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domingo, 4 de junio de 2017

Crítica: “Un nuevo amanecer”, de Sandra Brown



La novela no es terrible, pero el final sí.
Diseño de la portada: Método, S. L.
Ilustración de la portada:
 © Rick Daskam,
por cortesía de S. I. Artists, S. L.
Plaza & Janés, 1995


DATOS GENERALES
Título original: Another Dawn
Subgénero: histórica/Oeste
Fecha de publicación original en inglés: octubre de 1985

Parte de una serie: Coleman Family #2

SINOPSIS (de la contraportada)
Han pasado ya veinte años desde el dramático viaje a Texas narrado por Sandra Brown en Un largo atardecer. En aquel entonces, el nacimiento de Banner unió para siempre los destinos de Lydia y Ross.
Ahora Banner es ya una joven atractiva y sensual que despierta encendidas pasiones en los hombres. No obstante, su primer intento de boda acaba en desastre: el novio, ya ante el altar, es reclamado por una antigua amante que espera un hijo de él. Banner, despechada, se fija entonces en Jake, un curtido y maduro cowboy capataz del rancho de sus padres e íntimo amigo de la familia. Pero a causa de la diferencia de edades y de los celos de anteriores pretendientes, el idilio transcurre por tortuosos derroteros.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, he hablado de ella en mi lista de las mil mejores novelas, en el puesto 429, pero sólo por lo mucho que la aprecian en España. Siempre aparece bien posicionada entre las mejores del Rincón de la Novela romántica. Cuando hicieron en esta página un Top 10 del Oeste, ahí estaba, recordada por los lectores. Y en el año 2012, cuando aún existía la página Autoras en la Sombra, la tenían en el puesto 63 de sus favoritos. Hay lectores que la tienen por una de sus favoritas, aunque yo sinceramente no me lo explico.

CRÍTICA
Antes del prólogo, Sandra Brown nos dedica una nota a los lectores, escrita obviamente con motivo de alguna reedición de esta novela en los años noventa.


Queridos lectores:
Hace varios años, mi carrera experimentó una transición con mi novela Slow Heat in Heaven. Hasta entonces había escrito aventuras románticas de género bajo diversos seudónimos.
Considero que Un nuevo amanecer, la continuación de Un largo atardecer, cuenta una historia de amor convincente, sin apartarse de la estructura de la ficción romántica y reflejando los elementos que la caracterizan, tales como un alto nivel de sensualidad y un final feliz.
Os agradezco vuestro apoyo y, por favor, disfruten...


Lo traigo a colación por varias cosas. Es cierto que Odio en el Paraíso (1988) supuso un giro: a partir de ahí escribió sobre todo novelas de suspense romántico que son lo que de verdad merece la pena de esta autora.
Pero el segundo párrafo me suena a que está pidiendo perdón por haber escrito “esto” y defiende su criatura como diciendo “oye, que tiene todos los elementos de una novela romántica, ¿de qué os quejáis?”.
Pues no, lo siento, para mí no fue una historia de amor convincente ni la disfruté. Creo que hiciste casi todo por chafarme la experiencia.
Banner, la hija de Ross y Lydia (protagonistas de Un largo atardecer) se va a casar. Pero la boda se suspende porque otra mujer reclama al novio.
La humillación es terrible. Banner, de 18 años, tiene la autoestima por los suelos, así que no se le ocurre cosa mejor que intentar restaurarla pasando la que sería su noche de bodas con otro hombre.
El elegido es Jake, Jacob, conocido como Bubba de pequeño. Aparecía como secundario en Un largo atardecer: un adolescente que allí tuvo sus primeras experiencias sexuales, se sintió culpable por la muerte de su hermano y acabó vengándole. En aquel libro lo vimos transformarse de niño a hombre dejándose parte del alma en el camino.
Aunque la familia de Jake sí que se ha quedado con los Coleman, él no. Ha viajado de acá para allá, llevando ganado. Este vaquero se funde todo lo que gana en juego y putas, sin querer asentarse. La razón de que sus visitas al rancho de los Coleman sean escasas es que él está enamorado de Lydia, desde siempre, y no soportaría que nadie se diera cuenta.
Pero la muy ladina de Bonner se apercibe de que Jake está enamorado de su madre, por lo que la noche de bodas se acerca a él y lo seduce, tentándole un poco en plan “ya que no puedes tener a la madre, aquí tienes a la hija”.
Sí, todo de lo más denteroso. Si le añades que ella tiene 18 y él 36, el interés romántico de la historia, para mí, baja bastante. Me cuesta mucho suspender la incredulidad con parejas tan desiguales. Considerando además que él la vio nacer y que la ha mimado desde niña, te hace preguntarte si Jake no tendrá algo de asaltacunas.
A pesar de todo, los personajes en sí no me cayeron mal. No es que un vaquero putero y una niña mimada sean mis protas favoritos, pero creo que me habrían gustado más en otros libros, con otras parejas.
Lo del sexo no era buena idea. Jake se siente culpable y Bonner igual de hundida que antes. O peor. Decide emprender la nueva vida que tenía pensada para ella y su marido. Su padre le había dado un terreno cerca para que montara su propio rancho. Y eso hace, ella sola, en vez de casada. Eso sí, sus padres le imponen que se lleve a Jake como capataz. Una idea malísima, teniendo en cuenta la tensión sexual que hay entre ellos. Pero claro, esto no se lo pueden confesar a sus padres.
Lo demás sigue por los cauces habituales de la novela romántica del Oeste. Vaqueros, tiros, algún villano vengativo, una mujer mala que es puro cliché,… esas cosas. Tontos malentendidos, Bonner intentando manipular a Jake para que sea él quien la pida por esposa,… Nada que me interese demasiado, si he de ser franca.
Esto se quedaría en un simple 2 estrellas por lo poco que me interesaba todo si no fuera porque…
… Sandra Brown hizo lo imperdonable.
Han pasado 32 años desde que esta novela vio la luz. Si no sabéis cuál es el problema lo advierto
*Tremendísimo spoiler*
Sí, vamos a destripar. Advertidos quedáis.
Sandra, nuestra Sandra, la que tanto queremos y apreciamos, tiene aquí los santos ovarios de matar a Ross. Sí, al padre de la chica. Al protagonista de Un largo atardecer.
Eso. No. Se. Hace.
Quienes leemos romántica estamos con nuestro felices para siempre. Incluso a veces un felices por ahora pero siempre siguen vivos los personajes. Te deja helada. Helada, horrorizada. Como lo de… **Más spoiler, esta vez de El despertar de la fuerza** Como lo de Han.
No te lo esperas, yo no me lo esperaba y, ¿por qué? ¿Por qué nos hacen esto?
De verdad, que para deprimirme ya tengo la Literatura y el cine de autor.
No necesito que la ficción comercial me parta el corazón.
No quiero. No está para eso.
*Fin spoiler*
Por eso, como el final de esta novela me parece imperdonable, le pongo un 1. Sin ese final, podría haber sido un pasable 2 o quizá hasta un 3. Pero no.
Valoración personal: imperdonable, 1.
 
Bantam, Oct-1985
Se la recomendaría a: los aficionados a las novelas del Oeste.

Otras críticas de la novela:
Tenemos crítica en El rincón de la novela romántica, y con ella compruebo que hay gente para todo. Irdala recomienza las dos novelas, pero prefiere un poco esta a Un largo atardecer.
En el foro Romántica y Misterio no les gustó tanto.
Neus, del blog Sin libros no soy nada, le da un 5/7 (sí, puntúa sobre siete, es su blog, puede hacer lo que le dé la gana, en su caso significa que no esperaba mucho de esta novela y sin embargo, le ha gustado).
En inglés, tenemos la crítica de All About Romance, que le da una D- y el primer párrafo de la crítica merece la pena traducirlo:

Hay algo muy triste en las valoraciones de D. Están metidas entre el irredimible F y la C de “mediocre pero con algo que lo redime”. Las lecturas de D no tienen casi nada que las haga recomendables, excepto ese destello o dos de que podría haber sido algo.

En Readers’ Favorite le ponen 5 estrellas porque sí.
Y como no encuentro más, dejo enlace a Good Reads donde tiene una puntuación de 3.96, con un par.

domingo, 28 de mayo de 2017

Crítica: “Un largo atardecer”, de Sandra Brown



Novelón del Oeste que aún aguanta el tipo.
Diseño de la portada: Método, S. L.
Ilustración de la portada: © Rick Daskam,
por cortesía de Selecciones Ilustradas Artists, S. L.
Plaza & Janés, 1995


DATOS GENERALES
Título original: Sunset Embrace
Subgénero: histórica/Oeste
Fecha de publicación original en inglés: febrero de 1985

Parte de una serie: Coleman Family #1

SINOPSIS (de la contraportada)



Perseguidos por sus respectivos recuerdos, Lydia y Ross se dirigen a Texas en una caravana. El destino ha elegido una peculiar manera de unirlos: ella acaba de alumbrar a un niño muerto; él, padre de un recién nacido, ha perdido a su esposa en el parto. Entre los colonos rumbo al Lejano Oeste, cuya única ley es la supervivencia, la solución es obvia, de modo que Lydia se convierte primero en madre del pequeño y después, inevitablemente, en mujer de Ross. Surge entre ambos un ardiente amor, pero cuando la felicidad parece ya al alcance de sus manos, el pasado irrumpe en sus vidas y arremete brutalmente contra sus esperanzas.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, ya la incluí en la lista, en el puesto 195. En All About Romance tiene crítica de DIK A. Es una de esas “favoritas de todos los tiempos” de RT y también en All About Romance, en una encuesta que hicieron en 1997. Y también gusta en España: en El rincón de la novela romántica suele estar entre las mejores y más apreciadas, y cuando escogieron el Top 10 del Oeste, esta novela estaba incluida. Por último, si os acordáis de la difunta página Autoras en la Sombra, allí recuerdo que la tenían en una lista de las mejores, en el puesto 12; al menos, así lo apunté.

CRÍTICA
Unos chicos que viajan hacia el Oeste en una caravana encuentran a una chica joven en el suelo, llena de sangre y retorcida de dolor. Es Lydia, una muchacha que ha dado a luz sola a un niño que nació muerto, y ahora simplemente espera que le llegue su hora a ella.
Pero estos chicos llaman a su padre, la infatigable Mamá Langston, una figura femenina poderosa, con mucha fuerza y sentido común, que canta las cuarenta a quien haga falta.
Así que Lydia, contra lo que ella piensa, no muere, sino que los Langston la incorporan a su caravana. Coincide que entre los caravaneros está Ross Coleman, cuya mujer acaba de morir de parto. Tiene un niño pequeño que tiene que alimentarse.
La solución es evidente: Lydia puede dar de mamar al bebé. Sólo que Ross no la soporta. Joven, con niño sin marido, sucia, piensa que es una puta, y la trata a baquetazos. A duras penas aguanta que esté en el carromato donde estuvo su difunta mujer.
La historia de Lydia es obviamente, otra. Durante años ha aguantado los abusos y las violaciones de su hermanastro, le dio una leche que (piensa ella) lo dejó muerto y huyó. Así ha acabado en estas difíciles circunstancias.
Pero es que Ross tampoco tiene un pasado del que sentirse orgulloso. Sin que ningún caravanero lo sepa, este tipo ha sido un delincuente a quien muchos creen muerto. Se recuperó, fue a vivir honradamente y se casó con una chica elegante, de buena familia, la cual, cuando supo que él tenía pensado ir al Oeste, decidió ir con él, a pesar de estar embarazada.
La situación de intimidad forzada entre Lydia y Ross acabará con ambos liados, obviamente, y hasta casados porque lo exigen las mentes biempensantes de este grupo humano.
Hay una cierta dosis de suspense, puesto que hay gente tanto detrás de Lydia como de Ross. No destripo nada, porque se sabe todo bastante pronto. Lydia no mató a su hermanastro, y ahora este sigue su rastro, buscando venganza. Y es una intriga muy bien llevada que te hace volver las páginas a ver cómo sigue, cómo se resuelve.
Hay quien no se cree que el bandido que fue Ross Coleman esté muerto, y sigue buscándolo para entregarlo a la ley. Pero también lo hace su suegro, que le odia intensamente.
Leí esta novela hace años y me gustó mucho. Luego la ha releído y me ha seguido gustando. Para hacer esta crítica la he vuelto a leer, y hay algunas cositas que ya no me convencen tanto. Aunque yo creo que sigue aguantando el tipo bastante bien.
Me encanta cómo representa todo el Oeste, de una manera bastante más cruda de lo que es habitual en romántica.
Tiene personajes fuertes, algunos inolvidables como Mamá Langston, a la que ya he mencionado. Y los malos son despreciables, bastante viles, y esa parte de suspense funciona.
La forma en que Lydia y Ross evolucionan, cómo se van enamorando, sintiendo deseo el uno por el otro, amándose apasionadamente antes de reconocer sus sentimientos, es prácticamente modélica.
Lo que no recordaba y no me explico aún cómo pude olvidarlo, es que Ross viola a Lydia. Está ahí, sobre el papel, y luego él se arrepiente y le pide disculpas, y se supone que por esa fantasía romántica, a ella le ha gustado pero… Es una violación, con todo. Y, pese a ello, sigues queriendo que Ross tenga su final feliz. Delirante, ¿verdad?
Es una de las mejores novelas de Sandra Brown y posiblemente guste a cualquier lector que le dé una oportunidad. Personalmente, no es una de mis favoritas de la autora, pero sé que es de las que más gusta.
Después de esta escribió otra dedicada a los Coleman, de la que hablaré la semana que viene y... no volvió con esto de la romántica histórica. Siguió con novelitas tipo harlequín y, al final de los ochenta, se orientó hacia el suspense romántico.

Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: los aficionados a las novelas del Oeste.

Otras críticas de la novela:
A la cama con… un libro le da 4,5 gandys.
Comentarios en Comparte Libros.
En inglés, tenemos la crítica de DIK A en All About Romance.
También una extensa review en AllReaders.com.
Y aquí otra de 5 estrellas en Readers Favorite.