Antología navideña con siete historias
contemporáneas de deporte
Durante
esta semana pasada os he ido hablando de las diferentes historias de este libro. Ahora toca hacer un resumen de cada una y hablar un poco de la antología.
Me
llegó a través de Book Funnel, por estar suscrita a la lista de correo de
alguna de sus autoras.
Ante todo, debo mostrar mi agradecimiento a las autoras
que, ocasionalmente, ponen su trabajo gratis total a disposición de sus lectores. 😘
Todas
las historias llevan su tiempo: escribirlas, corregirlas, pulirlas. Unas me
gustarán más, otras menos, pero muchas veces tiene más que ver con mi
experiencia lectora que por la calidad intrínseca del relato. Con ninguna sentí
que me tomasen el pelo.
En
esta ocasión son todas autoras de segunda (o tercera, o cuarta, fila), algunas
suenan (Lisa Lang Blakeney, Jami Davenport, Elise Faber, Kat Mizera) pero otras
me parecen perfectas desconocidas (Gina Azzi, Cathryn Fox, S. E. Rose). Ninguno
de los libros está en mi base de datos, no tienen ni una crítica máxima.
De
alguna de estas autoras había leído algo, la que más, Kat Mizera, a la que con
frecuencia confundo con Kate Meader, pero son de las que escriben novela
contemporánea con cierto humor y sexis.
NO
TRADUCIDA AL ESPAÑOL (parece tonto hasta decirlo)
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Yo estas antologías las leo, sobre todo, a ver si
descubro joyas escondidas.
En este caso, nos encontramos ante una de esas macedonias tan propias de la Navidad
que publican en la Romancelandia anglosajona, aquí creo que no se da. El tono
general es cuqui, muy Hallmark (en alguna hasta se bromea sobre ello).
Por buscarle un giro especial, lo anuncian como una
antología deportiva, y sí, normalmente uno de los protagonistas, o los dos, son
deportistas. Y en su mayoría, de hockey sobre hielo, que es el más
romántico de los deportes últimamente.
En cuanto el
estilo, pues es el de la contemporánea actual: primera personal dual, con una o
dos escenas de sexo explícito, y agradables de leer, reconfortantes.
La fui leyendo a lo largo del mes de noviembre de 2024, pero no me
animé a escribir sobre ella hasta febrero de 2025 y, ya veis, lo acabo publicando
en mayo. Tiene su porqué: en aquel momento, no tenía yo el ánimo para nada,
para leer igual sí, pero para escribir no.
Así que, reitero las mil gracias a las autoras por su generosidad,
porque esto lleva un trabajo y publicar no es fácil. Advierto que este es un
artículo recopilación o resumen de lo que ya he dicho en cada una de las
entradas anteriores, no cuento nada nuevo, solo me sirve para recordar yo de qué
iba cada historia y qué autora me gustó y cuál no.
Sin más, paso a las mini-reseñas.
Esta creo yo
que es la novela de más éxito, dentro de la antología, porque es la única que
está traducida a otros idiomas. Es una novela universitaria con un tópico muy
manido.
Willow Pender, estudiante de
enfermería, es la típica chica cerebrito que ayuda, como tutora, a Jackson
«Freak» Jennings, el quaterback estrella de la universidad, a aprobar una
asignatura; si no, no gradúa, y sus sueños deportivos pueden desvanecerse.
A cambio, él le
conseguirá una cita con el chico que ella quiere. Claro que al final este le
sale un poco rana y con el que de verdad se queda (¡salta la
sorpresa en Las Gaunas!) es con Freak.
Para mi, esta es la más misteriosa porque no he visto que hablen de
ella ni en Goodreads, ni la puedes comprar en Amazon ni nada. Es una historia
de segunda oportunidad.
Piper Lafontaine, como El Almendro, vuelve a casa por Navidad. Se reencuentra allí con el
chico que fue su mejor amigo en la infancia y adolescencia, Hudson Paige. Ella quiso ser
algo más y él la rechazó diciendo que no era su tipo. Años después, con él jugando para los Ottawa Huskies de su ciudad natal, es el
momento de sentar la cabeza y reconocer lo que sus familias han sabido siempre:
que están hechos el uno para el otro.
Se ambienta en un típico pueblo
Hallmark, Garland Grove. Allí cría a
sus cinco hijos Jacques Frontier, portero de hockey retirado.
Cuando le encargan entrenar al equipo de su hijo de catorce años, acepta
a regañadientes. Así conoce a Serenity Jacobs, madre en solitario de una niña, Charlie,
tan buena portera de hockey que juega para el equipo masculino. La cría resulta ser un poco manipuladora, y pone en riesgo no solo al equipo, sino la
felicidad de Jacques y Serenity.
La típica historieta que las autoras escriben por complacer a sus
lectoras. A diferencia de los anteriores, este relato no se sostiene, en mi
opinión, por sí mismo. Coge a los protagonistas de la primera de la serie, Brit
y Stefan, años después. Ella es portera de la NHL, él está retirado
Trata simplemente de un matrimonio que espera a ver si consiguen un
niño o no de adopción. Todo aliñado con
una buena dosis de sexo de relleno, a falta de algo más relevante que contar.
Esta es una historia navideña tan prototípica que hasta el
protagonista, Brody Tucker lo dice: «¿por qué me siento como si hubiera
entrado en el plató de una película Hallmark?». En ese típico pueblito encontrará su media naranja: Josie Moser, una viuda a la que salpica con el coche, ella pierde el teléfono...Justo donde está el último mensaje de su difunto marido, que aún
no se ha atrevido a escuchar. Lo que ignora es que Tucker encontró el móvil, y éste no sabe él muy bien cómo y cuándo devolvérselo.
Para lo mucho que me suele gustar Kat Mizera, esta historieta me irritó
un poco. Henrik Vanek (41) es el típico divorciado que ve poco a sus hijos, pero se cree con derecho a decirle a la madre de los niños lo que tiene que hacer con su vida. Se enrolla con una chica mucho más joven, Autumn Nicholls (25),
exjugadora profesional de hockey. Le viene muy bien que ella vaya a vivir a Fort Lauderlade, justo cuando él tiene que hacerse cargo de los niños, porque así ella se los cuida y los cría, para que él pueda seguir dedicando todo el tiempo del mundo a su trabajo.
Otro meet cute nada cute hace que no se lleven muy bien Mason
Hawthorne y Addison Harper. Luego pasan a ser frenemies porque se alían para ver si consiguen enrollar
a la prima de él, Ellie, con el amigo de ella, Theo. Para ello organizarán una fiesta muy integradora, en que se celebra no
solo la Navidad sino también Janucá y Kwanza. Nada que no hayas visto, todo muy cuqui y agradable de leer.
Resumiendo, la
puntuación de estas historias iría así: 3-3-4-1-4-2-3
= 2,86 de media. Aprobado raspado.
Las historias
en general cumplen, pero están todas muy vistas, salvo las dos que marco con
cuatro estrellas, que tienen un algo especial, giros de guion inesperados, o
autenticidad emocional en mitad de una película navideña.
Por eso, me
deja con ganas de leer algo más, por ejemplo, de Cathryn Fox y Jami Davenport.
Como siempre, lo que me echa para atrás es ese maldito uso de la primera
persona dual que impide reconocer las voces de los protagonistas.
Si os interesa
alguna historia, tendréis que adquirirla por separado, ya que esta antología no
está disponible en Amazon y, de hecho, ni la encontré en Goodreads.
Valoración personal: buena
pero desigual, como todas las antologías, 3
Se la recomendaría a: los fans
de las películas navideñas sentimentales.
Otras críticas de la novela:
No las he
encontrado. En Reddit te dicen que está gratis en Funnel, pero eso era hace
meses, ahora vaya usted a saber.
No sé, de
hecho, de la antología en su conjunto no he encontrado ni siquiera comentarios
en Goodreads. Pero de las novelas individualmente consideradas, sí, de casi todas.