De
nuevo, entretenida y fácil de leer, sin más
THE FIFTEENTH MINUTE
Por
SARINA BOWEN ‧ Fecha: octubre de 2015
Mirad,
esta novela, la última de los Ivy Years es la menos valorada de la serie. ¿Por qué? Creo que a mucha gente le puede hacer sentir incómoda.
En la
época del «hermana, yo sí te creo», plantear un protagonista masculino que se
enfrenta a una denuncia falsa es revolucionario.
Creo que
la autora más bien denuncia la forma tan poco garantista que tienen las
universidades estadounidenses de investigar las violaciones. A mí me dejó
perpleja porque, como jurista, no se me ocurre que los delitos tengan que
investigarse en un sitio distinto a un juzgado. Las universidades no tienen que
meterse en ello.
Este es
el libro de Lianne Challice, la
vecina de Bella. Es una actriz famosa que solo quiere vivir tranquila en la
universidad. Pero para ello tiene que estar algo recluida, sin atreverse a
hacer mucha vida social. Curiosamente hay alumnos de la universidad que se
resienten de su presencia, no les gusta. Sorprendente.
Lianne
quiere también dar un giro a su carrera y enfrentarse a papeles un poco más
serios. Ahora, no entiendo muy bien por qué aspira a ser una lady Macbeth,
personaje que a mí nunca se me ocurriría para una actriz tan joven.
El chico
de la película es Daniel «DJ» Trevi,
quien actúa como pinchadiscos en los partidos de hockey. Tiene que condensar en
cortes de unos pocos segundos el estado de ánimo sobre el hielo. Eso quiere
realmente talento.
El
problema que tiene es que una compañera dice que él la ha violado. En lo que la universidad investiga, le ponen ciertos límites, sitios donde no puede ir y
tal. No sabe si va a poder seguir estudiando o si lo expulsarán, por eso su
relación con Lianne está un poco en el aire.
Su espada
de Damocles es una acusación falsa de violación. Ves no solo cómo el sistema le
condena sin oírle si quiera. Su lucha es que, por lo menos le oigan. Y también
sus dudas, de no explicarse cómo esa chica con la que se enrolló le acusa, qué
es lo que él no pilló, qué hizo para que esta chica lo denunciara. Intenta sinceramente entender por qué ha ocurrido esto.
Me gustó
un poquito más que la anterior, pero sigue en la categoría de «buena», sin más.
Mi principal interés es todo lo referente a la acusación falsa que Daniel padece,
a ver cómo lo solucionaban.
Me dejó
un poco así porque hay cierto deus ex
machina. Se retira la acusación en el último momento pero no por nada que
los protagonistas realmente hagan. Esto es algo decepcionante.
Es
graciosa una referencia que hay en un momento dado, en que Lianne no se siente
bien, y DJ le dice:
¡Oh, noooo! No llores. Es como tú dijiste. Esta no es una novela de John Green. No se muere nadie.
Mi
experiencia: buena, 3
estrellas.
Print / eBook / Audio, 314 páginas
Rennie
Road Books (octubre/2015)
Parte de
una serie: The Ivy Years #5
ISBN13:
9781942444107
Book Binge, 4.25 estrellas.
Como cosa
curiosa, Kaetrin, en Dear Author, no es capaz de darle una puntuación.
Dado el
tema de la novela, no me resisto a decir que, en mi experiencia como jurista,
las denuncias falsas existen. Son muy minoritarias, pero no significa que no
existan. No solo en los delitos sexuales, sino para otros muchos, desde las
estafas y robos hasta las lesiones y casi cualquier clase de delito.
Por eso
me parece fatal el que se haga depender la condena de una persona en la
declaración sola de la víctima. Eso le mete una presión adicional a la víctima.
Me parece terrible. Emocionalmente muchas víctimas no están en situación de declarar ni
de enfrentarse a un juicio ni nada.
En mi opinión, lo que hay que hacer es investigar bien. Buscar pruebas adicionales (testigos, papeles, pruebas de ADN, posicionamiento de móviles, cámaras, actividad en redes sociales,… lo que sea y lo que se pueda). No siempre existen, pero muchas veces sí y no se mira.
No puedes poner a la víctima en la tesitura de que, si al final al malo lo absuelven, pueda sentir que es «culpa» de ella, de que lo ha hecho mal.
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