viernes, 4 de septiembre de 2015

Crítica: “Aquel verano”, de Meredith Duran



Hoy comento una novedad, traducida este mismo año. Me pareció entretenida, aunque es más de personajes que de trama. Moraleja: ser una "belleza oficial" no asegura que tengas dinero, así que no te conviene enamorarte de un médico rural sin un duro.
Diseño: Penguin Random House Grupo Editorial/
Yolanda Artola
Fotografía: © Malgorzata Maj / Trevillion Images

DATOS GENERALES

Título original: That Scandalous Summer
Subgénero: histórica / Victoriana

Fecha de publicación original en inglés: febrero 2013
Editorial: Pocket
Páginas: 372

Parte de una serie: 2.º de Los temerarios

Edición en español:
Primera edición en Debolsillo: marzo, 2015
© de la edición en castellano para todo el mundo: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.
Traductora: Nieves Nueno Cobas
Col. Cisne
 
SINOPSIS (de la contraportada)

Alastair, duque de Marwick, está absolutamente abatido: al poco de fallecer su esposa descubre que le era infiel. Ahora se niega a volver a casarse, y con ello la responsabilidad de asegurar una línea sucesoria recae en su hermano, el doctor lord Michael de Grey. Es más, Alastair lo amenaza con cancelar los fondos con los que sufraga su hospital si no sienta la cabeza y busca esposa.

Michael decide huir a Cornualles donde se hará pasar por un médico modesto. Sin embargo, todo se tuerce cuando la hermosa y problemática Liza Chudderley se cruza en su camino. La atracción es inmediata, sin duda, pero él se niega a una relación; y en cuanto a ella, una viuda de la alta sociedad londinense sin un penique en el bolsillo, le urge volver a casarse con un hombre rico… pero un médico de pueblo no encaja con los requisitos.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estadísticamente, parece que no. La he leído porque me gustan las novelas de esta autora, aunque no sea para deslumbrar. Creo que, con Pérfido corazón, es de las menos apreciadas de la autora. Y sin embargo, una vez leída no puedo dejar de sorprenderme que no tuviera mejores críticas, algún premio, que pasara tan desapercibida. Tal vez la sombra del duque sea demasiado alargada..

CRÍTICA

Aquí tenemos a Michael de Grey, médico, soltero, lleva un hospital para pobres, joven y de buen ver, ¡la alta sociedad está encantada con él! Su hermano, el duque de Marwick, se está hundiendo en su propia desesperación y rabia tras la muerte de la esposa, con la humillación de saber que ella le engañaba con todo bicho viviente. En su obcecación, le lanza un ultimátum a Michael: será este segundón el que deba proveer a la familia de herederos. Que se busque una buena muchacha, que él apruebe, o si no, le quitará el dinero, y su querido hospital para pobres.

Creyendo que la distancia hará reaccionar a su hermano, Michael se marcha a Cornualles, donde pasará el tiempo trabajando de médico rural. Un día se encuentra entre sus rosales a una mujer que ha perdido el conocimiento de lo borracha que está. Resulta que es Elizabeth Chudderley, una belleza famosa y, más o menos, la señora del lugar.

Se gustan en cuanto se ponen la vista encima. Y rápidamente empiezan a flirtear. Cuando se conocen un poquito más, les seduce también el interior del otro. Eso sí, cada uno callándose quienes son. Michael no le dice que es el hermano de un duque y que está allí de paso, y Liza no le confiesa que, a pesar del tren de vida que lleva, está prácticamente en la ruina.

Así que se da una extraña situación, porque se enamoran al conocerse “por dentro” pero sin saber quién es el otro “por fuera”. Esto mantiene la tensión a lo largo de buena parte del libro, aunque saber la verdad tampoco cambia nada. Los modestos recursos de él como médico no le sirven a Liza para salvar su forma de vida y seguir responsabilizándose de lo que, en versión un poco paternalista-medieval, considera “su gente”.

Su ambientación principal es Cornualles, y, en particular, la casa de Liza, donde se celebra una fiesta para gente que es, como ella misma, un poco escandalosa. Liza espera pescar, entre sus invitados, a un marido rico que le arregle la situación. No es muy original, pero al menos nos hemos alejado de Londres, sus salones de baile, y la Regencia.

El atractivo de esta novela radica en la tensión erótico-emocional entre los personajes. El mayor erotismo radica en muchos momentos de pequeños gestos como un roce, un beso, un abrazo desesperado… Aunque también tienen sus escenas explícitas. Con bastante carga emocional, por cierto; por una cosa u otra, están convencidos de que será la última vez: una primera en plan “vamos a hacerlo una vez para tener un buen recuerdo”, otra que viene a ser un “polvo de despedida”, y así…

Intriga seguir todo el proceso mental de ambos personajes: lo que piensan y sienten, respecto a sí mismos y al otro, y cómo esos pensamientos y sentimientos van cambiando conforme avanza la novela. Con el ejemplo de unos padres espantosos que se divorciaron de la forma más amarga posible, Michael es de los que piensa que el matrimonio es la tumba del amor,… hasta que se encuentra con Liza. Esta, en cambio (¡afortunada ella!), tuvo el ejemplo de unos padres que se quisieron y fueron felices, así que sabe que es posible una relación amorosa duradera. Pero… su matrimonio no fue un éxito, otra relación que tuvo después le salió rana y ahora lo que necesita es dinero, no amor.

Los problemas que se les plantean son reales, y no se resuelven con un “te quiero”. No hay que olvidarse el aspecto social. Un mal matrimonio podía dañar gravemente la reputación de toda una familia, como se ve en La rendición de un caballero, de Cecilia Grant. El conflicto es tan realista, está tan bien construido, que su resolución en un tono un poco de vodevil me resultó algo anticlimática. No entro en ello por no destripar el asunto.

Esta novela me enganchó totalmente, no pude parar de leer hasta que la terminé en menos de un día. Los personajes me parecieron muy de carne y hueso. Liza resulta compleja e interesante. Es una "belleza oficial" de esa que reproducían en fotos y otros objetos como recuerdo. Pero eso no le impide tener sus problemas económicos, y un amante cretino que la acaba de dejar. Pero eso lo puede superar. Más llamativo es que está pasando por una fase de duelo, pues su madre murió un año antes de que empezara la novela, y aún oye su voz, constantemente, juzgando lo que hace con su vida; su melancolía se revela en que, por ejemplo, aún no ha sido capaz de ir a ver su tumba. Podría haber sido una novela más oscura, porque se dejan sin explorar aspectos como que su infeliz matrimonio o su problema con la bebida. Pero la autora ha preferido dotar a estas dos personas adultas con gran capacidad para la alegría y para disfrutar de la vida.

Dice Meredith Grant que es de las pocas novelas suyas que, al repasarlas, la hizo a veces reír y a veces llorar. Sí, yo me impliqué emocionalmente y en alguna ocasión me puso un nudo en la garganta. Al modo Balogh.

De las de su autora, no me gustó tanto como El duque de las sombras, pero sí más que Marcado por tus caricias y Pérfido corazón.

La he leído en español, en papel y en una traducción estupenda. Cada vez estoy más convencida de que “Cisne” es la mejor colección de novelas románticas históricas que se publican en español. ¡Vaya cambio con respecto a Marcado por tus caricias, penosamente traducida por Planeta!

Definitivamente, Meredith Duran se ha convertido en una de mis favoritas, aunque no todas sus novelas mantengan este nivel. La incluyo en la “Novísima escuela” de romántica histórica, como autoras como Cecilia Grant, Courtney Milan o Rose Lerner. Un grupo que se diferencia tanto de la “Vieja escuela” (la violación como parte del cortejo y “héroes” gilis y avasalladores) como de la “Nueva escuela” de Julia Quinn, Tessa Dare y otras autoras parecidas, que son encantadoras, ligeras, y totalmente ajenas a las adversidades de la vida.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica más de personajes que de peripecia.

Otras críticas de la novela:


En inglés ya digo que no hubo particular entusiasmo por esta novela.

RT Book Reviews le dio 4 ½ estrellas y fue nominada ese año en la categoría romance histórico ambientado en la Regencia, algo que es un disparate porque estamos en 1885; dicen en la crítica que es estilo Mary Balogh y sí, me lo parece totalmente.

A la escritora Rose Lerner (autora ella misma muy interesante y de la que tendré que poner aquí más cosas) le gustó mucho, y considera a Meredith Duran un ejemplo a seguir.

B+ le dieron en Smexy Books, en All About Romance una B, para Dear Author fue un libro C+. Meoskop la consideró “una lectura aceptable” y, además de mencionar a Balogh en su crítica, encontró el final insatisfactorio.

Para una crítica del audiobook, aquí las Audio Gals: el final le pareció algo apresurado



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