viernes, 31 de mayo de 2024

Crítica: “Cowgirls don’t cry”, de Lorelei James

 

Con bebé de por medio, mñé

 


Cowgirls don’t cry

 

Por LORELEI JAMES Fecha: noviembre de 2010

 

Sigo con los Rough Riders, aprovechando que están en KU. Este libro invita a decir aquello que se ve en las series de televisión

«En episodios anteriores...»

Escena  Jessie está malcasada con Luke McKay, que la engaña, ante la mirada ceñuda de los hermanos de él (Brandt, Tell y Dalton).

Escena  Luke se muere y su suegro, el malvado Casper, la echa del rancho.

Escena La viuda Jessie depende mucho de su cuñado Brandt (hermano de Luke), al que llama continuamente y él deja lo que está haciendo para ir a arreglarle el grifo o echarle una mano con el coche o lo que sea… ante la mirada ceñuda de sus hermanos (Tell y Dalton), que mira que le dicen…

Escena  Brandt decide sincerarse, que en realidad le gustaría ser algo más. Jessie se espanta, porque para ella es como si fuera su hermano.

Escena  El teléfono suena y suena, enésima llamada de Jessie a Brandt, que hace de tripas corazón y se fuerza a ignorarla.

Eso es lo que hemos visto en otros libros anteriores.

Así llegamos a este episodio, la décima entrega de los Rough Riders. 

Se supone que han pasado meses, quizá hasta otro año entero, y Brandt se ha esforzado por distanciarse de Jessie, a ver si lo supera.

El difunto Luke le era infiel a su mujer. Ya lo sabemos. Lo que ignorábamos es que uno de sus rollos, Samantha, una chica jovencita, se quedó embarazada. Because reasons, Samantha deja al bebé un tiempo con Brandt, porque no tiene a nadie más que pueda hacerse cargo de él.

Y a Brandt no se le ocurre una idea mejor 😵que pedirle que le ayude en el cuidado del bebé a la chica con el corazón más grande del mundo. O sea, sí, Jessie. ¡¡¡Que le ayude a cuidar al bebé que su difunto marido tuvo con otra!!! 

Y pretende hacerlo, además, al estilo McKay, como su primo Kade hizo con Skylar, o sea, viviendo en parte con ella.

Como ya se ve, a estos dos los hemos visto en las entregas anteriores, y era una pareja que, la verdad, no me llamaba. Eso de estar enamorado de tu cuñada da un poco de mal rollo. Luego, que ella fuera tan dependiente de él me parecía cruel, como si se aprovechara de él porque, ¿cómo no iba a darse cuenta de sus sentimientos…?

Aquí, en su libro, pues la verdad es que no han ganado interés.

Llega un momento en que Jessie empieza a mirarlo con otros ojos y tienen sus momentos hot, sí, como muy propio de un McKay, raruno. 

Otra cosa muy McKay: ramalazo violento porque por lo visto algunos de estos McKay se ponen en plan berserker y parece como que necesitan darse de mamporros con otro, sea un pariente, o un extraño en un bar.

Es una especie de defensa de la violencia física que me incomoda. Por no hablar de un momento, avanzado el libro, en que acaba la propia Jessie implicada en una «pelea de gatas».

No me enganchaban ellos, ni el niño. Tampoco, el futuro de Brandt en el rancho bajo el mando de su impresentable papá. Sí, el mismo Casper que echó a Jessie del rancho, que oprime a sus hijos, que tiene acogotada a su mujer… de la vieja generación Casper es un tipo de lo más odioso.

Con este libro, cuando lo leí hace unos meses, decidí hacer un alto en el camino. Distancié un poco la lectura de un libro con el siguiente. Los ubérrimos McKay me hartaron un poquito con este libro. Estoy ya cansada de tanto crío.

Luego ya la retomé, pero metiendo otros libros en medio, y algunos me han gustado mucho.

 

Mi experiencia: insuficiente, 2 estrellas.

 

1.ª edición

Samhain, 11/2010

Print / eBook / Audio

ISBN13: 9781609282912

Serie: Rough Riders #10

Páginas: 304

 

The Good the Bad and the Unread, una A

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