún sentido una
vez que ha perdido al amor de su vida.
Después de ser
capturado, torturado hasta el límite de su vida y dado por muerto por sus
camaradas, David no sabe cuánto queda de sí mismo. Desapareció un día en la
región tribal de Pakistán, y el hombre que desaparece casi una década después
es alguien nuevo: Al Dajil Al-Jorasaní.
Extraños rumores llegan susurrando a oídos de la CIA. Múltiples fuentes de inteligencia en el extranjero apuntan a algo nuevo. Algo mortal, y en movimiento para atacar a los Estados Unidos. Las intercepciones dicen que se acerca un ejército desde el Jorasán, la tierra de los muertos en la que surgirá el Apocalipsis del Islam.
Y, al frente de este
ejército, una figura sombría que Estados Unidos no ha visto antes: Al Dajil Al-Jorasaní.
David vuelve a casa.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
A mí me ha encantado. En mi base de datos la tengo actualmente cerca del puesto cuatro mil. Esto es gracias a las 5 estrellas de Joyfully Jay y a que Jay, de esa página web, la consideró entre lo mejor del año 2018. Además, la he encontrado en dos listas de Goodreads: Best gay military y Must read MM. El suspense, y más si es gay, –en general– no suele estar muy alto. Así que hay que apreciar su posición en lo que vale, eso, un novelón.
CRÍTICA
Oh my Gosh, vaya viaje. Tanto
que me va a salir una crítica con más de 2.000 palabras, cuando normalmente me
despacho con mil o menos.
Pero es que esta novela me ha hecho
pensar tantas cosas que no he visto por dónde recortar. Para una versión
abreviada, ya está la reseña que dejé en Goodreads.
Para hacerlo más llevadero, lo divido
en secciones.
Novelitas y novelones
En Romántica hay novelitas y
novelones.
No se entienda en sentido
peyorativo, mientras una novela responda a lo que anuncia, puede ser perfecta
aunque solo tenga ciento y pocas páginas.
Pero luego hay novelones como esta
obra, que es muy ambiciosa. De grandes dimensiones, abriendo mucho el foco, comenta
numerosos acontecimientos, con diversidad de paisajes y mezclando personas reales
(p. e., Al Zawahiri o Bin Laden) con personajes inventados.
A pesar de tener tantísimas cosas
dentro, me pimpé sus cientos de páginas en muy pocos días.
De qué va
La historia comienza con Kris Caldera (23), portorriqueño del
Lower East Side, como joven analista de la CIA, casi un recién llegado,
presenciando el 11 de septiembre en vivo y en directo.
Es todo un shock, porque la CIA sabía que estos terroristas estaban en EE.
UU., y no compartieron sus datos con el FBI para que los controlase. Como esos nombres
pasaron por la mesa de Kris, siente que en parte fue culpa suya que pasara.
Empieza entonces la búsqueda de Bin
Laden, las reclamaciones al Afganistán de los talibanes, que se niega a
entregarlo, y cómo EE. UU. y sus aliados deciden actuar, aliados con los
muyahidines del norte del país.
Es una guerra de la CIA, y allí
acuden analistas a establecer alianzas e identificar objetivos. Visitan el
frente de guerra entre los muyahidines y los talibanes. El mismo mes de
septiembre de 2001, Kris está sobre el terreno.
Así conoce a David / Dawood Haddad (31), un sargento de operaciones especiales.
El músculo al servicio de las investigaciones de Kris. Hijo de libio y
estadounidense, vivió en Libia hasta los diez años cuando ocurrió algo
traumático y huyó con la madre a Egipto y de ahí a los EE. UU.
Es cosa de echarse el ojo encima y
se caen bien, se gustan, se desean… Empieza así una historia de amor que durará
lustros.
Estos dos pasarán por la guerra de
Afganistán, incluida la toma de Kabul por los muyahidines o la batalla de Tora
Bora en busca de Bin Laden. Vivirán la posterior guerra de Irak, con el empeño
de buscar conexiones entre Al Qaeda y Saddam Hussein.
Cómo la CIA recurre a la tortura, y
si esta sirve o no sirve para obtener información valiosa, Abu Ghraib y los
centros clandestinos de detención.
Y el surgimiento del Estado Islámico,
al hilo de cómo se gestionó la guerra y posguerra de Irak.
Como son temas que me interesan de
siempre, y parte lo he vivido –como espectadora–, es verdad que casi nada de lo
cuentan me sorprende, o me resulta inédito. Te pasará lo mismo si eres de los
que se acuerda de dónde estaba el 11-S.
Pero siempre está bien que te
novelicen estos acontecimientos históricos. Me alucina que Bauer consiga
mantenerte enganchada cuando te cuenta cosas que ya sabes cómo van a ocurrir.
El romance y el thriller
En ese marco impresionante se
desarrolla la historia de amor de Kris y David. El romance es el corazón
ardiente de la historia y, como dije en mi comentario de Goodreads, al mismo
tiempo, de manera paradójica, no ocupa tantas páginas en el argumento.
La parte sexi está ahí, pero no es
particularmente explícita, no es un manual sexual, como otros male / male romances. Tal Bauer se
inclina más por el idilio, los sentimientos, las emociones,…
El que cada uno esté por su chico
contra viento y marea, pase lo que pase.
Se apoyan y se defienden, contra
quien sea.
Reconozco que la intensidad de
sentimientos es tal que cuando «muere» David hasta lloré por él y por Kris, fíjate qué tonta, a
pesar de saber que en el fondo ha tenido que sobrevivir y acabarán juntos, que
para eso estamos en Romancelandia. Y que es solo un libro, una ficción.
Era todo tan descarnado, tan
doloroso…Y yo, que soy de lágrima fácil.
Como es propio de Tal Bauer, es una
novela larga. Estas chiquicientas páginas no las pude dejar de leer. Fue como ver
toda una temporada de Homeland así
seguido.
Me encantan las historias, novelas,
películas o documentales sobre guerras, política internacional, amenazas
inmensas como atentados que hay que conjurar.
Kris y David son tipos bigger than life habilísimos en lo suyo.
Kris habla varios idiomas, conoce profundamente la historia y la cultura de
Afganistán, es el especialista de la CIA en esa zona del globo. Sabe
adelantarse a las cosas, prever dónde están los riesgos y qué hay que cuidar
para que los planes no salgan mal.
Personifica a todos quienes
advirtieron cosas como la estupidez de meterse en Irak cuando no había la menor
evidencia de que tuviera que ver con el terrorismo islámico de Al Qaeda, o que había
que pensar qué hacer después de Saddam, porque si no, podría pasar lo que pasó,
que donde no había terrorismo islámico, lo hubiera.
No es una persona perfecta, claro, y a veces no
acierta del todo.
David / Dawoo, por su parte, es un
guerrero poderoso y resistente, pero no solo es músculo. También él, obviamente,
habla árabe, es su idioma natal, y consigue hacer labores de espionaje, de
infiltración en sociedades islámicas.
Es un tipo con una gran tensión
interior, algo descolocado, por lo difícil que le resulta reconciliar su
cultura de origen y la de adopción, su religión y su orientación sexual.
Por eso Kris es perfecto para él,
porque no le juzga, no tiene prejuicios para con él, por ninguno de los
motivos, le acepta y le quiere tal como es. Por esa manía Pantone tan
estadounidense de meter a todo el mundo en cajitas, y la BIPOC es para todos
los no anglos, se supone que estos son «de color».
Kris tenía las mismas heridas en su alma que David, todos los suspiros y las miradas de reojo que vienen con crecer pobre, marrón y gay.
Yo no consideraría así a libios o
portorriqueños. Mi profesora de geografía en 2.º de B.U.P. (hablo del
Pleistoceno, como quien dice), los metería en el grupo de los blancos.
La cosa es que, gracias a cosas que
le pasan, y a su amor por Kris como estrella que le guía, al final de la
novela, David / Dawood ha conseguido cierta paz, reconciliando los diversos
aspectos de su biografía. Es el personaje con un arco más amplio.
Después de cuarenta y siete años de una vida llena de angustia, ¿merece Dawood su paz? ¿Encontrarse con Alá cara a cara y descansar, finalmente, en brazos de su creador?
Algunos temas que toca
En torno al personaje de David /
Dawoo hay mucha reflexión sobre la religión, en particular el Islam, pero aquí
no me molesta porque sobre todo está al servicio de la historia y de este
personaje. No te sermonea para convertirte, ni te riñe para que cambies de
forma de actuar, como hacen tantos escritores, de los woke a los inspiracionales.
No, Tal Bauer simplemente te mueve a la reflexión, a que pienses.
Luego tú seguirás pensando lo mismo
pero al menos respetarás algo al que piensa diferente, al que vive de otra
manera.
Habla de cosas como las mezquitas MPV (musulmanes con valores progresistas,
que aceptan al colectivo LGBT). Transmite la idea de que no todos los
musulmanes son iguales, ni monolíticos los países islámicos, no hay que
suponerlos a todos terroristas. Fíjate tú qué cosa tan lógica y que suena
revolucionaria.
Bauer lo hizo tan bien que hubo
lectores que le preguntaron si era musulmán. Lo cual habla fenomenal de su
trabajo de investigación sin ahogar al lector en infodump, y habla un poco peor de algunos lectores, que podemos
llegar a ser algo ignorantes o prejuiciosos.
En este libro te cuentan discriminaciones
a los gais que ahora suenan incomprensibles, como que tenían prohibido trabajar
en temas de seguridad nacional, acceder a información sensible.
(…) Antes de 1996, cualquier hombre gay o mujer [no sé si se refiere a gais y lesbianas o a las mujeres y los gais] era considerado un riesgo, alguien a quien podían chantajear, en quien no se podía confiar. A quien no se dejaba entrar en los sagrados salones de la seguridad nacional.
Y aún después de que se les
permitiera, tampoco es que fueran abiertos del todo.
Aunque no es que nadie sirviera abiertamente. El armario aún estaba cerrado y con barricadas desde el interior.
Esto nos lleva a la propia evolución
de Kris, que también la tiene, aunque más sutil. Su papel es más rompedor, el que
no se calla, el ser la conciencia de lo correcto y lo incorrecto al mismo
tiempo que comprende que hay matices necesarios para entender que cada uno es
un mundo.
El que pone la cara para que se la
partan, también. Ser un bocas es lo
que tiene. Otros son más listos y aun pensando lo mismo, se lo callan.
Le ayuda en mucho de eso su relación
con David, que le dice cosas como:
Nunca permitas que otro defina tu vida, Kris. Nunca dejes que otros definan quién eres. Siempre lo entenderán al revés. Nunca aceptes eso.
Más asuntos. Cómo descarrila la
lucha contra el terrorismo por no comprender las sociedades de las que surge,
qué mueve a la gente a meterse en estas cosas, que no es un problema de una
persona en concreto, no es cosa de un terrorista al que detienes (o, llegado un
momento, ejecutan extrajudicialmente) y se acabó el problema.
–Esa es la clase de pensamiento que nos metió en este lío en primer lugar. Una persona sola no es la clave de nada.
(…) Reduces el mundo al blanco y negro y con eso lo das por terminado. Te niegas a ver los matices del gris, las elecciones imposibles que se les plantean a millones de personas. ¿Cómo puede la gente escoger lo mejor dentro de lo peor, personas que solo esperan llegar vivos a la noche. Que todo el mundo quiere, sin más, sobrevivir.
(…) Nietzsche dijo una vez «Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Porque cuando miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada».
Son reflexiones que hasta cierto
punto pueden servir, aunque por otro lado, los que hemos sufrido el terrorismo
sabemos que es importante luchar contra ello, ir deteniendo a uno tras otro,
como se hizo aquí, desmantelar estructuras y sobre todo, pillar el rastro del dinero,
ahogarles en eso. Al fin y al cabo, es crimen organizado y este siempre se
mueve con dinero (y, la mayor parte de las veces, por dinero).
Lo cual no evita a los lobos
solitarios, claro.
Hay distintos tipos de terrorismo y
según cual sea, el enfoque puede ser ligeramente distinto. Este libro en
concreto se refiere al terrorismo islámico.
Mi único «pero»
El único pero que le pongo a esta novela, que me dejó un poco así, es la
distancia entre Kris y su madre.
Este tipo viaja por todo el mundo,
¿y no es capaz de acercarse a Puerto Rico ni una sola vez en más de tres
lustros?
Y más cuando es obvio que se
quieren, que su madre, a diferencia de la de David, lo acepta porque es una mamá
hispana. Como la mayor parte de las mujeres de nuestra cultura, ante todo
queremos a nuestros hijos y su felicidad. El amor y la familia está antes de
cualquier ideología, orientación o identidad. Incluso cuando no entendamos a
nuestros hijos y su mundo, ni compartamos sus decisiones, lo primero es el
amor.
Es un rasgo cultural. Obviamente, ninguno
somos cultura con patas y siempre hay excepciones y madres crueles y
desapegadas. Pero no parece ser ese el caso de Kris y su madre, no te dan la
razón para esa distancia.
Eso me chirrió un poco. Contrasta
con algo que me parece que pilla bien de la relación entre estos dos, que la
madre suponga que va a tener nietos con estos dos.
Para mí la actitud de la típica
madre hispana es: O sea, vale, eres gay,
si te hace feliz genial. Pero a mí, dime, cuándo me vas a dar nietos.
No sé, es una impresión, la parte
familiar de Kris me pareció más desgalichada, en comparación con el curro de
todo el resto de la novela.
¿Qué necesidad habrá de que antes de
abrir el libro te hayan destripado tanto?
Si has leído Hush, la primera de las D. C.
Novels, hay cosas que ya te han destripado.
Sabes que Kris, amigo de uno de los
protagonistas, es gay de esos que jamás salió del armario porque nunca estuvo
dentro, que trabaja para la CIA, y se dedica al living la vida loca solo con rollos de una noche, porque es viudo
de un militar y su corazón lo enterró con él.
La consecuencia es que te pasas todo
Whisper mirando a ver cuándo se casan
estos dos, teniendo en cuenta que la cosa empieza en 2001, cuando el matrimonio
gay no estaba aprobado ni en un país tan pionero como España. Te preguntas,
también, cuándo pasará eso tan terrible que hará que Kris y todos piensen que
David está muerto.
Encima, la sinopsis te mata casi
todo el misterio. Te dice cosas como que el Apocalipsis del Islam va a proceder
del Jorasán, de un tal Al-Jorasaní que no es otro que David / Dawood. O sea,
misterio cero respecto a los rumores que llegan a la CIA y andas mosca a ver
cómo es posible que aquel esposo muerto resucite.
Es un poco (bastante) destripe
porque eso de la «resurrección del muerto», el «ahora» de la novela, 2017, no
llega hasta el 70 %.
La parte final es muy melodramática,
eso sí.
Problemas de casting lector
Esta novela es, sobre todo, un thriller político y militar, con
historia de amor dentro. Así que para disfrutarla, te tienen que gustar estas
cosas de espías, guerras y operaciones encubiertas.
Como thriller, me parece un libro
extraordinario, a la altura de los grandes nombres de la literatura de
suspense, como LeCarré, Forsyth, Graham Greene o Ludlum.
Así que se plantea lo que yo llamo «problema
de casting lector», como me pasó con Por el corazón de mi dama de Laura
Kinsale, que encontrarían problemática tanto
los lectores de romántica «puros» como los de «histórica Edhasa tapa dura».
En el caso de Whisper, muchos aficionados de romántica que buscan sexo y romance
se aburrirán con cosas como la recreación de la batalla de Tora Bora. Por su
parte, a quienes gusten del suspense de espías, les puede resultar un
desperdicio tanto estudio y talento dedicado a contar «una simple historia de
amor», les puede sobrar todo el enamoramiento entre Kris y David / Dawood.
Afortunadamente, me encuentro entre los lectores que gustan tanto del thriller a secas como del romance. Y a mí me ha dejado totalmente resacosa.
Valoración personal: excelente, 5
Se la recomendaría a: quienes gusten de los thrillers militares y de espías
Otras críticas de la novela:
No he encontrado nada
en español.
En inglés, ya digo que tuvo 5 estrellas en Joyfully Jay.
5 estrellas en Optimumm Blog.
Love Bytes, 4.5 estrellas.
No consigo ver la
puntuación de The Novel Approach Reviews, pero debe ser de 4 o 5 estrellas por esto que dice al
final:
Political intrigue, suffering, pain and a glorious ending, Whisper has it all and is really one of the best novels of 2018.
«Intriga política, sufrimiento, dolor y un final glorioso. Whisper tiene todo esto y es realmente una de las mejores novelas de 2018».
A pesar de que me
parece una novela re-buena, no he encontrado más.
Para rellenar hueco, os pongo este listado de las novelas de Tal Bauer en romance.io.
Así como a la página web de Tal Bauer.
Por si fuera poco, ahí
van unas palabras románticas que se dicen estos dos:
Amor mío, eres las estrellas y la Luna de mi vida. Eres la paz que mi alma ha buscado siempre. Eres el último regalo de un dios vengativo, y lo único que ha mantenido viva mi fe. Por nuestro amor. Porque me amas. Si existes, es porque Alá te ha creado. La naturaleza no ha podido formar a alguien tan perfecto como tú lo eres para mí. Mi alma, mi amor, siempre te protegeré.
Depende un poco del libro pero, en general, diría que Tal Bauer es más un romanticón que un escritor de erótica.
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