Una de piratas, más o
menos
DATOS GENERALES
Título
original: Captive of my desires
Género: histórica
Fecha de publicación original en inglés:
junio de 2006
Páginas: 440
Parte de una serie: The Malory-Anderson
Saga (Los Malory) #8
1.ª edición en España
Traductora: Ana-Isabel Domínguez Palomo
Edición: 6/2007, B (Ediciones B)
Páginas: 352
Col. Amor y aventura
SINOPSIS (de Qué libro leo)
La
popular autora nos propone una nueva aventura protagonizada por los
incomparables Malory, que nos llevará del privilegiado mundo de los
aristócratas ingleses a las búsquedas de tesoros perdidos en el Caribe. Drew Anderson, un encantador
sinvergüenza, por fin conoce a la horma de su zapato cuando James Malory
presenta en sociedad a la hija de su viejo amigo pirata...
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
No estaría entre las mil
mejores. Ahora la tengo en mi lista más allá del puesto 3.000. O sea, es una de
esas novelas que están bien sin ser de lo mejor. En el Top 1000 de
RomanceNovels.Me apareció la 160.
Tengo la impresión de que ha gustado especialmente en España. Aparece entre las
favoritas con temática pirata, como en El rincón de la novela romántica. Y luego en el blog Sin libros no soy nada le ponen un 7 que, en la
forma de valorar de esa página, es lo máximo.
CRÍTICA
Buscando en mis baldas una novela de Johanna Lindsey
que comentar aquí, me encuentro, en inglés, rústica, Captive of my desires. Veo que como datos de edición Reino Unido,
2007.
Es razonable suponer que la leí en su momento hace
trece años. Pero como ya he dicho aquí repetidas veces, soy incapaz de recordar
uno solo de los argumentos de las novelas de Lindsey que he leído a lo largo de
mi vida. Así que ha sido como leerla de nuevo.
Lo bueno de Lindsey es que no importa que estuviera ya
publicando en el siglo XXI. Ella seguía a lo suyo, cultivando ambientaciones ya
vistas en la old skool y que no son
frecuentadas por las autoras recientes.
Es lo bueno y también lo malo, dependiendo de que la cosa le saliera bien o un pestiño.
¿Qué hay más tradicional en romántica que una de
piratas?
Comenzamos con la heroína, Gabrielle, perdiendo a su
madre, una señora de buena familia con un marido que hace pocas apariciones por
la isla de Gran Bretaña. Ambas creyeron, de toda la vida, que este ausente papá
se dedicaba a eso del comercio marino.
Así que es toda una sorpresa lo que espera a Gabrielle
cuando se marcha a vivir con su padre a una isla tropical. Viaja así a lo que
hoy es el estado de San Cristóbal y Nieves, sí, uno de esos sitios que solo
conoces cuando en el instituto te tienes que aprender los países del mundo y
cada una de sus capitales. En este caso, os lo digo: Basseterre.
Aunque su padre se dedica sobre todo a la caza del
tesoro, lo cierto es que ha vivido como pirata toda su vida, algo que consiguió
ocultar a su esposa y su hija. Con su tripulación de hombres con nombres
ficticios e incluso un loro que suelta inconveniencias.
Sin embargo, allí Gabrielle descubrirá que le encanta
el sol, el calor, la isla, las aguas transparentes, montar a caballo, navegar
con su padre en busca de tesoros…
En el plan de Gabrielle está el casarse, pero no
parece haber un candidato adecuado en las Antillas. Así que su padre la manda a
Londres, a casa de un antiguo conocido, James Malory, para que le ayude a pescar marido.
Ahí entramos en una fase «Regencia de salón», aunque
como calculo que más o menos se desarrolla en torno a 1825, ya no es
propiamente dicha la Regencia inglesa, pues Jorge IV ya había subido al trono.
Gabrielle hace sus rondas por salones, fiestas, el teatro, y algún paseo por el
parque, en busca de un candidato a su corazón.
Confía en encontrar a alguien que le permita, al menos
en parte, vivir en el Caribe, y no en esta fría Inglaterra donde todos son tan
pálidos que parecen enfermos.
A ella quien le entra por el ojo es Drew Anderson,
hermano de Georgina, casada con James Malory. Es un capitán de barco,
estadounidense, cuyo atractivo no es solo una tez morena sino un cuerpo de
infarto.
Lo que pasa es que este muchacho tiene una novia en
cada puerto, y no tiene la menor intención de casarse. No. Nunca jamás.
Chocan desde el principio, a pesar de lo mucho que se
gustan el uno al otro. Pero, así como Gabrielle estaría dispuesta a perdonarle
un poco su mal humor si se casara con ella, Drew no piensa en absoluto más que
un revolcón. Como la sabe hija de un pirata, está convencido de que no es
virgen.
Es una de esas cosas irritantes de la romántica
tradicional: si una mujer es virgen, es intocable, pero si no lo es, entonces
puedes intentar seducirla usando todas las armas, incluido emborracharla, con
tal de acostarse con ella y luego si te he visto no me acuerdo.
Más tarde, la novela va por otros derroteros,
aventuras marinas en el barco de Drew que, como ocurre en la segunda mitad del
libro, no voy a entrar en detalles.
Es una de esas novelas de amor y aventuras bastante entretenida. Se deja leer. Hay tensión mantenida porque tú ves que estos dos se desean y acabarán enamorándose el uno del otro, a su pesar. Pero tampoco es que de mucho más de sí.
Aparte de algún beso al que Gabrielle contribuye de lo más
entusiasmada, habrá aquí poquitas escenas explícitas, y más al final del libro,
como suele ser el esquema habitual de la romántica histórica de toda la vida.
Y sí, nuevamente lo del consentimiento es… ¿dudoso?
No, directamente una violación cuando él se pone a follar el cuerpo dormido de
Gabrielle, quien piensa que está soñando. Que luego ella despierte y diga que
de perdidos al río, no absuelve a Drew, a mi modo de ver. Pero claro, es algo
ya que te estás esperando en este tipo de novela que ya ni te importa.
Está para pasar un buen rato. Luego la olvidas a los dos segundos, porque es una más de piratas de las que Lindsey parece ser especialista.
Eso sí, tienes que suspender mucho la incredulidad,
porque la Lindsey es así, te mete cosas improbables, casualidades, suertes y chiripas. Sabes que
es histórica por cómo visten, pero no esperes ninguna reconstrucción
medianamente verosímil de la realidad histórica.
Entre tanto Malory y tanto Anderson, llama la
atención en esta novela un secundario llamado Richard, pirata del padre de Gabrielle, que se
hace pasar por francés pero que en Inglaterra sabe muy bien fingir ser un
aristócrata. Por lo visto, es el protagonista de una enemies to lovers, Enemigos perfectos (2010), la 10.ª de la serie,
que debe ser más o menos como esta, de mediano atractivo.
Valoración
personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes quieran una de piratas de toda la vida.
Otras críticas de la novela:
En español, ya he comentado que le dan lo máximo en
Sin libros no soy nada, que adora estos
libros.
Mia L. Castelo, en Anika entre Libros, considera esta
novela divertida, ligera y relativamente
floja.
En El rincón de la novela romántica hay tres críticas, todas positivas, aunque sin darle lo más.
Paso al inglés.
A pesar de ser una novela ya del siglo XXI, me ha
resultado difícil encontrar alguna crítica de ella. Es como si estas grandes
escritoras, una vez que alcanzan un nivel, ya no son merecedoras de atención
por las páginas habituales de romántica, y es, a mi modo de ver, una pena.
All About Romance sí que la comentó, y la pusieron una B-.
En Historical Novels Society consideran que es libro más para fans de la saga Malory, pero que la historia requiere una extraordinaria suspensión de la [incredulidad] si te quieres creer el romance.
Como no he encontrado más, os dejo los enlaces a Good Reads y Amazon, donde a día de hoy tiene: Good Reads, 4.05 estrellas y Amazon, 4.6 estrellas.
Hola!!
ResponderEliminarOtra de las muchas novelas que tengo por casa sin haber leído. No sé, leí muchos de ella cuando era más joven y llegó un momento en que sus protagonistas no eran muy de mi gusto y la dejé de lado. Me tengo que volver a animar con ella, ahora en diciembre es autora del reto rita, quizás sea la oportunidad de quitarme todos sus pendientes
Un besote
Pues esta lo puedes intentar, porque es entretenida. Este año me he forzado a leer una de Lindsey por mes y bueno, sigue sin entusiasmarme, pero alguna distrae bien. Pero vamos, que no creo que sea muy del gusto actual. Me intriga a ver qué dice la gente en diciembre; leeré encantada los comentarios del reto RITA.
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