La vida da muchas vueltas y, a veces, el amor no es suficiente
DATOS GENERALES
Subgénero: histórica
ISBN 13: 978-84-687-9161-6
Edición: 3/2017
Editorial: Harlequin Ibérica
Páginas: 320
Colección: Top novel, 224
SINOPSIS (según La casa del libro)
Viena, 1952. Andreas y Lilian se reencuentran inesperadamente
en un café tras una larga separación. Mientras pasean juntos por el Prater,
Lili recuerda su historia de amor con Andreas, su enamoramiento incondicional y
juvenil, el primer desengaño, el fracaso en su intento de olvidarlo, la
reconciliación y los años locos que vivieron juntos en el salvaje Berlín de
entreguerras.
Recuerda cómo, a pesar de las separaciones y las distancias, nunca
dejaron de amarse. Porque el de Lili y Andreas es uno de esos amores que
perduran a través del tiempo y las pruebas.
Porque las verdaderas historias de amor nunca terminan.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, indudablemente. En mi base de datos la tengo, actualmente, en el
puesto 2.541, o sea que está
holgadamente dentro de las tres mil mejores novelas románticas ever. Eso tiene mérito, habida cuenta de que son poquitos los blogs en español de los
que recabo datos fiables. Fue considerada lo mejor del año 2017 en varios
sitios: El rincón de la novela romántica, Cielos de papel, Otro romance más y
también para Ivette Chardis.
CRÍTICA
La cosa ha salido así. Al leer
salteadas las novelas de Marisa Sicilia, me ha quedado para el final la que es,
creo yo, la mejor: El último baile.
Es de esos libros por los que casi
llego tarde al trabajo. Estaba terminándolo y no podía dejar de leer.
Cuando acabé di un suspiro profundo,
de esos así «ains, qué “potito”».
La protagonista es Lilian, a la que
vemos, ya en torno a su medio siglo de edad, regresar a su Viena natal. Topará
entonces con un caballero guapete como un pincel, Andreas, el amor de su vida,
al que hace años que no ve.
Entonces hacemos un salto atrás, a
1921. Lilian, jovencita, en su baile de la ópera, enamorada de Andreas, el
hermano de su mejor amiga. Virginal, desconocedora de las cosas, huérfana de
padre que murió en la Gran Guerra, pero aun así sigue formando parte de la
buena sociedad.
Eso le permitirá acudir a Trieste en
vacaciones de verano, y allí saldrá a relucir su amor juvenil por Andreas,
bastante correspondido. Son unas escenas doradas, de playa, tan bien descritas
que sientes en la boca el sabor del mar, notas la piel caliente bajo el sol y…
la confusión, el vértigo físico del primer amor.
La mayor parte del libro está
contado como desde la perspectiva de Lilian. Lo que siente o piensa Andreas es,
en buena medida, un misterio. Hay desequilibrio entre la presencia escénica de
uno y otro personaje: Lilian siempre, Andreas solo en relación con ella.
Por eso, esta novela acaba sonando
al subgénero sentimental o women’s
fiction. Si no la califico así es porque la historia central es el amor de
estos dos, no solo una cosa más que le pasa a Lilian.
A lo largo de más de trescientas páginas
vamos de principios de los años veinte hasta los años cincuenta. Meter treinta
años de la vida de una pareja en trescientas páginas, con tanto evento y sin
que eches nada a faltar, con todo lo que ocurrió en esas décadas en Europa, es
alucinante.
El amor de Lilian por Andreas queda
claro desde el principio, es constante a pesar de las cosas que le pasan en la
vida, va madurando a lo largo del tiempo, tiene una hija, vivirá en Viena, y
luego estarán en el Berlín de entreguerras, caótico, muy de vanguardia, donde
Andreas quiere cumplir su sueño de ser un arquitecto estilo Bauhaus.
Los dos protagonistas tendrán una
evolución según pasan años y décadas, con sus malos momentos, claro. Las cosas que
les pasan derivan de las decisiones que toman. No voy a entrar en detalles por
no destripar cosas. Lo mejor de este libro es ir descubriendo lo que ocurre,
cómo van cambiando los protagonistas al mismo compás que la evolución
social y política de aquella Centroeuropa de la primera mitad del siglo XX.
He leído en alguna crítica que son
personajes a los que estrangularían más de una vez. No ha sido esa mi
experiencia.
Entiendo que las decisiones que toman, a cada momento. Se explica por quiénes son, por ellos y sus circunstancias. Dos vieneses de la buena sociedad de principios del siglo XX, muy jóvenes y sin demasiada experiencia. Adolecen de limitaciones en su comprensión de la vida.
Además, es fácil anticipar qué va a pasar desde nuestra perspectiva, así, a toro pasado. Podemos pensar «vaya error hacer esto o aquello», pero si te sitúas mentalmente en aquella época, desde aquella perspectiva todo es bastante racional.
Me parece
maravilloso saber crear unos personajes que suenan tan auténticos y que, por
otro lado, responden a la época en la que los sitúas.
El estilo es fantástico, con sus conversaciones
vívidas y las escenas justas para describir en cada momento cómo es la sociedad
en la que viven. Lo que yo llamo «estilo best-seller
internacional», sin florituras ni cursilerías de esas que encuentro con cierta
frecuencia en nuestra romántica y que me echan tanto para atrás.
No hay demasiada tensión sexual no
resuelta, la verdad, pero la romántica-emocional está de toma pan y moja. Eso,
al menos a mí, me compensa de sobra.
Como comparo cada libro con otros
del autor, reconozco que me deslumbró más Nadina o la atracción del vacío, quizá porque era la novela con la que la descubrí
y me dije «caramba, también se puede escribir romántica así de buena en
español». Sin embargo, este Último baile
me parece la mejor novela, redonda. De Mathieu me enamoré, de Andreas no. Pero
es que Lilian es una protagonista magnífica, con sus errores e imperfecciones. Y
los comportamientos de Andreas son perfectamente lógicos de alguien de aquella
época y lugar, un hombre que tiene sus ambiciones personales y que no quiere
renunciar a ellos por Lilian, a la que cree que tiene segura de todas formas.
Así que hay cierto equilibrio entre los dos. En cambio, en Nadina…, la inanidad de la protagonista femenina se notaba mucho
frente al magnífico Mathieu.
Por eso, considerada en su conjunto,
esta ha sido mejor experiencia y le pongo 5 estrellas. Admito que en parte
también es por la ambientación tan atractiva en la Europa central de
entreguerras, uno de mis temas literarios favoritos. La reconstrucción que se
hace aquí de aquella Viena, de aquel Berlín, me parece magnífica. Vives
realmente cómo era. Es una historia de amor para los fans de Joseph Roth o
Stefan Zweig.
Siempre digo que Sicilia me evoca
películas. En este caso, al empezar y acabar en la Viena de posguerra, la
imagen que tenía era El tercer hombre, con Alida Valli caminando, las
hojas otoñales cayendo, rebasando a Joseph Cotten y pasando de largo.
No, no es preocupéis, El último baile es romántica, aquí sí
hay un final feliz.
Para la parte del libro que se
ambienta en la República de Weimar, la peli inevitable es Cabaret, así morboso, un poco desenfocado, con mucho alcohol y
cierta flexibilidad sexual.
Bueno, pues con esto ya he leído todas las novelas de Marisa Sicilia y solo me queda esperar. Si alguna vez saca libro nuevo, seré la primera en comprarlo. Sea lo que sea, sin mirar la sinopsis. Y si no vuelve a publicar nada, lo lamentaré, pero habrá dejado un corpus de novela romántica en español que merece la pena, dale una oportunidad.
Valoración personal: excelente, 5.
Se la recomendaría a: cualquier fan de la novela romántica que quiera una historia de amores perfectos entre seres imperfectos.
Otras críticas de la novela:
Si queréis conocer
otras opiniones al respecto, aquí os dejo unos cuantos enlaces a otras críticas
y reseñas.
El rincón de la novela romántica.
I am Sendra Black (que,
pese al título, es blog en español).
Como reseñar un libro escrito en
español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto: