Un harlequín un poquito diferente con el que he pasado un muy buen rato. Porque, vamos a ver, ¿cuántos protas conocéis que vivieran su infancia en Malaui?
DATOS GENERALES
Título original: The Highest Price
to Pay
Subgénero: contemporánea / Genérica
Fecha de
publicación original en inglés: 2011
Serie: Mills & Boon Modern Romance (MMR)-1102
Editorial: Mills & Boon (UK)
1.ª edición en español
Traductora: Alejandra Estévez Martín
Fecha Edición: 05/2012
Publicación: Harlequin Ibérica
Colección: Bianca, 2155
Ella debía ocultar su vulnerabilidad
y controlar la atracción que existía entre ellos desde el primer momento…
Cuando el negocio de Elsa entró
a formar parte de sus adquisiciones, Blaise
Chevalier pensó en deshacerse de él, como solía hacer con las empresas que
no generaban suficientes beneficios. Pero entonces conoció a Elsa. Una mujer
hecha de una pasta tan dura como él, que se convirtió en una fascinante
adversaria con la que pretendía divertirse un poco…
Elsa era una mujer orgullosa, fuerte y bella, que estaba decidida a
demostrarle a Blaise que se equivocaba acerca de su negocio y de su valía
profesional.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, la verdad. La leí porque después de un tiempo sin leer romántica en
las vacaciones de verano (que dedico principalmente a otras lecturas) quise
volver a coger el hilo romántico con algo sencillito. Le eché una ojeada al
catálogo HarperCollinsIbérica de agosto, y me encontré con este libro
que han reeditado, esta vez con el n.º 14 de la colección HQ Moments.
CRÍTICA
Una lectura
sencillita y rápida para desengrasar las ruedas románticas. Es un harlequín,
así que todos sabemos más o menos qué esperar, ¿o no?
Leí este
libro en inglés. En mi kindle, la protagonista se llama Ella, y no Elsa como,
al parecer, es el nombre de la versión española. Quizá le hayan cambiado el
nombre porque en castellano “Ella” como nombre femenino resulta confuso. Me ha
pasado en otros libros, con otras heroínas llamadas así
Ella es
diseñadora de moda estadounidense en París. Tiene un plan a cinco años vista de
convertirse en un gran nombre dentro de este negocio. Apenas sobrevive porque
aunque tiene ingresos, también grandes gastos. De repente, un día, un atractivo
hombretón tipo armario empotrado aparece de la nada diciendo que ha comprado su
préstamo bancario y que debe triunfar en seis meses.
Lo reconoce
nada más verlo. Es Blaise Chevalier, un niño malo de las finanzas (of course) millonario, con su
apartamento parisino de espléndidas vistas, jet privado y yates (más of course, ¡eh! Que esto es un
harlequín, ¿qué esperabais?). Los demás atributos van de suyo: es un ligón, y
llegó a quitarle la novia a su propio hermano semanas antes de la boda.
El tópico
harlequinero que sigue aquí es, más o menos, el de “enemigos a amantes”, aunque
lo de la enemistad es más bien incomodidad que otra cosa. De repente, Ella
siente toda la presión de tener que triunfar ya, presionada por un socio
financiero que hasta la fecha no tenía: todo lo ha hecho por sí misma. Pero él
aporta contactos y capital para poder lanzarse definitivamente en pos de un
puesto en las Fashion Weeks de París o Milán.
Desde el
minuto uno se sienten atraídos el uno por el otro, cosa que al menos a ella le
sorprende mucho. Era una niña rica de buena familia neoyorquina. Pero su casa
sufrió un incendio, le quedaron cicatrices que luce con más desparpajo del que
siente. En realidad, después de intentarlo una vez, el rechazo de sus iguales
hizo que se viera como algo defectuoso y su vida amorosa ha sido inexistente a
pesar de tener 25 años. Su familia tampoco supo manejar las consecuencias de
este siniestro, así que decidió buscarse la vida sola, triunfando en lo que más
le gustaba, la moda. Su vida profesional ha ido sin pausa, pero lentamente,
hasta que su asociación con Blaise le da el que parece arreón definitivo.
Cuando
Blaise empieza a seducirla, con caricias y miradas, ella se sorprende no sólo
de despertar deseo cuando pensó que sus cicatrices echarían para atrás a
cualquiera, sino también porque ella misma siente que debe superarlo,
conquistar también esa parte de sí misma: la sexualidad, dejando caer las
barreras emocionales que ha levantado para protegerse.
Blaise tiene
también su propio telón de acero que nadie puede traspasar. Sus relaciones
familiares son bastante complicadas. Es hijo de un francés y una malauí que
creyeron que el amor bastaría para superar sus diferencias y amargamente se dieron
cuenta de que no fue así. Tras el divorcio, él eligió irse a vivir a Malaui con
su madre; cuando ella murió, Blaise volvió a Francia. Tenía dieciséis años. A
esa separación inicial no ayudó nada que luego traicionara a ese hermano que lo
recibió con brazos abiertos. Lo de acostarse con su prometida, por mucho que
creyera estar enamorado de ella, lo ha marcado como un irresponsable y
mujeriego. Tiene mala fama y tampoco espera gran cosa de sí mismo fuera de los
negocios.
Entre tanto jeque, millonario griego y ranchero tejano, la verdad es que se
agradece un personaje un poco diferente, como este franco-malauí. Además, no es
avasallador, no impone nada, las decisiones en lo personal suelen estar en el
tejado de ella, algo que siempre es de aplaudir. Y en lo profesional, acepta
que es ella la que tiene que tomar las decisiones adecuadas al negocio,
reservándose él lo puramente financiero. No va en plan “exitoso businessman que sabe lo que es mejor
para ella en todo momento”.
Las cosas,
siendo novelita genérica de 160 páginas, tampoco pueden dar más de sí. Se
centra en ellos dos, en sus diversos encuentros, hostiles al principio,
colaboradores después, sensuales más tarde, para acabar con su final feliz bajo
la lluvia parisina.
No había
leído nada de Maisey Yates hasta la fecha. Y hacía bastante que no leía una
novelita de este tipo. La verdad es que ha sido una experiencia grata. Me ha
parecido una historia más moderna, más contemporánea, ambientada en un París
cosmopolita reconocible, sin tontos malentendidos, con sexo explícito que
además va más allá de la postura del misionero. Yo recordaba los harlequines
como algo más blanquito; pues mira, no, a veces se ponen así de cachondos.
Puede ser porque la autora, según deduzco de su presentación en goodreads,
nació en 1986, o sea, que es joven y las noñerías ya no pertenecen a su
generación.
No sé si las
moderneces que le veo son cosa de la autora o de la serie Mills & Boon Modern Romance. Por si acaso, me lo apunto, como una
opción entretenida para cuando quiera leer algo breve y ligerito, pero que no
sea cursi.
Como leí este libro en inglés, no sé qué tal estará la traducción. Las de
esta editorial nunca me entusiasmaron aunque a veces saben cumplir.
Valoración personal: entretenida,
3
Se la recomendaría a: los
aficionados a la novela genérica.
Otras críticas de la novela:
No es fácil encontrar críticas de novelitas de este tipo. En español no
he encontrado nada. En inglés, alguna aislada, aparte de las usuales en Amazon
y Goodreads.
En The Good The Bad and the Unread le dan una calificación de A-.
Willaful también lo leyó y hay partes que le gustaron y otras cosas que no.
Luego, en este artículo escrito por Ridley (Love in the Margins) en forma de carta a Harlequín protestaba (año 2013) de que estuviera
retrasando la publicación de esta novela en EE. UU. Se quejaba de la
homogeneidad en los protagonistas de los harlequines, “todos blancos, ni
siquiera hispánico-blancos” (sea eso lo que sea, pensé yo), que quería más gente diversa.
Seguimos igual. En fin, sus palabras fueron, respecto a esta novela:
“Dejad de retener la publicación de Atraída por su enemigo de Maisey Yates en los EE. UU. (en serio. Muchos de mis amigos lo tienen en su lista de deseos. Dánoslo. Ya) Necesito una amplia variedad de personajes y ambientaciones”.
Me resulta curioso que al final, gente con la que me encuentro por internet
una y otra vez, aunque vivamos en continentes diferentes, nos fijemos en las
mismas cosas.
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