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lunes, 9 de junio de 2025

Crítica: “A match made for thanksgiving” de Jackie Lau


En el formato breve, estupenda


 

A Match Made for Thanksgiving

 

Por JACKIE LAU Fecha: octubre de 2019

 

Esta es una de esas novelas que consigo cuando están gratis, y que siempre cojo si es de Jackie Lau porque me parece una autora estupenda (normalmente) en su estilo.

¿Y cuál es ese estilo? Pues mira, son esas novelas que formalmente, por la extensión y forma de contar las cosas, son como los harlequines de toda la vida. Lo que pasa es que ahora se publican con otras portadas, por diferentes editoriales, o incluso autoedición, como es este caso, y puedes pensar que son contemporáneas distintas, pero no.

Jackie Lau cuenta las cosas de una manera muy agradable, ambientando sus historias en el multicultural Toronto de hoy en día. Nick Wong (32), ejecutivo que vive en Toronto, vuelve a la casa de sus padres para celebrar Acción de Gracias. Lo que él no sabe es que sus padres (con la complicidad de sus abuelos Ah Ma y Ah Yeh) están hartos de que sus hijos aún no se hayan casado y les den nietos (o bisnietos) y han decidido hacer algo al respecto.

¿Su idea? Invitar a la comida a citas para los chicos, y en cada caso siguen un tópico de romántica, opposites attract, o second chance, por ejemplo. Lo que ocurre es que no aciertan mucho y resulta que quien atrae a Nick no quien le han buscado a él, sino a su hermano Greg, Lily Tseng (30), con la que ha tenido un rollo de una noche hace apenas una semana.

Es la primera de una serie, entiendo que los demás libros están protagonizados por los hermanos de Nick, y cómo consiguen su final feliz.

Relato contemporáneo, narrado en tercera persona, con unos personajes muy interesantes y atractivos. Se sienten muy atraídos el uno por el otro, y tienen escenas divertidas y más de un momento sexy estupendamente bien contado. A Jackie Lau se le dan muy bien las escenas sensuales, sientes la pasión y el deseo del uno por el otro.

Tiene un atractivo añadido, que es la ambientación multicultural en Toronto. Estos dos vienen de familias de origen chino, y te cuentan un poco cómo ha sido su vida, en un entorno con gente de apariencia diferente. Bueno, en el caso de Nick, su madre es «blanca» (o sea, de origen europeo) y su padre «oriental».

Una novela cuqui de personajes que te caen bien, más el añadido de los secundarios, los padres de Nick y sus abuelos, de mucho carácter.

Y una curiosidad, aquí hablan mucho de un postre típicamente canadiense, las Nanaimo bars. Es una especie de pastel a capas, una como de galleta desmigajada, otra de crema, y encima una de chocolate. Para Lily, hay que comerlas todas juntas y le horroriza que Nick vaya por partes, por ejemplo separando la capa de chocolate. Luego Nick la invitará un día a un restaurante pijillo en el que hacen algo particular con las Nanaimo bars, es una especie de broma privada suya. 

Me han entrado ganas de probar a hacerlas. Igual lo hago, ya os contaré.

Me encantó, dentro de lo que es este formato tan cortito me parece muy lograda. De hecho, la leí por vez primera en diciembre de 2024, en un mes que necesité mucho comfort reading, y la volví a releer en abril, para escribir esta reseña. Oye, en una segunda lectura incluso ganó.

Mi experiencia: notable, 4 estrellas.

 

Trade paperback/ audio / eBook, 119 páginas

Jackie Lau Books (9/2024)

Parte de una serie: Holidays with the Wongs #1

ISBN13: 9781989610398

 

All About Romance, DIK A-

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

Aquí una foto que he encontrado en Wikimedia Commons de una barra de Nanaimo, calorías por un tubo, pero con toda la pinta de estar bien sabroso. A ver si me animo a hacerla en algún momento.

File:Nanaimo bar.JPG 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Crítica: “His grumpy childhood friend”, de Jackie Lau

 

De esas que te quedas como estás

 


His grumpy childhood friend

 

Por Jackie Lau Fecha: noviembre de 2020

 

Estaba leyendo y no sé por qué pensaba que esta era de Jenny Holiday, una flojita. No, en realidad es de otra que hace contemporáneas canadienses, Jackie Lau. Lo que he leído de ella me gustó, sin entusiasmo. Y esta la verdad es que no me disgustó pero…. Mñé.

Esta novela me llegó como un freebie, y la tenía en el móvil. La he leído poco a poco, a ratos perdidos, porque no me enganchaba nada.

Ya digo que tampoco es que me cabrease, no. Era una lectura... agradable, pero no tiene nada.

La protagonista, Charlotte Tam (32) es de esas heroínas un poco raritas, que trabaja desde casa. Solo viste de chándal o pijama, para ella ponerse unos pantalones y salir le supone un gran esfuerzo.

Sí que lo hace, claro, a veces, con sus amigas. Para ir a un bar donde sirven sidras de sabores extraños. Salen en esta novela unos cuantos bares que deben ser típicos de Toronto, pero me resultan algo deslavazados. Si lo comparas con los recios bares de España, eso que parece tan cosmopolita queda simplemente ridículo. En un estilo hípster, claro.

En una de esas se día se rencuentra con un antiguo vecino y amigo de la infancia, Mike Guo, entiendo que de su misma edad. Era un chico bien majo. Fueron amigos de niños hasta que un día, él desapareció sin decir ni hasta luego, Lucas. A Charlotte todavía le dura el enfado. Es, entonces, lo que dice el título: «su huraña amiga de la infancia».

Todo tiene su explicación. Los padres de Mike son malos bichos y no le dejaron ni siquiera despedirse. Luego se perdieron la pista. Y aunque Mike le pidió amistad por Facebook, ella ha pasado de él.

Claro que verlo en persona le hace recapacitar un poco.

Charlotte tuvo un novio que le hizo una declaración pública de esas de vergüenza ajena. Desde que rompió con él, Charlotte no ha vuelto a salir con nadie. Para volver a subirse en la bicicleta, por así decirlo, quiere hacer pedaleos de prueba. Y, ¿quién mejor que el amigable Mike?

Este la mira, se lo piensa (estaba colado por ella de jovencito) y le dice que «bueno, vale».

Como es Romancelandia, ya sabéis cómo va esto de la fake relationship. Tienen citas de mentirijillas que son tan estupendas que deciden intentarlo de verdad. Se caen bien, se gustan, se enamoran y acaban juntos. Y ya. Eso es todo, amigos.

Lo bueno es que los dos tienen sus heriditas en la mochila y las manejan con adultez, sin melodramas. Si necesitan ayuda, recurren a ella. Eso es algo muy positivo.

También agradezco la ambientación en Toronto y el toque intercultural, sin forzar. Son canadienses de origen chino y tienen esas dos herencias, sin que ninguno de ellos sea «cultura con patas», estereotipos o clichés.

Son dos cosas que me atraen en las novelas de Jackie Lau, que se salen un poco de lo trillado en la ambientación. También, la narración en tercera persona, algo muy agradecer en estos días.

Pero claro, luego en lo que te cuentan la cosa se queda muy sosita, sin garra.

Es una de esas novelas que lees y, francamente, te quedas como estás.

Es una como hay cientos, miles.

Salvo que te llegue gratis, como me pasó a mí, no merece la pena.

Mi experiencia: mñé, 2 estrellas.

 

Nov-2020, Jackie Lau Books

Print / eBook / Audio

Parte de una serie: Cider Bar Sisters #2

ISBN13: 9781989610183

 

Twimom (That’s What I’m Talking About), una B

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

martes, 23 de junio de 2020

Crítica: “Mr. Hotshot CEO”, de Jackie Lau


Agradable e ideal, que alguien esté dispuesto a cuidarte así
Laura Davis, 7/2018

DATOS GENERALES

Título original: Mr. Hotshot CEO
Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: julio de 2018
Parte de una serie: Kwan Sisters #2

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Como CEO de Fong Investments, soy un hombre ocupado. De hecho, mi familia dice que soy un adicto al trabajo obsesivo, y cuando me fuerzan a tomarme dos semanas de vacaciones, no tenía ni idea de qué hacer conmigo.
Mientras languidecía sobre un expreso, conozco a Courtney Kwan, una investigadora biomédica que saborea las pequeñas cosas de la vida. Y, de repente, me surge una idea – pagaré a esta mujer para que me enseñe cómo disfrutar de mis vacaciones lejos del trabajo.
Pronto, me encuentro haciendo cosas locas como cocinar galletas, leer por placer, comprar un cactus fálico, y enamorándome. Pero Courtney se enfrenta a serios problemas propios, y temo que cuando vuelva al trabajo, no seré capaz de darle lo que ella necesita, y la perderé para siempre…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, en la versión de 2019, puesto n.º 698. Tuvo buenas críticas, como DIK A en All About Romance y otra A- en The good, the bad and the unread. Al final del año 2018, hubo varias personas que lo recordaba entre lo mejor del año, así Alyssa Cole, Suzanne (de Love in Panels) y Marie Rose (de All About Romance), y dentro de la lista top reads of 2018 by AoC, o sea, «autoras de color» que ya sabéis que en USA son todos los que no tengan la piel blanco lechoso; no me digáis nada, que ya sabéis lo que pienso de esta obsesión Pantone; así les va como les va. Fue finalista en el premio #readRachat, aunque luego no lo ganó.  

CRÍTICA

Esta es una de las novelas que leí en lo más crudo del estado de alarma, y me pasó una cosa muy curiosa, y es que me chocaba que, en la novela, saliera gente a la calle, abrazándose, con bares y heladerías abiertas, restaurantes… Resultaba raro leer todo eso, de la vida cotidiana, con tantas cosas que yo no podía hacer. No sé si os habrá pasado a vosotros esta extrañeza de leer sobre vida normal cuando la nuestra no lo es.
El protagonista de esta novela, Julian Fong, es un treintañero, CEO de la empresa de inversión familiar, se pega unas palizas tremendas a trabajar. Sus semanas son de ochenta horas. No tiene vida fuera del trabajo.
Su familia le fuerza a cogerse un par de semanas de vacaciones y él, que es un buen hijo, lo acepta.
Tendrá que aprender a disfrutar un poco de la vida, no de las cosas aventureras y super guays, sino más bien de lo cotidiano, como ver pasar las nubes tendido en la hierba, ya me entendéis.
Recurrirá a una muchacha a la que ha conocido en un café, Courtney Kwan. Le ofrece dinero a cambio de estar con él quince días y enseñarle esas pequeñas cosas. Sí, bueno, ya sé que es un planteamiento disparatado, pero es romántica, ¿vale?
Gracias a Mr. Hotshot CEO me he enterado de que existe un tipo de personaje así, en comedias románticas y novelas: Manic Pixie Dream Girl. O sea, la típica muchacha pizpireta, un poco hippy, quizá alocada, que le enseña al tipo estirado y responsable a disfrutar de la vida.
Confieso mi ignorancia. Lo comenté con la Generación Z que tengo más cerca y me dijo que sí, que por supuesto, que claro que es un tipo de personaje. Así que debe ser de esas cosas que los nacidos en el siglo XXI lo tienen archiconocido. Yo, que soy de la Generación X, pues estas cosas me suenan tan esotéricas como una canción de Muse, ¡qué le vamos a hacer!
Por cierto: mi Z añadió que es un tipo de personaje que no le gusta, porque solo está ahí al servicio del héroe, para que él descubra cosas divertidas.
Y sí, aquí argumento aquí gira principalmente en torno a que Julian aprenda a meter algo de equilibro en su vida.
Dicho sea de paso, también es campo abonado a que la historia se te llene de moñez y acabe siendo demasiado «cuqui».
Aquí cuenta algo más que la evolución vital de Julian. Courtney sabe apreciar las pequeñas cosas de la vida porque padece depresión crónica y eso hace que se goce más de la vida entre episodio y episodio. Precisamente porque sabe que cualquier día puede venir esa nube negra que la separa de la vida.
Es una de las cosas especiales de esta novela. Por la forma de estar contada, en primera persona dual, usa el estilo NA. Pero esta gente tiene ya treinta años, así que no pueden ser considerados «nuevos adultos». Courtney te va describiendo, con bastante acierto, creo yo, en qué consiste esta enfermedad, que no es una debilidad, ni que estés así porque tú quieras, ni es estar triste, no…
Están juntos. Hacen cositas normales. Viven juntos. Acabarán teniendo sexo y enamorándose.
El problema es, ¿cómo continuar esto pasada la quincena…? Ninguno de los dos cree ser capaz de una relación.
En el caso de Courtney, porque asume que quien la ame acabará dejándola después de lidiar durante meses o años de su enfermedad. Y eso simplemente acabaría con ella.
Por lo que se refiere a Julian, le encantaría tener una relación, pero trabajando catorce horas al día simplemente no hay tiempo que compartir en pareja.
Este Julian es uno de esos héroes beta ideales, que es correcto, educado, guapo, con sus abdominales currados en el gimnasio de casa, millonario, respetuoso con su familia, al que le sale bien todo lo que emprende… Acaba siendo hasta un poco ridícula esa perfección. Si lo he entendido bien, no cocina y cuando se pone a hornear galletas y cualquier otra cosa, le sale a la primera. Añádele que, cuando descubre que Courtney padece esa enfermedad, se esfuerza en saber cómo tiene que actuar y se pone, por así decirlo, a sus órdenes, que sea ella la que le diga lo que espera de él para cumplirlo.
Ha sido una novela agradable. Tanto Courtney como Julian te caen bien. Resulta entretenido ver lo bien que lo pasan, simplemente parando un poco el ritmo y dedicándose a otras cosas, aparte del trabajo. Claro que cuando tienes un montón de pasta es más fácil desconectar.
No me entusiasmó porque es una de esas novelas que coges y dejas con facilidad, no es de las que te tenga atrapada, de manera que no puedes dejar de leer. El planteamiento no es original, algo a lo que estamos acostumbrados en romántica, pero tampoco es que lo cuente de una forma más interesante.
Lo único un poco especial es la ambientación, y eso lo agradezco. Otra de Toronto, la quinta ciudad más poblada de América del Norte. Y en una comunidad, la de origen chino, de la que te presentan costumbres diferentes a tu romántica estándar y un poco más cercano a lo que sería por ejemplo la cultura de nuestro país si la comparas con la de Estados Unidos: hay relación con tus parientes, respeto a tus mayores y aprecias la comida. Luego hay un poquito de historia de la comunidad china en esa ciudad, cómo unos llegaron hace décadas y cómo otros llegaron procedentes de Hong Kong cuando el Reino Unido entregó esa ciudad a los comunistas chinos.
Yo creo que ese elemento de una cultura un poco diferente es lo que más me ha gustado de la novela. Junto a esa buena descripción de lo que es una depresión crónica. El resto es una novela… tibia, ya digo, bien narrada, con personajes que te caen bien, su poquito de humor, su sexo bien tratado… pero nada más. No ayuda la primera persona dual, que no es una de mis formas favoritas de narrar; prefiero algo más de misterio.
Así que me parece una novela buena, aunque no se ha convertido en mis favoritas. Si hay alguna otra de Jackie Lau que esté recomendada, es posible que le de una oportunidad. 
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas amables.

Otras críticas de la novela:

Os traigo únicamente críticas en inglés, porque hasta donde yo sé, no está traducida, y así es difícil que alguna bloguera en español hable de este libro. Pero como siempre, si sabéis de alguna, la zona de comentarios es toda vuestra. Lo agradezco.

Romances Ever After, 5 estrellas
En The Good, the Bad and the Unread le ponen una A-
Dear Author, una B
Llama Reads Books, 4 llamas
Mrs.Giggles, 3 Oogies