lunes, 12 de agosto de 2024

Crítica: “Kissin’ Tell”, de Lorelei James

 

Parece una novela sencilla, pero da para pensar mucho... 

 

Tomada de Fiction DB

DATOS GENERALES

 

Título original: Kissin’ Tell

Subgénero: contemporánea

1.ª publicación: Samhain, 7/2012

Parte de una serie: Rough Riders #13

Páginas: 312

ISBN13: 9781609288488

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction DB

En el pasado, ella le tenía bien sujeto, ahora, es él quien lleva las riendas.

Georgia Hotchkiss juraba que ni los caballos salvajes podrían llevarla de regreso a Sundance, Wyoming. Así que es irónico que se vea obligada a aceptar un trabajo de relaciones públicas en un rodeo en su antigua ciudad natal, justo antes de su reunión de clase de diez años. ¿Hay algo peor que enfrentarse a su exmarido infiel y a su esposa embarazada? Sí, presentarse a la reunión sin pareja. El destino le sonríe cuando se encuentra con su ex compañero de clase y hoy vaquero sexy, Tell McKay. Con su contagiosa sonrisa y sus maneras divertidas (sin mencionar su espectacular cuerpo), él es la solución perfecta a su problema.

Tell McKay estaba tan colado en el instituto por «Labios Calientes» que dejó que lo pisoteara. Pero ya no es ese chico fácilmente manipulable: hoy en día se ha ganado una reputación entre las mujeres que hace honor al apellido McKay. Acepta acompañarla a la reunión, pero con una condición; que Georgia demuestre que ha dejado atrás a la virtuosa animadora del pasado, compartiendo su cama.

Su química sexual brilla tanto que apenas se dan cuenta de que la reunión de exalumnos llega y se va, y ellos se han liado en eso tan temido que empieza con «R»: relación. Pero si Tell quiere conseguir a la chica, esta vez, tendrá que encontrar toda una serie de nudos nuevos que le aten la fibra sensible.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Pues está bien, en torno al puesto cinco mil de mi lista. Como otras de los Rough Riders, le pone una A+ The Good, the Bad and the Unread; cinco estrellas le pone Simply Love Book Reviews. Además, es un Guilty Pleasures Purest Delight, y un favorito de todos los tiempos para romance.io.

CRÍTICA

Dentro de lo que es la serie de los Rough Riders, esta entrega número trece sería de las más anodinas.

Ya hemos visto a todos los McKay mayores, los hijos de Carson y Caro. También los de su mellizo Cal, los gemelos Kane y Kade. Ahora, en este tramo de la serie, le toca el turno a unos pocos McKay aún sin emparejar, por ejemplo, los hijos del impresentable Casper y su infeliz esposa Joan.

El mayor, Luke, murió, luego está Brandt, que se lio con su cuñada, la viuda de Luke, y después están estos dos hermanos, los pequeños Tell y Dalton, jugadores de póker y que siempre andan haciendo negocios a espaldas del resto de los McKay.

La inusual actividad a la que se dedica Tell (28), es juez árbitro de rodeos. Ya lo vimos cuando su primo Chase intentó bajar a otra liga, usando una identificación falsa, lo cual le puso a él en un compromiso.

Ahora, eso no es su única actividad, claro. Como la mayor parte de los McKay, se dedica diariamente al rancho, a currar como un burro junto a sus hermanos en la parte del Rancho McKay que a ellos les corresponde.

Como todos los McKay, además, tiene una saludable vida sexual, muy interesante y variada. Parece imposible que este vaya a aselar. 

La chica de la película es una antigua compañera de instituto, Georgia Lou Hotchkiss (27). Él estaba colado por ella, pero no podían ser más que amigos, a la vista de que ella tenía su novio de toda la vida, a quien había jurado su virginidad. Llevaba una cosa que se llama purity ring, que se lo regala el chico a la chica para que se mantenga virgen hasta el matrimonio.

Y a pesar de ello, el mote que le ponían es el de «Labios Calientes», supongo que porque, quitando el coito, se dedicaban a otras cosas, a morrear como locos y tal. Se casaron nada más acabar el instituto, pero las cosas no fueron bien y ella se largó de Sundance.

Tell nada más supo de ella. En realidad, pese a ser animadora y tener un novio de los guais… Lo cierto es que tenía sus problemas, su timidez, su inseguridad, hasta la avergonzaba un poco el origen étnico de su madre, rusa. Y su matrimonio no la ayudó en nada.

Claro que vuelve a la small town de su juventud por cuestiones laborales. Trabaja de relaciones públicas de rodeos, con sede en Dallas (Tejas). Esto permite que le echemos un vistazo a aquellas cosas tan interesantes sobre un deporte-espectáculo del que aquí sabemos bien poco.

Tell, ya lo he dicho, se sintió muy atraído por ella en el instituto y Georgia, siendo sinceros, se aprovechaba un poco de él.

Ahora vuelve a las andadas pidiéndole un favor, que la acompañe a la fiesta de los diez años de la graduación del instituto. Aquel novio que tuvo se convirtió en su marido, ahora su exmarido y no soporta la idea de volver a verlo, él con su novia (y más joven) esposa, y ella sola. ¡Tiene que ir con alguien! Y la verdad es que Tell ha madurado de toma pan y moja, así que queda muy bien como complemento florero.

Claro que Tell ya no es aquel pavisoso adolescente, es un McKay de pelo en pecho, ya se sabe, fornido y un poco manduquita en la cama. La ayudará, sí, pero a cambio quiere tener citas con ella. Ella acepta esperando sexo estratosférico y Tell se resiste un poco (lo justo).

—Sospecho que sacas a la bestia que hay en mí.

— ¿Intentas asustarme, vaquero?

—No, pero puede que esto sí. —Tell retorció mechones de pelo entre sus dedos, tirando de sus suaves bucles para echarle la cabeza atrás. Mantuvo la mirada fija mientras su boca descendía hacia ella. En cuando sus labios se tocaron, la besó con todo el celo de un chico de diecisiete años, pero con la sutileza de un hombre de veintiocho años.

 

En el libro hay reflexión sobre el pasado, lo que éramos de jóvenes y lo que somos ahora, cómo entender y enamorarse de la persona actual, y no de la que fue.

También sobre las familias, cómo son, las dinámicas, si uno reconoce los errores del pasado o no. Sabemos más de Casper, el padre de Tell. Un hombre desagradable, que no lo era solo cuando bebía hasta el agua de las plantas. No. Sobrio y hablando de Dios todo el rato también es inaguantable y malvado.

Convertirse en un cristiano renacido y sobrio no había convertido a Casper McKay en mejor persona. Solo le había dado una fe en que él sería perdonado por Dios por cualquier cosa malvada que saliera de su boca.

Aunque sus hijos no solo hablen de las cosas que ocurren, porque, bueno, son tíos, y McKay, no siempre saben hablar de sus emociones.

El silencio mandaba en las llanuras del Oeste, y entre los McKay.

También Georgia ha sufrido pérdidas, su hermano RJ. Hizo que se apartara de la iglesia. Hay mucha reflexión en este libro sobre creencias, comportamientos, hipocresías y fariseísmos. Me gusta mucho una cosa que te dicen de su actitud, muy sana. Respeto tus ideas, pero a mí no me las impongas.

No juzgaba a aquellos que seguían las normas de sus religiones, mientras que no intentaran obligarla a ella a seguirlas.

Ya sé que esta crítica me sale un poco desordenada, pero es que la complejidad de las novelas de Lorelei James lo provoca, en parte. Parece una historia sencilla de reencuentro, de fake relationship, subida de tono, y luego te sorprende en determinados momentos, la profundidad sobre la familia, filosofías de vida uy religión, comunicación y arrepentimientos, grandes y pequeñas tragedias de la vida… Todo muy cotidiano.

Valoración personal: buena, 3 estrellas

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas hot con su cierta profundidad.

Otras críticas de la novela:

En español, no he encontrado nada. Y en inglés, muy poquito.

The Good, the Bad and the Unread, una A+

Simply Love Books, 5 estrellas

KD Did It, 4 estrellas

Crítica positiva en Fresh Fiction

Entrevista a la autora en The Bookpushers

Como no he encontrado más, dejo a los sospechosos habituales.

Amazon, 4.6 estrellas. 

Goodreads, 4.26 estrellas. 

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