miércoles, 30 de noviembre de 2016

Cambio de foto: "Adela Carbone, la Tanagra", de Julio Romero de Torres



Cambio la foto que puse en la pestaña M&MB: la Santa Casilda de Zurbarán cede su sitio a Adela Carbone, la Tanagra de Julio Romero de Torres.

Por motivos diferentes, no hice cambio de foto ni en septiembre ni en octubre. Ahora que lo retomo, me doy cuenta de que no he puesto nada del pintor cordobés Julio Romero de Torres, a quien todos conocemos más por el tópico que por su auténtico mérito artístico, quizá por el uso y abuso que se ha hecho de sus imágenes.

Pero en sus cuadros, si te fijas bien, hay un nosequé desconcertante, un poco inquietante, como en las obras del simbolismo. Parece precioso, mujeres bellas, figuras elegantes, un fondo aparentemente inocuo,… pero hay un aire algo sombrío, como si fuera a ocurrir algo malo y aún no sabe el qué.

Como pintó a muchas mujeres morenas (acordaos del pasodoble "La morena de mi copla"), tenía bastante donde elegir. He escogido un retrato pintado hacia 1911 de Adela Carbone, escritora e intérprete italiana, sobre todo porque me encanta su vestido, tan de la época eduardiana pre-Primera Guerra Mundial. Soy así de superficial.

Y sí, es fácil describir a Carbone como “mujer morena, / con los ojos de misterio / y el alma llena de pena”.

Sostiene en la mano una bailarina de terracota, la Tanagra del título, simbolizando su vocación artística. En el fondo, una escena cordobesa que recuerda al clasicismo, en sus arcos de medio punto y su estatua ecuestre en lo alto de una columna.

Dicen aquí (el catálogo de subastas de Sotheby’s), que “Romero había visitado Italia en 1908 y admirado a los maestros del Renacimiento, particularmente a Leonardo, Rafael y Pietro Perugino. En la composición general del cuadro domina su admiración por este período artístico, desde el vestido de Carbone, al elaborado fondo arquitectónico del segundo plano”.

Julio Romero de Torres murió en su Córdoba natal el 10 de mayo de 1930.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Crítica: “Una rosa perfecta”, de Mary Jo Putney



Emotiva, profunda, auténtica. Tiene veinte años, pero como si la hubieran publicado ayer.
 
Books4Pocket, 2008
DATOS GENERALES

Título original: One Perfect Rose
Subgénero: histórica
Fecha de publicación original en inglés: 1997

Parte de una serie: 7.º de la serie Ángeles Caídos

1.ª edición en español: Titania, 2001
Traductora: Amelia Brito



Stephen, huyendo de su aristocrática cuna, llega al pueblo de Fetchfield y lee que esa misma noche va a representarse una obra de Shakespeare en un improvisado escenario. Deseoso de olvidarse por unas horas de la pena que le atormenta, acude a la función sin muchas esperanzas. Pero allí ve por primera vez a Rosalind, hija adoptiva de los Fitzgerald, actriz de gran encanto y sencillez. Al día siguiente, un percance fortuito volverá a unirlos y entre ellos surgirá una pasión irrefrenable por la que lucharán con todas sus fuerzas, enfrentándose a los designios de un tiempo que juega en su contra.

UNA AMENAZA DE MUERTE

Stephen Kenyon, Duque de Ashburton, siempre se ha tomado muy en serio las obligaciones propias de su título. Pero una noticia inesperada le lleva a alejarse de su mundo de riqueza y privilegios y emprende un viaje sin rumbo por el campo haciéndose pasar por un hombre sencillo. En su desesperado vagar conoce a Rosalind Jordan, y las esperanzas que ya creía muertas volverán a la vida desde lo más profundo de su corazón. Pero ¿cómo va a declararle el amor que siente si su existencia se ha convertido en una cuenta atrás que le atormenta noche y día, si guarda un secreto que le ha hecho huir de todo lo que hasta no hace mucho poseía?

UNA PROMESA DE VIDA

Rosalind Jordan viaja con una compañía representando obras de teatro de pueblo en pueblo. Sus orígenes son inciertos porque, huérfana de padre y madre, los Fitzgerald la adoptaron cuando niña y la han criado como a sus otros dos hijos. Ahora Rosalind se ha convertido en una joven actriz, encantadora y comprensiva que, al conocer a Stephen, sentirá que su vida cambia para siempre. Pero, ¿cómo va a entregarse a un hombre que, aunque es la encarnación de todos sus sueños de felicidad, nunca podrá ser suyo?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría entre las mejores novelas de romántica de todos los tiempos, alrededor del puesto cincuenta.
Cuando The Romance Reader escogió las mejores cien novelas románticas del siglo XX, One Perfect Rose estuvo en el puesto 68. En la encuesta anual de All About Romance fue elegida como el mejor romance “de carretera” y el más lacrimógeno; además, obtuvo menciones honorables en las categorías de romance histórico europeo y héroe más torturado (Stephen Kenyon). También ganó el Premio RRA de mejor novela histórica, y de la Regencia de todos los tiempos. Ha estado en todas las listas Top 100 de All About Romance desde 1998 hasta 2007: la n.º 56 en 1998, la n.º 14 en el año 2000, la n.º 56 en 2004 y la n.º 73 en 2007. En 2013 tampoco entró entre las 100 mejores, pero sí estuvo entre “lo mejor del resto” en el puesto n.º 124.
Aparte de críticas estupendas, fue finalista al premio RITA y de vez en cuando se la ve en listas sobre tópicos de romántica tipo amistades entre personas del mismo sexo y héroes beta.


CRÍTICA

Repasando críticas que escribí hace años para El rincón de la novela romántica, me reencontré con esta, sobre una de las mejores novelas de Mary Jo Putney, que es casi como decir de lo mejorcito de la novela romántica de todos los tiempos. Con ligeros retoques, paso a incluirla aquí.

Esta es una de esas novelas que se leen de un tirón. Pertenece a la serie Ángeles Caídos, pero se sostiene perfectamente con independencia del resto. De hecho, es mejor cogerla aislada, porque el tono de esta novela difiere de las otras.
El planteamiento es un poco tétrico. A Stephen le han diagnosticado una enfermedad mortal. Necesita salir de su vida ordinaria para reconciliarse con la idea de que va a morir pronto, antes de informar a su familia y arreglar sus cosas. En su deambular, da con una representación teatral que lo atrae inmediatamente. Poco después tiene ocasión de lucirse como mocetón valiente al rescate de un niño, aunque eso no es precisamente bueno para su salud.
Acaba recalando en esta compañía teatral ambulante. Ahí conoce a la chica de la película, Rosalind, una joven actriz viuda de origen desconocido. No puede evitar enamorarse, aunque tenga los días contados.
A pesar de que la enfermedad está presente en todo momento, no resulta una novela lúgubre. La parte primera del libro, que gira en torno al teatro, resulta original. Y es lo que otorga a esta novela un particular atractivo. ¡Por fin una novela de la Regencia que no se centra sólo en bailes, bailes y más bailes!
Los guiños shakesperianos, y las citas de poetas metafísicos como John Donne o Andrew Marvell se usan como parte de la historia o para expresar los pensamientos de los personajes. Es una de esas cosas que me encantan porque indican respeto por el lector. Putney no considera que su público esté formado por indigentes intelectuales, no. Así que esta novela es un buen ejemplo para acallar a aquellos que desprecian el género romántico y por extensión a sus lectores.
Agradable novedad es que Rosalind y Stephen se lleven bien desde el principio. Son maduros, y realistas a la hora de hablar, cotidianos. No se produce ningún “gran y estúpido malentendido”. Ni gritos o esgrimas verbales. Todo se desarrolla fácilmente entre ellos, con cordialidad, rezumando amor. Se resisten a la atracción sexual entre ellos porque asumen que la historia será breve, cada uno por sus propias razones. La espada de Damocles de la enfermedad letal se ve compensada por una relación muy fluida.
Aunque los dos caen bien, sobresale la figura de Stephen. Ha intentado siempre hacer lo correcto, lo que se espera de él, y el morir joven le parece injusto. Pasa por una evolución personal, del enojo a la resignación. No es dominante ni mangonea a Rosalind. Deja que ella adopte sus propias decisiones. Stephen va ganando en profundidad y grandeza conforme va decayendo su salud.
Y sí, es una de esas novelas que necesitas tener el paquete de clínex al lado.
Además de los protagonistas, resultan inolvidables los secundarios, especialmente los deliciosos padres adoptivos de Rosalind, que recuerdan a grandes shakesperianos de la época como Edmund Kean, con sus citas literarias, exageraciones dramáticas y un afecto físico evidente.
Obviamente el mayor desafío es cómo lograr un final feliz y creíble cuando Stephen empeora. Se le ve decaer, con una serie de síntomas que suenan familiares a quienes sientan padecimientos gástricos. Si te metes en la historia, hay más de una escena que puede llevarte al borde de las lágrimas. Pero Putney se supera.
Decepcionante resulta, sin embargo, todo lo referente al origen de Rosalind. ¿Por qué no podía ser, simplemente una plebeya actriz? No sería tan “moderno” o improbable. Una generación antes, la actriz Elizabeth Farren se había casado con el conde de Derby. Es como si Putney no creyera a Rosalind suficientemente buena para Stephen. Pero cuando lees el libro, “sientes” que a Stephen quiénes sean los padres biológicos de Rosalind le da realmente igual.

Valoración personal: muy buena, 4

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica histórica, con un toque melancólico, y amantes del teatro isabelino.

Otras críticas de la novela:

Un par de críticas, en español, en El rincón de la novela romántica, entre ellas una versión anterior de esta mía.

En inglés, reseña en Publisher’s Weekly.  En All About Romance le dieron una calificación de A- y la consideraron como DIK (Libro que te llevarías a una isla desierta). Gossamer Obsessions le puso nota de B. En Heroes & Heartbreakers le dedicaron un artículo titulado “The Mortal Anguish in Mary Jo Putney’s One Perfect Rose” (“La angustia mortal en Una rosa perfecta de Mary Jo Putney").
Para Limecello, que hizo crítica para The Good, the Bad and the Unread, fue en cambio una lectura más decepcionante de C+.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Crítica: “Demasiado lejos”, de Suzanne Brockmann



Sexto de los Troubleshooters. Por fin, ¡la historia de Alyssa & Sam!
 
Cielo: © MIMOTITO/Getty Images
Hidroavión: © DreamPictures/Getty Images
Paisaje: © Ingram Publishing/Jupiter Images
Figura: © Inspirestock/Jupiter Images
DATOS GENERALES
Título original: Gone Too Far
Fecha de publicación original en inglés: 2003
Subgénero: suspense
Parte de una serie: Troubleshooters #6

SINOPSIS (que hice en su momento para El Rincón de la Novela Romántica)

En su carrera como guerrero de élite estadounidense, el teniente Sam Starrett no puede cometer errores. Sin embargo, en su vida privada Sam, el rey de los líos de una sola noche, ha acertado poco. Ahora, está esperando el divorcio y decide seguir siendo parte de la vida de su hija. Pero cuando Sam aparece en la puerta de su ex, en Sarasota, Florida, hace un macabro descubrimiento. Su hija ha desaparecido y el cuerpo de una mujer brutalmente asesinada yace en el suelo.
La relación de la agente del FBI Alyssa Locke con Sam ha sido tremendamente intensa y casi catastrófica, pero no acaban de ponerle fin. La última vez que ella vio a Sam fue seis meses antes, cuando trabajaron juntos para impedir un ataque terrorista sobre el presidente de los Estados Unidos. Para consternación suya, a Alyssa le encargan ayudar en la investigación de este asesinato y de nuevo se encuentra, cara a cara, con Sam. Cuando la investigación relaciona a Sam con el asesinato, las apuestas suben. Con su reputación en juego, y sus lealtades cuestionadas, Alyssa se encuentra enfrentada a un dilema: arrestar al hombre que cree que es inocente, o arriesgar su carrera.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, estaría entre las mejores doscientas novelas de todos los tiempos.
Gone Too Far fue un Top Pick del año 2003 en la página web Romance Readers at Heart. Rosario (del Rosario’s Reading Journal) le dio una A-. También tuvo esa calificación (DIK A-) en All About Romance.
En la encuesta que anualmente realiza esta página web, los lectores la eligieron como mejor romance del año y mejor pareja, además de una mención honorable como mejor romance “de carretera”. Aunque parezca contradictorio, también ganó en la categoría de peor lectura de 2003. Entró en dos de los Top 100 de AAR: en 2004 en el puesto n.º 28 y en 2007 en el 87. En la última (hasta la fecha) que es la de 2013, no logró entrar (bueno, de hecho ninguna de Suzanne Brockmann estuvo ahí) pero sí en “lo mejor del resto” en el n.º 196 (o sea, también por los pelos). Que gusta a los lectores de esta página web (entre los que me encuentro) explica que también se acordaran de ella en la mini-encuesta del año 2007 que eligió las mejores novelas de suspense romántico: ahí aparece como la n.º 10.
Cuando RomanceNovels.Me eligió las mil mejores novelas románticas, esta fue la n.º 217.
Hay que recordar que toda la serie de los Troubleshooters está incluida en el Top 100 de NPR como lo mejorcito de la novela romántica.
Y aunque nunca sé cómo tomarme estas cosas, aparece en más de una lista de romances “interculturales” por el hecho de que el protagonista, Roger/Ringo/Sam es blanquito y la heroína, Alyssa, mulata.

CRÍTICA

Estoy releyendo los libros que ya leí de los Troubleshooters. Para seguir, después, con los que aún no he leído. 

Llego así a la historia de Alyssa y Sam, un par de personas que no pueden estar juntas sin echar chispas, de puro cabreo o de química sexual. La pareja más sexi y complicada de la serie hasta la fecha. Aunque Max y Gina les ganan en complicación, no en tensión sexual (aunque en este libro lo intentan).

En los libros anteriores, cuando aparecían Alyssa y Sam, robaban la escena a los protagonistas de turno.

Roger “Sam” Starrett acude a Florida en busca de los papeles del divorcio. Pero lo que se encuentra es… un cadáver, y que su hija ha desaparecido. Llama al FBI, no quiere que la policía local complique las cosas.

Lo que ocurre es que las cosas son ya más complicadas de lo que él supone.

La sombra de la sospecha se cierne sobre el Equipo 16 de los Navy SEAL. Retienen a Tom Paoletti y lo interrogan una y otra vez sobre los hechos ocurridos en el libro anterior. Que Sam aparezca vinculado a un crimen no ayuda en nada. Acaba siendo sospechoso y teniendo que huir de la policía y del FBI. Pero Alyssa no se lo pondrá fácil.

Alyssa es una mujer dura, decidida a triunfar en su carrera, una mujer negra en un mundo de hombres blancos. No quiere que Sam le complique la vida. Sam aparece más sobrio y tenso que en novelas anteriores. Pero es lógico. Su hija pequeña ha desaparecido, no sabe si está viva o muerta. No es una situación que les incline a los arrebatos amorosos: parecería odiosamente insensible y egoísta.

Lo bueno, frente a otras novelas anteriores, es que nos ahorra una engorrosa historia de la Segunda Guerra Mundial vista desde su estrecha perspectiva más propia de películas de Hollywood que de un profundo conocimiento histórico de la realidad de la Europa de aquella época (o del mundo, si vamos a ello). Parece mentira que Brockmann se haya leído un montón de libros sobre la SGM.

Sí que hay una historia relacionada con aquellos tiempos, pero con breves flash backs y cartas o diarios del pasado que no entorpecen el desarrollo de la historia principal. Eso sí, como ya dije al comentar Out of Control, la autora sigue sin esforzarse en encontrar un “cambio de voz” entre el texto de esas cartas o ese diario y el resto del relato.

El romance secundario aquí es el de Gina y Max Bhagat que sigue, ejem, “progresando adecuadamente”… Más o menos, a su ritmo. Aportan la tensión sexual que, por motivos del guión, no está tan presente en la relación Alyssa-Sam.

En Demasiado lejos, Alyssa y Sam se van conociendo mejor. Te explica sobre todo la historia personal de Sam, cómo fue su infancia, lo que tuvo que superar hasta llegar a ser lo que es. La primera vez que leí el libro, me resultó conmovedor hasta las lágrimas. Después, en una relectura, ya no es tan fácil que te siga poniendo el corazón en la garganta. Lo que sí sigue teniendo es esa magia de atraparte en el corazón de la historia y mantener el suspense tan tenso que no puedes parar de leer hasta saber cómo acaba.

Entonces anoté que había un par de cositas de Demasiado lejos que me resultaron “personalmente incómodos”. Primero, el inesperado pasado de Sam es demasiado forzado, como si tuviera que justificarse “racialmente” de alguna forma que el blanco Sam se enamore de la mulata Alyssa. ¡Ah, sí, en una relectura eso canta todavía más La Traviata! El otro se refiere a un momento en que un condón se rompe. La mujer hace lo normal, plantearse cómo puede conseguir la píldora del día después. Y el caballero no dice nada al principio pero luego se pone en plan conservador diciendo que aunque la decisión es de ella, a él le parece que es lo mismo que abortar, y que ojalá se lo pensara… No sé, me pareció un poco incoherente con la caracterización previa de los personajes. Aparte de que mis gafas violetas estallaron del cabreo.

Como dije antes, cuando sigues una serie y hay por ahí unos secundarios de los que quieres su historia, es posible que toda la potencia de los libros anteriores se evapore y decepcione. Creo que es, sobre todo, porque las expectativas son muy altas. Por poner un ejemplo paradigmático de este fenómeno, suelo recordar lo que es lo que me ocurrió con Catherine Marks y Leo Hathaway, de la serie las Florero (¡los Hathaway, por diorr...!) de Lisa Kleypas. Cuando eran secundarios tenían unos combates verbales irresistibles. Y luego, en Esposa por la mañana su historia fue poco memorable. Literalmente, no recuerdo nada de ese libro.

Más o menos, pasa lo mismo con Alyssa y Sam. Había tanta tensión sexual acumulada, tanta frustración, tanta ansiedad emocional por estar con el otro y no poder, y que cuando estaban juntos las cosas se torcían,… que inevitablemente, la cosa decae cuando se tienen que dedicar a buscar a la hija de él a contrarreloj y el que se pongan amorosos en ese contexto es poco explicable.

¿Hay alguna novela en que ocurra lo contrario? ¿En que la historia de unos secundarios, muy esperada, sea fabulosa cuando llega su libro? Ahora mismo sólo caigo en un caso, el de Justine y Adrian con The Black Hawk. Son los mejores, de verdad. Eso sí que son fuegos artificiales. “Inmejorable. Perfecta en su género”, dije de The Black Hawk.

Bueno, pues no, Demasiado lejos no es así. Es mejorable y ni siquiera es una de suspense con giros insospechados. Pero aun así es una novela por encima de la media. En su momento le puse 7/10 y la consideré bastante buena, y mantengo mi valoración tras la relectura.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a la novela de suspense romántico.

Otras críticas de la novela:

Una versión anterior de esta crítica la encontramos en El rincón de la novela romántica ... Y aunque tampoco me he vuelto loca buscando, la verdad es que no encontré otras críticas en español. Una pena. Si alguien lo ha reseñado en su blog, agradecería los links abajo.

En inglés, claro que la leyeron y les gustó. Ya he mencionado el DIK (libro que te llevarías a una isla desierta) A- de All About Romance y el A- de Rosario’s Reading Journal.

En RT Book Reviews fue un Top Pick! con 4 ½ estrellas y comentan que es el mejor libro de Brockmann hasta la fecha. Fue nominado en sus premios anuales en la categoría mejor libro de intriga, pero no ganó; fue derrotada por Into Danger, de Gennita Low, a quien no tengo el gusto de conocer y que va sobre, ¡sorpresa sorpresa, otro Navy SEAL! Con una asesina profesional, según leo en la crítica. A este paso, los Navy SEAL van a acabar siendo como los duques de la Regencia: hay tantos que es imposible que quepan todos en el mismo país.

Para saber más de las novelas de Suzanne Brockmann, y un análisis de sus muchos atractivos, recomiendo el artículo  “If You Like Suzanne Brockmann...” por Sarah Frantz (Dear Author, 28/07/ 2008).