Terminé la trilogía con un libro que me atrapó igual que los anteriores,
aunque me gustó un poco menos. En conjunto, merece la pena darle una
oportunidad, la autora tiene un estilo que engancha.
DEBOLS!LLO, noviembre/2015 |
DATOS GENERALES
Subgénero: suspense
romántico
Publicación original:
2012
Parte de una serie:
#3 Caballo de Fuego
SINOPSIS (de la
contraportada)
Una historia de amor llena de anhelo y
peligro. La única salida: sobrevivir.
Matilde y Eliah han vuelto a separarse. En el Congo, las esperanzas de una
vida juntos se desvanecieron a medida que aumentaban la desconfianza y los
celos.
Por su parte, Matilde se
refugia en su pasión: la labor humanitaria que lleva a cabo como pediatra en la
organización Manos Que Curan. En esta ocasión es destinada a un hospital en la
Franja de Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo, donde
la consigna diaria es sobrevivir. Eliah Al-Saud, en cambio, no ha podido
olvidarla y estás dispuesto a recuperarla sea como sea…
No obstante, antes de
poder estar juntos de nuevo deben superar una última prueba de fuego: Eliah
tiene que ir a Bagdad en una peligrosa misión para frustrar el plan de Sadam Husein
de convertir Irak en una potencia nuclear. En esta carrera hacia la guerra,
Matilde y Eliah deben emplearse a fondo no sólo para evitar una catástrofe
mundial, sino también para salvar su propia vida.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí. Ya
he dicho que yo, de manera bastante subjetiva, la pondría (a la trilogía en su
conjunto) entre las trescientas mejores novelas románticas de todos los
tiempos. Afirmo esto sin apoyarme en mis estudios estadísticos sobre la novela
romántica. Porque (ya lo he dicho y me repito, lo sé) cuando se trata de
novelas escritas en español, no tengo blogueros, páginas web ni premios de
referencia, para poder diferenciar entre las novelas buenas y las malas.
CRÍTICA
Los protagonistas, Matilde y Eliah,
rompieron de nuevo en el libro anterior. Matilde es destinada a un hospital de
la Franja de Gaza. Comparte el difícil día a día de los palestinos, los jóvenes
sin esperanza, las mujeres que sacan adelante a sus familias y, sin embargo, se
ven tratadas como ciudadanas de segunda. Conoce en persona a Sabir, el escritor
a quien tanto admira y que es, además, amigo de la infancia de Eliah.
Aquí encontramos una de las mejores
cosas que puede proporcionarte un libro: te hace pensar. Te traslada a otro
tiempo y lugar y te preguntas qué harías tú en esas circunstancias. ¿Cómo
reaccionarías? Qué sentirías, qué pensarías, cómo actuarías… No es fácil que,
dentro de la literatura de género, sean capaces de conseguir las tres cosas:
entretener, informar y hacerte reflexionar.
Por su parte, Eliah se reencuentra
con una exnovia embarazada. Profesionalmente, sigue protegiendo una mina en el
Congo, pero ya no en persona. Además, ha ofrecido una recompensa para saber el
paradero de Jérôme, a quien considera su hijo. En escenas aisladas vemos cómo sobrevive
esta criatura, lo que permite saber un poquito más de los niños soldados en
África.
De Palestina le llegan nuevos
contratos: proteger a la familia de Arafat y, además, adiestrar a Fuerza 17, el
ejército de Al-Fatah.
Aparte se entera del plan de Sadam
Husein de fabricar bombas atómicas y tirarlas sobre Tel Aviv y Riad.
Todo esto le lleva a Oriente
Próximo, a Palestina, Israel, Irak, Arabia Saudí… Como podéis imaginar, hay más
de una escena de violencia, odio, humillaciones,… No apto para espíritus
angélicos que crean que viven en el mejor de los mundos posibles.
Cuando Eliah y Matilde se
reencuentran y se reconcilian, más o menos mediado el libro, la cosa se pone… ¿cómo
decirlo finamente? Erótica, espectacular y ruidosa, al menos por las quejas de
quienes tienen que oír sus acrobacias sexuales.
Parte de mi frustración con esta
novela procede de las historias de amor secundarias, que no me gustaron nada. Me
sonaron grotescamente sexistas. El planteamiento viene a ser “no soy mujer, no
sé cómo ser mujer”. Y la solución es que la feminidad consiste en: a) makeover = maquillaje y trapos y b) estar
sexy para que el tío de la vara (mágica) quiera follar contigo y te enseñe de
qué va el sexo porque tú jamás has sentido el menor deseo erótico en tu vida. No
sé si querían “sentirse” mujeres o drag queens.
¿La historia de la monja y el
mercenario? Sacarinosa. La otra, la del machote ex Spetsnaz y la chica
bosnia violada en el pasado por los serbios, me pareció especialmente
insensible. Tengo reciente la lectura de Skin
Deep de Pamela Clare, en que se trata con bastante tacto el tema de
intentar tener una vida sexual tras haber sido víctima de agresiones. Debe ser dificilísimo
y en este punto, me parece a mí que Bonelli naufraga por completo, porque la
manera en que lo afrontan quienes la rodean es ridícula, infantil, impaciente y
casi culpándola a ella por no ser “normal”.
Lo que, dicho sea de paso, no
desentona con el tono High School Musical
de muchas relaciones de esta serie.
El único personaje que se muestra realmente
adulto desde el punto de vista romántico, es la maravillosa Juana Folicuré.
Para ella, tonterías las justas. Cuando su novio la ignora de mala manera, se
planta en su casa y le viene a decir que menos chorradas de que no pueden estar
juntos “porque algún día ella querrá tener bebés y él ha decidido no tener
hijos biológicos”. Y añade, básicamente: te amo a ti, me importa un pito el
tema hijos y si algún día los quiero, puedo adoptar. Entre paréntesis, me
parece raro que, médico como es, Juana no caiga en que, si en el futuro quiere pasar
por la maternidad, es más fácil recurrir, como muchas parejas en las que hay
problema de infertilidad masculina, a la inseminación artificial con donante
anónimo. Menos complicado que la adopción. Cierro paréntesis.
Por desgracia, Juana tiene esta vez
muy poco tiempo en la cancha.
Con todo lo que pasan los protas de
esta novela (¡y mira que sufren…!), al final me siguen pareciendo dos críos
jugando a las casitas. Con toda la pasta del mundo, eso sí, y su ración de sexo,
pero con la madurez emocional de un chico de instituto. Son, y seguirán siendo,
una de esas parejas que estarán de morros el uno con el otro día sí día también
por cualquier bobada real o imaginaria.
Porque, en mi opinión, lo que hace
adulta una historia de amor no es la cantidad o variedad de sexo (vaginal, anal
o bucal) que aparezca, sino la capacidad de responsabilizarse de sus acciones,
ser franco y paciente, reconocer los errores y asumir las consecuencias, respetar
a la persona a la que supones que amas, y no dejarse dominar por la ira, la
rabia o los celos. Hablar con cortesía y callar con prudencia. Compartir lo
bueno y lo malo y confiar en el otro como persona autónoma. Y de eso, por
desgracia, poco he visto en los protagonistas de esta novela, que se chinan a
la primera de cambio.
Pero todo el thriller
y el suspense (que es la mayor parte de la novela) me encantaron. Quedé atrapada
por las páginas de este libro. ¡Hasta estuve a punto de llegar tarde al trabajo
porque no podía dejar de leer! Me
pareció fantástico cómo va trabando toda la investigación, el espionaje encubierto,
y de qué manera los distintos personajes se mueven en un complejo tablero
político.
Por esto, más las
esporádicas apariciones del personaje de Juana y las imágenes de la vida
cotidiana en Gaza e Israel, merece la pena leer este libro. El marco de la
historia, y cómo lo cuenta la autora, son de diez.
Valoración
personal: buena, 3
Se
la recomendaría a: quienes gusten de thrillers políticos de
intriga internacional. Abstenerse aquellos que vean el mundo en blanco y negro.
Otras
críticas de la novela:
Como hice en las críticas de las
otras dos novelas Caballo de fuego, pongo un par de enlaces que hablan de los
tres libros en conjunto:
Muero por los libros. Tiene
toda una parte dedicada a describirte a los personajes de estas historias.
Sweet Addiction Book Club también
habla de la trilogía.
Y luego, hablando en concreto de Caballo de fuego. Gaza, tenemos:
En El rincón de la novela romántica hay dos, a
ambas les gustó mucho pero una de ellas explica por qué ha llegado casi a odiar
a la empalagosa de Matilde. Y no me resisto a transcribir parte del comentario
de Crishi, que –a mi juicio- la clava cuando dice:
“En mi opinión, Matilde es el resultado de la mezcla entre la madre Teresa de Calcuta y una Mary poppins pasada de tuerca, me ha sobrecargado es afán de la autora por presentar una protagonista rodeada de un halo tan irreal”.
Leyendo Ando a la hora
de calificarla le da “5 estrellas y
un poco más!”
Para Claudia, de “Libros de Romántica”, es una
historia que no olvidará jamás esta historia, “una historia que se quedará por
toda la eternidad en mi corazón...” y para ella Matilde sí que logra un cambio
en Eliah.
A Xia Wife le gustó tanto que se
quedó, dice ella,
sin palabras, pero le dedica unas cuantas a contar las excelencias de la obra,
y la frustración por la historia de La Diana.
Anexo
I: el conflicto árabe-israelí
Sí, trata del
conflicto árabe-israelí. Soy consciente de que es un tema difícil. Todo el
mundo tiene una opinión al respecto,
una opinión incluso apasionada, feroz y violenta. Pero hasta la fecha no he
visto que nadie proponga una solución
realista. O, por decirlo con más exactitud, una solución que no implique la
expulsión o el exterminio del otro.
Bonelli, en boca del
palestino Sabir y el israelí Shiloah, propone una que pasa por el perdón mutuo
y la reconciliación. Muy buenrollista, pero no veo cómo se puede poner en
práctica en una zona del mundo donde eso tan católico como el “perdón de los
pecados y pelillos a la mar, aquí no ha pasado nada” no entra en el esquema
mental de la mayoría de la población. Tampoco veo cómo se lo podrían permitir,
ni palestinos ni israelíes. Se jugarían con ello su propia existencia como
pueblo. Ya se sabe que los terroristas pueden fracasar mil veces: les basta
acertar una, mientras que las autoridades de los estados no pueden permitirse
fallar nunca.
Pero bueno, esto es
novela romántica, tampoco vamos a pedir que este género nuestro deslíe la
madeja que otros más sabios llevan décadas (o siglos) sin resolver.
Anexo II: el
peso de la protagonista
Si os habéis fijado, a lo largo de
toda la trilogía se hacen referencia a lo aniñada, etérea y angelical que es la
protagonista. Junto al hecho de que usa colonia de bebé, luce aspecto
adolescente y carece de vello público, queda muy “raruno”, por mucho que haya razones médicas que lo expliquen. Pero lo que me mueve
a escribir este añadido no son los sospechosos gustos de los varones que caen
cual moscas rendidos a los pies de esta virginal moza, sino algo que yo pensé
que la novela romántica estaba intentando superar y que aquí resurge en toda su
preocupante verdad matemática: la heroína sílfide.
En este libro te dan los datos de
peso y altura de Matilde, con lo que por curiosidad le calculé el índice de
masa corporal: 17.0 kg/m². Infrapeso.
Y eso después de pasar por Gaza y que
la sabrosa comida palestina le rellenara el culo y el pecho. Podría tenerse la
creencia de que “eso” es normal. Y no lo es. Un peso excesivamente bajo puede
causar complicaciones médicas. Midiendo 1,59 m, Matilde debería estar entre 50
y 63 kilos. Que nadie tome a esta “heroína” como modelo o inconscientemente
asuma que sólo las mujeres de menos de 45 kilos se merecen una historia de
amor.
Es una de las cosas que me hizo
poner los ojos en blanco con este libro, junto con la insistencia en la
blancura de su piel, y el plateado de sus ojos, y la feminidad entendida básicamente
como maquillaje y trapos.
Leyendo tus reseñas, me da cierta tentación leer estos libros. Creo que si no fueran romance (o si Juana fuera la protagonista, por lo que vi de ella en el primer libro!), probaría de nuevo, pero Matilde es exactamente el tipo de heroína romántica que no soporto :(
ResponderEliminarSí, reconozco que es una de las heroínas que se hace cuesta arriba. Y él es bastante alphahole. Mejor si te la prestan o la encuentras barata de segunda mano. A mí reconozco que me puede toda la parte política y de thriller, que me encantó y compensó los defectos de la pareja protagonista.
EliminarLo q menos me importó a mí fue la apariencia de matilde. Bonelli siempre endiosa a sus protagonistas femeninas. No hay ninguna que no sea un hembrón con tetas magníficas y un culo salido del olimpo(? TODAS son así. Ahora bien..lo q me hace detestar profundamente a "Mat" a.k.a "araña pollito" es lo realmente estúpida que es....dios santo y la virrrrgen María! Me generaba violencia la forma de ser de esta tipa. Y le agregaba más leña al fuego eso de que remarque una y otra Y otra vez lo extremadamente buena que es (y pelotuda) . Tan pero tan buena... Una boluda total la mina. Increíblemente insegura y muy cabeza dura. No cambia mucho en Los tres libros... Si no fuera porque Eliah es uno de los churros más churros que creo la Bonelli...está trilogía me resultaría insoportable solo x el hecho de matilde. Que cansina la tipa por favor!!!
ResponderEliminarSi tuviste la oportunidad de leer Indias Blancas sabrás que después de Laura Escalante no hay vuelta atrasen cuanto personajes femeninos en las novelas de Bonelli
Gracias por comentar aquí. No, no he leído más de Florencia Bonelli, así que agradezco que me cuentes que todas sus protagonistas son así. Así voy advertida para otras veces que quiera leer algo suyo.
EliminarVerdaderamente, a esta Mati de gustaría estrangularla más de una vez.
Me fijé en el dato de la apariencia por lo insano del modelo que propone.
Bueno, te digo que una sola protagonista de Bonelli no es adi y es Laura Escalante de Indias Blancas, que en mi opinion es la mejor serie de la Bonelli.
EliminarY en cuanto a la apariencia....que decir...no es muy friendly con El resto de las mortales como para q nos identifiquemos con ella. En realidad...TODAS sus protagonistas son mujeres físicamente espectaculares, pero ellas no lo saben o no son muy conscientes de ello...(menos laura).
Cómo yo a Matilde la detesto (si, la detesto..no me importa si está traumada, asustada y dolorida por toda la basura que vivió, hay un límite para la estupidez y la mina lo cruza 599 veces, totalmente pelotuda de taaaan buena y abnegada que es. Así como a Eliah lo hace tan imperfecto a ella también pudo haberle hecho otros defectos más allá de su trauma x lo que vivió).
Me fui por las ramas...retomo: cómo cómo realmente me molesta mucho el personaje de Matilde y como la describen y blablabla a ella y también al resto de protagonistas femeninas de la bobelli me las imagino como yo quiero, cómo me agrada a mí, más allá de como la describen, Matilde, mí Matilde es una flacucha sin gracia, de aspecto enfermo y flaca con el pelo laaaargo y finito cual promesera. Xq para imaginarme a una enana con un traste y lolas descomunales y a la vez apariencia etérea pffff..déjame de joder jajajajaja. Te sugiero que en ese caso si podes hagas ese ejercicio jajaja. Igualmente ella usa a la actriz de Mamma Mía para q sea su Matilde. Hasta esta en la portada de Congo.
Si queres aventurarte en algo más de esta autora te re recomiendo, nuevamente, Indias Blancas e Indias Blancas: la vuelta del ranquel"
Me encanta tu blog!
Saluditos!
Pues muchas gracias por tu recomendación, porque sí que quería leer algo más de Florencia Bonelli, pero no me acabo de decidir. Tengo por ahí Marlene sin leer, porque me da algo de miedo, me han comentado que es tan machista... Así que igual le doy antes una oportunidad a las Indias blancas.
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