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viernes, 10 de julio de 2015

Crítica: "The Black Hawk", de Joanna Bourne



Termino mi Desafío AAR con esta obra maravillosa.
Es el final, así que por haber llegado hasta aquí, nos merecemos fuegos artificiales.



Y no se me ocurre nada, pero nada de nada, más… explosivo e inmenso, que ilumine toda la cúpula celeste, que la historia de Adrian y Justine.
Ganó el premio RITA al mejor romance histórico de 2011.
Inmejorable.
Perfecto en su género.

DATOS GENERALES
Berkley Sensation, 2011
Cover art by Alan Ayers
Diseño de portada George Long

Título original: The Black Hawk
Fecha de publicación original en inglés: 2011
Subgénero: histórica / 1794-1818

Puesto en la lista AAR 2013: 17

Parte de una serie: 4.º de Spymasters



SINOPSIS (de la contraportada)

Es su enemigo.
Es su amante.
Es su única esperanza.

Alguien persigue a la agente Justine DeCabrillac por las grises calles de Londres. A cubierto de la lluvia, el asesino golpea, y Justine se tambalea en dirección a la puerta del único hombre que puede salvarla. El hombre a quien ella amó en el pasado. El hombre al que odia. Adrian Hawkhurst.

Adrian quería que la traicionera belleza conocida como “La lechuza” volviera a su cama, pero no como una mujer herida y en peligro de muerte. Ahora, mientras la ayuda a recuperarse, los dos deben aprender a confiar el uno en el otro para poder enfrentarse a una amenaza oculta que intenta acabar con ellos, y sobrevivir lo suficiente para poder explorar la pasión que se está despertando entre ellos a fuego lento. Otra vez.

CRÍTICA

Adrian.

Hawker. Hawkins. Hawk. Hurst. The Black Hawk (“El halcón negro”). Sir Adrian Hawkhurst.

Un chiquillo asesino en The Forbidden Rose.
Un atractivo espía herido en Desarmado por un baile.
Un ladrón, cómplice y amigo de la heroína en My Lord and Spymaster.
Un joven aristócrata en Her Ladyship’s Companion.

El hombre con más nombres que Pessoa y más caras que un icosaedro. Políglota, ladrón, asesino, y… hasta mayordomo en Rusia. El chaval vale para todo.

Es el héroe de los Spymaster. Libro tras libro, este secundario ha ido robando escenas. Ahora es su turno.

En The Forbidden Rose aparecía Justine DeCabrillac, una adolescente que trabaja para la policía secreta de la Convención. Eso no le impide ayudar, en un momento dado, a espías ingleses. Cuando el siniestro Pax intenta matar a Adrian, Justine lo acoge a este en su cuarto, aunque el muchacho esté de morros.

Según dedujimos en My Lord and Spymaster, esta joven francesa enamoró a Adrian, lo que le impidió colarse por Jess, la heroína de aquella historia.

Así que, antes de abrir este libro, ya te imaginas que, en algún momento, aquí Mortadelo el rey del disfraz (perdón, el audaz espía británico conocido como “El halcón negro”) y la revolucionaria Justine se debieron reencontrar, hubo tema y rompieron de mala manera. En bandos enemigos durante las guerras napoleónicas. Eso sí que es conflicto externo e interno. Vive l’ espionnage!

Tras la caída de Napoleón, espías como Justine resultan incómodos en la vieja-nueva Francia. Paradójicamente, ha encontrado refugio en Inglaterra. Cuando la apuñalan en plena calle, consigue llegar, más muerta que viva, al cuartel general de los espías británicos. Cuyo jefe no es otro que Sir Adrian Hawkhurst.

La narración tiene un planteamiento algo más complicado de lo normal en una novela romántica. Hay varios flashbacks, bastante largos, en los que rememoran los encuentros pasados de Justine y Adrian. A los trece años ayudaron a unos niños a escapar de un infierno. Años después, se hicieron amantes. A veces se evitan, a veces colaboran. Justine acaba pegándole un tiro. Y las cosas que pasan entremedias son mencionadas de pasada en diversos momentos. Veinticuatro años de relación que no siempre te presentan de forma cronológica. Tienes que estar atenta para reconstruir en tu cabeza su historia romántica. Con sus momentos muy sensuales, sus diálogos inteligentes, muchas veces resignados ante los contratiempos de esta perra vida.

Son dos personajes increíbles. Justine tuvo un pasado horrendo. Hija de aristócratas muertos en las primeras fases de la Revolución, cayó en manos de un desaprensivo que la entregó, niña, a un burdel. Sobrevivió trabajando para la policía secreta. A lo largo de los años, esta bonapartista hizo encaje de bolillos para intentar no tener que matar a Adrian, no traicionar sus ideas ni a su país.

Entre paréntesis: una agradable novedad en este género que se haga cierta justicia a la figura histórica de Napoleón, visto, a través de la perspectiva de Justine, como un personaje que supo conservar lo mejor de la Revolución Francesa, cosas como el voto universal para todos, los blancos, los negros, los judíos,… ganado al precio de ríos de sangre. Cierro paréntesis.

¿Y Adrián? ¡Ah…! En palabras de Joanna Bourne, 


“Es letal y sarcástico y quizá demasiado inclinado a clavarle cuchillos a la gente. Naturalmente, es el material del que están hechos los héroes románticos”.


Sí, el héroe romántico por excelencia. Guapo, en una belleza morena que me recordó un poco a varios protagonistas de Lisa Kleypas. De niño vivió en las calles de Londres, sobreviviendo como ladrón, convirtiéndose en un hábil asesino con cuchillos; aprendió a interpretar el papel que hiciera falta a cada momento, el de hijo de la calle, o el de noble de dudosos orígenes, jefe del servicio secreto que despacha regularmente con el primer ministro.

El argumento general se dedica a una serie de asesinatos en Londres que apuntan a Adrian como autor, y la propia Justine como objetivo. Un juego peligroso que resulta ser una mezcla de intriga, venganza personal y los fantasmas del pasado que reaparecen cuando menos te lo esperas.

Pero luego hay otras historias que te va contando y encontré logradísimas.
La parte de relación amorosa y sexual.
La reconstrucción de una época histórica, con las arenas movedizas de la política, nacional e internacional.
El suspense tipo whodunit respecto a los asesinatos.

¡Y el estilo en que está contado…! Punto de vista profundo en los protagonistas, detalles ambientales, sin apresuramiento, con la complejidad que le dan los flashbacks,…

Hubo un momento en que aparece un baile y me dije, “¡coño, si es que estamos en 1818, la Regencia!”. Pero no la Regencia de cuento de hadas de tantas otras novelas románticas pseudohistóricas. Veamos cómo presenta el capítulo del baile:


El olor de un baile a la moda en Londres era una mezcla de vino dulce, sudor y perfume. En invierno, añádele lana mojada. En realidad, no olía muy diferente de una casa de putas.


De verdad, me parece imposible hacerlo mejor dentro de este subgénero de “amor y aventuras”.

Así que no me extraña que además de buenas críticas, ganara el premio RITA en 2012 al mejor romance histórico. En la encuesta anual de All About Romance se puso las botas: el mejor romance del año, el mejor romance no ambientado en el Reino Unido y el más lacrimógeno (empate). Además, Justine ganó en dos categorías, la de mejor heroína y la más kickass. Por supuesto, también Adrian fue considerado el mejor héroe romántico del año. Y juntos formaron la mejor pareja del año. Añado como curiosidad que, cuando sacaron el audiobook en 2014, una de las críticas de All About Romance, Caz, lo escogió como uno de sus audiolibros favoritos del año.

Así que, en definitiva, qué queréis que os diga. Un libro magnífico que merecería ser traducido. Pero una buena traducción, no cualquier mierda que ignore la sutileza y la complejidad, las referencias históricas, el suspense y la adultez de esta obra.

Valoración personal: excelente, 5

Se la recomendaría a: todos los amantes de la novela romántica, especialmente si les va el tono adulto y la intriga política.

Otras críticas de la novela:

En español, he visto en este blog un resumen de la Saga Spymasters. Hay crítica en RT Book Reviews. La de All About Romance empieza diciendo...


“De vez en cuanto, durante la vida literaria de todo lector, encuentras un libro que te recuerda por qué eres un lector. Renueva tu fe, si ésta se había perdido; enciende de nuevo tu interés, si se había debilitado; y cada palabra, cada página, es una maravilla. La historia de Adrian y Justine no es solo un libro de esos y confirma a Joanna Bourne como una de las mejores autoras actualmente en activo. Si la señora Bourne sigue escribiendo con semejante calidad, merece ser considerada una de las mejores escritoras de romántica de la historia”.


Otras críticas en inglés son la de Smart Bitches Trashy Books, Publishers Weekly, Rakehell, y también mis apreciadas blogueras australianas de Bookthingo.  Y en Dear Author dicen una cosa que me gusta mucho, y es que, aunque sientas la tentación de devorar sus libros (algo que a mí me pasa) eso es no hacerles justicia, porque esto no es “comida basura”.

Como de costumbre, ficha en la FictionDB

Otras novelas de la autora en el Desafío AAR:

AAR 11. Joanna Bourne – The Spymaster’s Lady / Desarmado por unbaile (2008) 
AAR 59. Joanna Bourne – The Forbidden Rose (2010) 

domingo, 5 de julio de 2015

Crítica: "Ravishing the Heiress", de Sherry Thomas



Mi crítica número 99 de mi Desafío AAR. La anteúltima... 

Es una pena que a Sherry Thomas la traduzcan tan poco. Una auténtica injusticia para los lectores, porque no me parece que en las librerías españoles abunden este tipo de novelas románticas, de calidad, trabajadas, algo complejas y maduras. 

 
Edición mass-market
Berkley Sensation, 2012
Arte de portada, por Gregg Gulbronson
Letras a mano, por Ron Zinn
Diseño de portada, por George Long
DATOS GENERALES

Título original: Ravishing the Heiress
Fecha de publicación original en inglés: 2012
Subgénero: histórica – 1888 a 1896
Puesto en la lista AAR 2013: 14

Parte de una serie: 2.º de Fitzhugh
 
SINOPSIS (de la contraportada)

Millicent entiende los términos de su arreglo matrimonial demasiado bien. Conseguirá convertirse en condesa, casándose con un conde empobrecido. Y a su vez, el conde Fitzhugh recibe el beneficio de su enorme riqueza, evitándole la bancarrota a su familia. Debido a su juventud, están de acuerdo en esperar ocho años antes de consumar el matrimonio y, aun entonces, sólo lo harán para conseguir un heredero. Después de eso, llevarán vidas separadas.

Es un arreglo de lo más sensato. Salvo por un detalle: sin saber muy bien cómo, Millie se ha enamorado de su esposo. Su esposo, que se ha convertido en su mejor amigo, pero nada más… Su esposo, que planea reencontrarse con su amor de juventud, la bella Isabelle, recientemente viuda, tan pronto como él haya cumplido el pacto con su esposa…

Conforme se acerca la hora de convertirse en verdaderos cónyuges, tanto Millie como Fitzhugh deben enfrentarse a la verdad de sus corazones. Su pacto, ¿sólo ha creado una gran amistad, o sin darse cuenta ninguno de ellos, sólo ha dado lugar al nacimiento de un gran amor?

CRÍTICA

Ravishing the Heiress podría traducirse, libremente, como “Seduciendo a la heredera”, aunque la verdad es que poca seducción hay por parte de Fitzhugh, Fitz para los amigos, hacia la sufrida Millie. Ella se enamora de él en cuanto lo conoce.

El padre de Millie, la “heredera de las sardinas”, quiere casarla con un noble. Consigue apalabrar el matrimonio con un conde empobrecido y treintañero, pero muere antes de casarse, así que lo sustituyen por su heredero, un chico de 19 años que todavía no ha alcanzado la mayoría de edad. Al ser joven y guapo el precio sube un poco más.

Para Millie, es amor a primera vista. Para Fitz, no. Ama a otra muchacha, y no se toma demasiado bien que el destino le haya obligado a esto. Pero asume su responsabilidad para evitar la ruina económica de la familia. Al descubrir esto, Millie opta por ocultarle sus verdaderos sentimientos.

Deciden esperar unos años antes de hijos, tiempo que emplean en hacerse amigos. Justo cuando llega el momento de consumar el matrimonio, regresa a Inglaterra Isabelle, el amor de juventud de Fitz, con toda la intención de reanudar su relación, sin importarle lo escandaloso que resulte mantener un lío con un hombre casado.

En cierto sentido, recuerda a Acuerdos privados (2008): un matrimonio en situación anómala. También aquí se cuenta la historia con flashbacks, alternan capítulos dedicados al “ahora”, 1896, cuando el amor de Fitz regresa a Inglaterra, con otros en que van contando cómo se conocieron, se casaron, y cómo ha ido evolucionando su matrimonio.

No es que sea muy complicado, pero tampoco es lo habitual que se narre una historia con esa estructura de ir adelante y atrás en el tiempo todo el rato. Sello de la casa, que además le suele funcionar muy bien. Da cierta dinámica que te atrapa y te impulsa a seguir leyendo.

Se diferencia de esa otra novela en que esta sigue el tópico “de amigos a amantes”. A lo largo de estos ocho años de matrimonio, se han convertido sobre todo en amigos. Se casan muy jóvenes, ella con 16 años y él con 19, y poco a poco van madurando, cooperando en proyectos comunes, convirtiéndose en adultos que asumen sus responsabilidades,… hasta que la llegada de aquel amor de juventud le hará replantearse a Fitz, realmente, dónde se encuentra su corazón.

Me encanta esta autora. Lo que cuenta y cómo lo cuenta. Creo que transmite muy bien ese ambiente victoriano de sentimientos reprimidos, de comportamientos civilizados aunque por dentro se sienta el dolor ante determinadas cosas.

Puede que sea prejuicio mío, pero pienso que puede influir que no es estadounidense de origen, sino que nació y creció en China. Por eso capta muchísimo mejor que la escritora estadounidense media cosas como el respeto a los padres, la aceptación del matrimonio que ellos decidan, la callada devoción por el esposo, el mantener su dignidad en momentos difíciles, sin dejarse llevar por arrebatos histéricos, la sencilla valentía de la vida cotidiana...

Y escribe de una forma que revela cierta ambición literaria. No se conforma con contar una historia de amor de manera funcional y ramplona.

Pongo un ejemplo. Hay un momento en que Millie habla de su situación con una de sus cuñadas, que sospecha que Millie en realidad está enamorada de su marido. Millie lo niega, diciendo:


-Siempre hemos sido amigos, sólo amigos. La amistad es el amor sin alas y, ¿quién elegiría jamás algo que carece de alas?


A lo que su cuñada Venetia le contesta:


-       No, querida Millie, estás equivocada. El amor sin amistad es como una cometa, que vuela sólo cuando el viento es favorable. La amistad es lo que da al amor sus alas. 


En este libro hay contención, sentimientos profundos, emociones intensas pero que no estallan violentamente. Una novela de las que yo llamo “para adultos”. El que quiera arrebatos, y locura, y borbotones de palabras analizando minucias, o mirarse el ombligo en plan adolescente,… entonces no, este libro no es para ellos. Aquí hay sutileza: lo que los personajes hacen, lo que miran o cómo se mueven, te dice más sobre sus sentimientos que las palabras que profieren. Que Millie le eche demasiada sal a un huevo, y lo coma o no, y que su esposo se fije o no en este detalle son cositas muy reveladoras sobre su relación.

Otro punto a su favor es que sabe hacer de Isabelle, “la otra”, un personaje también de carne y hueso, no una mala de película. Tiene su propia historia en un relato corto, “A Dance in Moonlight”, incluido en la antología Midnight Scandals (2013), de la que leí otro cuento, el que escribió Courtney Milan.

Quizá lo que menos me gusta es que, a veces, se nota demasiado que es parte de una serie y te andan preparando el terreno para el siguiente libro, el de Helena, hermana de Fitz, y Hastings, el hombre a quien detesta cordialmente. Son escenas que no tienen nada que ver con la historia de Millie y Fitz. Y mete extractos de una novelita pornográfica que se supone que ha escrito Hastings, “The Bride of Larkspear”. Por cierto, que tanto este relato erótico como “A Dance in Moonlight” se pueden comprar en digital.

El final me pareció apresurado. Eché en falta algunas páginas en las que explicaran un poquito más los actos y sentimientos de Fitz, que resulta un poco egocéntrico, consciente de que durante años la vida interior de su esposa ha sido un misterio, pero sin admitir que quizá debería haberse esforzado por conocerla mejor.

En la encuesta anual AAR, tuvo una mención honorable dentro de la categoría romance histórico ambientado en el Reino Unido y ganó como Biggest Tearjerker, o sea, novela lacrimógena. Aunque, la verdad, no me pareció que fuera para mojar la pestaña. Es todo tan civilizado,…

En resumen: si algún editor no sabe qué traducir, aquí tiene una historia de calidad.

Valoración personal: muy buena, 4

Se la recomendaría a: todo lector de romántica, en particular los que quieren ver sentimientos adultos.

Otras críticas de la novela:

Aunque no está traducida, es tan buena que tiene crítica en El rincón de la novela romántica. Luego hay unas cuantas en inglés, como en RT Book Reviews, en All About Romance le dan un B+ y no una A, precisamente por la historia de Helena y Hastings, que no añade nada a la de Millie y Fitz. Luego tenemos la de Smart Bitches Trashy Books, Dear Author y The Good, The Bad and The Unread.


Ως συνήθως, la ficha en la fictiondb. 

Otras novelas de la autora en el Desafío AAR:

AAR 14. Sherry Thomas – Not Quite A Husband (2009) 
AAR 33. Sherry Thomas – Private Arrangements / Acuerdos privados (2008) 
AAR 88. Sherry Thomas – His at Night (2010) 

miércoles, 1 de julio de 2015

Crítica: "Siete días de locura", de Tessa Dare



Para pasar el rato. Pura Ligeresa.

Avon, 2012

DATOS GENERALES

Título original: A Week to Be Wicked
Fecha de publicación original en inglés: 2012
Subgénero: Histórica/1814
Puesto en la lista AAR 2013: 23

Traductora al castellano para Suma, 6/2013: María-José Losada Rey

Parte de una serie: Spindle Cove #2 (Cala Espinada, libro 2.º)

SINOPSIS (de la contraportada)

Cuando un diabólico lord y una marisabidilla salen de viaje para conseguir la ruina… el tiempo no está de su parte.

Minerva Highwood, una de las solteronas confirmadas de Cala Espinada, necesita estar en Escocia.

Colin Sandhurst, Lord Payne, un calavera de primer orden, necesita estar… en cualquier sitio salvo Spindle Cove.

Estos compañeros tan improbables tienen una semana:
            Para fingir una fuga
            Para convencer a la familia y los amigos de que están “enamorados”
            Para huir de ladrones armados
            Para sobrevivir a sus peores pesadillas
            Para viajar cuatrocientas millas sin matarse el uno al otro

Y todo este tiempo, compartiendo un carruaje muy pequeño por el día y una cama aún más pequeña por la noche.

Para lo que no tienen tiempo es para su creciente atracción. Mucho menos para una pasión salvaje Y que el cielo no quiera que pasen ninguna de esas preciosas horas desnudando sus corazones y sus almas.

De repente, una semana parece exactamente el tiempo suficiente para encontrar todos los problemas del mundo. Y quizás… sólo quizás… amor duradero.

CRÍTICA

De acuerdo. Pon una heroína “Amanda Quick” con un héroe “Lisa Kleypas” y esto es lo que te sale.

A Minerva, la protagonista, le interesa mucho la geología, lleva gafas y nadie la considera atractiva. Así que es prácticamente una solterona. Su obsesión por los fósiles y una cueva al lado del mar en la costa inglesa recuerdan inevitablemente a la protagonista de Fascinación.

Colin, Lord Payne, es un libertino entregado a la bebida y las mujeres. Lleva meses en Cala Espinada, esperando el momento de cumplir la edad que le permitirá tomar el control de su fortuna. Preferiría estar en cualquier otro sitio. Le agobian pesadillas que le recuerdan la trágica historia de su pasado. No puede dormir si está solo, así que la solución, a falta de un buen psicólogo clínico, pasa por ligar con mujeres complacientes que le hagan compañía.

La cerebrito y el crápula debieron tener sus escenas en el libro anterior. Ella intenta ignorarlo, con la nariz metida en un libro, pero apreciando su atractiva figura por encima de las gafas. Y él lleva meses vacilándola, pero no es que la odie, no, es que siente cierto interés por ella porque, como dice Colin...


— Un hombre puede flirtear sin sentir interés, incluso con desprecio. Pero nunca burlarse sin afecto.


A Minerva se le ha metido en la cabeza que este libertino quiere casarse con su hermana. Como sabe que él anda algo justo de pasta, le ofrece dinero a cambio de que la acompañe a Escocia a un simposio geológico. Sí, será la ruina para ella, pero así dejará en paz a su hermana.

Se echan a la carretera y básicamente, la novela va relatando sus peripecias en el Gran Camino del Norte.

Colin pasa la mayor parte del libro profiriendo las mentiras más disparatadas, y como lo dice luciendo sonrisa y desplegando encanto, siempre le creen. Minerva procura seguirle el rollo. Gracias a esto, acaba viviendo inesperadas aventuras que sacan aspectos escondidos de su personalidad.

Lo más logrado de la novela es la relación entre los protagonistas. Llevaban meses atentos el uno al otro. Ella, porque él es rematadamente guapo. Y él, porque hay algo en Minerva que le atraía y por eso, como un adolescente, la vacilaba, llamándola siempre por otro nombre diferente al suyo.

Puede sonar tonto, pero al fin y al cabo se supone que Colin y Minerva son muy jóvenes. Si lo he entendido bien, ella tiene 21 años y él 24, para cumplir pronto los 25. Esta semana les sirve para superar sus limitaciones personales, sus traumas, y así madurar. No es que sea una “novela de aprendizaje”, pero sí que se convierte en una especie de peregrinación que comienzan un poco alocadamente y terminan asumiendo responsabilidades de adultos.

Añadiría otros aspectos relevantes del libro. Las escenas sexis son de lo mejor. El humor domina muchos momentos. Además, recuerda la importancia de Escocia en la historia de la Geología. James Hutton, considerado el primer geólogo moderno, elucubraba en su "Teoría de la Tierra para la Sociedad Real de Edimburgo" (1785), que la Tierra debía de ser mucho más antigua de lo que se suponía. La creencia generalizada, en la época de la Regencia, era que el mundo había empezado el año 4004 a. C., para ser precisos, en la noche precedente al domingo 23 de octubre de ese año. Esta fecha asombrosamente exacta había sido calculada el 1650 por el arzobispo Ussher de Armagh, quien predicaba en Lincoln’s Inn (según leo en la pág. 8 de A History of the World in 100 objects).

Por eso, cuando Minerva hace referencias a criaturas que vivieron hace millones de años, en realidad estaba diciendo algo que poca gente creía o se planteaba en aquella época. Por un lado me encanta que se reconozca el importante papel de Escocia en configurar la ciencia moderna. Pero por otro, me extraña que en ningún momento nadie se la quede mirando con incredulidad cuando hablaba de “eones” o “tiempos prehistóricos”.

Es la novela más apreciada de la serie Cala Espinada de Tessa Dare. Obtuvo el Premio RT 2012 en la categoría “amor y humor histórica”. Los lectores de All About Romance consideraron que en ese año fue el mejor romance histórico ambientado en el Reino Unido, el más divertido, y que contenía la mejor heroína y la mejor pareja.

En general, objetivamente, creo que es una novela buena, con humor, la parte emocional-sexual muy lograda, personajes interesantes y demás. La Regencia ligerita de este tipo no es mi género favorito, pero puedo leerlo a falta de cosa mejor. A este subgénero pertenece, creo yo, Tessa Dare, como algo intermedio entre Loretta Chase y Julia Quinn. Con toques a lo Amanda Quick.

Lamentablemente, no conecté con ella. No me convenció y la leí como a ráfagas, sin hacerle justicia. Me costó entrar en la historia. En algún momento me encantó, pero otras veces iba pasando páginas de mala gana. Por eso mis dos estrellas reflejan sólo mi experiencia personal. Creo que no es culpa de la novela en sí, que hará las delicias de la mayoría de los lectores de romántica, sino más bien de mi momento personal, estresada y con mil cosas en la cabeza. Habría sido mejor haberme dedicado a leer algo más cercano a mi gusto personal que este tipo de novela de la Regencia ligerita que, salvo en el caso de Loretta, Chase no suele emocionarme.

Ya había leído otro de Tessa Dare, Any Duchess Will Do, y tampoco me pareció gran cosa. Mismo tono: divertida, ligera, como un peluchito amoroso que no te deja la menor huella.

La leí en inglés, así que no sé cómo estará la traducción.

Valoración personal: ni fu ni fa, 2

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la novela romántica histórica de tono ligero.

Otras críticas de la novela:

En El Rincón de la Novela Romántica tampoco entusiasmó, le dieron un "bueno raspado". Y en español también está la crítica de Mis libros y otras historias

En inglés tenemos Feminist Fairy Tales, RT Book Reviews, Rakehell, Romance Reader at HeartAll About Romance, donde le dan una B+, lo mismo que en Dear Author y Rosario’s Reading Journal con una A-.


Como de costumbre, la ficha en FictionDB.

No hay otras novelas de Tessa Dare en el Desafío AAR.

Las tres novelas suyas que parecen más apreciadas por crítica y público son las siguientes:

-       A Night to surrender / Una noche nada más (2011) Cala Espinada #1. Ganó el premio RITA al mejor romance histórico de la Regencia.
-       Any Duchess Will Do (2013) Cala Espinada #4
-       Three Nights with a Scoundrel (2010) Trilogía Stud Club #3

Sí, sólo han traducido dos novelas de Tessa Dare, las primeras de Cala Espinada: Una noche nada más y Siete días de locura.

Ediciones en España:

-       Siete días de locura (2013) Suma
-       Cala Espinada II. Siete días de locura (2013) [Archivo de Internet] Suma 
05/07/2015: Se me olvidó decir que la edición en inglés que leí tiene estas cositas tan monas al principio de los capítulos

Actualización 16/12/2023: Acabo de releer este libro y, ¡qué experiencia más diferente!
Ahora sería una lectura de ⭐⭐⭐⭐
Me ha encantado el humor, la sensualidad, la tensión entre estos dos. El libro es el mismo, pero yo no estoy en el mismo momento. Ahora entiendo por qué esta novela es la favorita de tanta gente.
En aquel momento, 2015, la histórica que yo leía eran Kleypas, Sherry Thomas, Courtney Milan o Sherry Thomas en su mejor momento... Entonces, claro, cosas como esta novela palidecían por comparación.
Ahora (2023), los romances históricos se encuentran en un estado lamentable, llena de pestiños aburridísimos. Va ya más de un lustro que ha descarrilado. Yo tengo mi teoría, pero me la guardo por si algún día escribo artículos sobre los géneros en romántica. 
Baste decir que, en mi opinión, las autoras están encorsetadas por el miedo a ofender. Así que he vuelto la vista atrás y me he puesto a repasar que cosas pasé por alto en su momento y podrían gustarme.
Por eso estoy repasando cositas de Loretta Chase y Tessa Dare que no leí en su momento. Para leer en orden Spindle Cove hay un par de relecturas, y esta es una de ellas. Cuánto me alegró, porque la he disfrutado de esta Week to be wicked como un gorrino en lodazal.