miércoles, 17 de agosto de 2016

TBR Challenge: ‘A SOLDIER’S HEART’, by Kathleen Korbel



The topic of this month is Kicking It Old School (publication date 10 years or older)
Published: Nov-1994
Genre: Contemporary
My Rating: 5 stars

Why was this book in my TBR pile?

Well, I’ve seen great reviews of this book in the last years. One of it was in this TBR challenge, as Wendy chose it in May 2015.

And if a book as old as this is still read and enjoyed it’s that it has got something really good and special in it.

Now that I have read it, I do agree.

I can’t believe that this is supposed to be just a category romance (SIM-602). There’s such a depth in it!

The story begins in Vietnam, during the war, 1969. A young soldier, Tony Riordan, is attended by a military nurse. He is so badly hurt that he just wants to die. But this woman does not allow him to die. ‘You stay with me, you hear? You are not dying on me?’ and all that.

And he doesn’t.

Two decades later, he wants to thank her because she saved his life. He finds this nurse, Claire Henderson, at an inn in Virginia. She’s a grown woman who has this budding inn business and at the same time, she still works as a nurse and is raising two teenagers. On her own. With good days and bad days.

When he comes to say thank you, all those terrible memories come back to her worse than ever. She accuses him to provoke her nightmares but as a matter of fact, she’s suffering PTSD from her times in the Army. It’s not just Tony Riordan. It’s that her son wants to join the Army. It’s just that the US was going to another conflict. It was Somalia in the book (which for reasons unknown the author puts in ‘North Africa’, when it is on the Eastern Coast of that continent) but it could have been any other chapter in this long perpetual war. Everything overwhelms her and she begins to crack down.

Tony recognizes the symptoms, as he himself has suffered from it. And he wants to help her, not to cure her, because it’s a pathological condition and he is no doctor. But he wants her to -at least- recognize it and direct her in the right direction.

For the first time, Claire has got someone by her side that understands what she has seen, how she feels, what’s going on with her. She has to keep going because of her children, but cannot do it alone. Now she has somebody to rely on.

It’s not an easy book. I mean, these are real people that you have this feeling, have to exist somewhere. They have families, responsibilities; they’re old enough to know their way in life. So if you want your romance novels set in idyllic places with rich and noble people with not a problem in their lives, and nothing can go wrong, well -this is not a book for you.

But I hope that there are many readers out there who thank books with a sense of reality in them. The happy ending is a given, but that does not mean that the road to that point is easy, or childish or full of silly misunderstandings and pouting adults behaving as if they were performing in High School musical.

This is a rare book. It’s not only that the characters are in their forties, but also that the soldier with PTSD is not the hero but the heroine. This woman is a mother and she’s got a stressful job. She has to be strong and cope with this mental issue that is undermining her balance.

Suffering is not romantic, but having understanding is. It’s not that I’ve been there and suffered that, I’m more on the stressful side than the depressing one, but I know what it is to have insomnia, to go from one room to the other late at night, having tears you are not allowed to shed in daylight. This book has made me think that perhaps I am wrong in my idea that I shouldn’t care about my feelings and emotions, as far as my children are okay. No, I come to realise that what a mother feels also matters, because if you do not take care of yourself, you cannot take care of the rest of the family.

Perhaps that was why I loved this book. It touched something inside me. It made me cry and it made me think.

Why are not out there books like this? I want them! Real women, in their forties, a second chance at love, authentic inner voices.

It’s one of the best romance novels I’ve ever read. It’s got great reviews these last years. In Heroes and Heartbreakers, Victoria Janssen published ‘The PTSD Breakdown Scene in Kathleen Korbel’s A Soldier’s Heart’, and she said this:


She suffered serious trauma there but, as women continue to do even today, suppressed or ignored her own symptoms for years in favor of caring for others. She’s a practical, forthright, strong character who has trouble accepting that she might in turn need help.


And that’s in a nutshell, what I found so great about this book. We women suffer traumas but we ignore our own problems in order to care for others, and reject the possibility of needing anyone. Until everything falls apart.

A Guest Reviewer gave it an A- review in Dear Author in 2014. Leigh Thomas wrote a DIK A- review for All About Romance.This mini-review by Miss Bates was the one that made me buy this book last April.

So, really, if you see this book in a second-hand store or in the library give it a chance. It’s worth it.

lunes, 15 de agosto de 2016

Lo fácil de leer es terriblemente difícil de escribir




La cita que encabeza este artículo la he visto atribuida a Maya Angelou y también a Nathaniel Hawthorne. Igual no la dijo ninguno de los dos.
Pero me gusta cómo suena.
Recuerdo una anécdota sobre la “facilidad” de la romántica. Lamentablemente, he olvidado la protagonista. Leo tantas cosas en tantos sitios que me resulta imposible recordarlo todo.
Era algo así (más o menos, la memoria siempre es creativa):

Una escritora de novela romántica decía que cuando en una reunión social cuenta cómo se gana la vida, siempre hay caras de circunstancias. Suele encontrarse con el típico sobrado que dice que esas son muy fáciles de escribir, que no tienen ningún mérito, que él mismo podría escribir una entera antes de desayunar y ganar dinero sin despeinarse. Durante años ella se defendía sin encontrar más que escepticismo. Hasta que un día decidió cambiar de estrategia.
Empezó a decir algo así como “vale, hacemos una cosa, no me escribas un libro entero, pero sí al menos un capítulo, que ya se lo haré llegar yo a la editorial. Siempre andan en busca de gente nueva”…
A partir de entonces, tapó bocas. Porque nadie, nadie, le fue nunca con ningún capítulo escrito “antes de desayunar”.

Cuando la gente que no conoce el género piensa en romántica, lo primero que le viene a la cabeza es la novela rosa tipo harlequín, y creen que por su sencillez son muy fáciles de escribir. Pero, como digo, toda novela exige un trabajo.
Sin embargo, la novela romántica actual es mucho más que harlequines: más extensión, unas más elaboradas y otras menos, unas angustiosas y melodramáticas, y otras ligeras y adorables como pompas de jabón.

Desde esta perspectiva, es razonable (aunque ya vimos en el primer artículo que puedes encontrar antecedentes bastante más antiguos) ver el inicio del género en la publicación de La llama y la flor (1972) de Kathleen Woodiwiss. Sí, era romántica, pero…
No breve como sus predecesoras.
No blanca sino sensual. Por primera vez hay sexo explícito,… aunque sea una (o más) violaciones de la heroína.
La primera edición que Avon publicó en 1972 optó por el formato rústica, algo habitual en los harlequines pero que no lo era tanto en las novelas largas.
Y ya nada fue igual. Millones de lectores.
Quien no lee romántica no percibe esas diferencias. Para ellos, la novela romántica sigue siendo Barbara Cartland y Corín Tellado. A muchos les sorprendería darse cuenta de que dentro del género romántico se encuentran las Sombras de Grey (subgénero erótico), o Bridget Jones (subgénero chick lit).
Incluso hay autores de romántica que se resisten a que se los incluya en un género de tan mala prensa, como Diana Gabaldon o Federicco Moccia. ¿Y sabéis qué pienso? Que las páginas de romántica deberían dejar de hablar de sus libros. Que blogueros de otros géneros les hagan la publicidad gratis. A ver si los encuentran.
Creo que ayudaría a ver más claramente lo que es la novela romántica un estudio amplio que rastree en los distintos idiomas en busca de historias de amor que acaben bien.
Habría que empezar por el estudio dentro de cada idioma: no sólo el romance inglés, sino también la novela rosa española, el romanzo rosa italiano, las obras en francés (roman d'amour o, peyorativamente, roman à l'eau de rose) o en alemán… O en otros lugares del ancho mundo; de hecho, ya comenté aquí que había novela rosa en idioma hausa (Nigeria).
Pero, después, habrá que ver si existe comunicación entre idiomas o son tradiciones locales como compartimentos estancos. ¿Hay algún lazo de unión entre la novela romántica en los diferentes idiomas?
Nada se crea de la nada. Todos los literatos tienen sus antecedentes, los libros que llevan en la mochila, los que han querido tomar como modelo a imitar o como punto de partida para desarrollar su creatividad.
La romántica en español, mi gran desconocida, ¿entronca con el idioma o con las contemporáneas? ¿Quiénes influyeron en Corín Tellado? ¿Leía romántica extranjera en plan Mills & Boon o antecesoras como Carmen de Icaza? Las autoras actuales, como Anna Casanovas, Nieves Hidalgo o Ángeles Ibirika, ¿se sitúan en la tradición de la novela rosa española, o sólo han seguido los modelos anglosajones? Me gustaría saber si quien escribe novela romántica en español, hoy en día se considera en algún sentido heredero de Icaza, Becerra o Tellado, o creen que su producto no tiene nada que ver con esas predecesoras y toman como modelo para sus personajes, paisajes y tropos, la romántica anglosajona.
Y esto sería aplicable a quienes escriben en español, fuera de España, ¿cuáles son los referentes de Florencia Bonelli?
Con el público lector me ocurre igual. ¿Han leído a autoras de novela rosa española? ¿O ha entrado directamente a leer a Kleypas?
Mi voz en off dijo: no preguntes a nadie, nena, pregúntatelo a ti misma.
Respuesta: entré a leer directamente novela romántica anglosajona. Hace años leí algo de Corín Tellado, animada por los elogios que le dedicaron gente como Cabrera Infante o Rosa Pereda. Me decepcionó mucho, me parecieron harlequines de los malos. Me quitaron el gusto de manera casi definitiva por la romántica española, que leo a cuenta gotas y sólo si me juran y perjuran que la novela está bien. Y aún así, puedo contar con los dedos de una mano (y me sobran) las novelas románticas en español que verdaderamente he disfrutado. Mi gusto ya está totalmente (de)formado por la novela romántica anglosajona.
Así que como cierre a estos tres artículos sobre los que he intentado reflexionar sobre la novela romántica, concluyo:
1.- Novela romántica = historia amorosa + final feliz (juntos y vivos). Estimadísima RAE, ármame una definición con esos mimbres.
2.- Echo en falta un estudio académico amplio dedicado a este tipo de ficción comercial a lo largo del tiempo y en diferentes idiomas.
Quién sabe, si alguien lo estudiara un poco quizá empezara a haber un poco de respeto: hacia el género, quien lo escribe y quien lo lee.
A woman reading in the Battery Park. New York City 2005
© Jorge Royan / http://www.royan.com.ar.
Via Wikimedia Commons

viernes, 12 de agosto de 2016

Crítica: “Lady Escándalo”, de Jo Beverley



Viejuna, pero aún de muy buen ver.
Books4pocket, 2009
Imagen de portada: Fort Ross
Diseño de portada: Enrique Iborra


DATOS GENERALES

Título original: My Lady Notorious
Subgénero: histórica / Georgiana
Fecha de publicación original en inglés: 1993

Parte de una serie: 1.º de la serie Malloren

1.ª edición en español: Titania, 2003
Traductora: Pilar Cercadillo Villazán


SINOPSIS (de la contraportada)

¿Quién es en realidad ese salteador de caminos que acaba de abordar el carruaje de Cyn Malloren y le exige que le lleve a un caserón lejano? A él no le engañan sus ropas ni sus falsos ademanes de hombre rudo: no hay duda de que se trata de una mujer.

Y el arrogante caballero Cynric Malloren no se equivoca, pues detrás de esas ropas y esos gestos de rufián se oculta en realidad la decidida y valiente lady Chastity Ware quien, desesperada por ayudar a su hermana y a su sobrino a escapar de una muerte más que probable, se ha embarcado en una aventura que va a resultar más fascinante y deliciosa de lo que jamás soñó.

El cruce entre el aventurero lord Cyn y la hermosa lady Chastity nos trae la subyugante primera entrega de las andanzas de los Malloren, que ya se ha convertido en todo un clásico de la novela romántica.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría entre las mejores novelas de romántica de todos los tiempos, allá por el puesto treinta y tantos.
Cuando The Romance Reader escogió las mejores cien novelas románticas del siglo XX, My Lady Notorious estuvo en el puesto 51. Tuvo el premio RITA a la mejor novela histórica de 1993. Ha estado en un par de listas Top 100 de All About Romance: la n.º 46 en 1998 y la n.º 36 en el año 2000. Y, finalmente, también la incluyeron entre las mil mejores novelas románticas los de la página web RomanceNovels.Me nada menos que como la 42.


CRÍTICA

Esta novela se ambienta en la época georgiana, al principio del reinado de Jorge III. Se nota en la ambientación más picaresca y subida de tono que la posterior Regencia. Son los tiempos de Tom Jones y Fanny Hill, con nobles rijosos disfrutando despreocupadamente de sus placeres. Todavía no había estallado la Revolución Francesa que les metiera un poco de miedo en el cuerpo.

No he pillado exactamente la fecha en la que se supone que se desarrolla, pero hablan del matrimonio del rey (celebrado en 1761) como algo reciente.

Como primera novela de la serie, te presentan a los hermanos Malloren, cada uno con un extraño nombre anglosajón. Cynric, el héroe de esta historia, es un tipo bastante guapo, de largas pestañas, con una engañosa apariencia algo femenina; sin embargo, se escapó de casa para ser soldado, ha combatido en diversas batallas y se acaba de recuperar de una enfermedad. No soporta más a su sobreprotectora familia, así que cuando lo asaltan un par de bandoleros, más que asustarse, agradece la distracción.

Este muchacho es un lince, y en menos que canta un gallo se da cuenta de que los salteadores de caminos son en realidad dos muchachas jóvenes. Una de ellas se presenta pronto como lo que es: una viuda con un niño. Pero la otra, Chastity, persiste en fingir que es un joven Charles que está ayudando a su hermana a librarse de una amenaza mortal.

Esta es una novela de esas de amor y aventura de toda la vida, un “romance de carretera” con Chastity, su hermana, el bebé y Cyn por esas carreteras del sur de Inglaterra, escapando de los malos de la película. Esto lleva a situaciones de intimidad forzada entre Chastity y Cyn que acaba como todos podemos imaginar. Tampoco voy a entrar en más detalles, pero baste decir que llega un momento en que Chastity (disfrazada de hombre) y Cyn acaban en una orgía muy dieciochesca con nobles enmascarados.

El héroe es estupendo, aventurero, de una pieza, dispuesto a ayudar a estas jóvenes más que nada por entretenerse. Si hace falta dejarse atar, se deja atar uno. ¿Travestirse de mujer? No hay problema. ¿Rescatar a la heroína, batirse en duelo, ir a buscar una licencia especial? Sin pestañear. ¿Sexo divertido con comida en los lugares más apropiados? Claro, cómo negarse.

El problema es que Chastity tiene mala fama porque la descubrieron en la cama con un caballero y se negó a casarse con él. ¿Es un pendón o una chica víctima de una confabulación contra ella? Cyn está dispuesto a escuchar su versión de la historia, e incluso a creerla.

Al lado de Cyn, Chastity simplemente cumple. Al principio aparece como alguien audaz, resuelta a salvar a su hermana, vistiendo de hombre y asaltando a un carruaje. Pero luego va cediendo el control del asunto a Cyn, se enamora de él y no desearía más que ser su esposa y tener niños con él.

Es una novela muy entretenida, muy bien escrita, que te traslada con total credibilidad a aquella época georgiana, a los caminos, las posadas, los carruajes, los nobles entregados a sus excesos, el honor entendido sólo como presencia o ausencia de himen, el poder de los hombres sobre las mujeres, los padres que azotan y pegan a sus hijos y se ve como normal… Una ambientación muy lograda, sí señora, así da gusto leer una romántica histórica.

A diferencia de las novelas de la primera hornada (Woodiwiss, et alii) aquí la violación ya no formaba parte del cortejo. Y la parte física es bastante sensual, con total implicación de los dos protagonistas, no avasallamiento de la hembra por parte del macho.

Sí que se le nota que es de principios de los noventa en esa heroína sin ningún interés en la vida salvo el papel tradicional de esposa y madre, le encanta sentirse femenina, la ropa elegante (hay más de una detallada descripción de diferentes outfits), con sus momentos TSTL y el valiente Cyn al rescate. Aunque, en honor a la verdad, el que hace posible el final feliz, es el impresionante Rothgar, hermano mayor de Cyn.

Y, desde luego, está totalmente alejada de las preocupaciones actuales de la que yo llamo novísima escuela de novela romántica histórica, por la cuestión de la mujer o las desigualdades sociales.

Es una novela del tipo que durante años han escrito autoras como Jude Deveraux, Mary Balogh (aunque sin su intensidad emocional) o Mary Jo Putney. Bien escritas, con competencia, amenísimas a la hora de leerlas y cierto respeto por la realidad histórica en la que se ambientan. O sea, totalmente alejadas de las fantasías pseudohistóricas de –como digo yo- adolescentes High School Musical disfrazados.

La traducción española cumple, sin más. Hay un problema tipográfico: la “h” de Rothgar baila todo el rato; unas veces es Rothgar y otras Rotghar. Además, tiene esa irritante manía de ignorar que los nombres de la realeza se traducen. Carlos II sí que aparece así, pero ¿el resto? Nope. Que a Carlos Eduardo Estuardo le llame “príncipe Charlie el Bello”, traduciendo literalmente Bonnie Prince Charlie, en vez de “joven pretendiente” o “gentil príncipe Carlos” que es más habitual en la historiografía, puede tener un pase. Pero lo que no tiene perdón es que hable de los reyes James (en vez de Jacobo), George (por Jorge) o los Stuart (y no Estuardo).

En conjunto, una historia muy entretenida que te deja con ganas de seguir leyendo las historias de los Malloren.
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica histórica entretenida y aventurera, con un toque a la antigua.

Otras críticas de la novela:

Un par de críticas, en español, en El rincón de la novela romántica.

En All About Romance le dieron una calificación de B+ a la reedición de 2002.

En The Book Smugglers puntuaron esta novela con un 8/10.

Y, finalmente, en Dear Author le hicieron otra crítica de B+.