lunes, 28 de noviembre de 2022

Crítica: “The kingmaker”, de Kennedy Ryan


Menos melodramática y más activista, pero tan atractiva como siempre

 


DATOS GENERALES

Título original: The kingmaker

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: 2019

Parte de una serie: All the King’s Men #1

Páginas: 352

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Poder. Pasión. Traición.

Criado para gobernar, alimentado para liderar y destetado con una dieta de ambición despiadada. En un mundo de ricos y pobres, mi familia lo tiene todo y no quiero tener nada que ver con eso.

Mi camino me lleva lejos de casa y me pinta como la oveja negra. En desacuerdo con mi padre, estoy decidido a construir mi propio imperio. Tengo reglas, pero Lennix Hunter es la excepción a cada una de ellas. Desde el momento en que nos conocemos, algo salta entre nosotros. Pero mi familia le robó a la suya y mi padre es el hombre que más odia. Mentí para tenerla, y haría cualquier cosa para conservarla. Aunque ella también trata de odiarme, la atracción inexorable entre nosotros no será negada.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Esta en mi lista de las mil mejores novelas románticas, la que publiqué en 2021, en el puesto 389. Tuvo crítica de DIK A en All About Romance; 5 estrellas le dieron Amy Dickinson, Kimberly Faye Reads y Simply Love Book Reviews. Además, es un Guilty pleasures Purest Delight, una de las favoritas de Natasha is a Book Junkie, favorita de todos los tiempos para romance.io y fave de (un)Conventional Bookworms. La escogieron entre lo mejor del año Sarah MacLean, Shannon (de All About Romance), Sheena (de Smexy Books), Rowena la escogió entre los mejores libros, héroes y heroínas.

CRÍTICA

Kennedy Ryan es una de las escritoras actuales que más me gustan. Solo que... me parece la reina del melodrama. Así que no es para todos los días.

Es emocionalmente intensa, trágica en muchas ocasiones, les pasan cosas terribles a muchos de su protagonistas, incluso el sexo y el roce a veces tienen ese puntín de desesperación, de «no quiero pero no me queda otra porque necesito el cuerpo del otro como respirar».

Y como su copa rebosa a menudo tanta amargura, pues lo dicho, que no es para todos los días.

Ahora que estoy leyendo cosas que tenía perdidas en mi Kindle viejo desde hace años, me digo que es el momento de leer la trilogía All the King’s Men, que empezó como dueto, pero luego se le añadió Queen move, con otros protagonistas.

La historia es un poco de segundas oportunidades, y se desarrolla a lo largo de años. Es una cosa que no intimida a Kennedy Ryan, el dejar pasar años por las páginas de sus libros.

Hay tres momentos:

1 El inicial en que Maxim y Lennix se conocen. Maxim Kingsman Cade es un joven universitario, especialista en el clima, que se rebela contra su padre, millonario del sector petrolífero. En una protesta contra un oleoducto, conocerá a Lennix Moon Hunter, chiquilla de diecisiete años. Pasarán juntos un breve tiempo. Se gustan, se caen bien aunque él le oculta su identidad.

2 Salto de cuatro años. Ahora ella ya tiene veintiún años, y él ha terminado su formación universitaria y tiene previsto irse a la Antártida y luego a la Amazonía y después… Es de esos medioambientalistas que además quiere ganar pasta, o sea, hacerse millonario con energías renovables y esas cosas ecológicamente correctas. Aunque él bien que viaja en su jet privado.

Ella también tiene sus ideales, pero va más por la vía de dar voz a quienes no la tienen, ayudar a los discriminados, a las minorías, en cualquier forma que puedan.

Estos dos apasionados coincidirán en Ámsterdam, y allí tendrán su tórrida historia de amor, con fecha de caducidad, lo saben… Y Maxim sigue ocultándole de quién es hijo.

Luego pasan cosas, y pasan años y retomarán la relación ya en la treintena…

Es una historia de segundas oportunidades, con amores bigger than life. En esta novela caben muchas cosas, de todo, desde un campo de tulipanes en los Países Bajos hasta los hielos de la Antártida… Es precioso la verdad, cómo estos dos se quieren, saben que el otro es especial, pero la vida se les cruza por en medio y no es el momento oportuno…

Pero la química cuando se cruzan, ¡ay!, es fantástica, esas miradas ardientes, se les van los ojos, las manos, todo…

Como sabía que esta historia tenía segunda parte, pensé que sería el típico dueto en que el final feliz no existe hasta el último momento, o sea, al terminar el segundo libro.

Pero no. Esta novela tiene su final feliz. Solo que en su modalidad happy for now

Sin embargo, para picarte y que te compres la segunda parte, te cierran el libro con un cliffhanger literal. No, en serio. Lo que se debió reír la autora escribiendo esto... Con alguien colgando de un precipicio.

Es una de esas novelas que no pude dejar de leer. Tenía que saber cómo seguía, aunque me den las tantas. 

¡Qué buena es Kennedy Ryan, hijas mías! Casi me deja resacosa, porque fue cosa de acabar e inmediatamente ponerme a leer la siguiente, The rebel king, para ver cómo se supera eso de estar hanging over a cliff.

Si no le pongo lo máximo es porque, para mí, pierde una estrella por su activismo. Están los personajes hablando de sus cosas y de repente, es como si fueran actores que abren un paréntesis y rompen la cuarta pared y te lanzan el speech medioambiental o de lo que sea.

No digo que no sean buenas causas, es que no lo mete con fluidez. Se nota la diferencia respecto a cuando habla, por ejemplo, de las desapariciones de las mujeres de cultura nativa, que se dan con frecuencia y se investigan poco y mal. Esa causa, por ejemplo, sí que sabe implicarla bien, de forma muy natural, en la historia de Lennix y Maxim.

No me gusta que me sermoneen, incluso cuando son causas que yo también defiendo.

Reconozco que no soy una persona espiritual, así que toda la parte de ritos y creencias de Lennix me resultan bastante indiferentes. No porque sean creencias tribales. Me pasa lo mismo con cualquier cosa paranormal o irreal que metan en los libros, sean religiones minoritarias o mayoritarias.

Lo de forzar la máquina con temas activistas me recuerdan siempre a lo que me pasó con Torrente Ballester. Hace (muchos) años me dio por leerme todas sus novelas. Y obsesa como soy con las listas y el orden, empecé por la primera, Javier Mariño. Historia de una conversión. Publicada en plena guerra mundial, tuvo problemas con la censura, sobre todo por la parte lasciva… Pero a mí lo que me pareció fue una auténtica obra de propaganda falangista. Los franquistas eran todos buenos, guapos, listos,... con todas las cualidades de excelencia que puedas imaginarte, mientras que los rojos eran no sólo malos y dados a toda perversión, es que además eran feos. 

Un maniqueísmo absurdo que iba en detrimento de las cualidades literarias. Quedaba ridículo.

Desde entonces, creo yo, tengo aversión por las novelas de tesis, de combate o como quieras llamarlas. Da lo mismo que sea propaganda de izquierdas o derechas, empeora los libros porque, en mi opinión, tienden a ser como Javier Mariño: los buenos son perfectos, los malos son hasta feos.

Con independencia de que sea una causa buena o mala, empobrece el libro

Tengo la impresión de que la novela romántica made in USA se politizó mucho a partir de 2016. Me parece a mí que «lo de Trump» los traumatizó bastante y decidieron ser más combativos. Creo que en parte es por eso que ya no conecto con las novelas de Courtney Milan.

Está bien meter cosas diversas, y que los personajes tengan su ideología. Incluso sí, haz propaganda, pero hazlo bien. Preferiría que lo trabaran mejor dentro de la historia porque, si no, me canta La traviata.

Pero vamos, que es solo mi experiencia.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporánea con chicha.

Otras críticas de la novela:

En español he encontrado esta reseña de Entre Letras, que le da cuatro estrellas. 

Paso a las críticas en inglés:

All About Romance, DIK A. 

(un)Conventional BookWorms, 5 estrellas

Simply Love Book Reviews, 5 estrellas

Life’s A Peart, 5 estrellas (a los dos libros del dueto). 

Book Binge, 4.75 estrellas

Como curiosidad, al poco de sacar esta novela, Kennedy Ryan estuvo en el podcast de Smart Bitches: «377. Finding the Story: A Conversation with Kennedy Ryan»

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