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lunes, 15 de noviembre de 2021

Crítica: “Polaris rising”, de Jessie Mihalik


Meh


 

DATOS GENERALES

 

Título original: Polaris Rising

Subgénero: ciencia ficción / space opera

Fecha de publicación original en inglés: 2/2019

Parte de una serie: Consortium Rebellion #1

Páginas: 448

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Una princesa espacial en fuga y un famoso soldado forajido se convierten en aliados inverosímiles en esta imaginativa y sexi aventura de ópera espacial, la primera de una emocionante trilogía de ciencia ficción.

En un futuro lejano, el universo está gobernado oficialmente por el Consorcio Real, pero los Altos Consejeros, los jefes de las tres Altas Casas, ejercen el verdadero poder. Como la quinta de seis hijos, Ada von Hasenberg no tiene autoridad; su único valor para su Alta Casa es como peón en un matrimonio político. Cuando su padre arregla que se case con un noble de la Casa Rockhurst, un hombre al que ni quiere ni ama, Ada toma el control de su propio destino. La enérgica princesa huye antes de la ceremonia de compromiso y desaparece entre las estrellas.

Ada eludió a las fuerzas de su padre durante dos años, pero ahora se le acabó la suerte. Para asegurarse de que no pueda escapar de nuevo, la fogosa princesa es arrojada a una celda con Marcus Loch. Conocido como el Diablo de Fornax Zero, se rumorea que Loch mató a toda su cadena de mando durante la Rebelión de Fornax, y el Consorcio quiere su cabeza.

Cuando la nave que los devuelve a la Tierra es atacada por un crucero de batalla de la Casa rival Rockhurst, Ada se da cuenta de que si su prometido abandonado la captura, se convertirá en una prisionera política y en un lastre para su Casa. Su única esperanza es llegar a un acuerdo con el peligroso fugitivo: una fortuna si la ayuda a escapar.

Pero cuando haces un trato con un diablo irresistiblemente atractivo, puedes perder más de lo que esperabas…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. Ha entrado en mi lista de las mil mejores novelas románticas, versión 2021, en el puesto 365, gracias a las excelentes críticas y a que muchos la eligieron entre lo mejor del año 2019. Críticas máximas: A en The Good the Bad and the Unread y en Smexy Books, A- en Smart Bitches Trashy Books y 5 estrellas tanto en Llama Reads Books como en The Alliterates. Romance.io la tiene entre las favoritas de todos los tiempos. La escogieron entre lo mejor del año: Adrian Liang (Amazon), Angela y Kim (Smexy Books), Kaetrin (Dear Author) y Suzanne (Love in Panels). También fue finalista en los premios #readRchat, en la categoría Best Science Fiction/Fantasy Romance; ganó Nalini Singh con Archangel's War.


CRÍTICA

Tenía esta novela apuntada desde hace un par de años. Disfruto de la ciencia ficción si es amena y no muy sesuda. ¿Una space-opera? Perfecto para mí. La compré en un momento en que estaba baratita.

La princesa galáctica Ada es hecha prisionera. Ha huido porque no quiere el matrimonio que conviene a su familia, la Casa von Hasenberg. Pero a veces la atrapan y tiene que pensar cómo huir de nuevo.

En la celda coincide con un tipo grandote en gayumbos, atractivo, y con fama de ser muy peligroso. Es Marcus Loch, otro con precio puesto a su cabeza.

¿Podrán colaborar para huir, o se traicionarán a la primera ocasión?

Esta novela va, sobre todo, de eso: si se escapan, y si los cogen, y vuelven a escapar, una y otra vez, juntos o separados.

Está contado en primera persona por Ada. Ya he dicho muchas veces que no me gusta esa forma de contar cosas. Me he resignado a que predomine en contemporánea, pero ya veis, también ha invadido el campo de la ciencia ficción. Ada no tiene nada especial para que tú, lector, quieras estar en su cabeza. Además, su voz como narradora no es nada específica, sería intercambiable con cualquier protagonista NA que haya leído recientemente.

A mi modo de ver, volvemos a la casilla número uno de romántica: años setenta-ochenta, cuando el héroe era un misterio para la heroína. Kinsale fue muy innovadora al meter la perspectiva del chico dentro de sus historias románticas. Mira de lo que ha valido.

Todo vuelve.

Hasta los pantalones de campana.

En fin.

Ada nos cuenta con detalle sus pensamientos, miedos, sentimientos, los planes que hace y cómo le salen. Sonaba totalmente… como una chica veinteañera occidental del siglo XXI. No te queda ni el misterio de saber qué hay detrás de esa máscara fría y distante que se ve obligada a lucir por las circunstancias. 

Ya te cuenta ella lo que va por dentro. 

Con pelos y señales.

Podría haber cierta ventaja en que el muchacho sea un misterio. Se crea tensión cuando tú intuyes lo que de verdad está pasando por debajo de la expresión impasible de Loch. En teoría.

Para mi gusto, Loch está demasiado ausente de escena. No he visto suficiente interacción entre ellos como para crear tensión sexual o romántica.

Los personajes en sí, Ada y Loch, me parecen lo mejor del libro. Ella, como una persona que tiene que calcular siempre lo que hace y lo que dice, por moverse en aguas políticas llenas de tiburones. Solo quiere decidir su propio destino y que no la maten en el intento.

Loch es tu prototípico guerrero, resistente, muy competente en la lucha, que quiere… no sé lo que quiere, la verdad. Una vez leído el libro, tampoco te creas que sé mucho de él. Supongo que desea a Ada, porque tienen sexo. Y, en algún momento, se enamora de ella. No lo detallan mucho. ¿Qué era lo que pretendía de la vida? ¿Cuáles son sus sueños o aspiraciones? ¿De qué manera ha cambiado, si es que lo ha hecho, del principio de la novela al final…? 

Todo eso queda oculto en el santuario del cerebro de la autora.

Yo soy de las que piensan que hay dos libros, el que escribe el autor y el que tú te montas en tu cabeza. Es delicioso imaginar cosas que no te dan hechas en la página sino, todo lo más, te lo sugieren.

Pensadlo un poco. En Orgullo y prejuicio, Darcy pasa realmente muy poco tiempo en escena. Pero con lo que te ponen, da de sobra para que rellenes todos los huecos del mundo. A los guionistas les da juego para meterlo en un lago a mojarse la camisa o besar apasionadamente a Elizabeth bajo la lluvia.

Lo que ocurre en Polaris rising es que, con Loch, le dan a tu cerebro muy poquito con lo que trabajar.

La space opera es el culebrón galáctico. Aventura y romance, nada especialmente complejo en relación con los desafíos que las nuevas tecnologías puedan suponer al ser humano. En la crítica de Collision course lo describí así: «aventuras espaciales con toque culebrón y rollete romántico». Para mí, oye, perfecto. Soy así de superficial.

Lo mínimo que requiero, eso sí, es algo de worldbuilding que me haga pensar que estoy en el espacio, o en otra civilización, otro momento histórico, y no sean universitarios estadounidenses disfrazados de Han y Leia para ir a la Comic-Con.

Luego me digo, alma de cántaro, ¿cuántos adolescentes USA conoces tú para decir eso? Ya, ninguno. Me guío por el estereotipo de las series Disney.

En cualquier caso, aquí el worldbuilding me parece de chichinabo, lo dije en Goodreads. Es como una de esas fantasías pseudohistóricas de la Garwood, de nula verosimilitud. Aquí, en ningún momento tuve la impresión de que me hablaran de viajes espaciales o del universo, seres de otras especies ni nada. Contiene los tópicos de tantas novelas románticas contemporáneas ambientadas en USA: comen comida chatarra, aunque la cocinen en una especie de sintetizador, y lo más romántico del mundo es que tu chico te regale un vestido sexi.

Si por lo menos hubiera chispa en los diálogos, acción incesante de la que no te deja respirar,… Va a ser que no. Hay más descripción que diálogos. El desarrollo es lento. Hay muchas escenas que sobran. Soy muy fan de la pistola de Chéjov: todo tiene que estar ahí por algo.

Al final, la novela se resume en una serie de capturas y huidas que no me mantuvieron precisamente en vilo.

Empezó de manera atractiva: encerrados en una celda, la princesa voluntariosa y el guapo canalla, atado y en gayumbos… Luego ya se fue haciendo lentito hasta que acabé leyendo por encima el último tercio de la historia. Me costó acabarla.

Ahora lo pillo. Esperaba algo así como Collision course, de Zoë Archer, pero más elaborado. Por eso me ha decepcionado.

Hay otras dos novelas de la serie, sobre Bianca y Caterina, hermanas de Ada. Paso. Más bien, me anima a leer algún otro de Zoë Archer para quitarme el mal sabor de boca.

Valoración personal: esperaba más, 2

Se la recomendaría a: quienes gusten de fantasías galácticas no muy elaboradas.

Otras críticas de la novela:

No he visto críticas en español. Si las encontráis, me haríais un favor poniendo enlace en los comentarios. Gracias.

The Good, the Bad and the Unread, una A

The Alliterates, 5 estrellas

Smexy Books, una A en crítica a dos. 

Llama Reads Books, 5 llamas

Smart Bitches Trashy Books, una A-. 

Ellie Reads All the Books hace crítica conjunta de esta y la siguiente, Aurora Blazing, y les da 3 estrellas a cada una. 

miércoles, 1 de enero de 2020

Lo mejor de 2019 (según la crítica)


¡Feliz Año Nuevo 2020 a tod@s!

Aquí estamos, de nuevo en la brecha. Y empiezo el año como otras veces: haciendo un resumen de lo que se ha considerado lo mejor por allá afuera.

A lo largo del mes de diciembre, páginas web, blogueros y hasta algún autor hacen su resumen del año y publican sus listas de favoritos. Estas listas, junto con las críticas que se han ido realizando a lo largo de todo el año, son lo que utilizo para seleccionar las doce novelas que me parecen más apreciadas.



Helen Hoang: The bride test

Otra vez el libro más apreciado del año parece ser obra de Helen Hoang. Es la segunda entrega de la serie The Kiss Quotient. Aquí, mi crítica, nada entusiasmada... Aquí el que tiene TEA es él. Acaba de ganar los Romance Choice Awards, en la categoría contemporánea, junto a la anteúltima de Roni Loren.

La mamá de Khai le busca a su hijo una novia en un país menos desarrollado, y lo encuentra en Esme, una chica sencilla. La mete a vivir en casa de Khai y ella le desordenará un poco la vida. Siempre está bien enamorarse de aquel que te conviene.


Casey McQuiston: Rojo, blanco y sangre azul

Oí a una youtubera comentar que esto no es romance, sino NA (como si no pudiera ser las dos cosas al tiempo, digo yo...). En cualquier caso, la mayor parte de la blogosfera romántica no se da por enterada, y todo son aplausos para Red, white and royal blue. De hecho, ganó el premio de Goodreads al mejor romance y el mejor debut.

Parece que es una de enemigos a amantes. Alex, el hijo de la presidenta de los EE. UU. choca nada más conocer Henry, el príncipe de Gales. Cuando un altercado entre los dos llega a los tabloides, llega el momento de gestionar las malas relaciones públicas: tendrán que fingir una amistad que luego acabará siendo algo más.

Talia Hibbert: Get a life, Chloe Brown

Una autora que yo descubrí el año pasado y que me entusiasmó. Esta novela, que se define como comedia romántica, ha estado en la diana de mucha gente, parece que finalmente esta autora británica se ha convertido en uno de esos nombres conocidos. Aunque este año he seguido leyendo novelas suyas, reconozco que esta aún no. Es la primera de la serie The Brown Sisters.

Chloe Brown es una de esas heroínas hibbertianas más ásperas que papel de lija. Ha decidido hacer una serie de cosas para darle alegría a la vida. Entre ellas, portarse un poquito mal, y como eso no es algo a lo que ella esté acostumbrada, recurre a un tipo tatuado que, supone ella, maloncho, Redford Morgan. Siendo un héroe de Hibbert, me da a mí que él acabará siendo un pedazo de pan con más paciencia que un santo.


Olivia Dade: Teach me

Otra contemporánea con portada ingenua en tintas planas. ¿Se han puesto de acuerdo los diseñadores de cubiertas...?

Y sí, vale, otra primera entrega de una serie, en este caso, titulada There’s Something About Marysburg.

Martin y Rose son colegas, profesores en el mismo centro académico. Lo suyo es enemistad a primera vista, porque han relegado a Rose en favor del recién llegado Martin. Solo que este resulta ser un cielo de hombre y así no hay manera de mantener una digna enemistad. Uno de los atractivos de esta historia es que se trata personas ya de cierta edad, por lo que entra en ese tópico de las older couples.

Sarah MacLean: Brazen and the beast


Ya era hora de poner otro tipo de portada, aunque sea con unos joyones y un vestido que cualquier parecido con la época es pura coincidencia.

Se ve que también ha habido novelas históricas muy buenas, empezando por esta de MacLean, la segunda de su serie Bareknuckle Bastards. Otra finalista #readRchat.

Una lucha de poderes entre Hattie y Whit. Ella, heredera de una fortuna, está decidida a triunfar en los negocios, mantenerse soltera y no renunciar por ello a los placeres. Cuando va en busca de esto último acaba dando con Whit, un tipo un poco peligroso que le hará una proposición para que los dos tengan lo que desean.


Alyssa Cole: A prince on paper


Vuelve a aparecer en esta lista Alyssa Cole y sus Reluctant Royals, en concreto la tercera de la serie. Ganó el premio #readRchat como mejor romance contemporáneo de 2019. Muy mono el vestido de ella, pero sinceramente a estas alturas del artículo ya estoy echando en falta aquellas portadas de antes, ¿dónde un buen pechote que echarse a la cara...?

Una historia un poco de cuento de hadas entre dos royals, Nya Jeram, del ficticio Thesolo, y Johan von Braustein, del no menos imaginario Liechtienbourg. Ambos con sus dudas vitales y la constante tensión de saberse el objetivo de paparazzi y blogueros. Pero el principal problema es, al parecer, sus problemas de autoestima que enmascaran de cualquier manera.

Jessie Mihalik: Polaris rising

Sí, parece que también hay un hueco para la ciencia ficción. Tanto esta novela, la primera de la serie Consortium Rebellion, como su continuación, Aurora blazing, han sido muy bien recibidas y comentadas.

Otra de royals, esta vez espaciales en el tipo space opera. Tenemos a Ada von Hasenberg, una princesa que huye de un matrimonio concertado y a la que acaban atrapando y encerrando junto a Marcus Loch, un peligroso soldado, un tipo nada de fiar. A lo largo de sus aventuras espaciales, huidas y demás, ambos chocarán una y otra vez, se ayudarán mutuamente y acabarán, a su pesar, enamorados.


Ilona Andrews: Sapphire flames

La cuarta entrega de Hidden Legacy ha gustado tanto como las anteriores. Es de esas serie que tengo pendientes de leer, aunque solo sea para acabar de leerme todo el Top 100 AAR de 2018. Pero ahí sigue. Lo paranormal no es lo mío, aunque sí lo de muchísimos otros lectores, así que ha sido una de las tres campeonas elegidas en los Romance Choice Awards, categoría fantasy.

Sin haber leído los libros precedentes, es difícil hacerse a la idea de qué va esta historia. Hay una serie de casas que tienen que luchar por sobrevivir. A Catalina Baylor le toca hacerse responsable de la suya. Su contraparte es Alessandro Sagredo, peligroso e impredecible, cuyos motivos no están del todo claros pero que se ve irremisiblemente atraído por Catalina.

Lisa Kleypas: Devil’s daughter

Parece que no puede haber novela que no forme parte de una serie. Esta es la quinta de los Ravenel. Histórica elegante, fabulosa, con dos protas inolvidables, una de las mejores de Kleypas. Aquí, mi crítica

Todavía no sé qué pensar de semejante portada, tipo Christina Hendricks en el perdido salón de ámbar.

Phoebe odia a West Ravenel sin haberlo visto jamás. Solo que en lugar de encontrarse al matón que amargó la vida a su difunto marido, se encontrará a un chicote reformado, que intenta ganarse la vida honradamente. Y aunque cualquier cosa entre ellos parece imposible, no pueden evitar sentirse atraídos el uno por el otro.


Christina Lauren: The unhoneymooners

Pues parece que es la única que no forma parte de una serie. Volvemos a las portadas «creativas» que más parecen una muestra de Gastón & Daniela. El dúo Christina Lauren suele convencer con sus novelas, y esta contemporánea no es una excepción. De «enemigos a amantes» y «relación fingida», todo en uno.

Tenemos a Olive, que va a la boda de su hermana, a disgusto porque el padrino es Ethan, a quien odia cordialmente. Como todos menos ellos acaban intoxicados, para que no se pierda el viaje de bodas, son ellos quienes van a Hawái, primero manteniendo la distancia y luego fingiendo que son unos recién casados. Necesidades del guion.


Tessa Dare:The wallflower wager


¿Quién me iba a decir a mí que echaría de falta estas portadas en las que se ve algo de piel...? ¡Por fin, un caballero debidamente déshabillé!

Por lo demás, de nuevo otra histórica entre la marea contemporánea: la tercera de la serie Girl Meets Duke.

Tenemos a Lady Penelope Campion con su ristra de molestos animales que su vecino, Gabriel Duke, preferiría ver desaparecer. Ella es una aristócrata y él un hombre hecho a sí mismo; sus pasados no son precisamente ideales, pero entre ellos tendrán que buscarse la vida para, primero, encontrarle una nueva casa a todas esas mascotas y luego, bueno, a ver, esto es romántica y ya sabéis que el roce hace el cariño.


Lucy Parker: The Austen playbook


Esta contemporánea es la cuarta de London Celebrities, ya sabéis, esa serie que se ambienta en el mundo teatral londinense. Creo que es la contemporánea que más me ha gustado de las que leí este año. Mi crítica,aquí

Decididamente, este año las portadas se han vuelto de lo más pudorosas. Adiós a los besos y abrazos arrebatados y las posturas imposibles.

Aunque Freddy Carlton es una excelente actriz para musicales y comedias, su padre se empeña en que adopte papeles más serios. A pesar de que no pone su alma en ello, todo el mundo está encantado. ¿Todo el mundo…? No, el crítico James Ford-Griffin le tira más de un dardo en sus reseñas. Tal enemistad será un obstáculo cuando cierto evento televisivo en el que ella interviene se grabe en el casoplón familiar de Griff.


Este ha sido un año claramente de contemporáneas, aquí hay siete sobre doce y, como se verá otro día, en la pedrea muchas más. Una paranormal y una de ciencia ficción han logrado entrar. Y luego cuatro históricas de autoras claramente consolidadas en el género.

He leído tres de las doce, pero no por falta de interés. Los precios me echaban para atrás: la última vez que miré, The unhoneymooners estaba a… ¡10,84 € el Kindle y Polaris rising a 11,38 €! Yo eso no lo pago ni por una de mis favoritas. Pero es mi intención leerlas todas. Incluida la de Ilona Andrews, cuando me apetezca ponerme con su serie Hidden Legacy.

Ya veis que todas, menos una, forman parte de alguna serie, algo que no me gusta particularmente. Como dije el año pasado, parece que estás medio obligada a leer otras novelas para disfrutarlas.

Ninguna de ellas está, que yo sepa, traducida. Lo de Kleypas, sobre todo, es un misterio, porque todas sus demás novelas sí que se han traducida. ¿Y esta…? ¿Van a dejar a los fans hispanos de los Ravenel así, colgados de la brocha…?

Otro día hablaré de lo que yo llamo «la pedrea».

Actualización 2-1-2020: Como veis más abajo, la de McQuiston sí está traducida, y al parecer la serie de Sarah MacLean lo será en breve. Del resto, sin noticias. Así que los que estéis más enterados que yo en estas cosas, podéis dejar comentario aquí.