jueves, 27 de enero de 2022

Crítica: “Silent evidence”, de Rachel Grant

 

Huesos inquietantes

 


SILENT EVIDENCE

 

Por RACHEL GRANT Fecha: enero de 2019

 

Sigo, pasito a pasito, avanzando por la serie Evidence.

A veces es un poco confuso, porque a estas alturas de la película, salen personajes de las anteriores y referencia a cosas que no sabes si aparecían o no en libros pasados. Aquí se hacen las cosas todavía más complicadas porque sale una boda, la de Ian y Cressida (los del libro de Turquía) y entonces aparece todo un plantel de personajes que te tienes que ir diciendo ah, sí, este es el de Alaska, y este el de las Palau, y el otro el del estrecho...

En cierto sentido, está bien porque entiendes la tensión con pocas palabras, ya que se refieren a cosas y malotes anteriores. Pero, en general esto no me gusta mucho porque me confunde. No creo que este sea un libro que puedas leer independiente de los otros, no se sostiene por sí mismo.

En más de una entrega anterior salía Sean Logan, uno de los operativos de Raptor, que generalmente se dedica a hacer de guardaespaldas en el extranjero. La historia de Ivy/llamémosle Matt acababa con la pareja reencontrándose en un lugar exótico, las islas Caimán, con Sean haciendo de guardaespaldas de Ivy y de su hermana, la fiestera Hazel.

Te dicen aquí que fue entonces cuando Hazel le tiró los tejos al sexi Sean, que amablemente la rechazó.

Así que no está muy entusiasmada cuando se lo vuelve a encontrar en los EE. UU., cuando ella está mirando unos huesos en el lecho de un lago momentáneamente desecado.

Y es que Hazel por mucho que le vaya el living la vida loca, es una reputada antropóloga forense. Ha trabajado por todo el mundo, identificando víctimas de genocidios. Esto le supone un coste emocional importante.

Una amenaza de la que ella podría ser el objetivo (o no), hace necesario que la protejan 24/7. Y, ¿quién mejor que Sean? Pero en secreto. Como va a haber una boda en la que Sean es el padrino, Hazel irá como su novia. Sí, fake relationship. Ya sabéis cómo va esto. Tienen que fingir que están saliendo al mismo tiempo que él la protege y se resisten a su mutua e intensa atracción.

Porque sí, Sean ha estado colado por ella desde hace años, pero eso de salir con la prima del jefe va a ser que no. Y aunque superara esto, él no es de los que se compromete. Está aquí pero deseando marcharse allá. Un culo inquieto.

Es una de esas novelas de suspense romántico en las que el suspense parece ir por un lado (al principio y al final de la novela) y toda la parte central se dedica al romance. No es mi forma favorita de contarlo, aunque sí que es entretenido, con sus momentos sexis bastante hot. Ah, y algún momento de racismo de ese tan tonto y cotidiano que parece absurdo que siga existiendo gente con esa mentalidad. Pues existen. Y son millones.

Amena, se deja leer bien, aunque te quedes con esa impresión de que podría haber sido… más, mejor.

 

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

Parte de una serie: Evidence #8

Trade paperback (también hay eBook y audio), 335 páginas

Janus Publishing LLC (enero de 2019)

ISBN13: 9781944571214

 

Caz’s Reading Room, B-.

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