viernes, 12 de diciembre de 2025

Crítica: “El regalo de un nuevo amanecer”, de Eva Ibbotson

 

Para quien busque algo especial, con sabor de época

 


 

 

DATOS GENERALES

 

Título original: The Morning Gift

Subgénero: histórica

Fecha de publicación original en inglés: 1993

Editorial: St. Martin's

Páginas: 416

ISBN13: 9780312093389

 

En España

Título: El regalo de un nuevo amanecer

ISBN 13: 978-84-397-0396-9

Traductora: José-Manuel Pomares Olivares

1.ª ed.: 2000, Random House

Páginas: 456

Encuadernación: rúst.

Colección: Mitos bolsillo

 

SINOPSIS (tomada de la contraportada)

Impulsiva, apasionada e inteligente, Ruth Berger ha vivido sin preocupaciones en su adorada Viena natal hasta la anexión de Austria por parte de Hitler. Toda su familia, de origen judío, se ha visto obligada a huir a Inglaterra y solo ella ha quedado atrapada en una ciudad donde la sombra del terror empieza a alargarse. En su ayuda acude Quin Somerville, un brillante paleontólogo inglés, discípulo y amigo de su padre. Su propuesta no deja de ser un tanto insólita: sui se casan podrá obtener para ella la ciudadanía británica y sacarla de Austria. Es un mero formulismo, un papel sin mayores consecuencias… y Ruth acepta.

Una bella historia de amor y un retrato fiel, encantador y divertido de la vida de los judíos emigrados en la Inglaterra de antes de la guerra.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No entró en las mil mejores, perso sí que entra fácilmente entre las cuatro mil mejores. NPR la incluyó en el Top 100 que elaboro en 2015 con las mejores mil novelas/series de romántica. También es de las más valoradas en Buzzle. Becky (a quien sigo en Good Reads) le dio cinco estrellas. Tiene ese interesante elemento intercultural, con un matrimonio entre un aristócrata inglés y una mujer judía austríaca.

 

CRÍTICA

Menos mal que me puse a leer esta novela en verano, cuando aún me quedaban días de vacaciones. Me enganchó tanto que, después de un par de días distraída con otras cosas, me puse a ello y la acabé de una sola sentada, porque tenía que llegar al final.

Quizá no sea exactamente novela romántica histórica. Podría encajar mejor en la sentimental. Sin embargo, esa denominación (sentimental, women's fiction) siempre me parece algo tristona. Aquí, aunque hay cosas que pasan que son malas (al fin y al cabo, la protagonista y su familia son refugiados en el Londres de los años treinta), mantiene un cierto encanto muy vienés, que hace que parezca todo más ligero, más llevadero, con cierto optimismo. Hasta el punto de que veo que estas novelas de Ibbotson las recomiendan para 12-17 años.

Hay una historia de amor que acaba bien, sí, la de Ruth Berger (20) y Quinton Alexander St. John Sommerville (31) («Quin» para los amigos), pero también te describen toda una forma de vida, la de estas personas, y otras de su entorno.

Viena, capital de un imperio de valses y operetas, se vio reducida a encabezar un país muy disminuido tras la Primera Guerra Mundial. Supo reinventarse. Logró ser intelectualmente muy relevante, tanto en las artes como en las ciencias.

Surgieron entonces nuevos mitos para los visitantes, que podían ver al profesor Freud, en sus buenos tiempos, tomando cerveza en la terraza del café  Landtmann. Arnold Schönberg, el creador de la música atonal, daba conciertos que quizá no fueran comprensibles pero sí eran evidentemente importantes, y aunque nadie sabía con exactitud qué era el positivismo lógico, todo el mundo comprendía que quienes lo inventaban daban renombre a la ciudad.

Los Berger forman parte de esa intelligentsia, esa élite del saber. Se pueden permitir los veranos en las montañas, escuchando a sus vecinos, el prestigioso cuarteto de cuerda Ziller, y recibiendo allí a conocidos de todo el mundo, incluido Quin, joven estudioso inglés con quien el padre traba amistad.

Quin conocerá a Ruth siendo una jovencita que lee, a la orilla del lago, «con una colección de libros algo sorprendente».

Allí estaba Patología sexual, de Krafft-Ebing, Mujercitas y una novela de vaqueros con una llamativa portada, titulada El último puesto de Jake.

Pero era el libro de Krafft-Ebing el que hojeaba con el ceño fruncido.

–¡Dios santo! –exclamó él–. ¿Te permiten leer esto?

–Me permiten leerlo todo –asintió ella–. A cambio, también tengo que comérmelo todo, incluida la sémola.

Toda esa vida de refinamiento vienés, intelectual y sensual, se desmorona con el Anschluss. Los padres emigran primero. Por errores que se cometen en la juventud, Ruth no puede pasar la frontera. Quin acude a Viena por temas profesionales, busca a los Berger y la encuentra solo a ella, en situación precaria.

A Ruth se le ocurren ideas un tanto alocadas sobre cómo salir del país. Al final, Quinton decide casarse con ella para poder llevarla a Inglaterra.

Sí, la historia de amor es un matrimonio de conveniencia.

Ruth se reunirá con sus padres, seguirá estudiando Paleontología y esperará a que llegue el chico del que se cree enamorada, el pianista Heini. Ruth sueña una vida juntos, al servicio del arte de él.

El matrimonio entre Quin y Ruth permanecerá secreto, hasta que pueda anularse. Las cosas se complican porque Ruth acaba siendo alumna de la universidad en la que enseña Quinton.

Cuando Quin empiece a sentir atracción por su esposa Ruth, se resistirá con uñas y dientes. Hace años que rehuyó todo intento de quedar atrapado en un matrimonio. Sabe que es una pieza codiciada por muchas, y tiene todo un arsenal de armas defensivas frente a avances indeseados. Los usará también para intentar no enamorarse de Ruth, una chica maja, buena, encantadora, algo impulsiva.

Lo de la Psicopatología sexual que aparece al principio es una curiosa pistola de Chéjov más tarde. Porque la idea que se forma Ruth del sexo quizá no sea la más adecuada.

 Luego, cuando parece que todo se resuelve, encontramos también un tonto malentendido que los aleja un tiempo. A esto se refiere el título en inglés, The morning gift, o «regalo de la mañana siguiente», o sea, del día después a consumar sexualmente la relación. Eso se pierde en la traducción.

Ya, tirando hacia el final, estallará la guerra, lo que les complica aún más la existencia.

Sí hay sexo, porque eran gentes de carne y hueso, pero no es explícito ni descriptivo.

Me ha encantado, sencillamente, quizá porque trata temas históricos que me interesan, o quizá por esa forma tan amable de hablar de cosas que en el fondo eran terribles (desgarros y ausencias, el exilio con su desarraigo, el antisemitismo, la xenofobia, el clasismo británico). Usan el humor para mantener a raya la desesperación.

También, porque te recrea toda una época con alusiones al arte (literatura y música, principalmente), la historia, la ciencia (en este caso, la Paleontología) que deja caer con naturalidad, sin infodump, y esas cosas siempre me gustan, que no tomen al lector por un ignorante. Por eso tengo mis dudas de que realmente aprovechen al público juvenil a quien ahora se dirigen estas novelas de Ibbotson.

Es la novela, al parecer, más personal de la autora. 

Ella misma, nacida en Viena en 1925, fue una refugiada austriaca en el Reino Unido. Igualmente, su padre era científico; su madre, escritora. Vivió en esas mismas calles que se mencionan en la novela, en ese entorno de gentes expatriadas, que perdieron su país, su posición social, hasta su contribución a la cultura, por expresarse en una lengua diferente a la del país de acogida. Así que te cuenta muy verosímilmente cómo se vivía allí, a qué olía, qué veías en sus calles, qué casas, y cafés, y plazas, podías ver. Y esa sociedad británica, vista con los ojos de un extranjero, aunque pertenezcan a la misma civilización occidental.

Hay momentos muy conmovedores, como la zozobra de la madre, que espera a su hija, angustiada, y va haciendo cábalas y regateos con su dios para que le traiga a su niña de vuelta; cómo se esfuerzan, a pesar de que ellos son seculares y poco practicantes, por intentar hacer las cosas de manera respetuosa con su religión.  

Y es que, según leo en la Wikipedia, en un prefacio a una novela de la madre, consta que ellos pertenecían «a ese grupo desplazado de judíos que fueron creados por Hitler - intelectuales asimilados, no religiosos, la espina dorsal de la vida cultural austriaca y alemana, muchos de los cuales jamás habían puesto un pie en la sinagoga». O sea, gente que no era religiosa, ciudadanos como cualquier otro que, de repente, por la religión de sus antepasados, eran expulsados de su nación.

También es doloroso cuando, de pasada, te cuentan el destino de algunos secundarios, que tuvieron una vida rica y plena y la perdieron y sólo les queda, por ejemplo, su música, como al cuarteto Ziller. Algunos, ni eso.

Trasluce, al mismo tiempo, respeto y agradecimiento de estos refugiados por la sociedad de británica que los acogió, a la que se intentan adaptar y contribuir. De bien nacidos es ser agradecidos.

Seguiré leyendo las novelas de Ibbotson, me encanta. ¡Qué pena que escribiera tan poco de este estilo! Y ello a pesar de que este, por ejemplo, fue un éxito de ventas en 1993. Este año 1925, celebrando el centenario del nacimiento de la autora, ha publicado otra edición de esta novela.

Valoración personal: excelente, 5

Se la recomendaría a: quienes gusten historias románticas con enjundia. 

Otras críticas de la novela:

Portada del paperback, 2007

 

Como es un clásico, tiene página en la Wikipedia. No aconsejo leer la sinopsis, porque destripan bastante la historia. 

Mipeti, en El rincón romántico, le pone un 9 sobre 10, diciendo que no se atreve a poner un 10 por si se pasa, pero que la recomienda. 

Pero en español no he encontrado más, así que paso a las opiniones en inglés.

Advierto que suelen comentarlo en páginas que no son las habituales de novela romántica. 

Live Journal, 4.5 sobre 5.

Eustea Reads entiende que tiene la mezcla perfecta de grandes personajes y un buen argumento.

Para Earth and Sky, es su favorita de Ibbotson.

A She Reads Novels le gustó, aunque no sea la que más le gusta de la autora. 

The orangutan librarian critica ciertos aspectos de la representación del judaísmo en esta novela.

lunes, 8 de diciembre de 2025

Para quienes no leen romántica: ¿Qué es eso de HEATED RIVALRY (Más que rivales)?

 

 

— ¿Qué hay de malo en el armario? Es un sitio maravilloso lleno hasta los topes de deportistas profesionales. 

            (Todd a Scott Hunter en Game Changer)



 

Los que seguís este blog lo sabéis: Heated rivalry es un male/male romance de bastante éxito ambientado en la NHL.

Pero resulta que ahora ha venido un montón de gente a leer mis artículos sobre estas novelas de los Game Changers. Hasta hace dos días, como quien dice, debía ser de los pocos sitios que hablaban de ellas en español.

Será por la serie de televisión que acaban de estrenar sobre Ilya & Shane. A España creo que viene el año que viene.

Así que me he decidido a escribir este post para los que no leen romántica, que serán muchos de los que curiosean.

Voy pasito a pasito para que se vea cómo hemos llegado aquí. 

Paso 1: la novela romántica (romance novel)

Tenemos, primero, la novela romántica. Es un subgénero de ficción comercial que gira alrededor de una historia amorosa con final feliz. Puede pertenecer a cualquier otro género: suspense, histórica, fantasía o ciencia ficción, lo importante es que incluya una historia de amor con final feliz (=los enamorados juntos y vivos, el que él muera salvándola pero la deje embarazada no cualifica como HEA).

Paso 2: el romance gay (male/male romance)

De un tiempo a esta parte, digamos la última década, un tipo de novela muy apreciado es el male/male romance o romance gay. Como el manga yaoi, los protagonistas serán dos chicos, pero mayoritariamente son historias escritas (y leídas) por mujeres. En mi opinión, tienen el atractivo de unos protagonistas estupendos de los que enamorarte platónicamente; también le encuentro cierta frescura, frente al campo de minas en que se ha convertido el romance heterosexual. Suelo decir, aunque esto suena más viejuno que un anuncio de Soberano, que es de los pocos sitios en Romancelandia en los que los tíos siguen hablando y  comportándose como tíos, y no como la bestie del MFC.

Algunos han tenido tanto éxito que hasta se han traducido al español, como Se busca novio (Boyfriend material, 2020) de Alexis Hall o Rojo, blanco y sangre azul (Red, white & royal blue, 2019 ) de Casey McQuiston

Paso 3: el romance deportivo (sport romance)

Es un tipo de novela romántica frecuente: los sport romances, el romance deportivo. Generalmente con series dedicadas a un determinado equipo de fútbol americano, béisbol, rugby o hockey sobre hielo. Vamos, yo he visto alguna hasta de ese deporte tan peculiar que es el fútbol australiano. Pensemos en un clásico ambientado en la NFL, los Chicago Stars de Susan Elizabeth Phillips. Llevan treinta años con nosotras. Empezó en 1994 con Tenías que ser tú (It had to be you), y la undécima entrega nos viene en febrero próximo, And the crowd went wild.

Paso 4: el hockey como el deporte más romántico

El deporte romántico por excelencia (al menos en el último lustro) es el hockey sobre hielo. Aquí menciono otra serie clásica, la de los Chinooks de Seattle, de Rachel Gibson, aquella que empezó con Simplemente irresistible (Simply irresistible) en 1998, pero cuya obra más destacada es Jane juega y gana (See Jane score, 2003). Ahí es donde empecé yo a oír hablar de la copa Stanley.

El hockey sobre hielo es un deporte tremendamente atractivo, muy popular en Norteamérica, Rusia, Escandinavia y algún que otro país centroeuropeo. Desde hace años, en España se puede ver gracias a las televisiones privadas, con los estupendos comentarios de «Josean» Redondo y «Moi» Molina.

Así llegamos a... 

Resultado de 1 + 2 + 3 + 4 = romance gay en la NHL 

Concentrando el foco aún más, nos encontramos con que, dentro del romance deportivo de hockey proliferan desde hace unos años los romances gais ambientados en la NHL. Podría decirse que, si en la realidad existieran tantos jugadores de hockey gais, podrían hacer una NHL para ellos solos. De este sector concreto de Romancelandia creo que se ha traducido al menos una novela gráfica, Check! Please, de Ngozi Ukazu, lanzado como webcomic en 2013. En español creo que se tituló «Amor en la pista de hockey». ¡Ah, y se me olvidaba, Siempre él (Him, 2015) de Sarina Bowen y Ellen Kennedy.

Y ahora sí, hablemos de los Game Changers 

Pues bien, una de esas series, de las más exitosas, son los Game Changers, de la canadiense Rachel Reid. Vive en Nueva Escocia.

A diferencia de muchos romances deportivos, tiene de bueno que se nota que Reid es aficionada, y lo pilla bien, con el vocabulario adecuado, cómo es la competición, los diferentes jugadores, las líneas, los traspasos relámpago, el tope salarial, la copa Stanley, las conferencias y la historia del deporte. 

A mi modo de ver, Reid sabe hilar muy bien la parte erótico-romántica con la deportiva. Bueno, pues éstos son los Game changers:


 

Son seis novelas sobre jugadores gais que tienen su final feliz

Os dejo arriba las portadas originales, que van a mi modo de ver mejor con el tono erótico de la historia que las colorinchis que han sacado después. Las nuevas no me gustan nada, me parece que no transmiten lo que de verdad te vas a encontrar en estas novelas. Los antiguos van a ser artículo para coleccionista, porque esas portadas ya no volverán.

Abajo os pongo ejemplo de las nuevas, de esas colorinchis... Me pregunto si este tipo de portada gráfica no será una especie de código, como las antiguas clinch covers, en plan «sí, ya sé que no tiene nada que ver con el tono de la historia, pero es para que reconozcas que esto es una novela romántica». 


 

Algunos de los protagonistas de estas novelas son estrellas, y están muy en el armario; otros no lo están, porque son más del montón y no le importan a nadie.

Son novelas románticas, porque hay enamoramiento y final feliz. Pero también tienen un alto contenido erótico con mucho sexo explícito; los que piensen que la romántica es «porno para mamás», me temo que verán reforzada esta idea.

Si la serie de televisión sigue aunque sea la décima parte de lo que hay en el libro, desde luego que será para mayores de 18 años.

Aunque cada novela se dedica a una pareja, dos de ellas tienen como protagonistas a Ilya & Shane. Ilya Rozánov, un ruso en la NHL, el malo de la película, de esos odiados por todas las aficiones y que disfruta enmudeciendo al público con su talento; y Shane Hollander, un canadiense que es el bueno, el héroe, el perfecto yerno, como se suele decir.

En el hielo, especialmente en los face-off, se dicen de todo menos bonito. Lo suyo es una rivalidad pública bastante enconada, desde rookies (estuvieron en el mismo draft).  

En la intimidad, tienen un rollo sexual a lo largo de los años. En algún momento caen en la cuenta de que lo suyo debe ser amor, pero siendo como son dos estrellas, no pueden salir del armario, evidente.

En los libros que ellos no protagonizan, salen como secundarios. Brilla especialmente Ilya Rozánov robando escenas. Es descarado y bicho, pero está ahí para ayudar a los compañeros en los malos momentos. Lo hace siendo él mismo, con toda su chulería, de manera que igual no te das cuenta de lo que realmente hace, hasta una relectura. Resulta el personaje más interesante de la serie. Le preocupa la posibilidad de volver a Rusia si perdiera el trabajo, una Rusia clavadita a la de Putin. Su madre se suicidó, su padre y hermano son algo brutales. Sufrirá problemas de salud mental, y la situación con Shane no contribuye a mejorarla.

A continuación, os menciono las seis novelas largas de la serie, con enlace a mi crítica, y la puntuación que di a cada una. Ya adelanto que mis favoritas son las dos de Ilya & Shane:


 

#1 Game Changer (10/2018) Scott & Kip ⭐⭐

#2 Heated Rivalry (3/2019) la primera de Ilya & Shane ⭐⭐⭐⭐⭐              

#3 Tough Guy (1/2020) Ryan & Fabian, muy tierna, algo triste, sobre el coste emocional de ser un enforcer ⭐⭐⭐⭐              

#4 Common Goal (9/2020)   Eric & Kyle 

#5 Role Model (8/2021) Troy & Harris ⭐⭐⭐⭐

#6 The Long Game (4/2022) la segunda de Ilya & Shane ⭐⭐⭐⭐⭐              

La 1.ª y la 4.ª, para mí, son más prescindibles, y lo mejor que tienen son los cameos de Ilya.

Además, tenemos los relatos cortos, escenas eliminadas, etc. de esta serie, muchos puestos por la autora gratuitamente a disposición de sus lectores. Yo recomiendo, por si quieres conocer un poco el estilo y a los personajes, un cuento bastante divertido, «My Dinner with Hayden: A Heated Rivalry Short Story»

La novela romántica es un género efímero por excelencia. Como toda la ficción comercial, se asume que son novelas de usar y tirar. 

Pero, algunas veces, hay autoras en estado de gracia que consiguen traspasar la barrera de lo coyuntural y crear historias y personajes que tienes la impresión de que han de existir, de verdad, en algún sitio. Transmiten algo auténtico, algo que va más allá del mero entretenimiento. Eso es lo que logró Rachel Reid con Ilya Rozanov, un personaje complejo, que por eso se ganó un puesto en mi Olimpo romántico.

Espero que, si la serie tiene éxito, alguien se anime a traducir estos libros al español. De momento, creo que solo pasaron al francés las dos primeras y, al checo, la segunda, Heated rivalry.

 

11/12/2025. Actualizo para poner enlace al comentario que han hecho en All About Romance sobre la serie de televisión y dicen que sí que sigue bastante fiel a los libros y que está bien hecha, dice: 

– wow. THAT is how you adapt a romance novel for the screen. The two lead actors have some of the most amazing on (and off) screen chemistry I’ve ever seen

viernes, 5 de diciembre de 2025

Crítica: “Nadie supo nada”, de Georgette Heyer

 

Deliciosa comedia de costumbres


 

 

DATOS GENERALES

 

Título original: The Talisman Ring

Subgénero: histórica/1793

Fecha de publicación original en inglés: 1936

Editorial: Bantam

Páginas: 303

ISBN13: 9780553043631


En España (según Good Reads)

Título: Nadie supo nada

Traductor: Julio Gálvez

1.ª ed.: 1948, La Nave

Páginas: 376

Encuadernación: tapa dura

 

 

SINOPSIS (tomada de Goodreads

Cuando Tristam y Eustacie iban a casarse de mala gana, surgió Ludovic y las cosas viraron en redondo...

¿Quién era Ludovic? Un hombre de suerte, simpático, audaz, increíblemente atractivo, a quien sólo se negaba el favor de la justicia. ¿Pero injustamente? Nada más Ludovic lo sabe: Había un crimen en el aire que un solamente un anillo perdido podía esclarecer.

Perseguido, acosado por todas partes, Ludovic burla las trampas usando su propio ingenio… o el ingenio de las damas. No se olvidarán fácilmente los complicadísimos y muy graciosos ardides de las mujeres para librarle de la policía en cierta posada. Ludovic corre decenas de riesgos, es herido, sube, baja, se escurre con suerte y habilidad portentosas mientras personajes tan sugestivos como el le acompañan en sus apuros.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí. Entró en mi lista de mil mejores novelas románticas, en el puesto 643, aunque ya no pasa el corte y la tengo en torno al puesto dos mil de mi base de datos. Cuando The Romance Reader escogió los cien mejores romances del siglo XX, esta apareció en el puesto 81. Paperbackswap la tenía la n.º 85 en su ránking de romántica. En el Top 1000 de Book Binge está la 818. Ha tenido crítica de cinco estrellas por parte de Becky y de Jacob, mientras que en Dear Author le pusieron una A.

 

CRÍTICA

Aún conservo el ticket de compra de este libro: veo que lo adquirí en el aeropuerto de Stansted el 1.º de septiembre de 2013, meses antes de empezar con este blog. Aprovechando una relectura en septiembre de 2025, me decidí a hablar de ella, tomando como base la crítica que hice (y me publicaron) en El rincón de la novela romántica.

Con esta novela descubrí a Heyer, seguí con otras incluidas en el desafío AAR 2013. Se ha convertido en una de mis autoras de romántica favoritas.

Pensé que The Talisman Ring no estaba traducida, pero trasteando por Goodreads veo que sí, en los años cuarenta. No sé cómo estará la traducción, si es que alguien puede encontrarla.

A pesar de que en la sinopsis se centran en Ludovic, lo cierto es que —para mí— el protagonista no es él, sino su pariente Sir Tristram.

Sylvester, Lord Lavenham, se está muriendo. Lo visita su sobrino nieto Sir Tristram Shield (31). El heredero de Lord Lavenham es su nieto Ludovic, huido de la justicia. Alguien tiene que hacerse cargo de Eustacie, nieta de Lord Lavenham emigrada francesa de dieciocho años. Sir Tristram no se tiene ilusiones románticas, después de un desgraciado amor juvenil. Pero Eustacie será una esposa tan buena como cualquier otra. Al fin y al cabo, tarde o temprano tendría que casarse para tener herederos.

Eustacie, que había sido rescatada de la turbulenta Revolución Francesa, descubre desencantada que también en Inglaterra, como en Francia, se arreglan los matrimonios. Claro que, al principio, ni se le pasa por la cabeza ignorar el deseo de su abuelo.

Parece casi triste por haber dejado atrás la Revolución Francesa y vivir en el tranquilo Sussex. La habrían llevado en un carromato a la guillotina, componiendo una trágica figura vestida de blanco, que es como se debe ir si eres tan joven. Y no de amarillo, como decía su prima Henriette, que realmente no se daba cuenta de que ese color no le sentaba tan bien como ella creía, ¿no es verdad?

Sir Tristram no tiene una célula de romanticismo en su cuerpo. Cree que no importa mucho cómo vistas si vas camino del cadalso. Es un signo inequívoco de que no entiende nada.

La joven fantasea con lo que ocurrirá si se casa. Su vida correrá peligro, y el frío Tristram cabalgaría, ventre à terre, para confesarle su infinito amor justo antes de morir.

Cabalgar ventre à terre es algo que no entra en los planes de Sir Tristram quien, por lo demás, ve a Eustacie en perfecto estado de salud. Así que no sabe a qué vienen tan mórbidos pensamientos.

Llegados a este punto, puede que pienses que Sir Tristram y Eustacie son la pareja protagonista de esta historia, pero eso es no conocer a Eustacie.

No entra en sus planes casarse con Tristram. Así que decide ir a Londres y trabajar de institutriz. Que, como todo el mundo sabe es la más romántica de las profesiones.

Huye en mitad de la noche. Cruza el bosque, recordando las leyendas del Jinete sin Cabeza. Pero con quien se topa es con un grupo de contrabandistas. Eustacie queda encantada porque ¡por fin! vivirá una aventura…

… En la que conoce a su fugitivo primo Ludovic, mucho más de su gusto que el sobrio Tristram. Como el propio Ludovic reconoce, jamás hará nada a derechas. «Justo lo que siempre he querido», replica Eustacie.

Pero un joven impetuoso y una muchacha tan atolondrada son un peligro para ellos mismos.

La mayor parte de la novela transcurre en una posada, donde concurrirán todos los personajes. Allí conoceremos a miss Sarah Thane (28), heroína sensata y con buen humor. Tras varias temporadas infructuosas en Almack’s se dedica a viajar por el mundo con su hermano, escandalizando al hacerlo sin la consabida carabina.

Cuando Sarah y «mi primo Sir Tristram» se conocen, no saben muy bien qué pensar. Son los verdaderos protagonistas de la historia —repito, para mí. Otros piensan que la pareja principal es la de Eustacie y Ludovic, y que estos otros dos son los secundarios.

En fin, para mí los inolvidables son Sarah y Tristram. Ella me parece una especie de Elizabeth Bennet y él me recordó al señor Palmer, el personaje interpretado por Hugh Laurie en Sentido y Sensibilidad, imperturbable y de humor ácido, que encuentra en Sarah su perfecta contrapartida.

Pasito a pasito, cruzando frases ingeniosas, va desarrollándose su relación… Por lo menos, así se lo imagina el lector, porque en la página decir, se dice muy poco. Y nada de sexo, claro.

Inteligentes, racionales y prácticos, sólo ellos pueden proteger a Ludovic, a Eustacie y encontrar el «anillo talismán» al que se refiere el título, verdadera clave del asesinato por el que persiguen a Ludovic.

Aunque a Georgette Heyer se la considera la creadora del romance de la Regencia, esta novela no se ambienta en esa época, sino unos veinte años antes, en la llamada «época georgiana». En concreto, en el año 1793. Heyer suele poner detalles que te permiten situar las historias. Aquí, Sylvester dice al principio «¿Cuanto hace que enviaron al rey a la guillotina? Poco más de un mes, ¿no? Fíjate en lo que te digo, Tristam, la reina seguirá el mismo camino antes de que acabe el año».

Aunque, más que novela romántica, a mí me parece una comedia de costumbres, como Jane Austen pero en cortito. Tiene sus toques de romanticismo, claro, ¡se forman nada menos que dos parejas! Y hay que resolver un misterio, con el peligro real de que atrapen al joven Ludovic en cualquier momento.

Predomina –creo yo- ese sutil humor inglés, algo socarrón, que puede pasar desapercibido por la contención de los personajes. Sueltan las cosas más chocantes poniendo cara seria. La comedia llega a veces a la farsa, con disfraces y engaños variados.

Los personajes resultan memorables, incluidos secundarios como unos Bow Street Runners que buscan a Ludovic y Hugh, el juez de paz profundamente respetuoso con la ley… salvo cuando se trata de licores de contrabando. Todo ello, con un estilo pleno de diálogos ingeniosos y una trama muy bien hilada, moviéndose con agilidad de un punto de interés a otro.

En fin, una delicia de esas de lectura lenta. 

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten del slow reading encantador. 

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español, aunque sí artículo en la Wikipedia en español, ya que es una novela que a dí de hoy se puede considerar clásica. Aquí os dejo enlace a la Wikipedia en español.

Paso al inglés.


 

Dear Author, una A.

Mary Kingswood, five hundred stars, at least.

En Jane Austen’s World, crítica en forma de diálogo. Ambas le dan 3 Regency fans

Literary Gitane.

Miss Bates Reads Romance.

Jennifer Kloester habla en extenso de esta novela y de cómo surgió, en uno de los raros bloqueos de escritor que tuvo georgette Heyer, que acabó con one of her funniest and most delightful novels