Más de hockey sobre hielo
DATOS GENERALES
Título original: Brooklynaire
Subgénero:
contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: 1/2018
Parte de una serie:
Brooklyn Bruisers #4
Páginas: 296
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction DB)
Uno pensaría que mil millones de dólares, un equipo de hockey profesional y
una mansión de seis habitaciones en Promenade satisfarían a un hombre. Estarías
equivocado. Durante siete años, Rebecca
ha alegrado mi oficina con su ingenio y su sonrisa. Maneja mi equipo de hockey
y mi cordura. No sé cuándo comencé a despertarme en la noche, anhelándola. Todo
lo que sé es que una bocanada de su perfume arruina mi concentración. Y su risa
me pone duro. Cuando Rebecca se lastima, intervengo para ayudar. Es lo que
hacen los amigos. Pero lo que los amigos no hacen es arrancarse la ropa unos a
otros para pasar una sola noche salvaje juntos. Ahora me está evitando. Ella
dice que somos demasiado diferentes, y que nunca puede volver a suceder.
Entonces, ¿por qué no podemos quitarnos las manos de encima?
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, versión de
2021, en el puesto 691. Y ello
gracias a que hubo quien lo consideró entre lo mejor del año 2018, como Alex A.
de All About Romance y Addicted to romance. Tuvo críticas estupendas: DIK A en
All About Romance, 5 estrellas en
About that story, Books & Beauty Are My Bag, Kimberly Faye Reads y Romance
Rehab. Es uno de los favoritos de todos los tiempos de romance.io y tiene ese
atractivo tópico que es friends to lovers.
CRÍTICA
De Sarina Bowen solo había leído Him (Siempre él), la que escribió al alimón con Elle Kennedy. Esta otra de Brooklynaire la tenía yo apuntada como una de las más apreciadas así que, en un momento en que estuvo gratis, la cogí en Play Books y la guardé en el móvil, pendiente para leerla cuando tuviera un momento.
A sus veintisiete años, Rebecca Rowley trabaja de ayudante de un milmillonario, un genio tecnológico y dueño de un equipo de hockey sobre hielo. Está con él desde hace siete años, cuando él era solo un tipo trabajando en una desordenada oficina con cuatro amigotes.
Ella ha estado a su lado, paso a paso, con cada uno de los grandes contratos que le han aupado hasta ser uno de los hombres más ricos del mundo.
Al principio, ella se enamoriscó de él, porque es listo, amable, sexi, y su genialidad no se le sube a la cabeza. Tanto cuando llevaba vaqueros y una sudadera como ahora, que va de punta en blanco, a Rebecca le ha gustado Nate. Pero él tenía novia, y se ha conformado con ser su amiga y mano derecha.
Hasta hace un par de años, que Nate la pasó de ayudante en sus negocios a asistente en el equipo de hockey, los Brooklyn Bruisers. Él no le dijo por qué la apartaba de su lado y se ha quedado con la duda de qué ocurrió, si es que ella hizo algo mal y si fue un paso antes de echarla.
Nate Kattenberger, de treinta y dos, es un tipo bastante estoico, difícil de leer. Pone cara de póker en los negocios y también en los partidos de su equipo. No es de extrañar que Rebecca desconozca lo que es evidente para todos, especialmente para el avispado lector de romántica: detrás de tanta reserva y contención, de esa fachada de jefe amistoso, está la realidad: Nate está colado por Rebecca.
Así que estos dos tienen una relación de trabajo, son amigos porque han estado juntos a lo largo de todo el camino, pero nada más.
Cuando Rebecca se lesiona y tiene una baja laboral, Nate se preocupa y hace todo lo que puede para ayudarla. Acudirá a su apartamento, con un ramo de flores, para animarla, y descubre que ella vive en un sitio pequeño, con su hermana, el novio de esta, un bebé de pocos meses, todo un follón, desorden y ruido que no es lo más adecuado para la salud de Rebecca.
Tomará el asunto en sus manos para procurarle la mejor asistencia posible...
Tranquilizarla en cuanto a su trabajo...
Estar con ella,... descubriendo, poco a poco, lo mucho que se gustan (siempre se han gustado), que se interesan (muchísimo) el uno por el otro. Pero como buenos jugadores se guardan las cartas muy cerquita del pecho, para no dejar ver cuál es el juego de cada cual.
Tienen sus dudas. No quieren quedar heridos, o perder su amistad. Becca tampoco quiere que la vean como la novia del jefe, dar lugar a cotilleos molestos.
Pero por mucho que no se atrevan a ello, al final la carne es débil y acaban cayendo. Y entonces es el momento de saber qué es lo que van a hacer a continuación, ¿es solo una noche? ¿Siguen como amigos? ¿Se evitan? ¿Se dan una oportunidad?
Todo ello, aliñado con una temporada de los Brooklyn Bruisers, en la que quieren llegar a los play-offs y la final y la Stanley Cup.
Como los protagonistas están en la parte administrativa y financiera del deporte, no te dan tanto detalle de los partidos, aunque están ahí claro, cuando ganan, cuando pierden, y cómo les afecta.
Nate quiere ganar la Stanley Cup, y si es posible frente a Dallas, mejor. Les tiene un odio africano que no te explicas muy bien. Y Becca es una fan de Brooklyn hasta la médula, claro, lo suyo es pasión por el deporte.
Con esta novela descubro otra serie dedicada a la NHL, después de los Chinooks de Rachel Gibson, la serie Game Changers de Rachel Reid (versión gay) y los Slayers de Mira Lyn Kelly.
Los Game Changers ya la tengo leída.
Y ahora no sé qué hacer, ¿Brooklyn Brusiers o Slayer? Si empiezo a mezclar unas y otras ya no voy a saber de qué equipo estamos hablando y corro el riesgo de confundir novelas. Pero es que creo que es uno de esos deportes norteamericanos que aquí gustan, es de los más comprensibles. Al menos para mi. Mucho más entretenido que el béisbol o el fútbol americano.
¿Qué hago, voy primero una serie y luego otra, y después seguro que descubro más…? ¿O mezclo todas según van llegando a mis manos, en oportunidades baratas o gratis?
Tengo curiosidad por saber qué hacéis, si tenéis varias series que os interesan de un género, que puede ser histórica de la Regencia o urban fantasy o lo que sea, de varias autoras diferentes pero de contenido parecido.
¿Qué es mejor, hacer seguido una serie y luego otra, o mezclar según llegan a las manos?
En fin, esta de Brooklynaire me ha encantado, lo he pasado pipa, me lo leí en un visto y no visto, totalmente colgada de las idas y venidas de Rebecca y Nathan, a ver si sí o si no, si lo hacen o no, si conservan sus sentimientos, si acaban ganando la copa o no, y cómo solucionan el tema del desequilibrio de poder entre ellos, él un milmillonario todopoderoso con más dinero que el que gastará en su vida y ella una muchacha que tuvo que dejar la universidad cuando su padre murió y ponerse a trabajar para que su hermana, ella sí, pudiera estudiar.
Si lo dejo en cuatro estrellas solo
es porque no me dejó resacosa, nada más.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de romántica contemporánea deportiva friends to lovers.
Otras críticas de la novela:
Sólo he visto críticas en inglés.
All About Romance, DIK A.
About That Story, 5 estrellas.
Books & Beauty Are My Bag, 5 lápices de labios.
Kimberly Faye Reads, 5 estrellas.
Romance Rehab, 5 estrellas.
Dear Author, B.
P.D. 10-6-2022. La he releído en español, aprovechando que está en KU. La traducción se lleva, sin ser la más brillante del mundo. A Nate le gustan los palíndromos y la traductora hace un esfuerzo en encontrar equivalentes en español.
Es una traductora hispanoamericana, lo cual a mí no me causa ningún problema. De hecho yo utilizo unas cuantas expresiones del otro lado del charco, es mi mismo idioma y está bien enriquecerlo con estas cosas. O sea, que encontrarás palabras como lactar, cuadras, adiosito, reservación, mesero, cantinero, o casilla de voz.
No tengo claro que realmente se diga banca por banquillo, ahí lo dejo, ¿se dice en algún país...? Y hay otras traducciones que son demasiado literales como decir que unos tengan «agendas privadas» (por intención oculta) o que alguien es un «dolor en el trasero» (por incordio).
Como curiosidad, al equipo de los Bruisers los llama Bombarderos, cuando en realidad la palabra significa más bien «matón, gorila». De nuevo, no sé, igual en algún sitio a los matones se les llama así.
De verdad, que dientes más largos se me han puesto. La premisa me gusta mucho. Lástima del inglés.
ResponderEliminarYo leo las sagas desordenadas conforme van llegando a mis manos, aunque cada vez me da más pereza empezar las que no están terminadas porque cuando una me gusta lo que querría es leérmela de un tirón. Hay veces que tardan en publicar o traducir la siguiente entrega y se te olvida lo leído.
Me he decidido por leer esta serie, iré poco a poco. Lo curioso es que de la sexta de esta serie la acaban de publicar en español, «La sensación de Brooklyn» (Overnight sensation). Está en KU.
EliminarCalla, que me acabo de dar cuenta de que sí está traducida también esta al español.
EliminarGenial. Gracias por la info. Me la compro ya mismo.
ResponderEliminarOjalá te guste tanto como a mi. La historia de Nate y Becca ya ves que la disfruté muchísimo.
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