miércoles, 29 de noviembre de 2023

Crítica: “Sparking the fire”, de Kate Meader


Segunda oportunidad con adolescente mohína añadida

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Sparking the Fire

Subgénero: contemporánea

Publicación: Pocket, 10/2016

Parte de una serie: Hot in Chicago #3

Páginas: 400

ISBN: 9781476785936

 

SINOPSIS (según Fiction DB

La actriz Molly Cade, la novia de Estados Unidos, caída en desgracia, por fin tiene su oportunidad de regresar a Hollywood con un nuevo y dramático papel como una bombera dura que promete impulsarla de regreso a lo grande y restaurar su autoestima.

Wyatt Fox, el temerario residente del parque de bomberos n.º 6, necesita un trabajo discreto que lo mantenga ocupado mientras se recupera de su último rescate. Asesorar durante el rodaje local de una película debería añadir suficiente chispa a su día. Especialmente cuando entra pavoneándose Molly Cade: la mujer que pasó por encima de su corazón y lo dejó mordiendo el polvo en la Ciudad del Viento.

Su historia parece sacada de un guion: una heroína incontenible y valiente se encuentra con un héroe taciturno y ardiente. Pero estos dos se niegan a ser encasillados, y cuando las brasas de un viejo amor se avivan, es probable que alguien salga quemado...

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. De hecho, entró entre las mil mejores, versión de 2019, en el puesto 738. Y allí arriba sigue. Tuvo crítica DIK A- en All About Romance, y de cinco estrellas en About that Story, Becky, Dirty Girl Romance, Harlequin Junkie, Read Your Writes, Smut Matters y Under the Covers. Una A le dieron en The Good, the Bad and the Unread. Addicted to Romance la escogió entre lo mejor del año 2016. Además, tiene uno de esos tópicos que tan atractivos me resultan, second chance.

 

CRÍTICA

Aprovechando que están en Kindle Unlimited, me he dedicado este mes de noviembre a leer esta serie de romántica que va sobre una familia bomberil en Chicago. Son unos acogidos por un matrimonio irlandesón, Mary y Sean Dempsey, que acaban queriéndose más que si fueran hermanos de sangre.

Tres novelas largas y luego, de relleno, una serie de relatos cortos.

Esta sería la tercera novela larga.

Yo suelo decir que las series de televisión empiezan a torcerse cuando salen niños. Recuerdo por ejemplo, aquella de Anatomía de Grey; hace años... Dejé de verla en cuanto metieron niños, maternidad, embarazos. No me interesa. Y creo que a mucha gente le pasa lo mismo.

Me parece que pasa lo mismo en las series de romántica. Lo más reciente, la serie Windy City de Tomforde, cuya tercera entrega (Caught Up) se me atragantó, con su jugador de béisbol y su bebé Max, y ni siquiera la terminé de leer. Un DNF.

Aquí al principio pensé que me iba a pasar lo mismo. Esta tercera novela larga de la serie te trae criatura sorpresa, solo que el secret baby tiene ya quince años y es adolescente mohína, enojada con el mundo, deprimida, manipuladora de sus adultos hasta donde puede. Apasionante (modo ironía on)

Esto baja mi aprecio, no os voy a engañar.

Cuando salía la chiquilla yo desconectaba un poco... Y no digo que el personaje esté mal, pobremente retratado o que no tenga su sentido en la historia… No, es que a mí no me interesa que me cuenten sus problemas con churumbeles. Ojo, que puede ser algo que sólo me pase a mí. Habrá lectores de romántica encantados de la vida de ver a niños y adolescentes. Yo no estoy en esa fase. Bueno, creo que nunca lo estuve, ni siquiera cuando yo tenía esas edades, ni cuando mis hijos pasaban por ellas.

Ya te dicen aquí que esto va de Wyatt Fox, el mayor de los Dempsey, y una actriz, Molly. Este tiarrón de metro noventa es medio hermano del fallecido Logan. Ya sabéis que hay dos muertos grabados en la memoria de estos chicos, su padre de acogida, Sean, y el hermano mayor, Logan. Pues eso en este caso Wyatt y Logan sí que son parientes de sangre. La pérdida de este le afectó, en su momento, y siente que fracasó un poquito, más centrado en su dolor y por eso tuvo su hermano Beck, junto a Luke, que encargarse de los peques de la familia, Gage y Alex.

Este Wyatt es el más discreto y callado de todos los hermanos, un poquito aparte del resto por estas cosas que os digo. Se supone que es el tranquilo, pero a veces pasan cosas que…

La ira era una emoción inútil. Se entrometía en el sentido común, el buen juicio y en hacer su trabajo.

Hace cinco años, nada más dejar el Cuerpo de Marines, tuvo una aventura apasionadísima con una chica desconocida. Entonces era una actriz más de provincias, que estaba de gira por Chicago. No se dijeron ni el nombre. Son las escenas iniciales, muy (pero que muy) ardientes, hasta con un poco de toque raruno.

Ahora aquella chica se ha convertido en Molly Cade (29), estrella de Hollywood en horas bajas. Sale de un mal divorcio, con imagen pública dañada. Quiere encontrar el buen camino con la ayuda de una película de bomberos. Este proyecto personal se supone que la va a sacar de esa mala situación.

Como Wyatt (34) está lesionado, le encargan, para matar el tiempo, que actúe como asesor de la película. Se rueda en Chicago.

Molly sabe que contar con el apoyo de los Dempsey puede reforzar su vuelta al primer plano. Sobre todo, si logra que el proyecto lo apruebe públicamente la chica, Alex. Se supone que el personaje se inspira, más o menos, en la vida de Alex.

De esta forma se reencuentran Molly y Wyatt. Donde hubo llamas quedan brasas y todo eso, aunque es difícil encontrar a dos que provengan de mundos tan diferentes.

Me entretuve, y me lo pasé bien leyéndola. Como os digo, el tema de la muchacha le quita puntos, y eso me lo saltaba un poquitillo.

Luego, para ser una historia del cine, ves poco de cómo se rueda una película, la verdad. Eso parecía más interesante sobre el papel que luego cuando lo lees.

El tópico este de las segundas oportunidades exige una serie de cosas que yo creo que en parte está bien y en parte no. Primero, que aquello que los separó sea serio, no una tontería. Eso me parece que está bien resuelto, ya que entra dentro de la lógica que fuera un rollo sin más, a la vista de la situación personal y profesional en la que está cada uno de ellos.

Luego, que su final feliz sea creíble, que se haya superado verosímilmente lo que los separó. Y sí, bueno, como ahora están en otro momento de su vida, sí que pueden ser pareja, si superan cosas normales.

Ahora, como suele ocurrir, lo que no te explican bien es por qué no se han buscado el uno al otro. Entra dentro de lo lógico que Wyatt no la buscara a ella. Ahora, que Molly entre tanto no sólo no mirara hacia atrás, sino que encima se casara con otro, pues yo qué queréis que os diga, te hace dudar sobre la solidez de sus sentimientos.

Eso sí, por una vez el gran gesto lo hace ella, no él. Me encantó verlo. Lógico porque dentro del esquema de poder de estos dos, ella tiene la posición social más fuerte, en cuanto a dinero, ser famosa, etc. Desde ese punto, sería lo contrario a la hipergamia habitual en romántica, lo que sería la hipogamia: emparejamiento de mujeres con hombres de un estatus menor.

Por ello, es Molly la que tiene que ceder, al ser la figura más poderosa de los dos.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de las segundas oportunidades aliñadas con adolescente disgustada.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español. Os pongo enlaces en inglés. Se ve que esta historia gusta y convence.

All About Romance, DIK A-. 

En Dirty Girl Romance hicieron «blog tour, review & giveaway», 5 estrellas

Harlequin Junkie, 5 estrellas y Top Pick! 

Smut Matters, 5 estrellas

The Good, the Bad and the Unread, una A

What’s Better ThanBooks, 8.5/10

lunes, 27 de noviembre de 2023

Crítica: “Playing with fire”, de Kate Meader


Unos enemies muy enemies y muy hot

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Playing with Fire

Subgénero: contemporánea

Publicación: Pocket, 10/2015

Parte de una serie: Hot in Chicago #2

Páginas: 384

ISBN13: 9781476785929

 

SINOPSIS (según Fiction DB

Como la única mujer bombero en el parque de bomberos 6, a Alexandra Dempsey le dan por todos lados: los compañeros de trabajo que piensan que no puede hacer el trabajo, las esposas y novias que la ven como una amenaza para sus bomberos, y sus sobreprotectores hermanos adoptivos que quieren proteger a su hermanita a toda costa. Entonces, cuando le salva la vida a Eli Cooper, el devastadoramente apuesto alcalde de Chicago, asume que por fin le llega el respeto que tanto anhela. Pero parece que el señor alcalde tiene otras ideas...

Los índices de popularidad de Eli Cooper como alcalde están cayendo en picado y sus posibilidades de reelección están muertas. Cuando una bombero sexy y curvilínea le da el beso de la vida, hace más que traerlo de regreso a la tierra de los vivos: también insufla vitalidad a su campaña. Montarse en la ola de su historia para sentirse bien podría apuntalar la debilitada suerte política de Eli, pero la atracción candente entre ellos no puede llevar a ninguna parte; él es su jefe y determinadas reglas deben obedecerse. Pero ya sabes lo que dicen sobre las reglas: están hechas para romperse…

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, de hecho entró en mi lista de las mil mejores novelas, versión de 2019, en el puesto 976. Tuvo el premio RT al mejor romance contemporáneo «Love & Laughter» (amor y risa). Publishers Weekly la eligió entre lo mejor del año 2015. Le han dado cinco estrellas About That Story, Becky, Book Lovers For Life, Dirty Girl, Harlequin Junkie, Symply Love Book Reviews; fue un Guilty Pleasures Purest Delight. Y un Top Pick! para Romantic Times. Sarah MacLean la tiene entre sus novelas recommended (¡qué ojo tiene esta mujer para pillar lo bueno!). Además, cuenta con uno de esos tópicos que tan atractivos me resultan, enemies to lovers.

 

CRÍTICA

Empecé a leer Playing with fire, a principios de noviembre (de 2023). Pronto me di cuenta de que esta novela es de esas que disfrutas más si la lees en su sitio correcto de la serie.

Así que paré la lectura, me leí las tres historias anteriores y entonces volví a esta, empezando otra vez desde el principio.

En esas otras historias anteriores ves cómo se conocen Alexandra y Eli. Saltan chispas desde el minuto uno, de hostilidad y de deseo reprimido.

El alcalde de Chicago, Eli Cooper (36), anda en plena campaña para su reelección. Guapo, soltero, con pelas, un tipo apreciadísimo. Ahora, tan escurridizo como una serpiente. Su único objetivo: la reelección. Controla lo que pasa en el Ayuntamiento, en los servicios públicos, y cómo se lo toma la gente, para estar siempre en el lado correcto de toda polémica.

Los bomberos Dempsey no se lo ponen fácil. Por eso, en historias anteriores, ha sido un poco una figura negativa que los amenaza. Tanto Alexandra Dempsey (26) como su hermano Luke ven cómo sus empleos están en riesgo.

A este tipo no le gustaba Alex, ni su familia, ni el CFD.

(CFD es el cuerpo de bomberos de Chicago).

La tensión entre ellos dos nace de ahí: es una amenaza, y un gilipollas bastante pagado de sí mismo.

Lo suyo fue cierta atracción-odio a primera vista.

Ojo, también hay detalles favorables. Es el mejor amigo de Brady, el novio de Gage, pues estuvieron juntos en el ejército. También de Darcy, novia de Beck, otro Dempsey. Así que al final resulta ambiguo, no malo del todo.

Hay que reconocer que Alexandra, algo impetuosa y bocazas, se busca ella misma los problemas.

De todas las criaturas acogidas por Sean y Mary Dempsey, Alexandra es la única adoptada legalmente. Por eso lleva su apellido. Como el resto, tiene que estar a la altura.

Aunque no compartan apellido ni biología, sus hermanos están a su lado. Wyatt, Beck, Luke y Gage siempre protegen a su hermanita. Todos velan por la memoria de sus héroes fallecidos, Sean y el hermano mayor, Logan.

Me llama la atención lo poco que mencionan a Mary, la madre. Por ejemplo, al final, hay un momento en que Alexandra va al cementerio y visita «las tumbas de Sean y Logan bajo la nieve». ¿Es que Mary no estaba allí enterrada? (respuesta: sí, según vi en una novela posterior) ¿Nunca se acuerdan de ella? No debió ser fácil ser esposa de bombero y criar a seis criaturas, que encima no eran suyas sino le llegaron cuando siendo adolescentes problemáticos y heridos.

A ver, que me voy. A pesar de que Eli está loco por los huesos de Alexandra, no actúa. Mantiene las distancias, mostrando hasta su desprecio y sus dudas de que una mujer pueda ser tan buen bombero como un hombre. O sea, ganando puntos con Alex, evidente…

Cree que siendo alcalde, sería el «jefe» de Alexandra. Por eso, no estaría bien ligar con ella.

Como perro del hortelano, no le gusta que ella tenga sus citas. Una tras otra, por cierto. Lo de Alexandra es tremendo. Busca al hombre de su vida, casi una cita por semana, solo «primeras citas». Una mujer tan fuerte, que no tiene miedo a nada, que dice lo que piensa, por muy buena que esté, al final intimida un poco al varón medio.

Eli está suficientemente seguro de sí mismo como para que Alexandra no le meta miedo. Cuando se da cuenta de que quizá sí que podría salir con ella, aunque sea una empleada del ayuntamiento, está el problema de que ella le tiene tirria, le va a decir que no.

Es lo que tiene ese rollito de «te odio pero no puedo dejar de pensar en ti, maldita sea».

Oh, Dios, esta cosa tan sexy-hate entre ellos era algo muy loco.

Llega un momento en que Eli se ve involucrado en un incendio y ella le salva la vida. Eso le decide a dar el paso. Pero tiene que retorcer las cosas para forzarla a que salga con él, a ver cómo la puede manipular.

La parte enemies está bastante bien llevada. Se sienten atraídos a su pesar, se chinchan, se pican, incluso a veces públicamente. No obstante, consiguen no perderse el respeto, que es el riesgo que tiene este tópico.

Hay momentos divertidos y otros, sexis, pero mucho, very very hot. Eli tiene esa parte dominante y a Alexandra la pone que por una vez alguien tome las riendas.

Cariño, eso es tan dulce. Pero te digo, si te crees que el camino al corazón de un hombre es a través de su estómago, apuntas demasiado alto.

No parece que lo suyo tenga futuro, por cómo es cada uno de ellos. Alexandra no es la mujer ideal para un político. Ojo, que a Eli le gusta tal cual es.

No creo que debas cambiar por nadie, y menos por mí.

Por su parte, alguien tan resbaloso y complicado como Eli no pega en absoluto con una familia de gente tan leal, fuerte y auténtica como los Dempsey.

¿Cuándo sabes que un político está mintiendo? Cuando abre la boca.

Porque Eli guarda unos cuantos secretos. Y no por pienso se le ocurre compartirlo con Alex.

O sea, que no tienen futuro. Pasan una fase de fake relationship que de fake tiene poco. Será «rollo de una noche», o de dos, o de tres… Ya sabemos todos cómo funciona eso en Romancelandia.

Esta novela tan estupenda se me queda entre las cuatro y las cinco estrellas.

Ni me ha dejado resacosa, ni creo que la relea. Además, le veo el fallo ese de que como novela no se valga de todo por sí misma. Los primeros roces entre Eli y Alex se producen antes, fuera de este libro.

Ahora, merece la pena. No me extraña que sea la más valorada de Kate Meader.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de un enemies muy bien llevado

Otras críticas de la novela:

En español no he encontrado nada. Os cuento lo de inglés.

Gretchen, en About That Story, 5 estrellas

Harlequin Junkie, 5 estrellas y Top Pick!. 

Dirty Girl Romance, 5 estrellas

Booklovers for Life, 5 estrellas

The Romance Dish, 4 ½ estrellas. 

Smart Bitches Trashy Books, B-. 

viernes, 24 de noviembre de 2023

Crítica: “Melting point”, de Kate Meader

 

Grumpy / sunshine que empieza coja

 


Melting point

 

Por KATE MEADER Fecha: septiembre de 2015

 

La serie Hot in Chicago gira en torno a una familia formada a partir del momento en que Sean y Mary Dempsey acogieron a una serie de jóvenes problemáticos. 

Se convirtieron en hermanos auténticos, con lazos más fuertes que la sangre, se quieren, se protegen, están siempre ahí el uno para el otro, metiendo, eso sí, la nariz en los asuntos ajenos.

Porque el código Dempsey siempre ha sido uno para todos, y todos en los asuntos de los demás.

Uno de los hermanos pequeños es Gage Simpson (24), rubio de ojazos azules al que significativamente apodan «Baby Thor». Este tipo espectacular, guapísimo, alegre, se dedica a living la vida loca.

Soy alegre porque la alternativa es ver obstáculos en todas partes y esperar que la gente te haga daño. Elijo vivir a todo color, elijo saludar a los tíos buenos, que se jodan los que me odian, decirle a los amantes cómo lo quiero y a la gente cómo será.

Por razones que ni él mismo se explica, tiene un crush tremendo con el callado cocinero Brady Smith (35). Un tipo armario empotrado, con heridas visibles y otras que van por dentro, de su época como marine y una experiencia terrible en Afganistán.

Lo cuyo es cosa de frío-calor constante. Lo cogen, lo dejan, porque Brady no acaba de ver cómo un chico tan espectacular puede querer a alguien tan herido como él.

Tengo la impresión de que la autora pensaba hacer que la historia de Gage y Brady iba a ir contándose, por trozos, en las novelas largas. Luego cambió de opinión y les dedicó este relato corto.

¿Problema? Que su historia empezó en Flirting with fire. Aquí te cuentan los otros dos tercios. Como historia aislada, parece que le falta algo. Es en aquella otra novela en la que te contaron cómo se conocen Gage y Brady, se desean, mantienen las distancias primero y luego se dan una oportunidad, hay una elipsis y se supone que rompen de nuevo... Que es el punto en que empieza esta historia.

Queda entonces algo coja, la verdad.

De cualquier manera, es una gozada leer estas historias, tan bien escritas. Con sus referencias frikis, como cuando Gage le dice a Brad que le quiere y el otro contesta «lo sé» y Gage le dice que no le haga un Han Solo. O lo siguiente, otra referencia cinematográfica…

Along with raindrops on roses and whiskers on kittens, seeing your face when you come, Chef, is one of my favorite things.

Con toque sexi, a veces humor, otras tristezas,... Un poco de todo, como la vida misma. Y la cierras con una sonrisa.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

eBook, 136 páginas

Pocket (agosto/2015)

Parte de una serie: Hot in Chicago #1.5

ISBN: 1501125281

 

Simply Love Books, 5 estrellas y true gem! 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Crítica: “Flirting with fire”, de Kate Meader

 

Unos very friendly enemies, and quite hot

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Flirting with Fire

Subgénero: contemporánea

Publicación: Pocket Books, 24-3-2015

Parte de una serie: Hot in Chicago #1

Páginas: 400

ISBN 9781476785905 

 

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL, pero sí al francés (JOUER AVEC LE FEU) y al ¿croata? VATRA I LED


SINOPSIS (según Fiction DB

La experta gurú de las relaciones públicas, Kinsey Taylor, siempre se ha definido a sí misma por su carrera, no por su sexo. Es decir, hasta que se mudó de San Francisco a Chicago para estar con su prometido, quien pensó que no se estaba tomando lo suficientemente en serio su «trabajo» de apoyarlo en su poderosa carrera, y rápidamente la dejó por una enfermera más comprensiva y «femenina». Ahora, como nueva subsecretaria de prensa del dinámico alcalde de Chicago, está decidida a mantener la vista puesta en el premio: no hay tiempo para sentirse inferior por ser una mujer fuerte y espectacular, y, desde luego, tampoco lo tiene para hombres.

Pero todo eso cambia cuando conoce a Luke Almeida, un bombero tan tremendamente sexi como irascible. Es el segundo hijo de los «Bomberos Dempsey», una familia de hermanos adoptivos que han comprometido a servir a la ciudadanía, siempre que las payasadas de Luke no consigan que lo despidan. Cuando Luke va demasiado lejos y se pelea en un bar con el Departamento de Policía de Chicago, Kinsey entra en la estación de bomberos de Luke y dicta la ley, por orden del alcalde. Pero en el parque de bomberos n.º 6, Luke Almeida es la ley. Y no va a permitir que Kinsey establezca las reglas.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Vaya, está en torno al puesto siete mil de mi base de datos, gracias a la calificación de cinco estrellas de páginas y lectoras a quienes sigo, como Becky o la ya desaparecida Romantic Times, para quien fue un Top Pick! Además, tiene uno de esos tópicos que tan atractivos me resultan, enemies to lovers.

 

CRÍTICA

La segunda historia de la serie «Hot in Chicago», primera novela larga.

El comportamiento airado de Luke Almeida (32) da mala imagen al cuerpo de bomberos. Así que el alcalde presiona para castigo ejemplar o que se redima de algún modo. Tiene en el horizonte su reelección y el Ayuntamiento y sus servidores deben ser ángeles perfectos.

Ahí entra en juego la relaciones públicas Kinsey Taylor (¿28, 30?). Su objetivo: convencerlo para que se implique en proyectos públicos de reconciliación con los policías de Chicago.

Algo que Luke está lejos de querer hacer. Tiene sus motivos para dejar hecho un Cristo a cierto policía… Serán buenos o malos, pero son sus motivos. No quiere convertirse en un pelele en manos de esta mujer, ni menos bailar al son del político de turno que tiene cierta tirria a los Dempsey.

El choque de voluntades e intenciones es evidente, lo mismo que la atracción que sienten el uno por el otro.

Claro que ambos vienen con heridas de relaciones relativamente recientes. A Kinsey la acaba de dejar su novio de diez años. La acusaba de dedicar mucho al trabajo y poco a él. Resulta que encima él corta justo después de que ella lo dejara todo en California para ir a Chicago y estar con él.

La competitividad no es terriblemente femenina, Kinsey.

No, cielo, pero desde luego que es mucho mejor que perder.

Por su parte, a Luke le dura aún la infidelidad sufrida a manos de su mujer y su mejor amigo (todos ex a estas alturas).

Así que más o menos lo suyo será el «ligue de rebote» que les permita volver a subirse al caballo...

La fase enemies, digámoslo ya, les dura bastante poco. Estos dos en seguida se entran por el ojo y se gustan y caen bien, y se ponen la mano encima. El conflicto viene más bien por otro lado.

Sus circunstancias son peculiares. Dado que Kinsey está trabajando en estos proyectos de relaciones públicas con Luke, no pueden enrollarse. Tendrían que esperar a después de que su relación profesional termine.

Pero, al mismo tiempo, debe ser antes de que ella se vuelva a California, ahora que nada la une a Chicago.

Luke nunca podría dejar la ciudad. Ahí es donde encontró una casa de acogida, la de Sean y Mary Dempsey. Y una familia, otros cinco acogidos que se convirtieron en sus hermanos. Él, de ascendencia cubana, pasó a considerarse cubano-irlandés.

Su hermano Logan Keyes, falleció con el padre, Sean, en un incendio. A él le toca, junto con su hermano Wyatt, proteger a los peques, a Beck, sí, pero sobre todo a Gage y a Alex. Estos dos bulliciosos veinteañeros, también bomberos, a veces son demasiado para sus hermanos mayores.

A pesar de que los jóvenes Dempsey acogen a Kinsey, esto no le hace sentir que Chicago es su futuro. Demasiado frío. Hasta el punto de que lo llaman Chiberia. Al menos, desde 2019, cuando hubo tremendas oleadas de frío ártico.

Nunca convencerás a esta nativa de California que sufrir a través del frígido invierno chiberiano merece la pena.

Genial, cuánto me gusta cómo escribe Kate Meader. Ya solo la con la narración en tercera persona me tiene ganada. ¡Cómo se nota que esto es de 2015!

Sabe cuándo ser emocional y cuándo sexi, por momentos divertida y otras sentimental. Mezcla bien momentos graciosos con otros serios, lo efusivo o lo ridículo.

 Sus protagonistas no son perfectos. A veces actúan sin pensar. Por eso se meten en líos. Deben asumir su responsabilidad y salir adelante sin dañar sus carreras, o dejar tirada a la familia.

Hay una cosa que se me cruzó un tanto. La novela arranca con el hecho de que Luke ha perdido el control y se ha peleado en un bar con un policía. Es obvio que los servidores públicos no pueden andar por ahí dando mamporros. Pero claro, luego te ponen una escena en la que la que agrede físicamente es ella, Kinsey, y para mí eso es un gran NO NO.

Entiendo la situación, pero ejercer violencia, dejándonos llevar por la ira y la humillación, sigue siendo violencia. Jamás admitiríamos que una heroína sufriera eso a manos de su ex. Entonces, ¿por qué parece admitirse cuando el sexo de los implicados en el incidente es a la inversa?

Lo he dicho y lo repito, porque parece que la gente no se acaba de enterar: una mujer golpeando a su pareja o expareja, aunque sea un empujón, un puñetazo o un golpe, es delito, delito que cuenta como violencia doméstica.

Quizá se me hizo un poco larga porque, a mi modo de ver, metió demasiado de dos romances posteriores, el de Gage y Brady y el de Eli (el impresentable, que aquí hace más de una cosa mala, siempre poniendo en peligro el trabajo de los Dempsey) y Alex.

No es que te ponga alguna escena suelta que insinúe y te pique, no. Es que cosas importantes en sus historias de amor pasan aquí.

Es un poco como la historia de Alyssa y Sam, salvando las distancias. Suzanne Brockmann la troceó en todas las novelas precedentes, con lo que

a) robaban escenas cuando eran secundarios;

b) «su» libro no es del todo standalone, pierde mucha intensidad emocional si no los has visto llegar a ese punto.

Ahora que lo pienso, pasaba lo mismo con Justine y Adrian (Spymasters de Joanna Bourne), otra de mis parejas favoritas de romance ever. Aparte de robar escenas, su historia la tienes que reconstruir no solo con su libro, sino a partir de escenas sueltas de novelas precedentes.

Por eso la serie mejor leerla en orden.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de las historias contemporáneas y sexis en tercera persona.

 

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español. En inglés he encontrado críticas muy positivas.

Booklovers for Life, 5 estrellas

Caffeinated Book Reviewer, 5… tacitas de café. 

About That Story, 4.5 estrellas

EBookObsessed le pone 3 ½ estrellas y reconoce que le interesaron más las historias de sus hermanos que la de Luke. 

Crítica y entrevista con la autora en The Reading Café

En Read Your Writes, una entrevista con Kate Meader cuando publicó esta novela. Cuenta cosas interesantes.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Crítica: “Rekindle the flame”, de Kate Meader

 

Una segunda oportunidad calentita, calentita

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Rekindle the Flame

Subgénero: contemporánea

1.ª publicación en la antología Baby, it’s cold outside, 11/2014

Publicación independiente: Pocket Star, 30-11-2015

Parte de una serie: Hot in Chicago #0.5

Páginas: 129

ISBN 9781501123122

 

SINOPSIS (según Fiction DB

¿Qué puede ser más ardiente que un bombero? Kate Meader demuestra cuán encendido puede ser cuando Beck Rivera y la heredera convertida en artista tatuadora Darcy Cochrane descubren que nada enciende las llamas navideñas que reavivar un amor perdido…

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Pues la tengo bastante bien colocada en mi base de datos, en torno al puesto tres mil. Le han dado calificación de cinco estrellas varias páginas y lectoras a quienes sigo (About That Story, Becky y Harlequin Junkie); además, tiene uno de esos tópicos que tan atractivos me resultan, second chance.

 

CRÍTICA

Empecé a leer Playing with fire, que es la novela más apreciada de Kate Meader. Y al poco me di cuenta de que esta novela es de esas que disfrutas más si la lees en su sitio correcto de la serie.

A veces da un poco lo mismo por dónde cojas una serie.

Pero otras, mejor leer en orden, que lo valoras más. Me pasó con Diabólica, de Jo Beverley, y, de manera muy llamativa, con Llámame irresistible, de Susan Elizabeth Phillips, que independiente fue 3-4 estrellas pero al leerla después, a continuación de las otras, me resultó excelente, ¡cinco estrellas!

Aprovechando que «Hot in Chicago» se encuentra en Kindle Unlimited, decidí leerla por orden.

La primera historia es este relato corto que Kate Meader publicó dentro de una antología navideña en el otoño de 2014. Al año siguiente la sacó por independiente.

Darcy Cochrane (25) y Beck Javier Rivera (26) tuvieron un rollo hace siete años. Beck era el chico «malote», mazáo y boxeador, irresistible para una nena de buena familia como Darcy.

Él cortó con ella because reasons. Darcy se largó de Chicago y ha vivido acá y allá. Rara vez vuelve a Illinois. Esta vez tiene que hacerlo por su abuela. Una amiga la lleva a un bar irlandés, que coincide que es el de la familia de Beck.

De esta azarosa manera se reencuentran. Es cosa de echarse el ojo encima y… Siete años no es nada. A los diez minutos, ya le están dando al tema. Todo muy apasionado.

Darcy pretende que no le guarda rencor, que es un rollo sexual, curiosidad por ver cómo ha madurado el otro. Pero anda que no siente aún cierto resquemor

A Beck le costará un poco (bastante) convencerla de que se den una segunda oportunidad.

Darcy es alma viajera que se ha recorrido el mundo. Trabaja de tatuadora hoy aquí y mañana allí. No soporta estar en Chicago, donde vive el tóxico de su padre (creo que es el villano de la serie, por lo poco que leí de Playing with fire).

En cambio, Beck está profundamente arraigado en la Windy City. Es bombero en la misma estación que sus hermanos, y no concibe la vida en otro lugar.

La serie gira en torno a los Dempsey, familia bomberil. Son «hermanos» de acogida, ya que no de sangre. Sean y Mary Dempsey acogieron en su casa a varios muchachos y una chica.  

Aquí te los presentan con alguna pincelada, sabiendo que cada uno tendrá su novela. Unos aparecen como secundarios, a otros simplemente se los menciona. Atómica es la abuela de Darcy, mujer sin filtro; a su edad ya no le cuesta nada (pero nada de nada) decir lo que piensa.

A Beck lo acogieron los Dempsey a los trece años, como adolescente problemático y resentido, que había tenido una existencia difícil. Parece que no tiene nada que ver con ellos pero… Años después, ya ves, son una auténtica familia, al margen de la biológica.

Todos ellos, con independencia de su origen cultural, acaban adoptando el lore y la subcultura irlandesa de sus acogedores, mucho color verde, letras célticas y tréboles. Vamos, que Beck será boricua, pero también más irlandesón que la Guiness.

Eso sí, le pone como que alguna cosa sí que habla en español. A Darcy la llama princesa, por ejemplo. En general, suena bien, salvo alguna expresión amorosa como «sé mía»; no sé, a mí no me suena igual que be mine.

Novela amena, con sus toques de humor y de sensualidad, ¡y narrada en tercera persona...! En esto, y el tiempo verbal pretérito, se nota que tiene casi diez años. Qué maravilla, qué gusto, qué descanso…

El humor lo pone, por ejemplo, el pique que tienen con otros servicios de urgencias, como la policía.

Sí, porque los policías y los bomberos tienen mucho en común… Ambos quieren ser bomberos.

Como se suele decir, Dios creó a los bomberos para que los policías pudieran tener héroes, también.

Pero luego hay réplicas ingeniosas, sin más:

-       Con ese conjunto, ¿intentas pillar un resfriado o a un hombre?

-       Oh, a un hombre. Definitivamente, un hombre.

Eran historia antigua y desenterrar los porqués y los qués sería tan útil como la colección de camisas de Matthew McConaughey.

 

Bajó un poquito el aprecio un par de cosas. Una, algo que suele fallar en las historias de segundas oportunidades. Bien el principio y el final, pero no convence lo de en medio.

Es lógico que rompieran en el pasado, no fue una tontería, eran jóvenes y tiene su lógica.

Aquello se superó con la edad, y su final feliz es creíble, sí.

Ahora, lo que para mí no se justifica suficiente es por qué no se han buscado en siete años, y que el reencuentro sea un tanto azaroso.

Dos, también me lo chafó algo, la parte final, por una cosa que no me suele gustar: una de esas declaraciones públicas de vergüenza ajena.

Me imagino que a mucha gente sí les gusta, que por eso lo ponen los autores.

Quizá es que en EE. UU. no se lleva esto de la vergüenza ajena. Hay quien dice que es un sentimiento cultural hispano, por ello hay quien la llama Spanish shame

En este artículo queda claro que no es una emoción exclusiva de España. Sólo que aquí lo sentimos más intensamente porque tener más lazos de empatía con los que nos rodean.

Lo que pasa es que las fuentes que encuentro sobre “Spanish shame” son españolas. En los textos en inglés se usa la expresión vicarious embarrassment, o del equivalente alemán, fremdscham.

Quizá los anglos tienen menos empatía hacia los extraños que los hispanos y de ahí que a ellos esas declaraciones públicas de amor no les incomoden.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de las historias navideñas con toque sexi.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español. Para ser un relato corto, la verdad es que he encontrado unas cuantas críticas. En todas ellas, se ve que esta historia gusta y convence.

Gretchen, en About That Story, 5 estrellas

Harlequin Junkie, 5 estrellas

Keeper Bookshelf, 5 estrellas

Becky on Books… and Quilts comenta toda la antología.  Y a esta le da 4 ½ estrellas.

Dirty Girl Romance, 4 estrellas

Dog-Eared Daydream, 4 estrellas