Una old skool sobre un tópico irritante de por sí, la fierecilla domada,
¿qué puede salir mal?
DATOS GENERALES
Título
original: The devil who tamed her
Género: histórica
Fecha de publicación original en inglés:
junio de 2007
Páginas: 417
Parte de una serie: Locke Family (Familia
Reid) #2
1.ª edición en España
Traductora: Ersi-Marina Samara
Spiliotopulu
Edición: 5/2008, B (Ediciones B)
Páginas: 352
Col. Amor y aventura
SINOPSIS (de La casa del libro)
Raphael Locke,
también conocido como Rafe, es el apuesto heredero de un ducado, inmensamente
rico y perseguido por todas las jóvenes de Inglaterra. Detesta a Ophelia Reid, hija de un conde, porque
la hermosa joven le parece una arribista. Hasta que la encuentra llorando y la
consuela entre sus brazos, y empieza a pensar que quizá no sea tan mala… Cuando
un amigo declara que Ophelia nunca será más que una arpía bonita, Rafe se
compromete a convertirla en una gentil dama que un día encontrará al hombre
adecuado.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
No. Estaría, como mucho,
entre las cinco mil mejores. En el Club Romántica (ya desaparecido) aparecía en
el Top 100, concretamente la 85; en la revista Romantic Times (también
desaparecida) fue considerada un Top Pick! Y no sé por qué en algún sitio la he
visto como ejemplo de cross-dressing & in disguise, pero no acabo de
entender el porqué.
CRÍTICA
En la relectura que estoy haciendo este año de obras
de Lindsey, me topo con este Jaque al
corazón que compré en papel, en una oferta de novelas románticas rebajadas.
En aquel entonces hacía años que no leía nada de Lindsey y me decidí por
esta obra que, para cuando yo la adquirí y leí por vez primera (año 2013) era
relativamente reciente.
Los personajes debieron aparecer en el libro primero
de la saga Reid/Locke. Ese libro no lo tengo por casa, así que no lo habré
leído, pero el argumento me sonaba mucho, con un escocés al que llaman bárbaro
y una heroína llamada Sabrina.
Es igual, lo que ocurrió entre los protagonistas de esta novela en aquella otra te lo cuentan en varios momentos. Ophelia es una muchacha de la baja nobleza guapísima cuyo padre quiere casarla por todo lo alto. Muchos hombres se sienten fascinados por ello y le proponen matrimonio sin conocerla en absoluto.
Ella los desprecia, de hecho está desencantada con
todo el mundo, incluidas las personas a quienes considera “amigas” que no saben
ver más allá de su cara bonita.
Se supone que Ophelia es la mala del libro anterior.
Lindsey se atrevió, y es una valentía que la honra, a hacerla protagonista de
esta entrega. Redimir a un personaje maligno requiere un esfuerzo extra, como
hizo Kleypas con Sebastian lord St. Vincent en El diablo en invierno.
Desde ese punto de vista, Lindsey ha logrado una
heroína bastante coherente, que tiene sus razones para mentir y manipular, y
también para no tener buena opinión de la gente. Así que, en mi opinión, tiene
éxito en esta pretensión de redimir a una tipa que es un bicho.
Lo que ocurre es que para ello recurre a un tópico que
es políticamente muy incorrecto, el de la fierecilla domada. En el título
original se ve mejor: The devil who tamed
her significa «El diablo que la domó»,
Rafe, chico rico, guapo y con dinero, un libertino con
todas las de la ley, hace una apuesta con su amigo Duncan a que es capaz de
convertir a esta chica tan odiosa en una mujercita dulce.
No sé, podía haber dicho aguántame el cubata que a esta me la paso por la piedra y me habría
resultado menos ofensivo.
Para conseguir su objetivo, la secuestra y se la lleva
a un casoplón en mitad de los páramos, cerca de la frontera con Escocia. Y con
manipulación y un psicoanálisis avant-la-lettre,
se supone que la cambia para convertirla en lo que pretendía.
Sinceramente, el planteamiento me resulta odioso. No
tengo nada en contra de que uno de los protagonistas ayude al otro a sacar lo mejor de
uno mismo, a que mejore cualquier aspecto que tenga a bien, a madurar, a hacer
ejercicio físico o a saber combinar la ropa, me da igual, lo que quieras, todo lo que sea una
mejora personal en la que te ayuden, está bien.
Pero hay un requisito muy grande para eso: la
voluntad. No es lo mismo, “quiero controlar mi mal carácter, ayúdame” a “nena,
tienes mal carácter, te lo voy a cambiar yo por la fuerza”.
Vamos, que aparecía Rafe con su complejo de
superioridad y mi cabeza le gritaba aquello de Rata inmunda / Animal rastrero / Escoria de la vida / Adefesio mal
hecho.
No puedo con ello, de verdad que no, los tipos
sobrados que deciden ellos por si mismos lo que es mejor para la pobre
señorita,... me superan.
Luego sí, hay besos, y algo de sexo y, ¡ah, sí! Acaban
casados, pero vamos, que yo me quedo con unas ganas enormes de que Ophelia
conserve su genio y se las haga pasar canutas en cuanto él se pretenda propasar
un ápice controlándola o diciéndole lo que debe hacer.
La novela se me hizo larga otra vez, la cogía y la
dejaba… hasta que hice lo de leer de través, solo los diálogos y poco más, y
gracias a ello pude acabarla para hacer este comentario.
Cuando la leí, dejé comentario el 2 de noviembre de
2013 en El rincón de la novela romántica. Hablé de que la heroína era «odiosa,
mentirosa y viperina», que Rafe «le hace un psicoanálisis de medio pelo para
descubrir que toda la culpa está en papá y la infancia, etc. para que sea
“dulce y femenina”. »
Mi reflexión fue: «¿No conocéis a gente así (en el
trabajo, la familia –el estereotipo de la suegra y la cuñada se nutre de ello-,
las “amigas”)? En mi experiencia personal, ni las mayores desgracias las hacen
más humanas, siguen siendo bichos y malas».
Después de releerla, he sido un poco más tolerante con
el cambio de la heroína, porque en realidad, ella no cambia, siempre ha tenido
un fondo bueno, solo que es demasiado lista como para no impacientarse con la
hipocresía de la gente. Creo que la
entendí mejor. O puede ser que con la edad, tenga yo más tolerancia a ciertos
defectos de carácter.
Simplemente, Ophelia aprende a controlar un poco su
mal carácter para no herir a las pocas personas que la quieren de verdad y que
son sinceras.
Entonces la consideré pasable, dije que me costó acabarla y la puntué 5/10. Como no doy
medias estrellas en el blog, lo dejo en 2.
8/2007, Pocket |
Valoración personal: allá tú, 2
Se la recomendaría a: quienes gusten del tópico fierecilla domada.
Otras
críticas de la novela:
En español, hay tres críticas en El rincón de la novela romántica y, por una vez, de las tres una es positiva, ¡y dos más bien negativas!
Una de ellas la publicó Almudena también en el blog Novelas románticas.
En Una locura romántica le ponen un 6.
Paso al inglés.
De nuevo me ha ocurrido que, a pesar de ser una novela ya del siglo XXI, ha sido difícil encontrar alguna crítica de ella.
4 estrellas le pone Coffeeholic Bookworm.
En inglés, Historical Novel Society enfatiza lo poco histórica que es esta novela.
Una crítica en… indonesio, según Googe.
Como no he encontrado más, os dejo los enlaces a los sospechosos habituales, Good Reads, donde a día de hoy tiene 3.86 estrellas y Amazon, 4.5 estrellas.
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