viernes, 6 de mayo de 2016

Crítica: “El coleccionista”, de Nora Roberts


Un reencuentro bastante frío con una autora a la que he dejado de leer hace años.
Diseño de la cubierta: Penguin Random House Grupo Editorial/
Gemma Martínez
Fotografía de la cubierta: © Violet Kashi


DATOS GENERALES

Título original: The Collector
Subgénero: suspense

Fecha de publicación original en inglés: 2014

Plaza & Janés, febrero 2015
Traducción: Nieves Calvino Gutiérrez

SINOPSIS

Lila Emerson tiene dos profesiones que se complementan perfectamente: cuidadora profesional de casas y escritora freelance. Sus clientes le encargan el cuidado de sus viviendas, plantas e incluso mascotas cuando se ausentan y mientras vive en el hogar prestado, ella aprovecha para soñar con la vida de otros y escribir novelas.
Pero todo cambia cuando una noche es testigo de lo que parece ser el asesinato de una chica y un suicidio. De repente, se ve implicada en una investigación junto con el famoso y atractivo hermano del suicida.
Decididos a averiguar la verdad, emprenderán una arriesgada búsqueda que les conducirá al peligroso mundo del tráfico de antigüedades, donde algunas personas estarán dispuestas a matar a sangre fría solo con tal de completar su colección.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Nope, la he leído porque me la regalaron por mi cumple. Gracias por saber qué tipo de libro me gusta, aunque en este caso prometía más de lo que dio.

CRÍTICA

Lila se gana la vida guardando casas ajenas cuando los propietarios se van de viaje. Es una cotilla que, aparte de hacerle el tercer grado a todo el que se cruza en su vida, se dedica a mirar por la ventana a los vecinos, con prismáticos incluidos.

Todos los que hayáis visto La ventana indiscreta ya sabéis lo que pasa en estos casos: no ves a gente estudiando, planchando o viendo la tele, no. Ves bailarines, sexo y asesinatos.

Presencia un aparente homicidio-suicidio. Ash, medio hermano del muerto, no cree la versión de la policía. Añado que Ash es pintor de fama mundial, está como un pan y tiene casoplón en mitad de Manhattan. ¿Qué queréis? Esta es una de amor y lujo, no va a vivir en un cuchitril pensando en cómo llegar a fin de mes.

Ash conoce a Lila, quien, como es muy amiga de ayudar a todo el mundo, lo acoge en sus amorosos brazos, le explica lo que vio y hasta se ofrece a hacer una reconstrucción de los hechos.

Estos dos sabuesos aficionados pasan de la policía y se dedican a la investigación criminal porque, si he entendido bien, librarse de asesinos profesionales es algo que todos podemos hacer con un poco de ingenio.

Durante gran parte del libro, se mantiene la tensión sobre quién será el malo, el coleccionista misterioso en busca de antigüedades aunque tenga que matar a alguno de paso. Pero una vez que aparece un sospechoso, no esperes ningún sorprendente giro final. ¡Ay, Sandra Brown, qué mal acostumbrada me tienes!

El planteamiento me intrigó. Me pareció tremendamente interesante una chica que se gana la vida cuidando casas ajenas, y que además escribe novelas paranormales juveniles.

Sin embargo, la historia se fue desinflando. Al rutinario desarrollo de la intriga detectivesca se le añadió la nula tensión en la parte romántico-erótica.

No había leído nada de Nora Roberts en años. Ya no me decía nada y, además, tuvo unas desafortunadas manifestaciones en relación con la deslocalización que venía a decir: a) que se lleven los trabajos de los obreros y tal, pero no lo mío que soy especial; y b) que en el extranjero no se produce literatura tan buena como la suya. ¿Comorrrrr? Me pareció tan snob, etnocéntrica y desconsiderada, tan todo, que no me quedaron muchas ganas de volver a leerla.

Esta ha sido mi oportunidad de reencontrarla. Me ha dejado fría. Reconozco que está escrito de manera muy competente, con su ritmo ajustado, y personajes interesantes. Sin embargo, no se estrujó nada (pero nada de nada) las meninges. Está como escrito con desgana.

Ejemplos.

Primero, lo dicho: para ser de suspense, una vez descubierto el malo maloso, hay muy poca tensión al respecto. Ni red herrings, ni cliffhangers ni leches en vinagre.

Segundo, el mcGuffin de la historia es algo tan manido como son los huevos de Fabergé. Hay mucho patrimonio mundial en peligro y podría encontrar algo más actual, no sé, por ejemplo ¿las antigüedades del museo de Bagdad que desaparecieron con la invasión y derrocamiento de Saddam Hussein?

Además, aprovecha para meter de vez en cuando info-dump inane sobre la Revolución Rusa y la URSS que viene en cualquier libro de la ESO.

Tercero, como todos sabemos, las gitanas son mujeres muy liberadas sexualmente, tremendamente sensuales, que van en carromatos y bailan seductoramente a la luz de las hogueras. Nora Roberts (o los ayudantes que le hagan las investigaciones) no han visto a un romaní de verdad ni en pintura.

Lo que nos lleva precisamente al punto cuarto: la pintura. Ash es pintor. En una escena Julie, que trabaja para una galería y es amiga de Lila, consigue fichar a un pintor callejero. Bien, los dos pintan en un realismo trilladito totalmente anodino. Ni siquiera es hiperrealismo o postmodernismo irónico. No, los cuadros que describían me sonaban como los que puede hacer un dibujante de cómics armado de aerógrafo, buenos dibujos (ya me gustaría a mí tener un Hugo Pratt auténtico) pero no para que te consideren un pintor de fama mundial. Del país del expresionismo abstracto hay que esperar mucho más. Me sonó más a niño rico jugando a ser artista que a un Damien Hirst made in USA.

Quinto, Italia. Los personajes van a Italia en avión privado. Because – reasons. OK, es una de amor y lujo, lo entiendo. No te interesa una familia obrera que viva en un pisito en Parma. Pero, ¿de verdad? ¿No se te ocurre nada más original que una villa en la Toscana rodeada de cipreses, olivares y viñedos? No sé, alguna vez podrían poner un “chaletito” alpino en Trentino-Alto Adigio, un decadente palazzo barroco en Sicilia, una casa turinesa diseñada por Renzo Piano o una impresionante mansión frente al mar turquesa de Cerdeña.

Hay tanta hiperinflación de villas toscanas en la romántica como de duques de la Regencia.

¡Ay, qué ganas de mandarle el “Hola”!

Y, por favor, no escribas más cosas como esta: “Una mujer que no compra zapatos en un viaje a Florencia no es una mujer de verdad”. Porque:

a)    Suena a la típica chorrada que escribiría un tío creyéndose guionista de Sexo en Nueva York.
b)    Todas las mujeres somos mujeres de verdad, aunque no tengamos particular gusto por los zapatos.
c)    Cuando estuve en Florencia no me compré zapatos, y me considero una mujer de verdad.

La traducción está bien, planita pero competente, con algún error que es más bien errata: un echo que no es del verbo echar sino hecho o un con que en realidad quería ser como. Eso sí, traduce moonstone como “piedra de luna” cuando en realidad es "piedra lunar". Obviamente, la traductora ni ha leído a Wilkie Collins ni sigue a los pokémon.

En resumen: una historia que tenía potencial para ser buena o muy buena se me quedo escasa. Posiblemente no sea la mejor Nora Roberts de los últimos años. Agradezco la oportunidad que he tenido de comprobar que no me estoy perdiendo gran cosa.

Valoración personal: psé, 2

Se la recomendaría a: fans de Nora Roberts.

Otras críticas de la novela:

En español:

Crítica en El rincón de la novela romántica: les gustó aunque no les pareció de lo mejor de la autora.

En El placer de la lectura les parece que está “plagada de giros” (¿de verdad, cuáles?).

Para Telaraña de libros fue una gran decepción.

Y ahora, en inglés:


8 comentarios:

  1. Yo leí Aurora Boreal de Nora Roberts hace años, y recuerdo que me gustó. No sé qué opinaría ahora si lo releyera. Pero la novela que reseñas no me apetece leerla... Esos defectos que señalas, si estaban en Aurora Boreal, sinceramente no lo recuerdo. Me pregunto si Aurora Boreal será de las mejores de Nora Roberts, porque sí me suena ver esta novedad muy recomendada.
    Un saludo.

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    1. Esa que mencionas de Nora Roberts, Northern Lights / Aurora boreal, no la he leído, pero la tengo en mi lista de mejores novelas entre el 700 y el 800, más o menos. Así que sí debe estar entre las mejores de las suyas. Le vi al menos dos críticas de A-, en AAR y en Rosario's Reading Journal. Tomo nota, pero vamos, no creo que vaya a leerla de forma inmediata.

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  2. Gracias, gracias, gracias!!!

    Nota: yo deje de comprar libros nuevos, y he sido muy parsimoniosa en mi lectura de libros usados, de Nora Roberts, desde que firmo esa carta maldita de Autores Unidos.

    Si la memoria me sirve, este fuel el ultimo libro de ella que compre nuevo, y me dejo, como bien dices, fria.

    Mira que tiene novelas que de verdad te agarran por el cogote y no te sueltan--The Witness, The Search, Blue Smoke, para nombrar tres nada mas--, pero esta es mas sosa que arroz blanco sin condimentos.

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    1. Sí, aquella carta me resultó muy decepcionante. Además en momentos como el actual, con la crisis económica,... Muy poco empática, la verdad. Pero intento separar la escritora del libro y en este simplemente no dio en el clavo, ya digo, demasiados estereotipos y lugares comunes. Me tuvo rolling my eyes cada dos por tres.
      Aunque no tengo demasiadas ganas de seguir leyéndola, apuntaré tus tres recomendaciones; son de suspense, ¿verdad? Es que con los paranormales, lo que Sarah Wendell llama los 'paranora' no conecto demasiado.

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    2. No, los tres que mencione son de suspenso. Y Blue Smoke trata de gente regular--la heroina es una policia que investiga fuegos, y el heroe es un carpintero. No viven a la cuarta pregunta, pero tampoco nadan en dinero.

      Letraherido menciona Northern Lights tambien me gusto, y creo que es una de las pocas de Nora de suspenso en las que no fue tan facil encontrar al culpable.

      Si la memoria sirve, tengo resenas para todas estas en mi blog...

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    3. Acabo de confirmar--la unica de las cuatro mencionadas que no he resenado es Blue Smoke, pero un amigo al que convenci de leer romance for varios anos, la reseno aqui.

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    4. Muchas gracias, tomo nota y me pasaré a ver las críticas.

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  3. Pues ni lo busco. No se nada de la carta pero, en general, siempre me parece que Nora escribe correctamente pero le falta pasión, especialmente en las mujeres que las siento muy frías. Muchas con hombres "manitas" que son totalmente personajes de apoyo al prota femenino. Aurora boreal me gustó porque el protagonista es el hombre y me prendí de su conflicto. Aunque la historia de suspenso me pareció medio pava. Besos

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