lunes, 13 de mayo de 2024

Crítica: “Raising Kane”, de Lorelei James


Muy entretenida, con sus momentos sexis

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Raising Kane

Subgénero: contemporánea

1.ª publicación: Samhain, 6/2010 (ebook)

Parte de una serie: Rough Riders #9

Páginas: 256

ISBN 9781609280956

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction DB

Ella entregó las riendas. Ahora, él ha subido la apuesta.

Cuando un trozo de hielo tira a la abogada Ginger Paulson de cabeza por las escaleras con tacones altos, no tiene a nadie que cuide de su hijo pequeño y de su padre inválido... hasta que el letalmente sexy Kane McKay aparece en el hospital, decidido a para demostrar su caballerosidad vaquera. La experiencia pasada la ha vacunado contra los hombres que toman el mando, pero ni siquiera Ginger es inmune al encanto invasivo de Kane y a un cuerpo construido como un Ford Tough.

Durante dos años, el ranchero Kane McKay ha seguido la regla fundamental del programa de tutoría Little Buddies: a la mamá de Hayden, su little buddy, no se la toca. Pero una mirada al cuerpo magullado de Ginger y Kane ya está harto de ver a esta obstinada mujer cuidar de todos menos de ella misma. La pelirroja luchadora y con curvas necesita su ayuda, y él se la prestará, con sus propias manos, le guste o no.

Después de que Kane deseche las órdenes del médico y plantee sus propias exigencias (su total sumisión sexual), Ginger se da cuenta de que la naturaleza afectuosa de Kane se extiende más allá de simplemente satisfacer sus necesidades físicas.

¿Podrá este antiguo chico malo convencer a esta tímida madre soltera para que mire más allá de su pasado... hacia un futuro compartido?

Advertencia: Contiene un dulce y atractivo vaquero que utiliza todos los trucos sexuales del libro para dejar sin palabras a una abogada atrevido y que habla rápido y darle un nuevo sentido a la expresión «arbitraje vinculante».

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Como la mayor parte de las Rough Riders, la tengo bastante arriba en mi base de datos, en el puesto 2.212, gracias a muchas críticas positivas. Así, le pone una A The Good, the Bad and the Unread; cinco estrellas le ponen A Maldivian’s Passion for Romance, así como Simply Love Book Reviews, Under the Covers, y Brunette, a la que sigo en Goodreads. Es, además, un «favorito de todos los tiempos» para la página web romance.io.

 

CRÍTICA

Aprovechando que están en Kindle Unlimited, me voy leyendo estos Rough Riders. Intento racionar las entregas, para no cansarme y disfrutar plenamente de cada una. Tampoco quiero dejarlo mucho, no vaya a ser que Lorelei James las saque de esa suscripción.

Ya sabéis que es una serie de vaqueros modernos en Wyoming. La familia principal son los McKay, con sus primos, McKay y West. En entregas anteriores ya hemos visto la historia amorosa de los cinco alborotadores McKay y la hermana pequeña, Keeley, tan revoltosa como sus hermanos.

Ya antes hemos visto historias de sus primos, como Kade Mckay o Chassie West. Ahora le toda al mellizo de Kade, llamado Kane McKay (36). Por aquello de que los nombres eran muy parecidos, le dio un tiempo por pedir que le llamen «Buck».

Pero ese apodo no ha tenido mucho éxito entre familiares y amigos.

Aunque sí que le llaman «Buck» los niños del programa Big Buddies/Little Buddies, que empareja a chicos jóvenes con mentores masculinos locales.

Se trata de que niños sin padre, o con padre ausente, tengan una figura masculina con la que hacer «cosas de chicos», como deportes, actividades al aire libre, reuniones de otro tipo…

Suena muy cliché sexista. Pero, desde cierta perspectiva, no deja de tener mérito. Si son niños con madres muy ocupadas o sin interés por el montañismo, o la pesca, u otras actividades estereotípicamente masculinas, pues oye, que haya voluntarios para compartir su tiempo en este tipo de actividades no me parece tan mal.

Porque sí, es novela con niño, Hayden, hijo de la abogada Ginger Paulson (37), lo cual resta algo de interés para mí, que ya sabéis que soy un poco Herodes y las monerías de los cachorros me dejan fría.

Pero bueno, aquí Hayden tampoco molesta mucho, es un mero recurso argumental, de manera que desaparece de escena en los momentos oportunos.

Si Kane McKay ha aceptado devolver algo a la sociedad colaborando con este plan es porque él, que tuvo una juventud bastante desenfrenada, ahora mira con envidia la estabilidad familiar de su hermano Kade y sus primos los ubérrimos McKay.

El salvaje Kane McKay, uno de los infames chicos malos McKay, quienes en el pasado eran el terror de cuatro condados de Wyoming, con su alcohol, sus peleas, y sus nenas…

Este era de los que vivía en un antro de depravación con Kade, Colt, el malogrado Dag… Aquello les golpeó y empezaron a cambiar el rumbo. Kade se marchó un año a las montañas, Colt se rehabilitó y Kane, sin que el resto se fije mucho en ello, ha renunciado a esa vida tan loca.

De hecho, lleva dos años fijándose en la mamá de Hayden. Eso sí, aún no ha dado ningún paso por no tener la oportunidad, por no saber cómo planteárselo, ya que Ginger siempre parece ocupadísima.

Hay que entenderlo. Es abogada con despacho que lleva ella sola, es madre soltera y tiene un padre dependiente, en silla de ruedas. No tiene tiempo ni ganas ni fuerzas para relaciones románticas ni para rollos sexuales.

Se ve obligada a parar de manera violenta cuando, por caminar deprisa con zapatos inadecuados, acaba sufriendo un accidente y es ella la que necesita que la cuiden.

Kane se apunta a echarle una mano, quiera ella o no. Que bueno, aunque no la gusta sentirse impotente, no le queda otra.

Kane está encantado de ayudarla, en todos los sentidos, no solo con sus necesidades digamos físicas e inmediatas, sino también con la intendencia en casa, con su hijo, su padre… Lo que haga falta.

Ginger no tarda en reconocer lo mucho que se gustan, se ayudan el uno al otro, porque tienen una cierta amistad. Ahora, a Ginger no le resulta fácil aceptar ayuda. Cuando no es perfecta en todo, lo lleva mal.

—Soy la madre más horrible del planeta –las lágrimas recorrían sus mejillas—. ¿Dejar a un niño de ocho años que se defienda por sí mismo mientras yo estaba grogui en mi habitación? ¿Y si hubiera resultado herido? ¿Y si se hubiera quedado cerrado fuera? ¿Y si…?

—Para. Ven —Kane la abrazó—. Está bien. Es un chico listo.

—Oh, Dios, Kane, no seas majo conmigo, no lo merezco […]

—Ginger, cariño, no seas tan dura contigo misma. No puedes evitar estar enferma.

Lo uno lleva a lo otro y sus escenas son muy hot, como es propio de esta serie, que te venden como erótica y que lo es pero solo en cierto sentido.

Me explico, aquí no es que exploren su relación por vía del sexo. Ni tampoco hay en cada capítulo una escena sexual, a cual más atrevida.

No, esto sería más la modalidad, creo yo, de contemporánea muy subida de tono, con su tríada de sexo vaginal-anal-bucal, su bondage, toques de dominación porque estos McKay son unos manduquitas en el dormitorio. Algo que el personaje de Ginger agradece, tan agobiada de responsabilidades, porque le permite poner en otras manos todo lo referente a su satisfacción física.

—Vamos, pelirroja, lánzate al vacío y llévame contigo…

Tal como te lo plantean, la «agresividad sexual» de Kane le permite a Ginger explorar una parte de sí misma que hasta la fecha estaba cerrada, por tener demasiado cansancio y miedo como para abrirla.

Después de mucho sexo y algún disgusto, de hablar y aprender a compartir la vida, es bien natural que estos dos se confiesen lo mucho que se quieren y que les espera un buen futuro.

En resumen, otra estupenda entrega de esta serie de vaqueros en el Wyoming actual que me tiene enganchada.

Aproveché un momento que hay en esta novela que, no me digas por qué, Kane repasa a sus primos, y me sirvió para completar partes del árbol genealógico McKay-West que me faltaba, y las edades de cada uno de ellos.

También tiene capítulos que están un poco desconectados de esta historia, y están ahí para picarte con la historia de Brandt y Jessie, que es la siguiente larga.

Valoración personal: bueno, 3 estrellas

Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas hot.

Otras críticas de la novela:

En español, no he encontrado nada. Y en inglés, poco.

The Good, the Bad andt he Unread, una A+

Simply Love Book Reviews 5 estrellas

A MALDIVIAN'S PASSION FOR ROMANCE, outstanding read! 5 estrellas 

KD Did It Edits, 4 estrellas

Como no he encontrado más, os comento que, al escribir esta crítica, en Amazon tenía una puntuación de 4,6 estrellas, y en Goodreads 4,31.

Añado el enlace a una entrevista que le hicieron a la autora, unos años después de publicar esta historia, en Bookpushers. 

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