martes, 15 de abril de 2014

Feminismo y novela romántica

Tradicionalmente se ha visto la novela romántica como un producto cultural antifeminista, perpetuador del modelo patriarcal y de la alienación de la mujer. Esta es la tesis de Janice R. Radway, en uno de los primeros estudios del género, Reading the Romance.
Reading the Romance
Lo que ocurre es que este trabajo data de 1984. Tuvo un objeto de estudio muy limitado, con un número increíblemente reducido de lectoras y de novelas analizadas. Además, hay que recordar que era la época en que predominaba la novela romántica histórica en la que, -como he leído más de una vez- “violar a la heroína era parte del cortejo”. Kay Mussel, como Radway, publicó un trabajo parecido el mismo año, considerándolo una forma de escapismo respecto a la falta de poder, de significado, autoestima e identidad de la lectora: Fantasy and Reconciliation: Contemporary Formulas of Women's Romance Fiction.
 
Mirándolo por el lado positivo, hay algo bueno y es que al menos se tomaron la molestia de estudiar el tema aunque su campo de trabajo fuera bastante limitado.
 
Con estos antecedentes inmediatos, Jayne Ann Krentz defendió el género –como editora y autora de un artículo- en Dangerous Men and Adventurous Women. Es verdad que algunas de sus tesis no las comparto, como lo de llamar “seducción forzada” a lo que me parece simple y llana violación. Pero por lo menos fue un intento de explicar este género literario y su atractivo.
 
La novela romántica actual es muy respetuosa con la mujer. Es un género escrito mayoritariamente por y para mujeres. Sobre temas que suelen interesar a las mujeres, no sólo el amor –que ya no siempre es heterosexual-, sino las emociones en general, la familia, el trabajo femenino, la inserción en una comunidad, la sexualidad,… La “seducción forzada” se ha ido para –esperemos- no volver jamás. Y las heroínas mucho más fuertes, decididas y “matonas” (auténticas kick-ass más de una) que las de la ficción general. Las autoras tienden a escribir en un estilo propio de la forma de narrar femenina, que tradicionalmente ha sido diferente a las narraciones masculinas, como
Dangerous Men and...
 Jennifer Crusie señala en su artículo “Romancing Reality: The Power of Romance Fiction to Reinforce and Re-Vision the Real”, citando a la folklorista Karen Baldwin.
 
En noviembre de 1997, Kay Mussel se apartó de aquellas consideraciones iniciales, reconociendo que la novela romántica de los 90 había cambiado, que incorporaban temas feministas, al tiempo que reafirmaban nociones tradicionales como el amor o la familia. Pero ella lo relaciona con el hecho de que estos temas (el amor, la familia) ya no se ven como amenazas para la liberación de la mujer.

 
 
En agosto de 2000, Jayne Ann Krentz impartió una conferencia en la Universidad Estatal de Bowling Green, dedicada a la literatura popular en general y al romance en particular.

Hace una comparación muy graciosa entre los críticos académicos que tienen por norma atacar la literatura popular, a los que achaca no entender el verdadero significado de la ficción popular. Dice lo siguiente:
 
"Se enfrentan al mismo futuro problemático que los perros que persiguen coches. Está genial siempre que realmente no alcancen a ninguno. Porque en un enfrentamiento cara a cara, es el coche el que gana siempre. Y puedo aseguraros que en el enfrentamiento eterno entre los críticos y la ficción popular, la ficción popular gana una y otra vez”.
 
Después elogia a los lectores que, contra viento y marea, siguen comprando romántica, con lo que acreditan su resistencia y valentía personales. “Han demostrado que son asombrosamente inmunes a los críticos, a los sermones feministas sobre las maldades de las sociedades patriarcales y al desprecio de los medios de comunicación”.
 
Finalmente, me gustaría destacar otro momento de su conferencia que comparto plenamente: “Es muy interesante darse cuenta de que la mayoría de las lectoras y escritoras de romántica se consideran feministas, haciendo una clara distinción entre su punto de vista del feminismo y lo que ellos perciben como el punto de vista académico, más políticamente correcto y estridente”.
 
Las novelas románticas actuales no transmiten la idea de que las mujeres no puedan vivir sin un hombre. El punto de partida de la mayoría de las novelas románticas contemporáneas es, precisamente, que podemos hacerlo sin problemas, así que más vale que él sea un tipo que se merezca el amor de esta mujer tan estupenda. Lo que demuestran, si es que tienen algo que demostrar, es que también podemos vivir con ellos, por muy de Marte que sean. Y, debo recordar, hay un subgénero LGBT (pequeñito, eso sí) dentro de la novela romántica, o el male/male romance pero escrito por y para mujeres, que escapa de todos estos prejuicios y en el que los críticos y los medios nunca piensan cuando mencionan la romántica.
 
En las históricas, no se hace sino recordar la que durante siglos fue la condición femenina: su definición como esposas, hasta el punto de que era la situación de sus maridos lo que determinaba sus derechos y posición en la sociedad.  Cuando en tantos Regencias vemos el descarnado mercado matrimonial de Almack's por mucho que se dulcifique, se capta fácilmente el poso de desesperación que subyace en muchas novelas de Austen, porque en el fondo esa era realmente la decisión más trascendental que la mujer tomaba -o que tomaban por ella. Pocas novelas históricas de las otras, de las mainstream, recrean el punto de vista femenino y el limitado universo de las mujeres como la romántica, en la que no ya la virtud (entendida como castidad sexual) era importante, sino la mera apariencia de esa virtud, podía destruir el futuro de una muchacha.
 
Me encantaría poner alguna referencia española sobre este tema. Sin embargo, y hablando en términos generales, la ficción popular no ha merecido la atención de los críticos, ni de los estudiosos de las universidades, y cuando te encuentras algo en los medios de comunicación, repiten los tópicos de hace treinta años. O sea, aún andan en la “fase Radway” pero sin estudio en el que apoyarse. 
 
Las únicas excepciones son estudios aislados sobre la ideología de la "novela rosa" de los años 30, por ejemplo por el franquismo o, curiosamente, por la Revolución cubana alentando una especie de "novela rosa socialista" que sustituyera a Corín Tellado, publicada en la isla durante años con gran éxito.
 
Así que no, no puedo dejaros enlaces a estudios, conferencias, o páginas en español sobre estos temas. Es una pena, aunque si existe alguna y yo no me he enterado (¡internet es tan inmenso!) se agradecen sugerencias.
 
¿Novela romántica que yo consideraría feminista? Dentro del subgénero contemporáneo, Jennifer Crusie que además es muy divertida, y dentro del subgénero histórico, Cecilia Grant o Courtney Milan. ¡Y la serie futurista de Eve Dallas! Algunos libros de estas autoras aparecerán por aquí. Pero vamos, una mera lectura de cualquiera de las novelas publicadas en los últimos años por Nora Roberts, Lisa Kleypas, Rachel Gibson o Susan Elizabeth Phillips, permite darse cuenta de que -por regla general- no defienden modelos patriarcales ni roles tradicionales en la mujer.
Detalles del producto
 
Desde un punto de vista teórico, es muy interesante lo que está haciendo The Popular Romance Project, aunque ¡por supuesto! ha sido objeto de ataque furibundo por cierto senador republicano, como cuenta Teach Me Tonight.
 
Acabo enlazando a una de mis páginas favoritas, Romance Novels For Feminists, su nombre lo dice todo, "Novelas Románticas para Feministas".
Resumiendo: no voy a decir que la novela romántica sea un género feminista por excelencia, ya que busca sobre todo el entretenimiento, no la defensa de una tesis política concreta. Si entendemos el feminismo como, al menos, la no discriminación de la mujer y la promoción de sus intereses sociales y personales, creo que se puede afirmar que como mínimo "ese" feminismo y la novela romántica no están en absoluto reñidos.

7 comentarios:

  1. "no, no puedo dejaros enlaces a estudios, conferencias, o páginas en español sobre estos temas"

    Desafortunadamente, no puedo anadir nada. Si que he hecho una lista de estudios en lenguas que no sean el ingles, pero como dices, no hay muchas en castellano. ?Conoces alguno que no esta en mi lista? Y disculpas porque no me salen los acentos etc.

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  2. Añado algunas referencias heterogéneas, aparte de las enumeradas en romancewiki. Me parecen interesantes:

    ALONSO VALERO, Encarna: "Corín Tellado y la novela rosa"
    http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3981541

    FLEITES-LEAR, Marisela: "¿Victoria contra Corín Tellado?: La novela rosa revolucionaria cubana y la ficción en Mujeres"
    http://muse.jhu.edu/journals/romance_notes/summary/v049/49.1.fleites-lear.html
    Cuenta el interesante caso de cómo la revolución cubana reaccionó intentando sustituir el modelo rosa de Corín Tellado con otro.

    GONZÁLEZ-ALLENDE, Iker: "La novela rosa de ambientación vasca e ideología franquista durante la Guerra Civil española"
    http://www.eusko-ikaskuntza.org/es/publicaciones/colecciones/riev/articulo.php?o=14475
    Curioso análisis, muy neutral con el género, de cómo se utilizó ideológicamente el género desde otra perspectiva, la franquista.

    MARTÍNEZ GARRIDO, Elisa: "Bildungsroman y crítica del género. Novela rosa y narrativa de mujeres".
    http://revistas.ucm.es/index.php/CFIT/article/view/CFIT0000330529A
    Esta me gusta menos. Trata más bien del "romanzo rosa" italiano. Y con los prejuicios habituales hacia la lectora de novela romántica.

    PEREDA, Rosa María: "Teatros del corazón". Espasa Calpe. 1997.
    Esta no tiene enlace en internet, y trata no sólo de novela romántica, sino también de telenovelas (el culebrón), las revistas del corazón tipo "Hola" (Hello!).

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  3. Interesantísimo. Gracias por estos posts :)

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  4. Me encanto! Podrias hacer recomendaciones de novelas historicas feministas? Titulos en especifico

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    1. Si lees el artículo, comento a varias autoras que a mí me parecen feministas. Como pides novelas concretas, te digo alguna de las autoras citadas, de mujeres fuertes que no se quedan cruzadas de brazos esperando que aparezca el príncipe azul. He escogido las traducidas al español y que además tienen crítica en este blog, para que eches una ojeada por si te interesa alguna.
      Jennifer Crusie: Una apuesta peligrosa (contemporánea)
      Cecilia Grant: El despertar de una dama (histórica)
      Courtney Milan: El affaire de la institutriz (histórica)
      J. D. Robb: Desnuda ante la muerte (suspense futurista)
      Nora Roberts: La testigo (suspense) o Arrastrada por el mar (contemporánea)
      Lisa Kleypas: El diablo en primavera (histórica)
      Rachel Gibson: Jane juega y gana (contemporánea)
      Susan Elizabeth Phillips: Apenas un sueño (contemporánea)

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  5. Excelente tema que plantea varios puntos de vista , creo yo.Escribo romance histórico y siendo coherente con la época procuro crear protas que resulten creíbles en un tiempo en que la mujer, al menos en las clases medias y altas, tenía un solo objetivo inculcado desde la cuna: casarse lo mejor posible pues de lo contrario apenas tendrían relevancia en la sociedad y hasta podían llegar a ser una carga para su familia y así nos lo cuenta Austen por ejemplo. Otra cosa es que, dentro de su dependencia ( que hoy nos parecería absolutamente machista y degradante), las heroínas de un buen romance histórico se las ingenien para endulzar ese destino, sin plegarse del todo a él o, en un arranque de temeridad dándole la espalda por completo y asumiendo las consecuencias. Esas son mis heroínas "feministas" en una época donde aun no se planteaba el sufragio femenino.Así el personaje de Pandora Ravenel se niega a pasar por el aro pese a que su negativa de lugar a un escándalo que la condenaría a un ostracismo social (El diablo en primavera).
    A mi juicio, en una novela contemporánea el feminismo puede desarrollarse de muchas más formas pues algunas lacras machistas siguen ahí desgraciadamente y no tienen visos de ser erradicadas a corto plazo. Aquí pongo otro ejemplo de "diablo" de Kleypas : El diablo tiene los ojos azules, donde Haven, incluso amparada por su familia y los derechos femeninos duramente conquistados por nuestras predecesoras, ha de luchar por si misma para huir de un panorama aterrador.

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    1. Pues muy bien. Poco más puedo añadir, me parece una reflexión muy enriquecedora.

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