Compré esta novela porque me gustó mucho Think of England. Tiene su toque paranormal, así que no me entusiasmó tanto, pero la parte romántico-erótica es fantástica. Es tan buena que no me puedo creer que sea una primera novela.
Samhain Publishing, Ltd. (2013) |
DATOS GENERALES
Título original: The Magpie Lord
Fecha de publicación
original en inglés: septiembre 2013
Subgénero: paranormal
/victoriana / 1888
Nota: No es fácil
encontrarle el subgénero. Como dice la propia KJ Charles en la entrevista que
indico abajo, “pensé que un misterio de
fantasía alternativa victoriana gay era un nicho tan concreto que tenía que
haber un público lector para ello formado, básicamente, por mí”.
Parte de una serie:
1.º de “A Charm of Magpies”
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS
Un lord en peligro. Un mago confuso. Una bola de nieve en
el infierno.
Exiliado en China
durante veinte años, Lucien Vaudrey pensaba
no volver nunca a Inglaterra. Pero con las misteriosas muertes de su padre y su
hermano, parece que el nuevo Lord Crane ha heredado un condado... Y a los
enemigos de su familia. Necesita ayuda mágica, y rápido. Lo que menos se espera
es que la ayuda llegue enfadada.
El mago Stephen Day tiene buenas razones para
odiar a la familia de Crane. Desafortunadamente, forma parte de su trabajo
tratar con las amenazas sobrenaturales. Además, el conde es un aristócrata que
no se parece en nada a ningún otro que él haya encontrado antes, con tatuajes,
cierta actitud,… y totalmente decidido a llevárselo a la cama. Eso es,
definitivamente, algo poco habitual. Stephen descubrirá pronto que se está
enamorando del peor de los hombres posibles, en el peor de los momentos. Pero
el peligroso atractivo de Crane es lo único que deja a Stephen inerme. La
maldad domina la casa, una red de conjuras se está cerrando en torno a Crane, y
si Stephen no puede encontrar una forma de librarse de ella, morirán los dos.
Advertencia: contiene
ardiente sexo gay entre un conde totalmente inapropiado y un mago muy confuso, tramas
oscuras en una versión mágica de la Inglaterra victoriana, valores familiares
(no del tipo bueno), y un montón de tacos.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sin duda. De hecho ha sido
incluida dentro del reciente NPR Top 100 como una de las cien mejores novelas, en el apartado LGBTQ. Tal vez sea una exageración,
pero entre las mil mejores, sí que está.
CRÍTICA
Me gustó tantísimo Think of England
que me lancé a comprar más libros de KJ Charles. Empezando por esta, su primera
novela. No miré la trama, así que me quedé perpleja al descubrir ¡magos!
¡encantamientos! Me dije WTF???
Porque lo paranormal no es lo mío. Tardé un poco en entrar en la historia, pero
una vez que me impliqué y empecé a verlo como, no sé, el mundo de Harry Potter
cien años atrás, empecé a disfrutarla.
Crane, es un aristócrata poco
habitual. Su padre y su hermano eran auténticos monstruos, a quienes todo el
mundo odia. Incluido el propio Crane: su padre lo mandó a China con diecisiete
años, sin la menor intención de volver a verlo. De hecho, si se hubiera muerto
por el camino, mejor. Pero Crane es inteligente y supo salir adelante, ayudado
por su leal criado Merrick.
Veinte años después, el padre y el
hermano de Crane mueren y él tiene que volver de Shanghái, donde ha vivido libremente,
para hacerse cargo de la nada bienvenida herencia familiar.
La novela comienza con Crane
intentando suicidarse, cosa que evita Merrick. No es que esté deprimido, ¡es un
tipo que ama la vida, y le encanta ser quien es! No, es sólo que una cierta
neblina gris domina su mente de vez en cuando y le obliga a intentar matarse. Si
estuvieran en China, consultarían a un chamán pero, ¿en el Londres victoriano?
Pues dan con uno, un mago joven,
pequeño y flaco, Stephen Day. Lamentablemente, es otro de los que tiene a los
Vaudrey como sus enemigos, pues su propia familia sufrió las crueldades del
padre y hermano de Crane. No obstante, hará su trabajo con profesionalidad, a ver
si Crane deja de sufrir estos ataques que pueden acabar con su vida.
Stephen descubre que lo que le
ocurre obedece a un objeto mágico conocido como Judas jack. Tienen que investigar su origen, quién lo puso ahí, y por
qué ataca a Crane, que ha vivido dos décadas fuera de Inglaterra y no ha hecho
mal a nadie (que nosotros sepamos). Eso les lleva al casoplón familiar, llamado
Piper, un lugar sombrío dominado por el mal y por infinitas representaciones de
urracas, el símbolo de la familia.
The Lord of Magpies se podría traducir como “El señor de las urracas”.
Crane tiene incluso en su cuerpo el tatuaje de siete urracas, siguiendo una
rima infantil “Una por la pena / Dos por la alegría / Tres por una niña /
Cuatro por un niño / Cinco por plata / Seis por oro / Siete…” y sigue así hasta
nueve y luego, en la segunda estrofa, se para en la séptima urraca, pues “la
séptima es el propio diablo”.
Podría decirse que aquí te
cuentan varias historias en una.
Suspense
Investigar a
ver qué genio del mal está detrás de los ataques a Crane.
Paranormal
Ese mundo
mágico alternativo a la Inglaterra victoriana. El propio Stephen, que es una
especie de policía-juez-verdugo, puede ser una víctima si sigue junto a Crane.
Romántica
A Crane le
gusta Stephen, y no se preocupa por ocultarlo porque ha vivido dos décadas en
China sin cortarse un pelo. Pero claro, aunque él no se dé cuenta, estamos en
la Inglaterra victoriana, y uno puede ir a la cárcel por esas cosas. Hay que ser
sutil. ¿Entenderá o no entenderá? Y, ¿le gustaré yo o no? Por su parte, Stephen,
que no tiene sus recursos, no quiere meterse en más líos de los que tiene, así
que intenta desanimar a Crane. Pero este aristócrata sabe muy bien quién es y
lo que quiere, y no se dejará manipular.
Conclusión: buena
parte de “tensión sexual no resuelta”, contada de manera modélica: parece que
sí, pero no… Y cuando se ponen a ello, sí, es sexo explícito del bueno, del que
hace avanzar la historia y te dice un montón sobre los personajes. Pero vamos
sólo son un par de escenas, no es del subgénero erótico.
Resultado de la
amalgama
La parte romántica me ha
encantado. KJ Charles realmente sabe cómo contar una historia de amor. Como en Think of England, también la he leído “de un tirón”,
después de que mi escéptico cerebro aceptase que de vez en cuando habría cosas
paranormales, conjuros, hechizos, fantasmas, etc. Aún así, a veces me tocaba poner
los ojos en blanco cuando aparecían este tipo de cosas.
La trama estaba muy bien hilada. La
narración es ágil. Los diálogos, más de una vez de doble sentido, deliciosos.
Los personajes son de los que caen
bien de inmediato. Crane es decidido, franco. Quiere demostrar que él no es
como su padre y hermano, pero comprende que haya quien recele de él,
precisamente por su parentesco.
Stephen me resultó un poco más
ajeno. Es poca cosa, no más de metro cincuenta y dos, flaco como un demonio
después de haber luchado con un terrible hechicero, y sin embargo, como mago
poderoso le toca a él lidiar con la parte heroica del asunto. Quizá sea su
juventud, pero no acabé de pillar qué es lo que espera de la vida, cuáles son
sus ideas. Habrá que esperar a libros posteriores para conocerle un poco mejor.
Como es romántica, sabes que todo
acabará bien, con Crane y Stephen, felices y contentos dedicándose al tema
alegremente.
Me gustó mucho el secundario
Merrick. ¡Le quiero más en escenas!
Hay partes de esta novela que me
encantaron y otras que preferiría que no estuvieran, como lo paranormal. Y, aunque
es del subgénero histórico, no se produce esa magia de llevarte a otro mundo y
otra época en particular. Quizá es porque transcurre prácticamente en su
totalidad en el campo, en la mansión familiar de Crane, rodeados de urracas, y
por ello podría ser la Inglaterra victoriana, o la Regencia o incluso contemporánea.
O porque es una época victoriana alternativa llena de hechiceros y tal, por lo
que es como un mundo paralelo.
Valoración
personal: notable, 4
Se
la recomendaría a: todos quienes gusten de fantasías románticas,
lo paranormal y el romance, gay o no.
Otras
críticas de la novela:
Empiezo este apartado
no con una crítica, sino una entrevista con KJ Charles:
Interesantísima, te cuenta por ejemplo que ella prefiere escribir novelas
históricas entre otras cosas porque “en la novela histórica, no tienes que
preocuparte de los teléfonos móviles, lo que hace que crear una trama moderna
sea realmente difícil. The Magpie Lord habría sido mucho menos interesante si Stephen hubiera
podido mandar un mensaje a sus colegas pidiendo ayuda”.
O lo trascendental que
es, para ser un buen escritor, retener información y saber cuándo darla, para
que no se le dé todo mascado al lector, sino hacer que él la quiera.
Este libro fue una
sorpresa muy agradable para los lectores de romántica, y como ejemplo, dos
críticas de blogueros que le dieron lo máximo, 5 estrellas: Here Be Books y Michele Fogal.
Una crítica más reciente
(julio de 2015, cuando el libro es de 2013) es la de Carrie S para SBTB, que le ha dado un A-, y ahí
se puede leer que:
“The Magpie Lord tiene todo lo que puedo querer de un romance gay. Tiene una ambientación victoriana implica magia, uno de los héroes es pequeño, flaco y muy listo, y sobre todo los personajes principales se presentan como personas auténticas, complejas, en una relación real”.
Sí querría mencionar
la de Sadie Forsythe a quien
el libro le gustó en su mayor parte,
y admitía que seguiría leyendo la serie, pero tenía un par de objeciones serias
respecto a la parte sexual: si lo he entendido bien, le parece que Day actúa
como una especie de “chica machurdona” más que un tipo gay, y no la convence
que al final ***spoiler alert*** se insinúe, de
forma inesperada, que Day tienda a ser sumiso y Crane un dominador. Un aspecto
que tampoco gusta demasiado a Carrie S y lo dice al final de su crítica para
SBTB***fin del spoiler***
Ficha en FictionDB.
Madre mía, esto parece cosa de brujería... Descubro estos libros y veo que tu última entrada es sobre otro de ellos. Qué pena que no estén traducidos :(
ResponderEliminarSí, hablando de paranormalidades...;-)
EliminarDado que la industria editorial romántica española ni siquiera traduce a grandes autoras muy apreciadas en subgéneros más convencionales, no creo que vaya a hacer caso a estas cosas que parecen más minoritarias. Y es una pena, pero bueno, es su negocio, ellos sabrán.
No tiene un inglés difícil. Para no correr riesgos, puedes probar un "free read" en su página web. Por ejemplo, "Interlude with Tattoos". Es el relato corto que iría después de esta novela. Me parece representativo de su estilo y sus temas, y ahí puedes ver si es o no para ti.