Tercera novela de Cecilia Grant, diferente a las anteriores. Virginal muchacha que pretende casarse bien, pero se enamora de su mejor amigo.
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DATOS GENERALES
Título original: A Woman Entangled
Subgénero: histórica
/ Regencia
Fecha de publicación
original en inglés: junio 2013
Editorial: Bantam
Páginas: 368
Parte de una serie:
3.º de la serie Blackshear
NO TRADUCIDA AL
ESPAÑOL
SINOPSIS (según la
página web de la autora)
Kate Westbrook tiene sueños que van
más allá del romance. El amor no la llevará a las más prestigiosas fiestas de
Londres, ni evitar que desprecien a sus hermanas, y todo porque su enamorado
padre se casó de manera bastante imprudente con una actriz. Pero un marido
noble para Kate significaría un futuro más apropiado para la nieta de un conde.
Armada con ingenuidad, una belleza asombrosa y la ayuda de una tía aburrida con
las conexiones adecuadas Kate está decidida a hacer realidad sus sueños. Desafortunadamente,
una cara familiar, aunque enloquecedoramente hermosa, parece destinada a
trastornar sus planes.
Cuando el padre de Kate
le ruega que la acompañe para mantener a distancia a los calaveras deseosos de
disfrutar de los encantos de su hija, Nick
Blackshear deja de lado el enamoramiento que ha sentido por Kate para
cumplir con su amigo. De cualquier forma ella le dejó claro que no correspondía
a sus sentimientos, aunque vigilarla no reducía el deseo de Nick. Una pasión insensata
despierta el amor, pero el tiempo se acaba. Kate debe ver por sí misma que los
atractivos de la alta sociedad no son nada en comparación con los infinitamente
dulces placeres del corazón.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entre las mil mejores novelas románticas, cerca del puesto setecientos.
A Woman Entangled tuvo en All About Romance una crítica “DIK A-“, esto es, “libro que te
llevarías a una isla desierta”, tuvo el RT Seal of Excellence al libro más
destacado del mes y, finalmente, en la página web Romance Novels For Feminists
Jackie C. Horne la consideró como una de las mejores novelas del año 2013.
CRÍTICA
Tercera novela que leo de Cecilia
Grant y es totalmente distinta a las otras dos, que también diferían entre sí.
En El despertar de una dama, una viuda
recaba los servicios del vecino calavera para quedarse embarazada; el sexo se
describe de forma fría y bastante raruna; estilo realista, bordeando el
naturalismo.
La rendición de un caballero
te cuenta
cómo un soldado vuelto de la guerra con un complejo de culpa se enamora de una
cortesana (palabra fina para designar a la prostituta de un solo hombre); sexo
muy ardiente; análisis psicológico tipo proustiano, muy táctil y sensorial.
¿Y aquí? Tras la viuda y la
prostituta, una virgen ambiciosa. Parece que la autora se complace en coger planteamientos
tópicos de la novela romántica y en retorcerlos.
Todo gira en torno a la misalliance (a veces, en novelas románticas, aparece en francés, mésalliance): el matrimonio inapropiado. ¡Cuántas veces lo hemos visto en Romancelandia! Y siempre en su versión fantasiosa, en la que todo el mundo acaba aceptándolo con la mayor naturalidad.
Pues no, en aquella clasista
sociedad un casamiento inconveniente arrojaba una sombra sobre toda la familia
de los contrayentes.
Cuando el exsoldado Will se casó con
la prostituta Lydia (segundo libro de la serie), sus hermanos Andrew y Nick cortaron
relaciones. No así su hermana Martha (del primer libro), sin duda porque ella
ya tuvo su buena dosis de escándalo, casándose tan pronto después de enviudar y
con criatura concebida fuera del matrimonio.
Su hermano Nick, abogado, pierde
clientes como consecuencia del matrimonio de su hermano pequeño. Y sus
ambiciones políticas corren el riesgo de quedarse en nada.
Entre los escasos amigos que le
quedan está otro abogado, el padre de Kate, quizá porque él mismo protagonizó
un matrimonio inconveniente. Hijo menor de un conde, se enamoró apasionadamente
de una actriz, con la que se casó. Así que su familia le condenó al ostracismo.
Hace más de veinte años que no se relaciona con ellos, pero vive satisfecho con
su matrimonio.
Sus descendientes están en un limbo,
desclasados: no pertenecen ni a la esfera de su padre ni a la de su madre, sin amigos,
la menor acosada en el colegio, y sus perspectivas matrimoniales son mínimas.
Cuando Nick empezó a relacionarse
con el padre de Kate se quedó, como todos los estudiantes y colegas de este
señor, absolutamente deslumbrado de la hija mayor, bellísima y encantadora.
Pero Kate le rechazó; semejante pretendiente no entraba en sus planes. Sí, es
listo y guapo, pero ella aspira a otra cosa. A lo largo de los años, ha
intentado relacionarse con la noble familia de su padre. Así entraría en los
selectos salones de la Regencia (¿quién sabe? incluso a Almack’s) y pillaría un
buen partido. Un duque estaría de fábula, pero un vizconde o un barón también
le sirven. No sólo superaría su actual posición, sino que también ayudaría las
perspectivas de sus hermanos.
A lo largo de tres años, Nick y Kate
mantienen una relación de amigos, casi como hermanos y de alguna forma Kate
parece olvidar que le gustaba a Nick,… hasta que él estalla y le recuerda que
sabe perfectamente que no son hermanos. Lo cual le da que pensar,… y empieza a
mirarlo con otros ojos.
El planteamiento es sencillito. La
historia es sobre todo interior, emocional. Al modo de Austen, se describen
minuciosamente los sentimientos, las emociones, lo que piensan: cómo analizan cualquier
cosa que les pasa. Por ejemplo, se besan, ¡oh, gran acontecimiento! Y luego la
autora se explaya contando la reacción de Nick y la de Kate a ese beso, lo que
les hace pensar después, las vueltas que le dan.
Ambos personajes tienen sus dudas,
sus defectos, sus comportamientos ambiguos y poco modélicos. No son los
perfectos héroe y heroína a los que estamos tan habituados. Por eso puede que
no gusten a todo el mundo.
A diferencia de las otras dos
novelas que he leído de Cecilia Grant, aquí el sexo tiene menos tiempo en
escena: un beso, cómo llegar al orgasmo sin quitarse la ropa y luego ya la “gran
escena”. Esta última, de las que a mí me parecen improbables: “no he tenido un
pensamiento erótico en mi vida, pero ya que estoy aquí, sexo oral, ¿por qué
no?”. Me pareció incongruente con lo que los personajes eran hasta ese momento,
pero bueno, bien escrita sí que está.
Otro añadido: si eres austenita, te
complacerás las referencias a Orgullo y
prejuicio y Emma, y el análisis
que los personajes hacen de estas obras. No hay que olvidar que Orgullo y prejuicio parte de una mesalliance, pues el señor Bennett se
casó mal, con una mujer insensata aunque bella. Me hizo gracia el empeño de
Kate en no ver la parte romántica de Emma,
lo que viene a ser un desesperado intento de alejar cualquier posibilidad de
que ella acabe enamorada de Nick. Pues sí, su historia acaba siendo un poco “de
amigos a amantes” al estilo Emma y el señor Knightley.
Para los aficionados al teatro está
la sonrisa que provocan los shakesperianos nombres de los retoños Westbrook: Katherina,
Viola, Beatrice, Rosalind y Sebastian. O el uso que se le da, con cierto
humorismo, a fragmentos de Enrique V,
como el Once more unto the breach, dear
friends, once more, y por qué no se utiliza en cambio, la arenga del día de
San Crispín. Como Eloisa James, Cecilia Grant saca a relucir su formación en
literatura inglesa, lo cual le da vidilla a la obra, y te hace lamentar un poco
que haya referencias que igual no pillas.
Al final, Kate tendrá que renunciar
a sus sueños de grandeza para convertirse en la esposa de un abogado. Se
consuela a su manera:
¿Qué vas a hacer todo el día, una vez que te casas con el señor Darcy? Al fin y al cabo, sólo puedes reordenar los cuadros de Pemberley un número limitado de veces.
Valoración
personal: buena, 3
Se
la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica más de
análisis psicológico de personajes que de trama.
Otras
críticas de la novela:
Para ser una novela
tan buena, me extraña el escaso número de críticas que he encontrado. Pongo enlace a las de All About Romance, RT Book Reviews y en Dear Author.
Romance Readers for Feminists reflexiona
sobre el obvio punto de partida austenita de la novela y subraya cómo se
produce el cambio en la perspectiva de Kate, entre los planes que tenía y lo que acaba haciendo.
Hola, me llama la atención, me gustaría leerlo.
ResponderEliminarBesos.
...Y a mí me encantaría que pudiérais leerlo en español. No sé por qué, Debolsillo dejó a la mitad la serie. Ha publicado las dos primeras y las dos siguientes, nada. En fin, cosas de la industria editorial española.
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