Un harlequín viejuno que todavía
se lee con placer
DATOS GENERALES
Título original: Fever
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: 1988
Páginas: 188
Parte de una serie:
McCalls #1 / SD-415
En España, Tentación
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SINOPSIS (según Harlequineras)
La trotamundos Lisa Johansen ha
saboreado lo exótico y sentido lo extraordinario. Pero cuando un ranchero
llamado Rye entró en su vida, encendió un febril deseo en su mente, su cuerpo,
su alma...
Rye estaba convencido que Lisa era como las mujeres cazafortunas de su pasado.
Ya se había quemado antes y había jurado no volver a cometer el mismo error.
Aun así, le fue difícil resistirse a ella. La dulzura de sus besos lo tentaba
hasta la locura, y supo que estaba peligrosamente cerca de la llama. Pero ya
era tarde, se había vuelto adicto a su fuego.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. Es de esas que tengo en la lista pero solo porque alguien alguna vez, la consideró su novela favorita.
CRÍTICA
Traigo hoy uno de esos harlequines
cortitos, historias pensadas para no durar en la balda más de quince días y
olvidarlas de una vez para siempre.
Es, nada más ni nada menos, del año
1988. O sea, hagan las cuentas, 32 años, ya ha llovido.
Pues bien, en mi repaso a los podcast de Smart Bitches Trashy Books, recuperé uno, el 151, que podéis escuchar aquí.
Es una entrevista que en el año 2015
le hicieron a Elizabeth Lowell, conocida por sus obras históricas, medievales y
del oeste. Pero con ese y otros nombres ha escrito novela contemporánea y también
suspense. De hecho, en las últimas décadas se ha dedicado a esto de suspense y
contemporánea, ya que las históricas las dejó de escribir allá en los años
noventa.
De todo ello hablan en la entrevista
que, por cierto, es una delicia. Me encanta cuando gente competente, que sabe
de lo que habla, te explica cómo funciona su trabajo, y comenta una trayectoria
de décadas.
La cosa es que, en un determinado momento, Sarah Wendell le dice que es una gran fan de su libro Fever, que se publicó en 1988.
Menciona sobre
todo a la heroína, una muchacha que ha sido educada de manera un poco peculiar,
por todo el mundo, y que es un pez fuera del agua en la Norteamérica moderna.
Si os he de ser sincera, esta
historia tenía un montón de cosas odiosas. Empezando por el héroe. Este es un
empresario rico, pero a él lo que le gusta de verdad es la vida como vaquero en
un rancho. Y en eso, oye, nada que objetar, me encanta que esté tan conectado
con la naturaleza, las montañas, los pastos altos y el trabajo duro de ese que
te deja el cuerpo fibroso hecho un pincel.
No, lo detestable es que para él
todas las mujeres tienen el signo del dólar en sus ojos. Todas las mujeres son
interesadas y lo quieren solo pillare por su dinero. Y no hay otra. Sus
pensamientos misóginos son constantes.
Tampoco ayuda que su padre sea uno
de esos patriarcas obsesionados por tener nietos que continúen la tradición
familiar y esté continuamente echando en su camino a mujeres despampanantes, a
ver si su hijo pica con alguna.
Lisa es una joven muy ingenua, que
se ha educado de manera nómada, junto a sus padres antropólogos. Sabe mucho de
las costumbres de la gente, y cómo sobrevivir ella sola con medios muy
modestos. No tiene un sentido del tiempo occidental. Vive en el presente, no le
importa dedicar un verano entero en un trabajo que consiste, básicamente, en
ver crecer la hierba.
Sus padres la han enviado a EE. UU.
a ver si pillaba un marido, preferiblemente antropólogo que pueda tener una
pareja tan poco convencional. Lisa está perfectamente adaptada a ese tipo de
vida. Se arregla con poco. Sabe cocinar, encender un fuego, confeccionar sus
propias ropas, ser atenta y metódica en su trabajo… No encajaría en una
sociedad compleja moderna.
Ella, en realidad, siempre se ha
sentido un poco extraña en todos los lugares en los que ha estado, y acude al
país de sus padres a ver si allí se siente un poco parte de algo. Los rudos
vaqueros de este rincón de Utah (si he entendido bien) la acogen con simpatía.
Cuando Rye y Lisa se conocen, él le
oculta quién es, porque quiere, ¡pobre niño rico!, que lo amen por su cuerpo
serrano y no por su cuenta corriente.
Ryan despertará en Lisa toda una
serie de emociones y sentimientos nuevos a los que se entrega con pasión, como
una fiebre que la domina. Bueno, la autora, que de sutil tiene lo que yo de
monja, usa machaconamente la metáfora del enamoramiento y el deseo como una
fiebre.
La cosa es que Lisa, lista pero
ingenua, se cuela por él, mientras que él no sabe muy bien qué hacer con esta
muchacha que le rompe los esquemas. Salvo lo evidente de retozar felices por
los verdes pastos del Señor.
Por cierto que las escenas sexuales
me parecieron muy explícitas para la época.
Tú sabes que esta historia tiene fecha de caducidad: cuando acabe el verano, Lisa habrá terminado su trabajo de
Lisa y tendrá que irse. La duda es si podrá Rye superar toda esa hostilidad hacia el género
femenino y ver en Lisa quien ella es verdaderamente, no un cliché, no una mujer
más, sino una persona por derecho propio.
También tienes la intriga de ver qué
sucederá cuando Lisa descubra quién es el, no un vaquero pobre, sino un tipo
rico que está de vuelta de todo.
Esta novela tiene, por un lado,
muchas frases de esas que te hacen rechinar los dientes pero, por otro,
bastantes momentos deliciosos en el que estas dos personas tan distintas
conectan el uno con el otro.
Si, además, me los pones en un
paraje natural como es un alto pasto entre montañas, en el esplendor del
verano, los densos bosques, esperando la llegada de las heladas y el invierno,…
pues qué queréis que os diga, a mí me ha entretenido y dejado con ganas de leer
más de esta Elizabeth Lowell ya que lo leído hasta la fecha (Untamed y Prohibido) me gustó pero no me animó a leer
más de ella.
En cambio, esta me ha picado un
poquito. Lo suficiente como para apuntarme la segunda de la serie de los
McCall, Dark Fire / Claroscuro, del
mismo 1988.
Silhouette, 4/1988 |
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas breves y sexis, sobre todo si te van los espacios abiertos y la naturaleza sin filtros.
Lamento decir que no he encontrado críticas de esta novela en ninguna
de las páginas habituales. Con estas cosas tan viejunas es lo que pasa. Así que
pondré los enlaces habituales que nunca fallan, con las valoraciones de esta novela a día de hoy:
Good Reads, 3.64 estrellas.
Amazon, 4.2 estrellas.
Por poner algo que puede ayudar, aquí la página de Smart Bitches Trashy Books en las que te hacen sugerencias sobre por qué libro empezar a leer de Elizabeth Lowell.
Más que el artículo en
sí, que se dedica a irse por las ramas comentando portadas, está bien lo que
comentan las lectoras.
Romanzi Rosa habla también de esta autora y sus libros, en italiano claro.
Pero si queréis echarle un vistazo un poco más en profundidad a sus libros, fue una de las autoras del Reto RITA de 2018, y aquí, A la cama con… un libro hacen un repaso de los diferentes libros que fuimos leyendo de la autora.
18/11/2020: Añado enlace a la crítica de Rosario's Reading Journal, que le dio una D.
Hola Bona, de esta autora sólo he leído dos libros, Solo mía, en histórica que me gustó bastante, y mas reciente la contemporánea Morir de amor, que no recomiendo nada, me costó lo suyo llegar al final. No ha sido una autora con la que haya conectado. Por cierto, que el argumento de este me ha recordado a los de Diana Palmer. Saludos
ResponderEliminarCon lo que me dices, no merece la pena que le des más oportunidades a la autora, hay muchas cosas estupendas por ahí afuera. Gracias por compartir tu experiencia.
EliminarAy, qué memorias! Recuerdo leer este y que me gustara mucho. Lowell era una de mis favoritas cuando empecé a leer romances. Del estilo de este (aunque históricos), amé los de la serie Only, ambientados en la 'Frontera'. No sé qué tan bien hayan sobrevivido el paso del tiempo, pero recuerdo releer particularmente seguido el 3o de la serie (que hasta incluye también un 'héroe' que piensa lo peor de la protagonista, nunca mi tipo de personaje preferido). El otro que me ha gustado mucho de Lowell es Tell Me No Lies, que es más en el subgénero de thriller (intriga?), ambientado en el mundo del arte chino. Es un poco diferente a los Lowells clásicos, pero muy bueno.
ResponderEliminarMe apunto los que dices, a ver si en el futuro les doy una oportunidad. Especialmente el de Tell me no lies. No había visto que reseñaste este, no me salió en la búsqueda de Google. Ahora mismo pongo el enlace. Yo creo que le saqué más jugo a la historia; a mí es que me pones montañas y ya pierdo el oremus.
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