Quinta de los
Troubleshooters. Para pasar el rato y olvidar.
Leída en Kindle, portada sosa |
DATOS GENERALES
Título original: Into
the Night
Fecha de publicación original en inglés: noviembre de
2002
Subgénero: suspense
Parte de una serie: Troubleshooters #5
NOVELA SIN TRADUCIR
SINOPSIS (que hice en su momento para El Rincón de la
Novela Romántica)
Se
supone que era un mero espectáculo, una elaborada demostración de las técnicas
de rescate de los Navy SEAL, para celebrar la visita presidencial a la base
naval de California. La profesional, y sensata empleada de la Casa Blanca Joan DaCosta llega pronto para
investigar la zona. Se le asigna la compañía del SEAL Mike Muldoon, un líder natural, fuerte, decisivo, duro e intrépido.
En
contra de su propio criterio, Joan se siente atraída por el guapo oficial.
Formada para ser “uno de los tíos” en el mundo principalmente masculino de la
política, queda abatida cuando Muldoon se abre paso entre sus defensas. La
tensión crece entre ellos, alimentando su creciente atracción, pero entonces
les amenaza un peligro aún más siniestro: los terroristas traman un osado
ataque contra el presidente. Para proteger a su comandante en jefe, Joan y
Muldoon deben no sólo arriesgar sus corazones, sino sus propias vidas…
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sinceramente, no. Toda la serie de los
Troubleshooters está incluida en el Top 100 de NPR como lo mejorcito de
romántica ever. Pero esta novela es eslabón débil de la cadena. Al
menos, de lo que yo he leído hasta la fecha.
En la encuesta anual de All About Romance obtuvo
la nada honrosa distinción de ser “la lectura más decepcionante de 2002”.
CRÍTICA
“En la noche” o “Hacia la noche” podría ser el título en
español de esta novela. La leí hace unos tres años y no me acordaba de nada. De
los otros libros de la serie que estoy releyendo sí que me acordaba de cositas:
la pareja de adolescentes del primer libro, Sam y Alyssa del segundo, Max y
Gina en el tercero, Molly y Jones en el cuarto…
Pero cuando me puse a releer este quinto de la serie, no
me acordaba de nada. Y como esto de leer romántica es algo muy emocional, si me
pasa eso es que no me impliqué en la historia ni los personajes.
Para empezar, nada había hasta la fecha que te hiciera
pensar que pudiera haber algo especial en Michael “Mike” Muldoon, otro Navy
SEAL del Equipo 16. Wolchonok intentó liar a este pimpollo rubio con Teri en Over the Edge. Es tan guapo y educado
que corre el rumor de que es gay. Pero no es eso, no. Es tal su éxito entre las
féminas, que no se tiene que esforzar. Sólo contestar “sí” o “no” cuando le
tiran los tejos.
El tipo de mujer que le va es mayor que él, decidida y
acostumbrada a tomar el mando. Así que cuando sus azules ojos se posan sobre Joan
DaCosta, relaciones públicas de la Casa Blanca, comprende que está ante su
ideal. Joan prepara una visita del Presidente (y su hija) a la sede de los Navy
SEAL en Coronado, cerca de San Diego (California).
Y la atracción es mutua, sólo que a Joan le parece
ridículo liarse con Mike. Por la diferencia de edad, porque físicamente él está
estupendo y ella no tanto, y, al fin y al cabo, viven en extremos opuestos del
país. Mike no está acostumbrado a tomar la iniciativa y cuando lo hace, siguiendo
los consejos de Sam Starrett, no tiene mucho éxito.
Lo que destacaría del libro es un personaje secundario:
Mary Lou, la esposa de Sam Starrett. Sería fácil haberla convertido en un bicho
malo, y no: es el único personaje de carne y hueso de esta novela. Vista la
historia desde su perspectiva, Sam sale bastante malparado. Ella sólo es una chica
joven, típica miss camiseta mojada; sus aspiraciones eran sencillas: cierta
seguridad en su vida. Creyó encontrarla en su matrimonio con Sam. Se esfuerza
mucho en ser la perfecta ama de casa y madre. ¿Y Sam? Este cretino no recompensa
en absoluto sus esfuerzos.
Tenemos, de nuevo, una historia ambientada de la Segunda
Guerra Mundial. Si mi interés por estas historietas era, hasta la fecha,
bastante tibio, aquí se fue completamente por el desagüe: el romance de Vincent
y Charlotte carece de tensión sexual, apasionamiento, romance,… no tiene nada
que la haga especial.
Ya se ve que este libro me gustó bastante menos que los
precedentes de la serie. En una primera lectura entendí por qué los votantes en
la encuesta anual AAR la consideraron decepcionante; en una segunda lectura se
me hizo tan aburrida que ha sido un pasar por encima la mayoría de las páginas.
En cierto sentido, Suzanne Brockmann repite el esquema de
Tentando a la suerte: chico guapito de cara con chica cerebrito. Joan DaCosta es divertida e
ingeniosa, pero resulta muy cansina su obsesión con la diferencia de edad. Teme
que la relación con un hombre más joven afecte a su carrera, pero en ningún
momento se explica en qué la iba a perjudicar profesionalmente. Su actitud es,
además, incoherente: tiene miedo de estar con un chico de 25 años, teniendo
ella 32, pero no tiene problema en intentar liar a Mike con la problemática
hija del Presidente, que tiene cuarenta años.
Muldoon es muy mono, y sin embargo cuanto más se empeña
en estar a la altura de Joan, más inmaduro parece. No hay forma de casar la imagen
de tipo duro capaz de matar a un hombre en un segundo con el niño bonito
vestido de blanco impoluto encantado de dejarse seducir. Joan lo rechaza una y
otra vez, lo intenta liar con otra, incluso llega un momento en que lo insulta…
Y Muldoon sigue siendo tan respetuoso, tan dispuesto a aceptar cualquier cosa
que acabas preguntándote si de verdad merece la pena que insista tanto. Lo
siento, no, no me gustan las heroínas felpudo ni los héroes blanditos.
Quizá otro problema sea el patrioterismo, más marcado en
este libro que en otros. Se insiste en un paralelismo entre los soldados
estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial y los cuerpos de operaciones
especiales que en esta “guerra contra el terrorismo” del siglo XXI, que consiste
básicamente en acudir a diversos puntos del globo a matar a gente a la que
“alguien” identifica como terrorista, incluidos niños. Sin juicio previo. Sea o
no propaganda, se le parece tanto que resulta francamente incómodo. Por no
decir que, además, es un planteamiento no del todo exacto en muchos aspectos,
pues podríamos discutir durante horas qué factores fueron los más importantes
para la victoria aliada en la SGM o cuál es la forma más eficaz de combatir al
terrorismo. Brockmann insiste en ignorar el enorme elefante blanco (más bien rojo) en la habitación.
Pese a todo, lo bueno de Suzanne Brockmann es su
habilidad como escritora. Cómo es posible que con personajes poco interesantes
y una trama con escasa acción, pueda atraparte de tal manera que es imposible
dejar la novela a un lado.
Advertencias: primera, el final feliz sólo se asegura a
la pareja principal; segunda, para disfrutar de este libro, conviene haber
leído los anteriores; tercera, te deja con ganas de salir corriendo en busca
del siguiente.
La primera vez que leí este libro, lo valoré 6/10 y dije
que era “Entretenida, me gustó lo suficiente”. Ahora se quedaría con dos
estrellas. Pero creo que la primera experiencia con una novela romántica es la
que cuenta (pocas aguantan una relectura). Lo más probable es que el lector
medio coja esta novela y se entretenga bastante, aunque la olvide a los dos
días. Así que lo dejo en tres estrellas.
Valoración
personal: entretenida, 3
Se la
recomendaría a: los fans de Brockmann que se quieran leer la serie
completa.
Otras
críticas de la novela:
Una versión anterior de esta crítica la encontramos en El Rincón de la Novela Romántica.
En inglés, All About Romance la dio una valoración de C+. El escaso entusiasmo que despertó esta novela se evidencia en lo difícil
que ha sido encontrar alguna otra crítica de la misma.
La única un poco más larga, y a quien parece que le gustó la encontramos en
Bookloons. Adventures in Live, Love and Librarianship habla con escaso entusiasmo de
que escogió esta novela para su TBR Challenge de octubre de 2014, pero realmente no profundiza en si le gustó o no.
En esta breve reseña de All Readers, tampoco es que
digan mucho
Para saber más de las novelas de Suzanne Brockmann, y un análisis de sus
muchos atractivos, recomiendo el artículo “If You Like Suzanne Brockmann...” por Sarah Frantz
(Dear Author, 28/07/ 2008).
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