El 10 de julio de 2015, con la crítica de The Black Hawk, terminé mi "Desafío AAR": leer y hacer crítica de las cien mejores
novelas románticas, según las lectoras de la página web All About Romance. Hoy quiero dedicarle un pequeño homenaje a mis novelas preferidas. Son veinte, nada
menos que la quinta parte de la lista, lo cual es... estadísticamente perfecto.
Para no andar haciendo cálculos de cuál
me gusta más y cuál menos, las pongo en orden cronológico:
Orgullo y prejuicio, de Jane
Austen (1813) Obra maestra de la literatura occidental, con un comienzo inolvidable…
Bueno, y la parte del medio y el final también.
Pecado y virtud, de Mary Jo Putney (1989) Una
mujer decidida intenta sacar adelante la propiedad del terrateniente Reggie,
mientras este anda agarrado a la botella. La más realista representación del alcoholismo
que, hasta la fecha, he visto en el género.
Maravilla, de LaVyrle Spencer (1989) Dos
personas humildes se enamoran en medio de una terrible crisis económica. La
mejor demostración de que no hacen falta duques ni megamillonarios para contar
una historia que nos enamore a todos.
Lecciones privadas, de Linda
Howard (1989) Una maestra de escuela y un aguerrido criador de caballos superan
juntos los prejuicios raciales. Una historia genérica pensada para no estar más
de quince días en el kiosco y, sin embargo, seguimos hablando de ella casi treinta años después. Porque,
a veces, hay más talento en un Harlequín que en cientos de lujosas
encuadernaciones tapa dura.
El caballero de la brillante armadura, de Jude
Deveraux (1989) Pionera en el subgénero del viaje en el tiempo. De la
Inglaterra isabelina a la actualidad y a la inversa, para intentar cambiar el
pasado... y un final que aún suscita polémica.
Flores en la tormenta, de Laura
Kinsale (1992) Apabullante. Todos pensamos en ella cuando queremos demostrar
que esto de la romántica puede alcanzar cotas literarias. Profunda, con
sentimientos y emociones auténticamente humanos.
Por el corazón de mi dama, de Laura
Kinsale (1993) Una impresionante recreación de la Europa desolada por la
peste. Una heroína fría. Un héroe devoto. Atontolinada me dejó.
Sueño contigo, de Lisa Kleypas (1994) La
historia de Sara y Derek Craven. O sea, Derek
Craven. ¿A qué estás esperando para leerla?
Tenías que ser tú, de Susan
Elizabeth Phillips (1994) Prototipo del romance deportivo contemporáneo. Con
la incomparable Phoebe Somerville, el personaje que más recuerdo de la autora.
Abandonada a tus caricias, de Loretta
Chase (1995) Así debe ser una historia de la Regencia: ligera, chispeante y
sexy. O cómo desabotonar un guante puede ser más sensual que decenas de páginas
de sexo explícito.
Amarte es mi destino, de Connie
Brockway (1997) Un héroe descarado y aventurero, una heroína dotada para
las lenguas muertas, en el colorido Egipto fin
de siècle. Ella es su país, el de verdad, no el de los sueños infantiles.
El amante de Lady Sophia, de Lisa
Kleypas (2002) Posiblemente, la Kleypas que más veces he leído. Una joven vengativa
se topa con un magistrado sobrecargado de trabajo. Intensa sexualidad desde la
primera página. Literalmente.
Jane juega y gana, de Rachel
Gibson (2003) Una periodista rompepelotas que no admite tonterías y cuya
mera presencia molesta a estos deportistas profesionales cargados de
testosterona,... Y el tatuaje más recordado de la historia.
Una apuesta peligrosa, de Jennifer Crusie (2004) Contemporánea, divertida, verdadero antídoto
contra la depresión. Jenny en su mejor forma. Para leer con una sonrisa desde
el principio hasta el final.
Not Quite a Husband, de Sherry
Thomas (2009) Intensidad emocional, en medio de un impresionante paisaje de
montaña. Amor constante a través del tiempo y de miles de kilómetros de
distancia.
Amor en la tarde, de Lisa Kleypas (2010) Un
principio epistolar arrebatadoramente tierno. Un héroe torturado y una heroína
que pretende arreglarlo… empezando por su perro. La última novela de Kleypas
que realmente me encantó.
The Iron Duke, de Meljean Brook (2010) Varios
géneros en un solo libro: suspense, aventura pura y dura, ciencia ficción,… Worldbuilding alucinante. La resaca de
este libro steampunk me duró días.
El despertar de una dama, de Cecilia
Grant (2011) Nunca el mal sexo dijo tanto de sus protagonistas. A veces
bordeando el naturalismo literario. Sólo el saber que, de alguna forma, habrá un
final feliz, te permite disfrutar de la fría desesperación que recorre sus
páginas.
The Black Hawk, de Joanna Bourne (2011) Una de
espías que se aman a lo largo de los años, lo mismo follan como locos que se
pegan un tiro. Adrian “Hawker” Hakwhurst es mi nuevo Derek Craven, con eso lo
digo todo.
El affaire de la institutriz, de Courtney
Milan (2012) Una mujer tenaz busca ser compensada por su sufrimiento. Choca
con un hombre que, por ella, tendría que renunciar a sus sueños. La prueba
fehaciente de que no hacen falta tochos de casi mil páginas para narrar una
historia de amor maravillosa.
Ahora que veo así juntucas
mis veinte novelas de este desafío, me doy cuenta de que la mayoría están
escritas por mis autoras favoritas, de las que he leído, o estoy en trámites de
leer, todas sus novelas.
Jane Austen, Laura
Kinsale y la Lisa Kleypas histórica.
Mis tres funny ladies: Susan Elizabeth Phillips,
Rachel Gibson y Jennifer Crusie.
Las autoras de la Novísima
romántica histórica, con heroínas inteligentes y sensatas, a veces dejan
traslucir preocupaciones sociales o políticas: Sherry Thomas, Cecilia Grant,
Joanna Bourne y Courtney Milan.
Más la incalificable,
especial, original, nueva, distinta, incomparable... Meljean Brook. No puedo
decir más. Tú la lees y si te gusta, te la quedas.
El resto de libros fueron
escritos por autoras muy competentes, auténticas maestras que, cuando conecto
con una historia suya, me gustan como las que más. Si no se han convertido en
mis autoras favoritas no es por ellas, sino por mí. Por ese tornillo flojo que
tengo, que hay que saber apretarlo con cositas muy particulares que, a veces,
están y otras no. Son autoras de histórica como Mary Jo Putney, Jude Deveraux,
Loretta Chase o Connie Brockway; la contemporánea LaVyrle Spencer y una de las
mejores autoras del suspense romántico, Linda Howard.
Ese steampunk me está haciendo ojitos jejejeje
ResponderEliminarUna muy buena lista!
Pues a ver si te gusta. Un saludo.
Eliminar¡Hola! Primera vez que te comento.
ResponderEliminarLeí Orgullo y Prejuicio. Es curioso el caso de Jane Austen, porque he visto a lectores/as rechazarla porque "no era la novela apasionada que pensé". La ven demasiado fría. Pero a mí me encantó así, porque la historia y la psicología de los personajes me pareció tan magistral que no eché nada más en falta.
Por cierto, aunque no soy muy lector de estas novelas, no le hago ascos a nada. Cualquier día cae alguna más de las que he leído, y por eso sigo tu blog :)
Saludos.
Creo que todo depende de la perspectiva con la que llegues a Orgullo y prejuicio. Si eres un lector más de literatura, te encanta lo que tiene de comedia de costumbres, penetración psicológica, ironía... Pero si eres más lector de novela romántica, que quizá sólo has visto las adaptaciones cinematográficas,... entonces te puede decepcionar porque no tiene demasiado que ver con las novelas románticas actuales. Es otra cosa, desde luego.
ResponderEliminarEsta lista es de las novelas que a mi me parecen de mayor calidad, muy muy dignas,... dentro del género romántico, así que cualquier lector sin prejuicio puede darles una oportunidad, creo yo.
¡Me encanta! Sobre todo porque quitando las de inglés las he leído prácticamente todas y todas me han encantado.
ResponderEliminarFlores en la tormenta, Sueño contigo, El amante de lady Sophia...que recuerdos. Me dan ganas de ponerme a releer todas ya!
He mirado y juraría que Lecciones privadas no la he leído así que apuntada queda. De las demás me quedo con los dientes largos por las de inglés como siempre.
Un saludo!
Me alegro de coincidir con alguien... No, en realidad aquí no somos muy originales, son novelas estupendas. A ver si la semana que viene empiezo con mi análisis del Top 100 de NPR, que hicieron este verano y verás cómo se repiten también unas cuantas. Yo creo que hay bastante coincidencia a día de hoy sobre qué novelas son las que más gustan.
EliminarLecciones privadas alucina sobre todo porque es un harlequin, de lo que esperas que sea sólo una lectura para leer y olvidar. Y resulta que no,...
Ya siento lo del inglés. Para mi es todo un mundo nuevo, ¡hasta las autoras que traducen suenan distintas en original! Y me suelen gustar más, lo advierto. No por postureo, es que suelen traducir de manera bastante roma. Salvo a Laura Kinsale, que tiene unas traducciones es-plén-di-das.