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viernes, 12 de marzo de 2021

210 años de… “Sentido y sensibilidad”, de Jane Austen

 

Un clásico que ya no puedes leer sin pensar en Emma Thompson

 


DATOS GENERALES 

Título original: Sense and sensibility

Género: ficción literaria

Fecha de publicación original: 1811

Páginas: 352

 

En España (por poner una reciente, hay un montón de ediciones)

Título:  Sentido y sensibilidad

Traductora: Ana María Rodríguez

Edición: 11/2015, Penguin Clásicos

Páginas: 376

Colección: Penguin Clásicos, 27001

ISBN 13: 978-84-9105-168-8

SINOPSIS (de La casa del libro)

En Sentido y sensibilidad, Jane Austen explora con sutileza e ironía las opciones de la mujer en una sociedad rígida, donde el éxito o el fracaso dependen de la elección del marido. La historia se centra en dos hermanas, Elinor y Marianne, cuyas personalidades antagónicas ejemplifican dos posibles respuestas femeninas ante la hipocresía dominante: el «sentido común» y la «sensibilidad». Sin embargo, tanto un camino como el otro entrañan sus peligros.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

La incluí en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en el puesto 581. Ahora, en 2021, sigue más o menos en el mismo puesto, es un clásico que la gente seguimos leyendo desde hace, ya veis, más de doscientos años. Más que por haber visto grandes críticas en la páginas al uso, está en ese lugar porque la meten en muchas listas de novelas románticas. Eso no quita que haya alguna crítica como en Dear Author, que le pusieron una A-. Vamos a por las listas, de las cuales os voy a dar en algún caso enlaces, por si queréis consultar. Cuando en 2013 All About Romance hizo su Top 100, entró en «lo mejor del resto», la 170. Jack Moreno la incluyó en su post sobre las 70mejores novelas románticas, quien hizo un max mix de historias de amor, unas con final feliz y otras sin él. En el Top 1000 de RomanceNovels.Me está la 2, en una lista de Amazon de novelas románticas la 5; The Best Romance Novels Ever Written (ProWritingAid) 5; Malin’s Book Blog hizo su Top 100 y la pone la 70Goodreads también tiene una lista de esta, que va cambiando, cuando yo la consulté estaba la 85; El Top 1000 de Book Binge, 245 

CRÍTICA

Sentido y sensibilidad (Sense and sensibility, 1811) cualifica como novela romántica porque contiene dos historias de amor con final feliz.

Es la primera novela que publicó Jane Austen, anónimamente, firmando como A Lady (Una dama).

Como todas las suyas, la había ido puliendo a lo largo de los años. El producto final es uno de esos textos tan suyos, precisos, con ironía rezumando a cada paso, que no se puede leer apresuradamente. Me llevó varios días, porque no quería perderme ni una coma. También, porque la leí en inglés, y siendo ficción literaria, el nivel no es sencillo.

Para quienes desconozcan el libro y no hayan visto la película, os cuento. Trata de dos hermanas, Elinor y Marianne, jovencitas, de 19 y 17 años, respectivamente. La muerte de su padre las deja en una situación modesta, sin una gran dote, de manera que no resultan particularmente atractivas en el mercado matrimonial.

Eso sí, ambas son mujeres cultivadas, saben de literatura y sienten inclinaciones artísticas: Elinor con el dibujo y Marianne con la música. Las inclinaciones son acordes con lo que cada una de ellas representa. En la primera, el sentido común o sensatez, en la segunda, la emoción, la sensibilidad.

Solo aspiran a vivir tranquilamente con su madre en un cottage en el campo. Si se casan –y las damas en aquella época no solían tener muchas más posibilidades vitales–, deben hacerlo sensatamente y con medios para llevar una vida de cierto nivel.

Se enamorarán de jóvenes de su mismo rango social, pero las cosas no serán fáciles. Entre Elinor y Edward no hay palabras amorosas en la mayor parte de la novela. Se gustan intensamente, pero guardan silencia, solo se admiran a distancia, sin esperanzas para el futuro.

En el caso de Marianne, se enamora apasionadamente de un chico guapo, entretenido, pero que es un poco tarambana, de hecho un calavera de los pies a la cabeza que, se descubrirá más tarde, ya ha seducido al menos a otra jovencita sin casarse con ella. Esto no acaba bien, y al final Marianne (¡spoiler, spoiler!) acabará casada con un hombre que le dobla la edad, sereno y taciturno, que lleva admirándola todo el libro, echándole una mano a su familia, incluso a Edward, el enamorado de Elinor.

Los líos amorosos de estas dos hermanas son entretenidos, pero lo que a mí más placer me da en esta autora es más bien su ironía y la penetración psicológica de los personajes. Respecto a lo primero, rezuma en muchas frases en las que te está diciendo justo lo contrario de lo que pretende, y en ese contraste te arranca una sonrisa.

En cuanto a lo segundo, es admirable lo bien que sabe retratar a los distintos personajes, no describiéndolos sino sobre todo a través de lo que dicen y lo que hacen. Me gustaría fijarme en un personaje secundario pero que tiene mucho papel en su relación con Edward y Elinor: Lucy Steele. Una muchacha que tampoco tiene una dote pero que, a diferencia de las Dashwood, no es una dama cultivada. Es consciente de sus limitaciones (hasta cierto punto), y tiene que usar sus limitados recursos para lograr un buen matrimonio. Guapetona, sibilina y bastante pelota, sabe halagar la vanidad de quienes se relacionan con ella, que caen en sus manos irremisiblemente.

Es increíble esa agudeza a la hora de calar a la gente que se mueve en un círculo muy estrecho de damas y caballeros, ojo, no aristócratas, sino más bien una clase de rentistas que viven sin trabajar, con servicio doméstico limitado a un par de criados.

Pertenece al género más bien de la sátira social, tan propia de la novelística inglesa desde el siglo XVIII.

Mucha gente entiende que Austen escribe novela romántica en el sentido del Romanticismo como movimiento literario, sin duda despistado por aquello de que hable de amoríos, pero no es así. Ella pertenece a la época georgiana, al neoclasicismo, desconfía de los sentimientos exaltados, y aquí se encuentra el ejemplo en Marianne. Eso de enamorarse apasionadamente, lanzando al viento toda precaución, solo puede llevar al desastre.

La decisión más importante que una mujer de esa época y nivel social era el matrimonio, y debía tomarse con sensatez, buscando una pareja con la que lograr armonía doméstica. El dinero también es importante. Hay toda una reflexión, al final de la novela (¡spoiler, spoiler, again!), sobre cómo Edward y Elinor consiguen hacerse con una renta suficiente para tener la casa en condiciones, calculan que las dos mil libras de él, las mil de ella y quinientas que les puede proporcionar la madre de ella no será suficiente, y Elinor le aconseja que se reconcilie con su familia. Lo hace, sin humillarse demasiado, para obtener de su madre una modesta renta que les permitirá vivir a un nivel adecuado.

Es una novela que, como he dicho antes, al ser ficción literaria, se puede hacer más pesada para quienes no suelan leer libros un poquito más complejos. Yo aconsejaría tomarla con paciencia, deleitándose en el viaje y no devorándola como si fuera agua en un día de calor. No es ese tipo de novela.

También puedes ver la película, excelente, dirigida por Ang Lee, con música de Patrick Doyle y excepcional guion de Emma Thompson (ganó el Óscar) que supo extraer lo esencial, las escenas claves de esta novela. Los actores son todos estupendos y están magníficos. Fíjate que quien menos me convence es la propia Thompson, preferiría una Elinor cuya cara no reconociera, la verdad.

En una entrevista, contó Thompson que Ang Lee le dijo mientras rodaban, no del todo satisfecho por lo que estaba viendo, que intentara no parecer tan vieja.

Desde que se lo escuché, no me lo quito de la cabeza. A ver, no es que la actriz fuera vieja, tenía 36 años, pero no es la Elinor del libro, que tenía 19 años. En cambio, Kate Winslet como Marianne, cumple bien, porque tenía 20 años y la Marianne del libro tiene 17 años.

Valoración personal: muy buena, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de la literatura.

Otras críticas de la novela:

Como es un clásico, podéis leer su artículo en la wikipedia. Y, ahora, paso a otras cíticas, primero en español:

Mi viaje literario

El rincón desastre

El rincón de la novela romántica

Paso al inglés.

Dear Author, A-. 

We need to talk about books

Literary Elephant comenta el libro y la película. 

domingo, 6 de mayo de 2018

110 años de… “Una habitación con vistas”, de E. M. Forster


No me pude quitar la película de la cabeza, ¡maldita sea!

DATOS GENERALES

Título original: A room with a view
Subgénero: ficción literaria
Fecha de publicación original en inglés: 1908


Publicada en 1908, UNA HABITACION CON VISTAS es una de las novelas más deliciosas y entrañables de E. M. Forster.
Situada entre una Florencia todavía virgen del azote del turismo pero integrada en el «grand tour» de los viajeros europeos y la rígida Inglaterra victoriana, la novela desarrolla una historia de amor y sentimientos encontrados en cuyo transcurso Lucy Honeychurch, joven perteneciente a la buena sociedad inglesa, intenta abrir camino a su personalidad superando el obstáculo de las convenciones sociales. En estas páginas llenas de ironía y sutil humor que llevó al cine en su día James Ivory, Forster despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable.

¿Entra dentro de «Lo mejor de la novela romántica»?
Sí, en mi lista de Las mil mejores novelas románticas apareció en el puesto número 600. Tiene crítica de A en Smart Bitches Trashy Books.
RomanceNovels.Me la pone la 7 en su Top 1000. Book Binge, en el 668.
El blog de Jack Moreno incluyó esta novela entre sus 70 mejores novelas románticas.
Buzzle también metió esta novela en su artículo «Best Romance Novels of AllTime».

CRÍTICA

En 1908 vio la luz la novela más conocida de E. M. Forster (1879-1970), quien había empezado a escribirla en 1903. A este autor lo conocemos fuera de Gran Bretaña, sobre todo, gracias a las adaptaciones cinematográficas.
El camino lo abrió David Lean con Pasaje a la India (1994) y le siguió James Ivory [Una habitación con vistas (1985), Maurice (1987) y Regreso a Howard’s End (1992)]. Un producto «seguro» en el que la belleza del formato te suaviza lo amargo de estas vidas contenidas en círculos sociales muy estrechos.
La historia, como las de Austen, narra el tránsito a la madurez de su joven protagonista: Lucy, una muchacha educada en el ideal de la mujer como ángel del hogar, en ese inspirar actos, más que hacerlos ella.
En una pensión italiana coincidirá con otros viajeros ingleses, algunos de ellos «socialmente inadecuados» como los Emerson, padre e hijo. Son amables, pero no se ciñen a las convenciones y parecen de clase media baja.
Lucy, que hasta la fecha ha procurado amoldar sus actos y pensamientos a las expectativas victorianas, se encuentra en un país y con una gente más liberal. Con gran incomodidad, esto le hace pensar y sentir cosas que no parecen adecuadas.
En una excursión campestre, el joven George Emerson la besa. Es sólo un beso en la mejilla (en el libro), pero bastaría para arruinar a Lucy si se supiera.
Toda la historia se cuenta desde la perspectiva de Lucy. El corsé victoriano, físico y mental, la asfixia. Su único desahogo es la música, solo a través del piano expresa su fuerza interior, sus emociones y pensamientos propios.
El viaje a Italia le hace ver un mundo más bello y, supuestamente, más apasionado e intenso en sus emociones. Sí, el tópico inglés sobre lo mediterráneo. Aunque, en realidad, como todos los turistas, no interactúa de verdad con la gente, es como si vieran el extranjero desde detrás de un cristal.
Lucy se comprometerá con Cecil, un tipo de clase más alta que no la ve como es ella en realidad, sino su potencial de convertirse en esa mujer ideal que tiene él en la cabeza.
Contrasta con George, un hombre progresista que ve a Lucy tal cual es, y quiere que sea su compañera en la vida. Recordemos que este libro se publicó cuando las mujeres aún no podían votar, con lo que la igualdad de los sexos en el matrimonio debió parecer de lo más revolucionario.
El estilo del relato es convencional: mínimas descripciones, diálogos ágiles, nada rompedor. Suele recurrir a la ironía y el lector muchas veces tiene que leer entre líneas para enterarse bien de lo que pasa.
El argumento no tiene mucha peripecia. Lo que Forster nos quiere contar no es tanto una historia, sino la evolución interior de Lucy y la sociedad en la que viven, el mundo en el que se mueven sus personajes. No en vano lo he visto incluido dentro de lo que se ha dado en llamar la «novela social inglesa».
¿Y cómo era aquella sociedad eduardiana? Un mundo en transformación, con las diferencias de clase difuminándose un poco, la mujer se emancipaba, había ateos, liberales, socialistas, incluso sufragistas que reclamaban el voto… Sin embargo, no pude dejar de pensar en que todo eso fue «antes», antes de que la Primera Guerra Mundial masacrara a toda una generación de europeos. George y Freddy, el hermano de Lucy, se volvieron tan reales para mí, que no pude evitar pensar si sus vidas también terminaron «En los campos de Flandes».
¿Por qué, pese a todo, no tiene cinco estrellas? Por dos cosas.
Primero, mi lectura se vio ensombrecida por los rostros de Helena Bonham-Carter y Julian Sands. No se corresponden con mi idea de los personajes tal cual están en la novela. Lo de ella tiene un pase, pero lo de Julian no. El George del libro es un joven indiferente a la religión y a las convenciones sociales, librepensador de amplias lecturas, que intenta buscarle sentido a la vida, sobre todo a través de los afectos. Es cariñoso con su padre, se enamora de Lucy y ve en este amor un sentido a su existencia. No me casa con un rubio blandito como Julian Sands.
Frente al «constreñimiento afectivo de la clase media», Forster propone un modelo de sociedad en la que las personas son amables las unas con las otras, cultivan amistades sinceras e intentan ser espontáneos; desarrollan actividades civilizadas (la música, el arte, la lectura) y disfrutan de las cosas sencillas de la vida (una taza de té, un baño en un estanque, paseos). Es un adalid de la realización personal a través de los sentimientos. Nada de todo eso puede encarnarse en el soseras de Sands.
Luego está la historia de amor en sí, que el lector se la tiene que imaginar. Entre que Lucy piensa mucho, pero se engaña a sí misma, y de George no sabemos nada hasta casi el final, te tienes que imaginar que se están enamorando desde el momento en que se echan la vista encima en la pensión.
Y, finalmente, lo de un chico besando a una chica sin pedir permiso, sin que ella de pie a ello, sigue siendo escandaloso hoy en día, más de un siglo después. Lo que entonces era una ofensa a la virtud de Lucy, hoy es un ataque a su libertad sexual.
Yo no sé si será porque Forster era gay, algo de lo que no podía hablar abiertamente en sus novelas, y que aún era delito en su época. Por eso no le interesaba hablar de la relación concreta, carnal y emocional, entre un hombre y una mujer, sino del amor en abstracto, que sólo podía darse entre dos personas que estuvieran en un plano de igualdad. Forster acabó Maurice en 1914 y sólo se pudo publicar después de su muerte, en 1971, algo que me parece tristísimo.
Aunque también puede ser, quizá, que no le interesaba narrar acontecimientos.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a la literatura amable.

Otras críticas de la novela:
Como es una novela clásica, debería tener su artículo en la Wikipedia, pero en español no está todavía, así que enlazo con la wiki en inglés
Un par de críticas breves en Qué libro leo.
Comparación en entre el libro y la película en el blog Cine de Escritor.
Una crítica en Crónicasde Magrat.

Por poner un par de críticas en inglés, tenemos la de Miss Darcy's Library y la de Carrie S. en Smart BitchesTrashy Books que, como he adelantado, es de A.

viernes, 7 de julio de 2017

Crítica: “Norte y Sur”, de Elizabeth Gaskell



Una de las mejores novelas del siglo XIX inglés.
(Ojo, no confundir con la trilogía del mismo nombre de John Jakes, dedicada a la Guerra de Secesión estadounidense y que dio lugar a aquella serie de Patrick Swayze).

DATOS GENERALES

Título original: North and South
Género: ficción literaria
Fecha de publicación original en inglés: 1855

SINOPSIS (de Lecturalia)

A través de la historia de Margaret Hale, una joven del sur de Inglaterra que por circunstancias familiares se ve obligada a trasladarse al norte, Elizabeth Gaskell plasma los conflictos sociales y políticos derivados de la revolución industrial en la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Para la heroína, el sur donde ha nacido simboliza el idilio rural; frente a él, el norte es sucio, rudo y violento. Sin embargo, a medida que va penetrando en ese nuevo mundo y sus distintos estratos –desde Bessy, la joven obrera enferma y su padre, líder sindical, hasta John Thornton, dueño de una fábrica textil, por quien siente una creciente atracción, tendrá que ir corrigiendo sus prejuicios; y del mismo modo, su condición de mujer subordinada evolucionará hacia una madura aceptación de sí misma y de sus sentimientos.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entre las mil mejores apareció en el puesto 421 de mi lista aquí publicada. Ha tenido crítica de DIK A + en All About Romance y de A también en Smart Bitches Trashy Books. Ha aparecido en al menos dos Top 100 de novelas románticas. Por un lado, en el que NPR hizo en el año 2015 y luego en otro Top 100 muy-muy reciente, ScandaLISTious de la página Scandalicious Book Reviews. Cuando RomanceNovels.Me recogió las que consideraba mil mejores novelas románticas, esta estuvo en el puesto 10. También en Goodreads la he visto incluida en las 100 mejores novelas románticas. Y, por último, está entre los libros recomendados por Lady Marian en su blog.

CRÍTICA
La protagonista de la historia, Margaret Hale, después de pasar muchos años en Londres, con su tía y su prima, regresa a casa de sus padres: una vicaría rural en el sur de Inglaterra. Un lugar donde parece que nada cambia, la vida es lenta, llena de largos paseos y educadas relaciones sociales. Sólo falta su hermano, oficial de la Royal Navy que se amotinó y ahora está rehaciendo su vida en Cádiz.
A su padre le entran escrúpulos de conciencia y se convierte en “disidente” de la iglesia anglicana. Deja su trabajo sacerdotal y se traslada, junto con su esposa e hija, a Milton, una ciudad industrial del norte de Inglaterra.
Allí todo es más oscuro (Darkshire llama a ese condado imaginario), ruidoso y activo. La gente va de su casa a la fábrica, reduciendo las interacciones humanas al mínimo, no hay por dónde caminar, el aire es sucio y contaminado…
Conocerán al señor Thornton (Richard Armitage en la serie, para que os hagáis una idea), un hombre hecho a sí mismo, que ha conseguido ser dueño de una fábrica gracias a su propio esfuerzo. Como no es un hombre cultivado, quiere culturizarse un poco y por eso recurre al padre de Margaret.
A ella, que es tirando a snob, el señor Thornton le repele, pese a ser un hombre vigoroso, educado y atractivo. No lo ve como uno de su clase sino un vulgar “comerciante”, aunque tenga más riqueza que ella. En cambio, desde el primer momento ves que a él sí que le gusta ella, aunque no se engaña y ve cómo ella lo mira por encima del hombro. Hasta que con motivo de una huelga le parece que los sentimientos de ella son otros,… error, pero bueno, tampoco vamos a desentrañar el intríngulis romántico de la novela. Baste decir que durante la mayor parte de sus casi chiquicientas páginas es sobre todo el amor sin esperanzas de John por Margaret.
Poco a poco, Margaret irá conociendo mejor a Milton y sus habitantes, patronos y obreros. Así, muy poco a poco, empezará a apreciar las cualidades de esta ciudad y esta forma de vida, aunque no la acabe de entender del todo.
Milton es trasunto de Manchester, la ciudad donde Gaskell vivió, casada con un pastor unitario. Era un lugar muy potente económicamente, pero lleno de sufrimiento, miseria, y agitación. Lo de capitalismo manchesteriano no es ninguna expresión halagüeña. Muchos habitantes del planeta Tierra seguirán sintiéndose identificados con cosas que pasan en este libro.
No es un libro de esos que te lees en una tarde. Como buena novela del XIX, te lleva días entrar en los vericuetos de las mentes y el minucioso día a día de estas personas. Aunque te cuenta los pensamientos de Margaret y de John, hay mucha sutileza en los diálogos, de tal forma que tienes que leer entre líneas. Y es más un retrato de una sociedad y la evolución personal de Margaret. Lo romántico está ahí pero tiene menos importancia.
Para mí, lo más decepcionante es la ingenuidad de Margaret (y por tanto de la autora) cuando, a una situación de tanta crueldad del sistema industrial, le ofrece una “solución” individual, humano, de contacto “hombre a hombre” entre patronos y obreros. No profundiza en que es el propio sistema capitalista desregulado el que causa ese sufrimiento. Margaret (y por ende Gaskell) no toma partido por uno u otro bando, sino los quiere reconciliar cristianamente. Es propio de la época, pero la verdad es que tampoco hoy en día la gente es demasiado crítica con el sistema y el pensamiento miltoniano (por Friedman, no por esta novela) sigue siendo dogma de fe para muchos.
Con lo que hay que quedarse es más con la ternura con la que Gaskell trata a sus personajes, cómo se compadece de su sufrimiento. A veces suena demasiado religiosamente ingenua, confiando más en la Providencia que en acciones concretas del ser humano. Al final de la novela, Margaret se conoce mejor, tanto en su fortaleza como en su debilidad. Sigue siendo una persona dedicada a los demás, pero de una forma menos complaciente, con algo más de conciencia y conocimiento del mundo y la sociedad.
El nombre de Elizabeth Gaskell es sin duda menos conocido que el de otras novelistas inglesas del XIX como Austen y las Brontë, pero sin duda alguna tiene planteamientos que la hacen más moderna en algunos aspectos. A diferencia de Austen, tiene conciencia de que vive en una sociedad en cambio, en la que las actitudes antiguas podían no ser ya válidas para una economía pujante, ruidosa, brutal.
Este punto la aparta también de las reflexiones de una Emily Brontë, exaltada en las pasiones individuales de sus protagonistas sin demasiado interés sobre el mundo que los rodea.
La pone justo donde debe estar, al lado de Charlotte Brontë de la que fue amiga y biógrafa. Crea personajes inolvidables de fuerte personalidad, y los sitúa en un medio concreto, uno que no siempre es agradable y placentero. Sabe unir el retrato social con el melodrama individual. Posiblemente Norte y Sur no sea esta su mejor obra, y le ganen en interés Mary Barton (1848) o Hijas y esposas (1865-66), pero sí que es la más conocida y apreciada en la blogosfera romántica, posiblemente por una de esas estupendas adaptaciones de la BBC, que aquí son raras de ver.
Se aparta también de los ladrillos de George Elliot, que era más intelectual y erudita. Gaskell no necesita mucha reflexión intelectual: le basta con unos sólidos principios morales y una intensa compasión por el sufrimiento humano.
La leí hace unos años en inglés y ahora la he releído en la traducción de Alba, una de mis editoriales favoritas de Literatura, en su colección Clásica Maior. Una de las mejores opciones cuando quieres leer ficción de calidad literaria.
Alba Editorial, 2013

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a la literatura que gusten del toque social y romántico.

Otras críticas de la novela:
Como es un clásico tiene página en la wikipedia.
Le hacen crítica en El rincón de la novela romántica, y reseña y comentarios en Qué libro leo. En el blog Marcadoras de páginas le dedican un artículo como clásico desconocido.
Lady Marian habla a la vez de la miniserie y del libro en su reseña.
Y una reseña ingeniosa de esas con gifs y tal, de la serie de la BBC.

En inglés, ya he dicho que en All About Romance le dieron la máxima puntuación, DIK (libro que te llevarías a una isla desierta) A+. Y una A en Smart Bitches Trashy Books. Publicaron reseña en The Guardian.

lunes, 23 de febrero de 2015

Crítica: "Persuasión", de Jane Austen


Diseño: Robert Mathias, Publishing Workshop
Ilustración: April Showers Bring May Flowers
De Faustin Betbeder
Gavin Graham
Cortesía de Fine Art Photographic Library Ltd, Londres

(Como los Óscar este año están siendo "tan" entretenidos, y los comentaristas del plus "tan" amenos, he decidido pasar el rato subiendo esta crítica. De ahí la hora tan intempestiva).

Segunda novela que aparece por aquí de Jane Austen, esa guionista de la BBC cuyas historias, a veces, adapta Hollywood al cine.

DATOS GENERALES

Título original: Persuasion
Fecha de publicación original en inglés: 1818
Subgénero: ficción literaria
Puesto en la lista AAR 2013: 35

SINOPSIS

Traduzco la contraportada de mi ejemplar de Wordsworth Classics:

En Persuasión, la última novela completada por Jane Austen, conocemos a su heroína más memorable. Anne Elliot está lejos de ser una mojigata, pero es una joven dama muy bien educada, con emociones profundas e inquebrantable integridad. Primero la descubrimos llevando una existencia un poco de Cenicienta con su ridículo padre y su arrogante hermana.

Conforme se desarrolla la historia, Anne se libera de la autoridad familiar a través de sus relaciones con otras mujeres fuertes, y logra su satisfacción personal en esta novela sin parangón en la que los papeles tradicionales de héroe y heroína se invierten y los hombres y las mujeres se presentan como moralmente iguales.

CRÍTICA

Si te pones a pensar en alguna novela de Jane Austen que no sea Orgullo y prejuicio  (1813), antes surgen en la mente Sentido y sensibilidad o Emma que Persuasión.

Sin embargo, los lectores de All About Romance, al escoger sus novelas románticas favoritas, se acordaron de Persuasión y no de esas otras.

Es más bien breve (no como Emma, que se me hizo eterna), centrada en la relación amorosa de la heroína (a diferencia de Sentido y sensibilidad, que dispersa la atención en varios personajes). Apenas hay sucesos externos. Todo son las zozobras interiores de la heroína, sus sentimientos, inseguridades y esperanzas, con un par de vistazos al punto de vista del héroe.

Poca ironía o comedia de costumbres encontramos aquí, aunque alguna maldad se le escapa a la Austen, como cuando dice que


Los Musgrove tuvieron la mala fortuna de echar al mundo un hijo cargante e inútil y la buena suerte de perderlo antes de que llegase a los veinte años.


Anne Elliott es una heroína sensata, de buen corazón, útil para familiares y amigos, que tuvo hace años su momento de fresca y juvenil belleza. Se enamoró de un joven marino, Frederick Wentworth. Jóvenes, atractivos, animosos, y de buenas cualidades: perfectos el uno para el otro. Sin embargo, el padre de Anne, y Lady Russell, amiga de la familia, impidieron ese matrimonio. Anne se convenció de que, por el bien de los dos, debía romper el compromiso.

Wentworth marchó a recorrer esos mares del Señor como hacían los marineros de la Royal Navy a principios del siglo XIX, saqueando unos cuantos barcos extranjeros de los que sacar botín, en plan Master and Commander (aunque sin un Maturin a la vista). Cuando se reencuentran, ocho años después, aquel joven tan prometedor está ahora en posesión de una buena fortuna, y mejor fama, aparte de seguir siendo un hombre muy atractivo.

La pobre Anne, en cambio, ha languidecido hasta el punto de que, muy poco amablemente, Wentworth comenta que no la hubiera reconocido de lo cambiada que está. Él quiso olvidarla y se cree a salvo. Ha decidido que es momento de casarse y cualquiera de las señoritas Musgrove, unas bien dotadas damiselas del vecindario, haría bien el papel, por lo que corteja relajadamente a una y a otra.

Anne resulta demasiado buena. Su familia la aprecia bastante poco, aunque se aprovechan sobradamente de sus virtudes. Una indiferencia que contrasta con lo bien recibida que es en otros ámbitos:


Había allí una liberalidad, un calor y una sinceridad que Anne apreciaba mucho más por la triste falta de tal bendición en su hogar.


Hasta el punto de que llega a avergonzarse un poco de no tenerse más que a ella misma para ofrecerse al capitán:


La sensación de que no había en su familia una persona con méritos suficientes para ser presentada a un hombre de buen sentido. Allí sintió poderosamente su inferioridad.


No en vano uno de los temas de la novela es el peligro que puede suponer un progenitor imprudente como el vanidoso padre de Anne. Jane Austen era cualquier cosa menos una sentimental. A veces, los parientes son así, egocéntricos y con una ceguera absoluta ante los méritos de una persona. Y eso que Anne tiene muchísimos: constancia, integridad, lealdad y espíritu de sacrificio. A estas alturas, madura y bastante segura de sus sentimientos, sigue amando a Wentworth. Aunque ha perdido toda esperanza de ser correspondida, rechaza otras posibilidades de matrimonio.

Gran parte de la novela se ambienta en Bath, ciudad donde la gente de buen tono tomaba las aguas para sus diversas dolencias. Se puso de moda en la época georgiana, de la que datan muchos de los espléndidos edificios que aún hoy se pueden ver y que le han valido ser reconocida por la Unesco como ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Pero siendo sinceros, ¿qué recordamos todos los lectores de la obra? La carta. Oh, sí, la carta del capitán Wentworth a Anne… Está casi al final de la novela, así que no puedo decir gran cosa sobre ella. Puro arrebato romántico. Un clímax cargado de emoción en un libro en el que todo el mundo se contiene y disimula.

Predomina la introspección psicológica. Dentro de su esquema bastante poco revolucionario, Austen defiende la igualdad de los sexos al menos en cuanto a su dignidad personal. Casi al final de la novela, se debate la constancia amorosa de uno u otro sexo. Anne opina que, si son cientos los libros proclaman la fragilidad de las mujeres, es porque los escriben los hombres. Y que si una ventaja tienen las mujeres frente a los hombres es que ellas aman incluso cuando toda esperanza ha desaparecido, mientras que los hombres sólo son constantes si sus sentimientos tienen un objeto tangible. Lo justifica un poco por la vida activa que tienen los hombres frente a la pasividad de una vida cerrada en el hogar.

Cuando alguna vez he leído que Patrick O’Brian (de bendita memoria) recuerda a Jane Austen, siempre pienso en esta obra en concreto. No sólo porque su héroe es un capitán de navío británico (vamos, que no cuesta ná de ná imaginárselo en plan Russell Crowe), sino porque en general siempre se habla de los marineros de la Royal Navy con admiración. Considerándolos lo mejorcito del país. Y es que, según ella, los marineros se distinguen, “si ello fuera posible, tanto más por sus virtudes domésticas que por su importancia nacional” (Jane dixit al final de la obra).

La verdad, da que pensar que consideren que el marido ideal fuera alguien que se pasara años fuera de casa.

Mejor pensar que propone como modelo a seguir al almirante Croft y su esposa, que hasta han viajado juntos en los barcos que él comandaba. Pero no sé yo si Anne tendrá esa suerte, porque Wentworth se manifiesta muy contrario a que las damas pisen un barco.

Valoración personal: un clásico, 4

Se la recomendaría a: todos los lectores inclinados a la introspección reposada.

Otras críticas de la novela:

Páginas de internet que hablen de Persuasión son unas cuantas.

Como es una obra literaria, tiene artículo en la Wikipedia. Algunos blogs y sitios románticos, hablan de ella…el blog de Lady Marian, el Rincón de la novela romántica, Inés y sus libros, Aloha Criticón, De nuevo alzo mi voz para cantarte esta canción; y, en inglés, All About Romance y también pueden leerse comentarios, debates, etc. sobre Persuasion en The Republic of Pemberley

Por último, la ficha en la fictiondb.

Otras novelas de la autora en el Desafío AAR:

AAR 03. Jane Austen – Pride and Prejudice / Orgullo y prejuicio (1813) 

Adaptaciones audiovisuales:

Como otras obras de Jane Austen, Persuasión ha sido objeto de adaptaciones televisivas. Hay una miniserie de cuatro episodios de 1960-1961, otra en cinco episodios de 1971. En España Persuasión se adaptó para la televisión en 1972, con Juan Diego haciendo de Frederick Wentworth. La última versión fue una película para televisión de 2007.

Veo en IMDB que está anunciada A Modern Persuasion dirigida por Bonnie Mae (que ya hizo A Modern Pride and Prejudice).

Ediciones en España:

Al ser una obra clásica de la Literatura Universal, unas cuantas ediciones, aunque bastantes menos que Orgullo y prejuicio. Dada la fecha de fallecimiento de Jane Austen, se encuentra ya en el dominio público y se pueden encontrar ediciones gratuitas tanto en inglés como en traducciones aceptables al español.

-       Persuasión (1958) Editorial Juventud, S.A.
-       Persuasión (1985) Club Internacional del Libro. Marketing Directo
-       Persuasión (1997, 2000) Plaza & Janés Editores, S.A.
-       Persuasión (1999) Editorial Andrés Bello
-       Persuasión (2003) Ediciones Cátedra, S.A.
-       Persuasión (2003) Debolsillo
-       Persuasión (2004) RBA Coleccionables
-       Persuasión (2010) Círculo de Lectores, S.A.
-       Persuasión (2013) Alianza Editorial, S.A.
-       Persuasión (2013) Eliber Ediciones
-       Persuasión (2013) Plutón Ediciones
-       Persuasion [Obra Completa] Ediciones del Prado, S.A.
-       Persuasión Espasa Libros, S.L.