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viernes, 29 de septiembre de 2023

Crítica: “Lavender’s Blue”, de Jennifer Crusie & Bob Mayer


Una gozada

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Lavender’s Blue

Subgénero: contemporánea/suspense

Publicación: 2023

Parte de una serie: Liz Danger #1

Páginas: 460

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Liz Danger ha vuelto a casa después de quince años para entregar un gigantesco oso de peluche a su madre, por su cumpleaños (color: rojo culpable) cuando un policía con un culo estupendo la para por exceso de velocidad, le aprieta las tuercas de las llantas en su rueda trasera, la saca de una zanja, no le pone una multa y la ayuda a evitar a su familia. Este es un hombre con auténtico potencial.

Vince Cooper para a Liz por exceso de velocidad y la vida se vuelve mucho más interesante. Luego la encuentra en el bar local la noche siguiente y se da cuenta de que «interesante» no es suficiente para describir lo que le va a pasar teniendo a Liz en su vida.

Mientras Liz maneja su familia disfuncional, las llamadas de su extravagante jefa desde Chicago, su ex aún interesado, un perro salchicha con problemas, una boda desastrosa, asalto, asesinato y trescientos noventa y tres osos de peluche, Vince aparece para ayudarle en todo esto, a pesar de que sabe que el verdadero peligro para él en Burney es el que vino con su propia etiqueta de advertencia, Liz Danger.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Acaba de salir, y no tengo ni idea de cómo la van a recibir. Para mí, es uno de los acontecimientos del año.

CRÍTICA

¿Cómo iba a dejarlo pasar?

Primero, porque Crusie es una de mis autoras románticas preferidas, y hace una década que no publicaba nada.

Segundo, porque a una colaboración anterior entre ella y Bob Mayer, Agnes and the Hitman le di cinco estrellas. 

Ahora, cuando empecé a leer, la primera, en la cara. ¡Primera persona dual! Et tu brute…?

Me costó entrar en calor, con esta forma de narrar que tan extraña me resultaba para el dúo Crusie/Mayer.

Don’t panic. Aunque lo cuenten así, no habrá aquí rumiaciones inútiles ni confusión sobre quién «habla» en cada momento.

Aunque se cuente en primera persona, lo que predominan son los diálogos ingeniosos y eso tan difícil de encontrar y que marca toda comedia, el ritmo, el timing.

Liz y Vince tienen personalidades muy marcadas. Diferentes, pero atractivos ambos, cada uno a su manera.

El inicio es taaaaaaan típico de romántica…

Elizabeth Danger (33) «Liz» regresa al pueblo de su infancia, un villorrio de mala muerte en Ohio. Su (mala) fama la precede.

Nada más entrar, un policía la para por exceso de velocidad.

Es Vince Cooper, exsoldado y antiguo poli neoyorquino que ha recalado allí en busca de un entorno más tranquilo.

Vince Cooper la mira, y le gusta lo que ve.

El plan de Liz es llegar, dar a su madre un regalo de cumpleaños (un oso de peluche gigantesco) y largarse echando leches.

Está camino de Chicago para reunirse con su cliente, una señora estupenda que está «escribiendo» su autobiografía.

Tú, avezado lector, ya intuyes que Liz no escapará tan fácilmente de esa small town.

Desde ese primer encuentro, la química entre Liz y Vince es de las estratosféricas: la mujer peligrosa (la realidad es ligeramente diferente) y el tipo callado, estable, alguien en quien confiar, que viene al rescate incluso cuando no te lo esperas.

No es de extrañar que pronto cedan a la tentación, es cosa de una noche… Ya sabemos cómo van estas cosas, una noche pasan a ser dos, o tres…

La mano de Bob Mayer, antiguo veterano, se nota en el realismo que hay tanto en el personaje de Vince, que actúa, se expresa y se comporta de manera masculina, como en la subtrama referente al ejército.

Me gustó especialmente cómo cuenta la relación entre Liz y su madre. Ésta siempre anda criticando a su hija, sin ser muy consciente, algo que a Liz le duele. Llegará un momento en que Liz decida marcarle límites.

Lo hace de una forma que suena emocionalmente muy hábil. Coincide con cosas que he oído a psicólogos profesionales.

Liz le dice a su madre: «Yo no soy responsable de tus sentimientos».

Eso es lo primero: cada uno es responsable de sus propias emociones, no el resto de personas. Así que si te dicen algo y te sientes mal, es cosa tuya. A ti te toca procesarlo y cambiarlo.

Pero, ¿entonces no puedes decir a nadie lo que te parece mal?, preguntaréis vosotras, lo mismo que la madre de Liz.

Liz le contesta que sí, claro. Pero hay que hacerlo «desde el yo», como he oído a algún terapeuta. O sea, no me llames tal o cual cosa, cuéntame cómo lo vives tú.

Puedes decir «No me gusta lo que acabas de decir». No puedes decir «Eres mala». Hay una diferencia.

¿No os parece que es algo que la gente hacemos mal? Sobre todo cuando se plantean polémicas políticas. No hace falta que os mencione ideologías antipáticas que se basan en, simplemente, ir etiquetando a los demás y sus sentimientos (eres XXfobo, eres YY). Esto no lleva a ningún sitio, más allá de la irritación del que lo escucha. 

Lo lógico sería decir me siento fatal o yo no pienso así, me siento incómodo por tus palabras, o en realidad las cosas yo las veo diferentes por esto y por eso.

Si creyéramos en el diálogo y en la convivencia pacífica entre personas con diferentes opiniones, lo haríamos mucho mejor.

Como el personaje de Liz quiere mantener una relación con su madre, le explica estas cosas porque, como ella dice, «Siempre te querré. Es solo que no puedo permitirte hacerme infeliz nunca más».

Se ambienta en una «ciudad pequeña, infierno grande». Todo el mundo cotillea la vida de los demás, y sin embargo hay secretos que se guardan durante años…

Por debajo de la aparente tranquilidad, subyace cierta corrupción, un sofocante clasismo y ricos o poderosos que acaban saliéndose con la suya en muchas cosas.

Como es suspense romántico, hay una muerte violenta, de esas que te dejan un poco helada. La víctima es un personaje al que has cogido algo de cariño, porque lo conoces, tiene líneas de guion, no te parece tan mala persona como en principio podrías pensar.

Aunque es una trilogía, Liz y Vince tienen aquí su final feliz.

Aparte del misterio por resolver, de la tensión sexual (y emocional) no resuelta, lo que me atrae de este libro es sobre todo el estilo, esa forma de narrar de dos personas (Crusie y Mayer) inteligentes, que saben de lo que hablan, con diálogos ingeniosísimos, y que tienen eso que dije más arriba, el timing.

Me resultó una gozada leer diálogos tan ingeniosos, chistes tan bien elaborados. La ligereza en las palabras encubre cargas de profundidad. Como es propio de Crusie, si las pillas bien y si no, es tu problema.

Así es como se cuentan estas cosas, con la soltura de un guion de rom-com televisiva.

Esa es, para mí, la esencia de Jennifer Crusie, el ingenio trufado de mala leche y referencias pop. Cómo presenta los personajes, cómo lía la madeja, las gracietas muchas veces con retranca.

Le doy cuatro estrellas por comparar con la otra colaboración que tuvieron, Agnes and the Hitman me pareció todavía más loca. 

Bueno, y también porque el supuesto gran secreto y el suspense me parecieron bastante fáciles de intuir.

Estoy deseando ver cómo sigue la cosa. Hay unos cuantos detalles que este libro deja sin explicar.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de la comedia bien contada.

Otras críticas de la novela:

¿Os podéis creer que no he encontrado críticas en páginas web a pesar de que, para mí, esta novela es uno de los acontecimientos de la temporada?

¿Qué pasa, que han decidido ignorar a una de las grandes, que publica después de una década de silencio?

¿Hay algún boicot en marcha que yo ignoro?

¿O es que simplemente salió a finales de julio y todavía no les ha dado tiempo a leer y comentar…?

Así que os dejo con los sospechosos habituales, Goodreads y Amazon. En la primera tiene una media de 4.61 estrellas y en la segunda, de 4.7

Añado algo muy útil que publicó Jennifer Crusie en su blog, que es un esquema de los personajes que pululan por esta novela, a Lavender’s Blue carácter chart.

lunes, 17 de mayo de 2021

Crítica: “Toda la noche”, de Jennifer Crusie


Charlie no quiere ser una estrella, pero Allie tiene otros planes



DATOS GENERALES


Título original: Charlie all night

Fecha de publicación original en inglés: 1/1996

Subgénero: genérica contemporánea

Series: Harlequin Temptation – 570 / Mills & Boon Temptation - 519


En España:

ISBN 13: 978-84-396-5068-3

Traductora: Patricia García Godina

Edición: 7/1996, Harlequin Ibérica

224 págs

Colección: Superbianca, 7

 

SINOPSIS (en Harlequineras)

Abandonada por su novio y sustituida en su programa de radio, la productora Allie McGuffrey decidió convertir en un éxito al nuevo locutor, Charlie Teniel, a pesar de las objeciones de él.

Charlie no quería fama. Sólo quería poner buena música y hacerle el amor a Allie... a pesar de las objeciones de ella.

Pero noche tras noche en las ondas, su voz sexy fue seduciendo a Allie... y al resto de las mujeres de la ciudad. Y Allie no pudo evitar desearlo, sólo para un rato.

Pero él quería toda la noche... y las siguientes.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. Estuvo en mi primera lista de las mil mejores novelas románticas, en el puesto 444. Luego ha ido descendiendo en aprecio y ya no estuvo en las sucesivas versiones. La crítica que le hicieron en All About Romance es de DIK A-. Keira la escogió entre sus mejores lecturas de 2015. Fue finalista del premio RITA, en la categoría short contemporary series romance, o sea, romántica genérica contemporánea breve. La derrotó Cowboy pride, de Anne McAllister, una autora de la que no he leído nada. Cosas que benefician a esta novela es la amistad entre el héroe y la heroína, que haya amistades platónicas con otros personajes y que, en definitiva, sea una de esas favorite funnies de todos los tiempos.

CRÍTICA

Como de Crusie ya he leído todo lo excelente, ahora no me queda otra que ir rellenando huecos de su bibliografía con novelitas como esta. Que es estupenda y está muy bien escrita, entretenida, ingeniosa y tal, pero que se te queda corta.

La protagonista, Allie, es una productora de radio. Su novio la ha dejado, y no solo eso, resulta que ahora tampoco puede seguir trabajando juntos.

Del prime time le pasan a producir un programa nocturno, en la primera franja de la noche, de 10 a 2, creo recordar.  Para más inri, le tocará trabajar con un novato recién llegado, el disyóquey Charlie Tenniel.

Un tipo atractivo, majo en el trato y muy relajado, que casi lo primero que le dice es que, ojo, no tiene el menor interés en convertirse en estrella y, lo segundo, que no va a estar mucho tiempo. En unas semanas, levantará el vuelo.

Lo de Allie y Charlie empieza como un rollo de una noche, incluso antes de que ella sepa la que se le viene encima. Solo que ya sabéis como es esto en romántica, lo de una noche sola nunca será suficiente. Sobre todo cuando Allie descubre, gracias a Charlie, por qué lo del sexo está tan bien.

Charlie es un novato, pero con buenas razones. Ha estado probando una cosa y otra. Y aunque no te lo dicen claramente, en todo lo que empieza logra el éxito (y, cabe pensar, sus dinerillos). No tiene ningún interés en ser estrella de la radio, algo en lo que Allie quiere convertirle sí o sí.

Es un chico de buena familia. Su padre le ha mandado allí para echar una mano a un amigote, y no precisamente como locutor. Eso es solo la tapadera. Le han encargado averiguar qué hay detrás de una carta anónima. Charlie hará un poquito de detective aficionado, mientras se resiste a ser estrella radiofónica y trata de mantener una relación desenfadada, nada complicada, con Allie.

De nuevo, me maravilla lo bien que escribe Crusie, cómo puede montar una historia en condiciones, con personajes de personalidad propia, en un formato tan pequeño.

Destaco al compañero de piso de Allie, Joe, un tipo que es gay y, para lo que era romántica en aquel entonces, ni es el malo de la película, ni tampoco una figura trágica. No, es un tipo normal, compañero y amigo de Allie, sensato, normal y muy auténtico. Una de las primeras cosas en las que se fija Allie es que Charlie no es homófobo, y ya con eso empieza a ganársela.

Se repiten algunos de los elementos habituales en Crusie:

1… Una heroína decidida, que tiene claros sus objetivos y no la vengas con tonterías.

2… Un héroe tranquilo, de esos que está a tu lado para lo que haga falta pero que ni se le ocurriría decirte lo que tienes que pensar o hacer. Eso sí, a él déjale también a su aire, no le organices la vida.

3… Un perro porque, claro, es una de Jennifer Crusie. Aquí es un cachorrillo recién nacido que no parece tener muchas probabilidades de sobrevivir. Billy Joel les echará una mano con la criatura.

Quizá, frente a otras obras suyas, no hay otros personajes femeninos de talla, ni tampoco encuentro claras referencias cinematográficas. La narración se centra en una emisora de radio, y las diferentes personas que trabajan allí acaban teniendo personalidad propia, algo que la autora sabe darles con solo un par de pinceladas, alguna expresión, una escena y ya tiene retratada a la persona de cuerpo entero.

Como todos los harlequines que escribió Crusie, resulta muy entretenida, con un tono humorístico que encaja en lo que hoy llamaríamos comedia romántica. Sobre todo las conversaciones son agudas, manteniendo un ritmo vivo.

Te tiene con la sonrisita en la boca todo el rato.

Lo mejor de la historia probablemente sea ver cómo estos dos se enamoran poco a poco, sin pretenderlo. Y la parte sexual es muy de mediados de los noventa, de transición entre las old skool y las alegrías carnales actuales. Hay sexo explícito. Las heroínas ya no eran virginales (se ve en las de Crusie y también por ejemplo las de Jayne Ann Krentz) pero tampoco es que tuvieran una flamante vida sexual. No, en cierto sentido lo son porque sus experiencias no han sido del todo buenas y con los chicos de la película, por fin, saben lo que es un orgasmo.

Aunque mantiene ese tono de comedia, es cierto que, tirando al final, hay un tema un poquito más serio que te hace pensar algo. No es un harlequín más.

Lo dicho, tengo la impresión de que las mejores novelas de Crusie ya las he leído, y ahora ando tachando las que me quedan pendientes con historias bastante entretenidas, que sobresalen entre los cientos, miles de harlequines de los noventa.

La he leído en inglés original, que estaba a un precio razonable. No sé cómo estará la traducción al español.

De nuevo: ya me quedan menos de la bibliografía de Crusie. Este es el último harlequin temptation que publicó. Creo que son novelas largas.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: los aficionados a las comedias románticas de los años treinta.

Otras críticas de la novela:

Encontré una crítica de esta novela en El rincón de la novela romántica, hecha por Teresa. Pero algunas cosas que dice no encajan con la versión que yo he leído. No sé si será que la traducción es distinta, o que Crusie la haya retocado al editarla en digital o, simplemente, que hemos entendido la historia de manera diferente.

All About Romance, DIK A-. 

En sus críticas exprés de las novelas de Jennifer Crusie, Candy (SBTB) le dio un A-.

AprilWood le da tres estrellas, y su crítica es un poco destripante. 

Somewhere lost in books, 3 estrellas

Sinopsis y más cosas en All Readers.com

miércoles, 7 de abril de 2021

Crítica: “Una mujer peligrosa”, de Jennifer Crusie

 

Fantasía sobre el Halcón Maltés, con su miajita de humor


DATOS GENERALES


Título original: What the lady wants

Fecha de publicación original en inglés: 6/1995

Subgénero: genérica contemporánea

Series: Harlequin Temptation – 544 / Mills & Boon Temptation - 492

 

En España:

ISBN 13: 978-84-396-4599-3

Traductora: Ángeles Aragón López

Edición: 8/1995, Harlequin Ibérica

224 págs

Colección: Harlequín supernovela, 138


SINOPSIS (en Harlequineras)

Mitch Peatwick sabía que no estaba hecho para ser detective privado. Fotografiar esposos infieles y perseguir mujeres adúlteras le había hecho cínico respecto al amor. Pensaba dejarlo... pero entonces la atractiva Mae Sullivan entró en su oficina. Aquella mujer castaña tenía un cuerpo peligroso, y unos parientes más peligrosos todavía, pero era un caso que Mitch no podía rechazar.

Mae quería que Mitch encontrara al asesino de su tío y la fortuna desaparecida de su familia. Buscaba un hombre en el que pudiera confiar, no como los demás hombres de su vida. Buscaba a un hombre que la quisiera un poco.

Mich no tardó en deducir que ella lo deseaba. ¿Qué diablos iba a hacer al respecto?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

En un sentido muy amplio, sí que es de las que tiene algo especial. En mi lista, está ahora en torno al puesto tres mil. What the lady wants consiguió ser un DIK A- para All About Romance, Mrs. Giggles lo incluye entre sus Keepers, con puntuación de 93, y es uno de esos favorite funnies de todos los tiempos.

CRÍTICA

La portada es, simplemente, horrenda. Por una vez, viene fea de origen, ya que en español se copió la del original. No he visto autora con peores portadas que la Crusie.

¿Qué habrá la Jenny para merecer tales atentados de lesa estética? Que algo sea gracioso no exige portadas grotescas. Hoy en día le pondrían una portada colorinchi de cómic a estas comedietas.

Este libro pertenece a la primera época de Jennifer Crusie, cuando escribió novelas cortas genéricas para Harlequin y Loveswept. Es continuación, por así decirlo, de Extraños amantes: Tess y Nick aparecerán aquí como secundarios, amigos del protagonista.

Ambas se publicaron en la línea Harlequin Temptation. Para la wiki dedicada al romance, hoy desaparecida, los HT establecieron «el estándar de los romances modernos. En lugar de ricos jeques y vírgenes inocentes, esta línea presentaba hombres y mujeres fuertes, conectados con sus naturalezas sexuales».

(Curioso, otra página de romántica más que veo desvanecerse. Ya he perdido la cuenta. Cualquier día cierran All About Romance, ya verás).

Mae, la protagonista, es una muchacha huérfana que ha sido criada en casa de su tío Armand. Ahora este ha muerto, ella necesita encontrar su diario, algo clave para conseguir el dinero necesario para cuidar de aquellos a quienes aprecia.

Creyendo que un detective privado no va a interesarse por el caso del diario desaparecido, decide aliñar un poco la historia, diciendo que su tío, que murió de un ataque al corazón, en realidad ha sido asesinado.

Y para redondear el interés, se viste en plan mujer fatal, para seducir con su encanto a (ella se imagina) un detective de medio pelo y no particularmente listo.

Dará, sin embargo, con Mitch. Ha fantaseado toda su vida con ser un Sam Spade de la vida real, esperando largo tiempo a que aparezca la sexi y traidora O’Shaugnessy a la que poder soltar aquello de Te voy a entregar. Lo probable es que escapes con cadena perpetua. Eso quiere decir que estarás libre dentro de veinte años. Eres un ángel. Te estaré esperando… Si te ahorcan, siempre te recordaré.

Pero ni ella es una Brigid, ni él un Sam. De hecho, Mitch Peatwick Kincaid es, en realidad, un bróker que trabaja como detective y vive en un antro infecto por culpa de una apuesta tonta.

Su investigación en busca del diario, o del responsable de un asesinato en el que ni la propia Mae cree, les llevará a intimar, a frases muy ingeniosas, pareciéndose más a Grant/Hepburn que a Bogart/Astor.

Crusie logra el ritmo de las comedias de los treinta, las escenas medidas, los diálogos cortantes… Y, ¿qué decir de los secundarios? Sobresalen los peligrosos parientes de Mae, deseosos de mandar a Mitch al fondo del río, con los pies en el cemento. Ponen su punto de humor negro a la historia.

Es alucinante cómo, en un formato tan breve, es capaz de meter tanta cosa, tanto personaje, tramas diversas y conversaciones tan asombrosas.

Como es habitual en Crusie, hay elementos que se repiten.

1… Una heroína toda determinación que no admite tonterías.

2… Un héroe tranquilo que prefiere pensar y observar, que no pretende imponerse, sino echarle una mano, si hace falta. Solo si hace falta.

3… Personajes femeninos de talla. Aquí, June, la figura materna que ha criado a Mae, atractiva y que parece conocer mejor que Mae por dónde van a ir las cosas.

4… Un perro porque, claro, es una de Jennifer Crusie. Bob, un tipo de lo más tontorrón.

5… Referencias cinematográficas, porque creo que El Halcón Maltés omnipresente es más la peli de Huston que la novela de Hammett.

Como todos los harlequines que escribió Crusie, resulta muy entretenida, con un tono humorístico que encaja en lo que hoy llamaríamos comedia romántica. Mucho chiste feminista, diría yo. Mala leche y humor negro.

—No pareces de treinta y cuatro años.

—Eso es porque no estoy casada – la sonrisa de Mae parecía hecha de cemento armado —. El matrimonio tiende a envejecer a la mujer.

—No hace gran cosa por el hombre, tampoco.

—En realidad, sí. Los hombres casados tienen una vida más larga que los solteros.

—No, solo se les hace más larga.

Hay una conversación antológica, en la que Mitch le explica su teoría de por qué los hombres son infieles por naturaleza. Inolvidable. Da lugar, de paso, a más de una réplica a cuenta de la conquista del Oeste.

Ya digo que lo mejor de la autora es ese ritmo que consigue, tan de comedia viejuna. La parte amorosa y sexual cumple, aunque no te quede muy claro por qué al final estos dos se enamoran.

El problema que tengo a veces con las novelas de Crusie es esa sensación de que el final feliz no es del todo creíble. Es un poco lo que, por otros motivos, me pasa con Rachel Gibson. Sabe hacer tan bien protagonistas escépticos con la vida y el compromiso, que no te los crees del todo cuando dicen que han cambiado y ahora que están enamorados todas esas tontás que dijeron ya no se las creen.

Tengo la impresión de que las mejores novelas de Crusie ya las he leído, y ahora ando tapando los huecos que me quedan en su bibliografía con historias bastante entretenidas, que sobresalen entre los cientos, miles de harlequines de los noventa, pero que tampoco es que te vayan a cambiar la vida.

No es para que te vuelvas loca buscándolo, pero si tienes la oportunidad de leer esta historia a precio razonable, seguro que pasas un buen rato y sonríes más de una vez.

La he leído en inglés original, que estaba a un precio razonable. No sé cómo estará la traducción al español, ni siquiera si estará en alguna librería de segunda mano.

Otra novela menos de Crusie. Pocas me quedan ya por leer. Y creo que jamás veré su nombre en ninguna otra portada. Sí, otra de mis favoritas missing total.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: los aficionados a las comedias románticas de los años treinta.



Otras críticas de la novela:

A pesar de estar traducida, no he encontrado críticas en español de esta novela. Se ve que un harlequín de 1995 les parece muy viejuno. Con esa portada, no me extraña, para leer a Crusie hay que descubrirla detrás de portadas horrendas.

All About Romance, DIK A-. 

Hot Sauce (Mrs. Giggles) 5 Oogies

Book Binge, 4 ½ estrellas

En sus críticas exprés de las novelas de Jennifer Crusie, Candy le dio un B+.

Another Look Book Reviews le da 3 corazones

Si quieres leer una crítica en… estonio, si mi traductor de Google es correcto, aquí tienes una que valora la novela en 10/9.  

viernes, 5 de marzo de 2021

Crítica: "Sizzle", de Jennifer Crusie

 

Un harlequin sexi muy de los noventa

 


SIZZLE

 

Por JENNIFER CRUSIE Fecha: 1994

 

Un amor de oficina, bastante sexi, por el que –se nota– han pasado los años.

Esta novelita genérica la escribió Jennifer Crusie para Harlequin Stolen Moments, línea que, si he de fiarme de Fiction Data Base, no tuvo más de 18 títulos.

Emily Tate es una ejecutiva dedicada al marketing de perfumes. Se le da de fábula esto de vender fantasía romántica en forma de una carísima botellita.

Como lo de ajustarse al presupuesto no es lo suyo, en la empresa le ponen un fiscalizador de gastos: Richard Parker, alias «el huno».

A este tipo alto y guapo no se le conocen relaciones. Como Emily, toda su vida es su trabajo.

Pese a su enfrentamiento profesional, descubrirán en el otro alguien con el que conectan, que les atrae tanto emocional como físicamente. Habrá unas cuantas escenas muy sexis entre estos dos… otras románticas… alguna discusión… y momentos frustrantes…

Porque Richard tiene un problema: no escucha, no atiende a lo que le dices. Eso es irritante tanto en el trabajo como en la vida privada.

A Emily le echará una mano, dándole ideas, su amiga y supuesta secretaria Jane (en realidad hace más cosas, solo que no quiere desempeñar un puesto ejecutivo de manera oficial).

Una comedieta romántica en la que no hay móviles, la gente alquila reproductores de vídeo para ver cintas VHS y Sexo, mentiras y cintas de vídeo es la peli más hot del momento.

Sexo explícito, más de lo que te esperas en un harlequín de la época y con el sello de humor, un tanto cabreado con la vida, de Jennifer Crusie.

La he disfrutado, porque me gustan estas cosas cortitas y sin complicaciones, y Crusie es una de mis autoras favoritas.

Tampoco pasa nada si no la lees. La intriga profesional me parece caótica, poco trabajada, se nota mucho que es mera excusa para que estos se pongan la mano encima.

Y no tengo tan claro que Richard haya aprendido la lección y sepa escuchar a la gente.

Así que el final feliz estás ahí en el papel, pero no me resulta muy convincente.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

Sizzle, 92 páginas

1.ª edición: 3/1994, Harlequin

Mass market paperback

Línea: Stolen Moments

ISBN13: 9780373832712

sábado, 18 de mayo de 2019

Crítica: “Dogs and goddesses”, de Jennifer Crusie, Anne Stuart y Lani Diane Rich



Una extraña mezcla de comedia romántica y paranormal.
 
2/2009, St Martins
DATOS GENERALES

Título original: Dogs and Goddesses
Fecha de publicación original en inglés: febrero de 2009
Subgénero: paranormal


SINOPSIS (de Fiction Data Base)

Abby acaba de llegar a Summerville, Ohio, con su tranquilo terranova, Bowser. A regañadientes ha heredado el café de su abuela, pero no tarda mucho en meterse en líos gracias a sus galletas mágicas y calentar su vida con un exasperante profesor universitario.
Y luego está Daisy, programadora informática, y su hiperactivo Jack Russell terrier, Bailey. Su ordenado mundo se sale de madre cuando descubre el caos y conoce a un misterioso entrenador de perros cuyo estilo de enseñanza es, definitivamente, ponerse manos a la obra.
Finalmente, tenemos a Shar, profesora de historia antigua en el Summerville College, quien se despierta una mañana para encontrar a su neurótico teckel, Wolfie, gruñendo a un implacable dios sentado en la mesa de la cocina, la primera cosa en su vida para la cual no tiene ninguna referencia.

¿Qué demonios está pasando en esta ciudad? Abby, Daisy y Shar lo tendrán que descubrir antes de que una antigua diosa se apodere de Ohio meridional, y todo acabe condenado al Apocalipsis.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No estaría ni entre las mil ni las diez mil mejores, pero por razones que se me escapan, cuando Booklist hizo su Top 101, incluyó esta novela entre las mejores cien novelas románticas. Debo añadir que consiguió starred reviews tanto en Publishers Weekly como en Booklist.


CRÍTICA

Como suelo decir cuando hablo de la producción de Jennifer Crusie, hay tres fases: primero novelitas de estas genéricas; luego, contemporáneas y la tercera es lo que yo llamo «miscelánea», un poco de todo, en solitario y en compañía de otros.

Poco a poco, voy leyendo las que me quedan de su bibliografía.

Hoy toca una novela de su última época, escrita a tres manos, junto a Anne Stuart y Lani Diane Rich. No sabía si era una colección de relatos, o algún tipo de ensayo, ni siquiera qué clase de novela romántica podría ser, porque la había visto referenciada como comedia romántica y, también, paranormal.

Por otro lado, de Crusie me he leído casi todo, de Stuart alguna cosa y de Rich nada, lo que me hacía preguntarme si reconocería qué parte escribió cada una. Creía que me sería fácil, pero no. Hay algún toque de humor típicamente Crusie, sí, y cómo se representa a los perros me parece también muy suyo, desde luego las referencias cinematográficas creo que se las debemos a ella… Pero por lo demás, no sé muy bien cómo se organizaron para escribir esta novela.

A una pequeña ciudad del sur de Ohio llega Abby, una chica que acaba de heredar la casa y el café de su abuela. Tiene un perro, y acude a clases para enseñar a los perros a ser obedientes. Allí conocerá a otras dos mujeres con perro.

La clase es rara. La imparte un chico guapo y también hay una mujerona impresionante que les da un bebedizo extraño.

Pronto empiezan a suceder cosas raras, como comprender lo que dicen los perros. A Shar, profesora de historia antigua, se le aparece un dios mesopotámico en su dormitorio. Y la virginal Abby de repente se siente intensamente atraída por un hostil profesor de matemáticas a quien no parece caerle muy bien.

La trama viene a consistir en que hay una diosa que ha regresado a la vida, después de cuatro mil años. Quiere recuperar a sus siete sacerdotisas, y entre ellas estas tres mujeres que tienen unos poderes que ellas mismas desconocen. Cómo frustrar los planes de esta diosa y su malévola secuaz, Mina, es de lo que va el libro.

Mientras tanto, cada una de estas protagonistas encontrará el amor de su vida. Noah, un tipo que va a su aire; Christopher, el genio matemático y Samu, el dios revivido.

En general, es una novela bien escrita, en la que se agradecen los momentos de humor. Las escenas sexis son correctas, y los diálogos entre cada uno de los miembros de las tres parejas me han parecido bastante logrados.

No obstante, debo reconocer que no me atrapó ni me interesó demasiado lo que estaban contando. Supongo que si te gustan los perros te encantará ver cómo están aquí retratados, con tanta personalidad propia.

A mí, sin embargo, con los perros me pasa como con los niños en las novelas, que me dejan indiferente.

Luego, todas estas cosas paranormales no son lo mío. Ni los dioses ni las escenas de magia me atraen. Vamos, justo al contrario, todo lo irracional me desagrada bastante, me impide tomarme en serio la obra.

Reconozco que son cosas puramente personales, que me hicieron desconectar de buena parte del libro. A otros que tengan gustos diferentes pues puede gustarles bastante.

Una menos de Jennifer Crusie en mi lista de novelas suyas «pendientes de leer».

Valoración personal: psé, 2

Se la recomendaría a: los magufos con sentido del humor.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español. Si alguien conoce alguna, siéntase libre de poner el enlace abajo. Todas las que voy a incluir son en inglés. Se lo agradeceré.

En All About Romance le dieron una B

Una crítica del audiolibro, narrado por Renée Raudman, la encontramos en Carol’s Notebook. La califican con 3 estrellas sobre 5 y explica que la historia en sí es de lo más tonta y difícil de creer, incluso dentro del subgénero fantasía / paranormal. ¿Su parte favorita? Los perros que hablan.

Una C+ se merece para The Good, the Bad and the Unread

Beth E. McKenzie, en My Shelf, considera que es muy divertida. 

Para Read in a single sitting, no es un libro particularmente fuerte, y esperaba algo mejor de un libro en que aparece Jennifer Crusie como coautora.

Añado la reseña en Publishers Weekly y cierro con lo que explica Jennifer Crusie en su página web, sobre el origen de esta novela: que lo iban escribiendo en su tiempo libre, quedaban los domingos por la noche en un chat privado, y se mandaban escenas, divirtiéndose con ello, incluso creyendo que podrían no acabarlo nunca, solo por divertirse.