Siguiendo con la serie de A Charm of Magpies, esta tercera novela
sigue un poco la línea de la segunda, A
Case of Possession.
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Leído en Kindle |
DATOS GENERALES
Título original: Flight of Magpies
Subgénero: paranormal
/victoriana
Fecha de publicación
original en inglés: noviembre 2014 (eBook)
Editorial: Samhain
Páginas: 210
Parte de una serie:
3.º de A Charm of Magpies
SINOPSIS (que viene
en el propio libro digital)
El peligro está en el aire. Los amantes al borde del
abismo.
Con una escandalosa
escasez de personal, una serie de horrendos asesinatos que investigar y una
joven estudiante que está saliéndose de madre, volando, literalmente, Stephen Day, agente de la ley mágica, está cada vez bajo una mayor presión. Y la
relación con su aristocrático amante, Lord
Crane, empieza a resentirse por la tensión.
Las restricciones de las
leyes inglesas irritan a Crane. El lazo de sangre y sexo que lo une a Stephen
los lleva por caminos preocupantes. Los acontecimientos que se suceden harían
que un hombre sensato se cuestionase si realmente deben seguir juntos.
Cuando un ladrón ataca
el corazón del hogar de Crane, una devastadora pérdida hace que sus relaciones
más íntimas entren en conflicto –especialmente su relación con Stephen. Y
cuando viejos enemigos, nuevos enemigos, y enemigos inesperados, arrinconan a
los amantes, la presión amenaza con separarlos violentamente.
Advertencia: contiene
sexo de sangre caliente, asesinato a sangre fría, siniestros tejemanejes mágicos
y un montón de palabrotas.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, allá por el puesto dos mil. Yo la he leído porque hay algo en el
estilo de esta autora que me resulta irresistible, y no acabo de saber lo que
es. Pero no soy la única a la que ha dejado encantada: dos de los que escriben
para All About Romance (Caz y Ulysses) la seleccionaron dentro de lo que, para
ellos, ha sido “lo mejor de 2015”.
CRÍTICA
La última novela de esta trilogía (hay
luego otra, Jackdaw, pero ya no se
centra en Stephen y Crane) se puede leer de forma independiente, gracias a una
peripecia argumental autoconclusiva.
Ahora bien, como la relación entre
los protagonistas es un arco argumental que abarca los tres libros, se disfruta
más si se han leído los precedentes.
Sería un caso más de Crane, el aristócrata
inglés, alto y orgulloso que ha vivido la mayor parte de su vida adulta en
China, y Stephen, el pequeño pero poderoso mago ferozmente independiente.
La trama es sobre todo de suspense
criminal: hay que desentrañar una serie de asesinatos de lo más gore y robos en
casas. La primera sospechosa es una aprendiz de maga, Jenny Saint, una muchacha
barriobajera con el poder mágico de caminar en el aire.
Stephen es un justiciar, un policía-juez-verdugo, del mundo mágico. Cada vez son
menos los justiciars de Londres, y los
políticos de este mundo mágico no nombran nuevos justiciars. No les proporcionan los medios para atender a tanta
urgencia mágica como surge en este Londres victoriano alternativo.
Stephen se queja de ello, pero no
sabe hacer otra cosa que asumir el trabajo de tres magos. Su amante Lord Crane
se resiente, ya que Stephen apenas tiene tiempo para su relación. Como él sí
que tiene dos dedos de frente, le pregunta si no encuentra algo sospechoso que
justo ahora con tanto asesinato, se empeñen en tener las filas de los justiciars tan infradotadas, ¿no será a
propósito?
Es obvio: si hay mucho trabajo y
pocos jueces-policías, está claro que es porque a algún político le interesa.
¿A qué me suena eso?
La cosa es que estos dos tienen sus
peloteras a costa del trabajo de Stephen.
Y el libro va, más o menos, de eso:
una investigación criminal sobre los robos y los asesinatos, mientras poco a
poco se revela que uno de los objetivos de sus malandanzas son los propios Stephen
y Crane.
Quienes, dicho sea de paso, queda claro
que se quieren el uno al otro, en exclusividad, y que Crane no se irá de
Inglaterra sin Stephen. Un país que cada vez lo asfixia más. En un momento
dado, le dice que
Hay todo un mundo fuera de esta maldita roca húmeda y
mojigata en medio del mar. Vayamos a algún otro lugar de él.
Como ya dije en el libro anterior,
la parte erótico-festiva la entiendo menos que la romántica. La parte de sexo
explícito aparece como un paréntesis en la historia de suspense: siempre muy apasionado
y excitante, pero a modo de paréntesis en la historia de suspense. Porque ahí
de lo que nos están hablando es de su relación, y en qué sentido es un pasito
más.
En una escena en particular se
está transmitiendo la idea de que Stephen empieza a confiar en Crane. Pero lo
expresa en un juego de dominación que, aunque es una fantasía, personalmente me
chirría un poco. Hay cierta violencia y desigualdad implícitas en este tipo de
escenas, por mucho que sepas que los dos son adultos y los dos consienten en
ello y que en el fondo, si Stephen asume el papel de “débil damisela” por así
decirlo, es porque en el resto de los aspectos él es el tipo fuerte de la
relación, el independiente, el que se deja querer y mimar sin dar gran cosa a
cambio.
Así que los momentos de
romanticismo arrebatado los pone sobre todo el aristocrático Crane, que ya no
sabe cómo decirle a Stephen que le quiere, que no le vaya a dejar, que es parte
de su vida para siempre. En una escena “cumbre”, dice que Stephen puede usar de
su poder (el que tiene Crane):
Primero, porque es suyo, como todo lo que yo soy y
todo lo que yo tengo son suyos. No es que él lo haya pedido nunca, por
supuesto. No estoy seguro de que él realmente se lo crea. (…) Pero tengo la
esperanza de que seas consciente, mi amor, en algún lugar de ese absurdo
corazón que tienes, que yo siempre soy, totalmente, y de manera bastante
patética, totalmente tuyo.
Ay, qué romántico. Stephen, ¡so
necio!, este pavo real te quiere hasta las cachas, a ver cuándo se te mete en
tu tontuna cabeza. Pero claro, Stephen tiene el problema de que nunca antes
tuvo un amante que le durase, así que es bastante independiente porque nunca ha
tenido que llegar a los compromisos y sacrificios propios de toda relación. Y
aunque admite que está enamorado,…
No tenía la menor idea de qué era lo que tenía que
hacer ahora.
Esto
le desanima bastante, porque es consciente de que Crane se implica más en la
relación, que es el que da todo a la relación y él no entrega nada a cambio.
No sacrificaba nada, no se comprometía a nada, ni
entendía nada. Era un imbécil, inútil y sin esperanza
Ejemplo,
por cierto de cómo usar magníficamente el “punto de vista profundo” de un
personaje.
Aquí, por fin, nos cuentan como
una historia secundaria, el enamoramiento de Merrick, el criado de Crane que ha
estado con él tantos años y es tan sabio, tan cachas y tan todo. Pero, ¡oh, mi
gozo en un pozo! Ha sido de lo más decepcionante, porque te la dan ya hecha,
ocurre todo como fuera de cámara. Vaya, me chafó bastante.
Para compensar, te introduce un
nuevo secundario, un tipo que es un ladrón con poderes mágicos, una figura
amenazante para los protagonistas. Y, al mismo tiempo, resulta muy atractivo y
averiguas que tiene su propia historia de amor que posiblemente no haya ido
demasiado bien. Al terminar el libro y mirar qué es lo siguiente, veo que es un
relato corto y una novela en la que este tipo es protagonista.
Los puntos fuertes de la autora
siguen ahí: un worldbuilding
fantástico, tanto que ya la parte mágica paranormal casi como que ni me
importa; un estilo ágil en los diálogos y en la estructura de la historia, de
manera que se van entrelazando las distintas líneas argumentales que al
principio parecían cosas aisladas: los robos, los asesinatos, la presión del
trabajo de Stephen por la escasez de medios, la relación entre Crane y Stephen
y lo que descubrirán al respecto,… todo ello se acaba uniendo, muy hábilmente, al
final.
Valoración
personal: buena, 3
Se
la recomendaría a: quienes gusten de fantasías paranormales y
el romance subido de tono.
Otras
críticas de la novela:
En Dear Author le dan
una B en una crítica conjunta. La consideran el
libro más débil de la serie. Yo no diría tanto sino simplemente que es más de
lo mismo respecto al anterior.
Joyfully Jay le da 5 estrellas y lamenta que esta maravillosa trilogía llegue a un final.
Boys in Our Books prefiere 4 ½
estrellas. Se pregunta si esta
autora ha estado escribiendo antes con otro nombre, antes de empezar a publicar
hace dos años (2013). La comprendo porque son novelas
perfectamente estructuradas, con personajes muy bien definidos,… no sé, parece
que han salido perfectas, a la primera, como Atenea de la cabeza de Zeus.
Here There Be Books le da 4 estrellas, y resume muy bien el conflicto
de la historia: “Crane se siente atrapado en Inglaterra pero no quiere
marcharse sin Stephen, y Stephen se siente obligado a quedarse y trabajar como judiciary”.
Como ya dije en el libro
anterior, Sadie Forsythe hace una review conjunta de
esta novela y la anterior, A Case of Possession.
Aunque en general no le gustan las novelas históricas, reconoce que no puede
esperar a seguir con esta serie.