lunes, 31 de diciembre de 2018

Notas sobre este año 2018


Increíble, otro año que se va, así rapidito,…

Después de unas breves vacaciones, regreso a mi blog para despedir el año.

Normalmente no hago recopilaciones sobre lo que ha sido mi año lector en romántica, pero este sí que había algo especial que me hace reflexionar.

2018 ha sido el año del descubrimiento de cuatro autoras de romántica contemporánea que no suenan como grandes nombres, sino más bien de segunda fila y que, sin embargo, a mí me han encantado y me parecen de lo mejorcito.

Cara McKenna escribe romántica contemporánea erótica. Es muy intensa emocionalmente. Las escenas eróticas le salen soberbias. Sabe usar el erotismo Ikea, o sea, nada de parafernalia extraña, uno hace las cosas con lo que tiene por casa. Sin hacer sangre ni nada parecido y siempre respetando el consentimiento. Sus personajes, reales como la vida misma, saben encontrar en la pasión un alivio a la mediocridad de sus vidas, muchas veces bastante duras. Hace poco descubrí que había escrito harlequines con el nombre de Meg MacGuire. Tengo que leer alguno de ellos, a ver cómo están.

Talia Hibbert es una escritora británica a quien le va lo intercultural. Normalmente BWWM, que he aprendido que significa mujer negra hombre blanco. A mí eso del color de la piel me la trae bastante al pairo. Me gusta lo intercultural porque le da otros elementos originales, que suenan nuevos. Pero no la leo por eso, ni de lejos. Sus heroínas son ásperas y broncas como papel de lija, y sus héroes,… Ay, son ideales. Enamorados hasta las cachas, un apoyo para ellas, no las juzgan, están por ellas y encima son siempre tipos que están cañón y que la parte sexual, también explícita, la llevan de fábula. Otra a la que se le dan muy bien esas escenas.

J. T. Geissinger es, al parecer, estadounidense. Contemporánea con mucho slow burn y, nuevamente, momentos sexis. Tiene un sentido del humor un tanto particular que se va filtrando en sus novelas y puede conseguir que eches la carcajada. Contemporánea, sexy y con humor, ¿hay quien dé más?

Y mi último añadido ha sido Roni Loren, que me ha conquistado con The ones who got away. Al parecer, nació en Nueva Orleans y vive en Dallas (Texas). Esta escritora superventas ha ganado dos premios RITA, con la novela corta Nice girls don’t ride (2015) y Off the clock (2016) al mejor romance erótico. Siento repetirme: contemporánea, sexy, mezclando lo ligeramente divertido con lo dramático.

Recuerdo que hace un par de años me entusiasmaba lo que yo llamé «Novísima escuela de romántica histórica», con autoras como Courtney Milan, Cecilia Grant, Sherry Thomas, KJ Charles y Rose Lerner. Frente a naderías enagüiles tipo Julia Quinn sin el menor sentido de la época, estas autoras sabían contarte una historia ambientada en el pasado, con cierto rigor histórico y trayendo a colación elementos feministas o sociales, para hacerte ver un poco lo difícil que era aquella época para las mujeres.

Sin embargo, aquel fenómeno –a mi modo de ver– se ha ido disipando. La última de Milan ha sido un pestiño; me da la impresión de que ya no le interesa seguir contando historias románticas. Grant parece que dejó de escribir. Thomas se ha decantado por otros géneros. A Charles ya no la leo y, por último, Rose Lerner. Quiero que me guste, de verdad, me cae fenomenal esa escritora. Mas no lo puedo evitar, me aburre como una ostra.

Así que en histórica vuelvo a lo de siempre, a las maravillosas Word wenches, que nunca decepcionan: Putney, Balogh, y la ya desaparecida Beverley, que afortunadamente tienen una extensa producción de la que ir tirando. Saben escribir bien, incluso cuando recurran a los tópicos más trillados. Crean personajes muy de carne y hueso, con profundas emociones, inteligencia y madurez. Una delicia. Y Kleypas, que no se me olvide: ha vuelto a histórica y me sigue gustándome lo que escribe.

Este año le he dado otra oportunidad a la novela romántica en español, empezando por lo que fue mi género tradicional, el histórico. Y oye, con gratas sorpresas. 

He descubierto a autoras como África Ruh y Elena Bargues cuyas historias me encantan. 

A diferencia de la histórica anglosajona, aquí lo que hacen muy bien es la reconstrucción del pasado, toda la parte histórica es fabulosa. Por eso me gustan. En lo amoroso y lo sexual, cumplen, simplemente, a veces ni siquiera incluyen escenas explícitas y es, creo yo, la parte en que más flojean, como si eso de que están escribiendo una novela romántica es algo de lo que se acuerdan de tarde en tarde. Pero como la reconstrucción histórica la saben hacer tan bien, puedo pasar de que la tensión romántico-erótica no esté muy lograda. 

Alyssa Brontë sí que sabe escribir escenas subidas de tono pero,… lamentablemente, el resto de los elementos de la novela que le he leído me parecieron malísimos.

Y a última hora, Marisa Sicilia, que me ha dejado noqueada con su noir parisino. Ahí tengo toda una bibliografía que me apetece explorar.

Lo paranormal sigue sin gustarme, por muy buena que sea la autora. La fantasía puedo disfrutarla, pero tampoco me arrebata. 

Las de suspense, en cambio, siempre me gustarán. Este año he descubierto a Anne Stuart, gracias al #RetoRITA: sus héroes son malos y fríos, y tienen la tendencia a querer matar a las heroínas, aunque por supuesto no lo hacen y acaban enamorándose de ellas.

No puede decirse que con el #RetoRITA haya encontrado a ningún otro autor que me haga tilín. Averigüé, eso sí, que Debbie Macomber es un pestiño de cuidado. Y gracias a eso tengo otra expresión hacerse (o encontrarse o resultar) un macomber.

Aparte de eso, acabé este año mi repaso a toda la bibliografía de Sandra Brown. Y también la serie Maiden Lane, de Elizabeth Hoyt. Me apunté al reto #12Mese12ParesDeBoas, y he leído libros muy lindos, como el de Jude Sierra.

Para el año que viene, ¿qué?

Pues seguiré con los retos. Si A la cama con… un libro plantea alguno que yo pueda seguir, ahí estaré. Como todos los años, el tercer miércoles de cada mes se reserva a TBR Challenge. Y seguiré hasta julio con el reto de romántica gay.

Quiero seguir intentando lo de la romántica lésbica, porque al fin y al cabo las chicas también se enamoran. Pero de momento, no he dado con novelas buenas. Es posible que el problema sea yo, que sea un tipo de historias con las que no conecto. No sé. Seguiré dándole oportunidades y si no, pues lo dejo.

Aparte de eso, hay varias ideas que me bullen en la cabeza. En 2017 hice un repaso a las que, entonces, eran Las mil mejores novelas románticas. Ahora, dos años después, la lista ha ido cambiando, y creo que haré una actualización de Las mil mejores, solo con las novelas que han entrado en la lista desde entonces hasta ahora, señalando también las que ya no estarían incluidas.

Luego quiero acabar la serie I-Team de Pamela Clare, de la que he ido hablando a trompicones. No sé si empezar otra histórica, ¿tal vez Pennyroyal Green, de Julie Anne Long? Me gustaría ir leyendo (o releyendo) y reseñando los libros que me quedan de otras autoras que son mis favoritas: Rachel Gibson, Jennifer Crusie, Sherry Thomas y Kleypas

Y unas cuantas de mis nuevas favoritas a las que mencioné más arriba (Geissinger, Hibbert, McKenna, Loren), aunque el problema que plantean estas es que no están traducidas al español, y no todos los que seguís este blog leéis en inglés. Quiero seguir leyendo histórica en español y, claro, acabar la lista Top 100 AAR 2018. Aunque, como en su mayor parte son paranormales, la idea no me entusiasma mucho.

Como siempre, se admiten ideas. Luego yo ya haré un poco lo que me apetezca en cada momento, pero siempre está bien que otros opinen a ver por dónde les gustaría ver que avanza este blog.

Gracias, como siempre, a tod@s los que estáis ahí, leyéndome. No sabéis lo que me enorgullece y, al tiempo, el vértigo que me entra cuando veo que son miles las visitas mensuales. Algo que decidí poner en marcha solo para mí, como un recreo y por si alguien quería leer algo sobre romántica,… y resulta que sois miles. Bienvenidos a mi casa romántica en la web.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Crítica: “Leo quiere a Aries”, de Anyta Sunday


 Slow burn, Friends to lovers, gay for you, NA… 
¿Algún tópico más...?



DATOS GENERALES

Título original: Leo Loves Aries
Subgénero: NA

Fecha de publicación original en inglés: marzo 2017
Parte de una serie: Signs of Love (Signos de amor) #1

En España
Traductora: Virginia Cabanillas
Autoeditado
Fecha: 12/2018

SINOPSIS (según Amazon.es)
Alguien nuevo entrará en tu vida a principios de año, Leo. Puede que te sientas frustrado, pero tendrás que ser positivo y reírte, porque este podría ser el comienzo de una bonita amistad.
Theo Wallace tiende a reírse cuando su madre le manda el horóscopo. Pero, esta vez, podría tomárselo en serio porque —todavía colgado de su exnovia y prácticamente sin amigos— lo de que una persona venga para quedarse suena muy bien.
Esto podría ser justo lo que necesita para dejar atrás el pasado y centrarse en un futuro mucho más prometedor.
Así que cuando su hermana Leone le reta a buscarle la pareja perfecta cita para acudir a una boda, Theo aprovecha la oportunidad para hacer nuevos amigos. 
Y Jamie Cooper, exprofesor de economía de Theo y ahora también compañero de piso de ambos— parece reunir todos los requisitos... hasta el punto, que es como si el destino lo hubiera puesto allí.
Todo lo que Theo tiene que hacer es asegurarse de que Jamie es el indicado. ¿Podría haber encontrado un amigo que, a la vez, fuera el alma gemela de su hermana?
Pero ten cuidado, Leo, porque las estrellas te tienen reservada una sorpresa…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
No, solo la he leído porque forma parte de este reto.

CRÍTICA

A Theodore y su hermana melliza les han dejado sus respectivas parejas,… porque se han enamorado entre sí (las parejas, no ellos, esto no va de incesto). Y encima en plan enrollado los invitan a la boda, cuando aún están un poquito colgados de sus ex…
Entra en escena Jamie, que fue tutor de Theo, y a quien este le ofrece ser compañeros de piso. Jamie lo piensa un poco, y acepta.
Theo tiene la idea de que Jamie es perfecto como pareja de su hermana. Y ciertamente parecen llevarse genial. Y encima se está convirtiendo en su mejor amigo, ¿hay quien dé más?
Pues sí, durante una buena parte de la novela esto es slow burn, delicioso, genial. Theo está totalmente clueless, no pilla que a quien quiere y desea Jamie no es a ella sino a él. Theo, perfectamente hetero, no se da cuenta, a pesar de que la proximidad de Jamie le hace sentir cosas curiosas e inesperadas. Pero es que nunca ha tenido un amigo como él.
Es uno de esos male/male romances con unos cuantos tópicos de esos que gustan muchos.
Primero, el slow burn, o el cocerse el romance a fuego lento. Lo consigue con nota, sobresaliente. Es algo que me encanta, eso de que uno de los personajes esté totalmente ignorante de lo que el otro piensa o siente pero es que además te lo sabe decir de una manera deliciosa, porque no te cuentan lo que Jamie está pensando, pero tú tienes que deducir, a partir de un gesto, de una mirada intensa, de una frase a medio decir, que está totalmente colado por Theo. Genial, de verdad, pocas veces lo he visto tan bien contado.
Luego está el tópico friends to lovers, o sea, se hacen amigos, muy amigos, intensamente amigos, y luego pasan a «tener beneficios» y en realidad, a estar totalmente colados el uno por el otro. En la modalidad, eso sí, de que uno está enamorado del otro desde el principio, mientras que el otro no sospecha nada.
Los otros dos tópicos me convencen menos. Es el gay for you (gay por ti) que nunca me ha parecido del todo creíble. La culpa es mía, que soy muy cuadriculada: para mí el que es gay, es gay, y el bisexual, bisexual, pero no cómodamente hetero hasta los veintitantos y de repente descubre que el amor de su vida es un hombre. No me suena muy creíble, la verdad. En este sentido, se parece algo a Him, de Bowen & Kennedy: un hetero que se enamora de su mejor amigo.
Tengo un poquito la impresión de que es un producto muy hecho para un público femenino, escrito por una autora cishet, o sea, como tú fantaseas con dos chicos monos enamorándose, pero no estoy segura de que las cosas sean así,… luego esa obsesión con el sexo penetrativo como la culminación, lo auténtico, lo más de verdad de la buena,… con lo cual,… me vuelvo a plantear si, por mucho que nos guste,… no habrá algo de gayxplotaition…
La ambientación es NA, si bien nos ahorra lo de la primera persona dual en la forma de narración. Claro si hubiera hecho eso te perdías totalmente esa delicia de que no te digan lo que pasa por dentro a Jamie pero tú lo sepas a partir de detallitos.
Está narrado de una manera fantástica, los personajes son muy atractivos, te dan ganas de leer más cosas de esta autora. Veo que es una de las pocas autoras de male/male romance que han traducido al español y espero que triunfe, de verdad, porque se lo merece, da una novela de calidad.
Mi principal problema, y por eso no le doy lo máximo, es toda la tontería del horóscopo. No sé, cuando ves a gente que cree en esas cosas, aunque sean personajes ficticios, me saca del libro y me parecen ridículos, supersticiones y un poco,… sí, un poco bobos. Lo siento, de verdad, que a estas alturas alguien hable en serio de maguferías así,… Tenía que intentar borrar de la cabeza todas esas frases tontonas sobre si los leo son de no sé qué forma, o que los aries tal,…
No puedo, de verdad, con estas cosas tan medievales, tan de otra época. Así que por mucho que me ha gustado esta novela, no creo que le dé otra oportunidad a las de esta serie. Pero otras de la autora, si son normales y racionales, posiblemente sí.
Por cierto que la autora ha dispuesto gratis en internet el relato corto (unas treinta y pocas páginas) Leo Tops Aries de contenido erótico que consiste básicamente en estos dos protas follando. Bien, vale, pero no te aporta nada nuevo.
Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: amantes del romance dulce y los diversos tópicos de la novela.

Otras críticas de la novela:
En español, tenemos la crítica de A la cama con... un libro, que le da 4 Gandys
... Y no he encontrado más. También es cierto que la traducción es reciente. A continuación, enlazo a críticas en inglés.:
5 estrellas, lo máximo, merece en el blog Dirty Books Obsession Group
Gay Book Reviews le da 4.5 estrellas, y la misma puntuación recibe en The Book Corps
La recomiendan en Diverse reader.
Para Under the covers, se queda en 2 estrellas

lunes, 24 de diciembre de 2018

Crítica: “A duke of her own”, de Eloisa James


Una novela muy buena, pero sin nada especial


DATOS GENERALES

Título original: A Duke of Her Own
Subgénero: histórica / 1784
Fecha de publicación original en inglés: agosto de 2009

Parte de una serie: #6 de las Desperate Duchesses

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Un duque debe elegir sabiamente…
Leopold Dautry, el infame duque de Villiers, debe casarse pronto con una noble –y sus posibilidades, lástima, son pocas. La hija del duque de Montague, Eleanor, es exquisitamente bella y ferozmente inteligente. Villiers se compromete con ella sin pensarlo mucho.
Después de todo, no hay ninguna otra mujer a la altura. Lisette, la franca hija del duque de Gilner, no se preocupa lo más mínimo por la ropa o el decoro. Está comprometida con otro hombre, y le importa una higa el estatus o el título. La mitad de la buena sociedad cree que Lisette está loca, –y Villiers tiende a mostrarse conforme.
Dividido entre la lógica y la pasión, entre la inteligencia y la imaginación, Villiers se encuentra al borde de lo inapropiado. Pero no es hasta que está en un duelo a muerte, luchando por la reputación de la mujer a la que ama, que Villiers se da cuenta, por fin, de que el mayor riesgo puede no estar en un duelo…
Sino en el dormitorio. Y en el corazón.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, en el puesto 650. No sólo obtuvo críticas excelentes: A en The Good, the Bad and the Unread; 95/100 para Mrs. Giggles, y un Top Pick! tanto en Romance Readers at Heart como en Romantic Times. Ha entrado en el Top 100 de All About Romance de 2018, y a punto estuvo de hacerlo en el anterior (tuvo el puesto 101, el primero de «Lo mejor del resto»). Toda la serie Desperate Duchesses consiguió estar en el Top 100 de las mejores novelas/series romántica que publicó NPR en 2015.

CRÍTICA
La sinopsis es un poco rara, porque no creo que pille realmente el quid de la cuestión. Parece un triángulo amoroso, pero no lo es.
Tenemos a Eleanor, la aristócrata que juró que jamás se casaría si no era con un duque. La razón no es ser una presuntuosa, sino porque entregó su corazón (y su cuerpo) a su primer amor y este no la quiso lo suficiente como para casarse con ella. Por eso en realidad le está guardando ausencias, y se marca una meta imposible. Es una joven sensual, apasionada, y con la cabeza, en general, muy bien puesta sobre los hombros.
Entra en escena el duque de Villiers, que se siente atraído por ella. Como anda en busca de esposa, esta chica le parece estupenda. En su etapa de calavera irresponsable fue dejando hijos ilegítimos por ahí. Hasta que casi lo matan en un duelo y entonces ve la luz en el camino de Damasco, digo, decide recuperar a sus seis, ¡seis!, hijos bastardos y llevárselos con él a casa.
Solo le falta una buena mujer que haga de madre de las criaturas. Nada mejor que casarse, ¿no? No hay muchas mujeres de su rango para elegir, así que la lozana Eleanor parece una buena opción.
Pero antes quiere mirar otras opciones, no vaya a ser que haya alguien mejor por ahí.
La otra candidata a su mano es Lisette, una chica que está como una cabra, pero que precisamente por su ausencia de prejuicios parece ideal para hacer de madre de unos bastardos.
Se supone que está comprometida, pero su fiancé anda por el continente desde hace seis años, a ver si alguien le quita al muerto de encima,… digo, a ver si ella se casa con otro en su ausencia.
Esta Lisette fue conocida, hace años, de Eleanor, así que acaban coincidiendo, más o menos,… bueno, no, la verdad es que está todo planificado,… A la casa de campo donde Lisette hace y deshace a su antojo, irán de visita Villiers (y uno de sus bastardos, Tobias), Eleanor (con su madre y su hermana Anne).
Además de entrar a valorar si Lisette podría ser la madre ideal de sus hijos, aprovecha el viaje para localizar a dos de sus hijas bastardas, dos mellizas de cinco años que le han dicho que andan por un orfanato de la zona.
Prácticamente todo el libro transcurre en la casa de campo de esa Lisette, y la trama consiste en las idas y venidas de estos personajes.
Villiers se siente muy atraído por Eleanor, y ella por él, lo cual incluirá unas estupendas escenas de intimidad sexual entre ellos. Pero Villiers debe ante todo escoger una buena madre para sus hijos, más que lo que a él le gustaría. El amor está fuera de cuestión, porque él es incapaz de enamorarse,… ¿o no?
¿Y Eleanor? ¿Se enamorará por segunda vez y de nuevo la abandonará un hombre para casarse con otra por motivos nobles, o correctos, o…?
El atractivo de esta historia son los personajes protagonistas, quizá un poco cínicos, apasionados, pero sin tomarse a sí mismos demasiado en serio. Sabe transmitir muy bien ese desenfado georgiano, ya sabéis, antes de la Revolución Francesa y todo eso, cuando los nobles eran casi criaturas de otro planeta que no se preocupaban más que por sus propios entretenimientos y placeres.
También Anne, la hermana de Eleanor, es un cielo, y muy graciosa,…
En cambio, Lisette es una tía… rara. Con altibajos, incapaz de centrarse en una cosa más de dos minutos seguidos, encaprichándose de los niños y al minuto siguiente olvidando que están ahí. No sé como un tipo supuestamente inteligente (Villiers) piensa por un solo momento que alguien así de destemplado puede ser una buena madre. La maternidad exige amor, sí, mucho amor, pero también respeto y paciencia, y sensatez,… todo lo cual brilla por su ausencia en la estrepitosa Lisette.
Este es un libro capaz de arrancarte una sonrisa en algunos momentos deliciosos. Sus toques de humor, ironías y sarcasmos varios, hacen que sea una novela muy fácil de leer.
Por lo demás, no hay otra cosa que lo recomiende. El argumento es prácticamente inexistente, el estilo correctito, la ambientación rutinaria y sin interés. Vamos, el tipo de libro que las Word wenches (Putney, Balogh, Beverley) llevan décadas haciendo sin despeinarse.
No entiendo por qué está en el Top 100. Eloisa James es simplemente otra escritora notable, de las buenas, sí, pero esta historia,… esta no es de esas especiales inolvidables a la altura de las Floreros de Kleypas o las de Loretta Chase, o Mary Jo Putney, no, de verdad. A mí me recuerda un poco a las de Tessa Dare, aunque con algo más de chicha. Entretiene, pero sin nada especial.
Tal vez sea a la gente le guste mucho porque es novela con niños. Y perro. Esas monerías suelen encantar.
No es mi caso.
Es la última de una serie que ya veis que en NPR escogieron entre lo mejor. No he leído las otras, y parece que no hace falta, porque esta se mantiene muy bien por sí sola.
Las otras dos novelas que he leído de Eloisa James, When Beauty tamed the Beast (2011) y Three Weeks with lady X (2014), me parecieron notables y les di cuatro estrellas. Esta me ha gustado un poquito menos.
Así que… Eloisa James… Puedes leerla si alguna de sus novelas viene recomendada. No te cambiará el mundo pero te hará pasar un buen rato.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de la histórica con su toque de humor.

Otras críticas de la novela:

En español, encontré crítica en el blog Del amor y la muerte, que aunque reconoce que está bien escrita, no le enganchó. 
En inglés, empiezo por Mrs. Giggles, que para lo seca que es, resulta que a «esto» le da lo máximo, 5 Oogies: le pareció divertidísima y muy sensual. 😮
En Romance Reviews le dan 4 corazones
Impressions of a reader, la califica con una B.  
Para All About Romance, sin embargo, se queda en C-. 😏

sábado, 22 de diciembre de 2018

Crítica: “Nadina o la atracción del vacío”, de Marisa Sicilia


París de hoy mismo, ponga un Mathieu en su vida


DATOS GENERALES

Subgénero: contemporánea
Editorial: Top Novel
1.ª Edición: 4/2018

Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional, una unidad de élite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atracción por el riesgo, que se empeña en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables.
Es responsable y reflexivo y su situación afectiva no es su prioridad. En París y en estado de máxima alerta ante la amenaza de ataques terroristas, Mathieu deberá vigilar de cerca a Dmitry Záitsev, un empresario ruso involucrado en negocios turbios que asegura que puede evitar que una letal partida de armas llegue a manos de los extremistas. Y también conocerá a Nadina.
Todas las señales le advierten de que no debe acercarse a ella, pero, cuando amas el peligro, eso no debería importar.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No la tengo en mi lista.

CRÍTICA

Compré esta novela por la entrevista que le hizo Samantha Kerr a Marisa Sicilia en su podcast La Vena Romántica.
Ha sido el podcast que más me gustó. Quizá porque es la escritora que contó cosas que me resultaron muy interesantes. Con lo que decía de este libro, me picó la curiosidad.
Mathieu es un policía francés, dentro de un grupo de esos de intervención en operaciones como toma de rehenes u operaciones antiterroristas. Para lograr atrapar a una cédula antiterrorista en Francia se tiene que medio infiltrar como una especie de guardaespaldas de un traficante de drogas ruso, Dmitry Záitsev.
(Algo me da que a Sicilia le interesa la Segunda Guerra Mundial, no me creo que ese apellido sea casual).
Digo que se «medio infiltra» porque Záitsev sabe que es policía; en teoría, este delincuente está colaborando con las fuerzas del orden para atrapar a los islamistas.
Así conocerá a Nadina, la novia, o pareja, o algo del tal Záitsev, una mujer joven cuya vida parece reducirse a su apartamento y el club nocturno del que Záitsev es propietario.
La atracción entre Mathieu y Nadina es inmediata, incluso antes de saber cómo se llaman, o decir «ojos negros tienes», ya se han fijado el uno en el otro.
Hay dos obstáculos, por un lado está Záitsev, con quien Nadina tiene esa relación tan estrecha, de manera que Mathieu no sabe si ella simplemente está jugando y tarde o temprano, como siempre, volvería con Záitsev y, por otro lado, Mathieu no puede distraerse de su trabajo. Tiene que estar alerta, siempre, porque no se fía de nadie a su alrededor.
El argumento está fantásticamente bien hilado. Si te van los thrillers, esta novela te gustará como pudo gustarte por ejemplo el Caballo de Fuego de Bonelli, porque mezcla muy bien lo que les ocurre interiormente a los personajes, con toda esa otra trama político-policial antiterrorista.
Si te venden este libro como thriller, escrito por un tío y sin final feliz, seguro que lo reseñarían en todos los suplementos literarios. A mí, que me encanta el suspense en todas sus modalidades, esa parte de la novela me ha atrapado. No podía parar de leer.
No, en serio, me duró una sola sentada, toda la tarde de ayer, inaugurando las vacaciones navideñas.
La parte erótico-amorosa es inquietante, a veces hasta morbosa. Todas las veces que te presentan a Nadina desde la perspectiva de Mathieu te estás diciendo que es un engaño, que es una femme fatale, como en esas pelis de miedo que dices «no vayas por ahí, no, que no te espera nada bueno».
En cambio, cuando ves la historia desde la perspectiva de Nadina, te parece que simplemente es una persona un poco perdida, que ha pasado las suyas y las del pulpo y se ha quedado colgada de Dima Záitsev porque no conoce nada mejor.
El estilo con el que está escrito esta novela es lo que yo llamo «best-seller internacional», como Gómez Jurado, muy competente, nada cursi, efectivo, sin esa manía de las novelistas de romántica española de hacer tríos con los adjetivos, o poner los más trillados del mundo. ¡Qué maravilla poder leer un libro en español sin faltas de ortografía!
(Lo único que me incordió algo es que transliterase el nombre ruso Дми́трий como Dmitry y no Dmitri, aunque reconozco que es algo muy frecuente).
Descripciones, las justas. Diálogos muy ágiles y naturales. Nunca sabes por dónde van a ir.
Mathieu… a ver cómo os lo digo,… Ha entrado en mi Olimpo particular de héroes de romántica, ese en el que tengo a Derek Craven, Rupert Carsington y Cash Boudreaux. Es un hombre de una pieza, un policía que sabe escuchar y callar, indagar con inteligencia y tomar siempre la decisión correcta. O sea, competence porn en estado puro. Prudente, mantiene la cabeza fría en todo momento, lo cual no significa que carezca de sentimientos intensos cuando se da la circunstancia idónea para ello. ¡Y escala montañas…! O sea, ¡¿cómo no lo voy a adorar?!
De manera que, si me ha encantado el estilo, el argumento, la ambientación en ese París de hoy mismo fácilmente reconocible para cualquiera que conozca la capital gala, lo romántico-erótico está muy logrado y hasta me he enamorado de Mathieu,… ¿Por qué no le pongo cinco estrellas?
Creo que fue en una entrevista con Sarah Wendell (o, al menos, me suena que se lo oí decir a ella) que Lisa Kleypas dice que es más fácil escribir héroes atractivos que heroínas, que a ellas las exigimos más, no pueden ser demasiado. Lo entiendo perfectamente: a ellos les perdonamos muchas cosas, y a ellas no les pasamos ni una, ni pueden ser demasiado soberbias, ni tampoco felpudos, ni demasiado listillas ni tontas del bote.
Es lo que me ha pasado con Nadina. Al final, tenía para mí el interés de un paramecio. Vale, es víctima de una guerra y está traumatizada. Pero, ¿quién es ella, más allá del interés romántico que despierta en los personajes masculinos? No lo sabes, ni qué le gusta, ni qué opina de nada,… Puede ser que sea una construcción tan sutil del personaje que se me hayan escapado las claves, que precisamente eso hizo la guerra con Nadina: convertirla en un simulacro de ser humano. Es el vacío que te atrae, el deseo irreprimible por romperte la crisma por nada.
No lo descarto. 
Pero, a día de hoy, no es mi tipo de heroína.
No había leído nada de Marisa Sicilia. La tenía, quizá erróneamente, como una más de esas novelistas de romántica histórica que ambienta sus historias en los mismos lugares que las anglosajonas, y eso no me interesa. Prefiero intentar romántica en español ambientada en países hispanos.
Por lo visto, va a publicar una historia protagonizada por Záitsev, porque las lectoras se lo han pedido. No sé yo qué interés enfermizo tienen los lectores por protagonistas delincuentes; yo no lo comparto... pero... sé que esta «caerá» en cuanto salga.
Me estoy pensando seriamente comprar el resto de sus novelas, a ver si están así de bien.
Valoración personal: muy bueno, me encantó, 4.

Se la recomendaría a: aficionadas a la contemporánea con su toque de intriga policial.

Otras críticas de la novela:
La crítica de El rincón de la novela romántica la pone como «excelente».
Para Mil libros en mi biblioteca no es la historia de esta autora que más le ha emocionado, pero sí le ha parecido «la mejor escrita por ella, la mejor acabada». 
Ágora entiende que esta es una novela «completa y redonda», de lo mejor de 2018. 
Sintiendo sus páginas le da cuatro mariposas
Reseña en La vena romántica
Por poner algo menos entusiasta, no le ha gustado mucho a Mi rinconín de lectura, entiendo que porque quería más sentimiento, le ha faltado «emoción y química entre los personajes principales». Es curioso, porque no es ese el reparo que le pongo a esta novela, lo que demuestra –una vez más– que hay tantos libros como lectores, cada uno vivimos el mismo libro a nuestra manera.
Os dejo enlace a entrada en el blog de Marisa Sicilia, en la que habla de la música de esta novela 



Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto:


viernes, 21 de diciembre de 2018

Crítica: “Un refugio en Katmandú”, de Ángeles Ibirika


Quería que me gustase, de verdad.
Cogí el libro con la mente tan abierta que casi se me cae el cerebro.
Pero no.
Pestiño.


DATOS GENERALES

Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación: 06/2015
Editorial: Planeta

Matthew jamás pensó que su exitosa carrera como jugador de béisbol se truncaría por decisión propia; que desaparecería de la faz de la tierra para embarcarse en una peligrosa aventura en el desconocido Nepal; que en la milenaria ciudad de Katmandú, entre tradiciones que ni entendería ni compartiría, encontraría el amor de su vida; que su plan inicial acabaría en desastre y se vería obligado a trazar un desesperado plan B, ni que con el paso del tiempo llegaría a creer que aquello no saldría bien. Sin embargo, siempre supo que llegaría hasta el final arriesgando su libertad, y hasta su vida, si era necesario, para conseguirlo.
Pero en la vida, más aún en el país de un millón de dioses, todo ocurre en los momentos más inesperados y por las razones más insospechadas.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. La compré solo porque hubo una que me gustó de Ibirika,… una vez,… hace años…

CRÍTICA

Diez días (¡diez!) tardé en meterme «esto» entre pecho y espalda.
El tema del TBR Challenge de noviembre era una portada bonita (u horrenda). Con mi limitado sentido estético, cogí a una persona que no gusta de las novelas románticas, le puse todos los libros en papel que tengo pendientes y le pedí que escogiera la portada que más le gustase. Eligió esta y Odio que das.
Languidecía en mis baldas desde 2015. No me apeteció leerlo porque Entre sueños (2010) tuve que dejarlo sin acabar al 20% (no soportaba a los personajes) y la propia autora advirtió que Un refugio… no era una novela romántica. Si hay algo que se me hace más cuesta arriba que la romántica en español es la narrativa femenina en español.
Se ambienta en el Nepal contemporáneo. Matthew, un jugador de béisbol estadounidense, busca a alguien en Katmandú. El lector desconoce a quién, o por qué, o para qué. Ni siquiera sabes si Matthew es su verdadero nombre. Antes de que él pueda hacer lo que sea que le llevó a este reino del Himalaya, le pegan una paliza y acaba en el hospital.
Allí conocerá a Claudia, una médica española. Con algo de engaño, encontrará un sitio donde quedarse, un refugio en esta ciudad superpoblada. Poco a poco, él intenta descubrir dónde está el malote al que busca.
Claudia se enamora de él, aunque sabe que cualquier cosa entre ellos será imposible. Nepal es el lugar donde quiere vivir el resto de su vida, mientras que él regresará a los Estados Unidos (u otro sitio occidental), tan pronto como haga lo que sea que le llevó a ese país.
¿Lo mejor? La ambientación, Katmandú y las montañas. Amé ese paisaje, esa es la estrellita de más. Si estás pensando en viajar allí, no necesitas una guía de viajes, con este libro conoces todos sus rincones típicos y todas las anécdotas habituales.
Ahora bien, la trama es prácticamente inexistente. Pasan las hojas y no ocurre nada. Es un libro lentooooooooooooooooooooooooooooo. Se pierde describiéndote el entorno y lo buenos que son estos Coronel Tapioca de la solidaridad con los nativos. Y digo nativos porque los personajes nepalíes son tan estereotipo «sí bwana» de las pelis de los cincuenta que hasta se expresan «en plan cheroqui»: «Bhim empezar preguntar».
Los protagonistas me resultaron un poquito aburridos. Todavía no sé por qué Ibirika ha elegido a un yanqui estrella del béisbol, deporte que los españoles ignoramos totalmente. Toda esa parte te deja fría, te importa una porra si batea, si hace un home run o cientos.
La trama emocional y sexual es… gélida. No sientes la emoción en los personajes. No los ves enamorarse, o desearse sexualmente. Al principio, incluso me estaba preguntando quién era la chica de la película, ya que Matthew tenía más química con otros personajes, como la enfermera alemana con la que intercambia esgrimas verbales o la joven viuda nepalí de cuyo atractivo físico toma nota.
Creo que ahí está el quid de por qué no me enganchó la historia. No siento la atracción entre Matthew y Claudia. Ni chispa sexual ni interés del uno por conocer mejor al otro. De hecho, él no se entera de que le gusta a Claudia hasta que Ruth se lo dice. Y cuando se entera, no le conmueve lo más mínimo. ¿Sexo? Fundido en negro.
El argumento más de suspense, de por qué este tipo está ahí, la cuenta con muy poca gracia y menos tensión. Cuando averiguas que él se llama Bryan te quedas un poco como ¿y a mí qué?, como si se llama Mariano. Ah, ¿y está en Nepal para…? Pues mira qué bien. Sí hay un giro al final muy interesante, con un personaje que parece una cosa y hará otra.
La autora evita las dos kriptonitas de las novelas románticas en español. Los adjetivos no rebosan la página y el héroe no es machista.
No obstante, siempre hay algún pero que se le puede poner y yo se lo pongo.
A veces sus opciones lingüísticas me desconciertan. Por ejemplo, en un momento dado leo «en convivencia con el abuelo» y me parece que quiere decir «en connivencia», aunque no estoy segura. O más adelante, cuando escribe que a veces el tiempo pasa lento pero otras fugaz. Y entonces mi cabeza se pone a toda marcha, en plan… ¿Fugaz realmente es antónimo de lento? ¿No le iría mejor veloz? Igual quiere decir eso,… No, fugaz no es antónimo de lento, sino de prolongado, duradero o estable. Lo opuesto a lento sería,… déjame ver Word reference…repentino, rápido y quizá acelerado, ágil, alado, alígero,… súbito, supersónico, ¡ajá! Veloz, ahí está.
O un elijen en la pág. 356 que me dio un puñetazo en la cara y me dejó noqueada durante cinco minutos.
Aunque el héroe no sea machista, sí que a veces se filtraba un cierto sexismo. Hay un marido que no deja a su esposa visitar a su hermana, una niña que vive en el refugio. A Matthew le parece mal y Claudia se pone en plan señorita Pepis de la interculturalidad «Nadie puede venir aquí a juzgar sus costumbres, su cultura…». Perdona bonita, pero si son costumbres o culturas machistas, tengo todo el derecho del mundo a juzgarlo. No hacen muy felices a las mujeres de allí, ¿verdad?
Otra. Ruth: «Ya sabes que a veces las mujeres decimos una cosa cuando en realidad estamos deseando la contraria». La mujer como criatura engañosa, tú, machito, haz lo que ella, en el fondo desea, aunque de palabra te diga otra cosa. ¿En estos tiempos del «si no hay un sí, es que no»? ¿De verdad?
Pero reconozco que son cosas menores.
Resumiendo, y hablando en términos generales, me pareció una novela con una ambientación inolvidable y muy lograda, un estilo más que correcto y una edición muy agradable que manejar, con una bonita y llamativa portada (así empezó todo)… Al servicio de una historia soporífera.
Valoración personal: prescindible, 2.

Se la recomendaría a: los viajeros dicharacheros que no lean novela romántica.

Otras críticas de la novela:
Como suelo hacer cuando la novela, para mí, resulta un fiasco, recomiendo leer críticas positivas para ver este libro desde otra perspectiva, porque igual para vosotros no es un pestiño.
En El rincón de la novela romántica hay dos críticas, una que dice que es una historia preciosa, «muy sentida y humana» y otra a la que se le «ha hecho pesada, muy pesada, densa, muy densa, y larga».  
Para Libros de romántica es «una historia donde te transporta y te emociona», en su caso, hasta las lágrimas, a lo que se ve. 
Cazadoras del romance: «recomiendo no leer el libro si lo que se busca es un romance,… más sentimental que romántico, por lo que creo que como novela sentimental es una muy buena opción de lectura donde además la ambientación está muy conseguid». 
A Francisco, Un lector indiscreto que no lee romántica, le parece una «novela atractiva y placentera». 
Para Adivina quien lee, que se confiesa no habitual de romántica, le ha resultado también «una buena lectura». 
Las lecturas de Guillermo (otro que a simple vista, no conoce la novela romántica) hace también crítica positiva de una novela que, para él es «rica en emociones» y que la autora «sabe llegar al corazón del lector». 
Ver esta obra reseñada por quienes no leen romántica, me hace pensar que Planeta se lo hizo llegar, para vender esto como narrativa contemporánea, no romántica, sino algo más «serio», más «digno» quizás. 
Para mí, en mi humilde opinión de lectora todoterreno, se queda en tierra de nadie. No es buena ni como ficción literaria (personajes planitos, trama inexistente, nula trascendencia, estilo correcto sin aventuras estéticas) ni como romántica (carece de la tensión erótico-emocional y del final feliz de la romántica). 
Es solo mi opinión, ¿eh? Allá ellos con su negocio, si ha vendido lograron su objetivo, y si no, no. Tampoco nos lo van a decir. 
Pero, que yo sepa, de entonces ahora, la autora no ha vuelto a publicar.

Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto: