Como ya
expliqué la semana pasada, voy a repasar algunos de los argumentos que manejan
los escritores de romántica para sus cuentos o novelas cortas. Y ello, viendo
ejemplos de cada uno en la antología Premiere:
A Romance Writers of America® Collection, de 2015, no traducida al español.
Para superar el
problema de final feliz en el que todo esté atado y bien atado después de unas
pocas páginas, “Esto va por buen camino” te habla del principio de una
relación. En este modelo, el relato no te da ese “atado y bien atado”, sino que
se limita a mostrar los primeros pasos de una relación y luego tú ya te
imaginas lo que quieras. Normalmente es gente que no se conoce de antes; pero
puede ser que sí lo hicieran (e incluso a alguno el otro le interesaba, vagamente): es sólo que nunca se trataron a fondo.
Todos los relatos de esta tendencia son contemporáneos. Podríamos pensar que dejar las cosas a medio hacer es más aceptable en un entorno actual. Sin embargo, no veo por qué no iba a funcionar igual de bien en una histórica o paranormal.
RAVISHED BY THE GEEK, de Vicki Lewis Thompson
Viv, que
trabaja en el departamento legal de una empresa, escribe novelas eróticas en
sus ratos libres. Su beta reader particular es su colega y sin embargo amiga Jamie, a la
que envía la última fantasía erótica: un encuentro en un hotel con un
desconocido a oscuras, una escena muy hot.
Pero se
equivoca al poner la dirección de correo electrónico, y se lo manda a otra
persona llamada Jamie, en concreto un informático miope aunque de buen ver, en
quien Viv se ha fijado. A Jamie le gustaba Viv, Viv lo notaba, pero no lo animó
porque aunque le parecía mono, no creía que fuese su tipo de hombre.
Aquí está, por
cierto, el número equivocado, pues las direcciones de correo son idénticas
salvo por un número.
Leer el correo
y empezar a tener sus propias ideas es todo uno. Así que Jamie (el friki)
decide probar a escenificar la fantasía. ¿Responderá Viv a su desafío o no?
El final de la
historia es prototípico de este modelo “la cosa va bien encaminada”: queda como
un “felices por ahora”, en plan vamos a empezar a tener citas, a estar juntos,
a ver cómo va la cosa. Algo realista y que te deja que imagines lo que quieras.
Vicki Lewis
Thompson es especialista en este tipo de héroes nerd o geek, lo que viene
a ser una especie de empollón friki.
Fue una
historia entretenida, explícita y con su punto de gracia en los diálogos. Sí,
te anima a probar algo más de esta autora
STATION 12, de Amber Lin
La confusión
con números de esta historia está en que la chica se equivoca de estación de
bomberos. Durante unos meses, ha mantenido una relación con un bombero y ella
ha decidido cortar porque se da cuenta de que sólo es una novia de
conveniencia, él le es infiel y la relación no va a ninguna parte.
Mete las cosas
de este muchacho en una caja de cartón y decide ir a devolvérselas a su puesto
de trabajo. No a su casa porque ni siquiera sabe dónde vive. Ni concierta una
cita para devolvérselo porque él no contesta a sus llamadas. Así que va a su
estación de bomberos.
Pero se
equivoca y en vez de ir a la estación 10, va a la 12, donde encuentra a otro
bombero sexy. Este bombero, sin embargo, es más serio que el otro, y parece
francamente interesado en ella. No es un buen momento para iniciar nada, justo
después de la ruptura con un cretino. No obstante, que un tipo alto y macizo,
de brillantes ojos azules quiera intentar algo serio contigo… bien, no lo
puedes despreciar.
Aquí el peligro
de final feliz creíble se resuelve dejándolo en que aún no han tenido una
primera cita, pero ya se han besado y él la deja irse pensando que en el futuro
quedarán, y las cosas pueden ser serias entre ellos. Si los deseos del
protagonista se cumplen o no, es algo que queda a la imaginación del lector.
Amber Lin
escribe NA, contemporánea e histórica. Y
la verdad es que después de leer esta historia, creo que podría gustarme.
WRONG NUMBER, RIGHT GIRL, de Monica Murphy
Aquí los
protagonistas son Ty y Lauren. Ty es el típico deportista universitario que va
de flor en flor, ligando con rubias pequeñitas y bien dotadas y olvidándolas al
día siguiente. Después de varios años, hasta él está cansado de portarse así. De
manera que decide cambiar. Y su mirada en busca de material para algo estable y
serio se fija en Lauren: morena, alta, plana de pecho y con gafas. Y, por
supuesto, estudiosa. Lauren desconfía, pero Ty parece sincero.
Al menos, más
sincero que Lauren, que no le ha dicho que el teléfono al que llama no es el de
su sexy prima Kristi sino el suyo propio. Ese es el equívoco numérico de la
historia: que la rubia Kristi, para vacilar a su prima y a Ty, le da el
teléfono de la morena Lauren sin sospechar que en quien Ty está interesado es
realmente en Lauren y no en Kristi.
Relatado en
primera persona, alterna la voz de Ty con la de Lauren. Hay mucho mensaje de
texto, lo cual da agilidad a la historia, pero también confusión porque a veces
no sé si el personaje de turno está hablando, o pensando, o enviando un mensaje
de texto.
Es del
subgénero New Adult, y quizá por ello no me ha resultado muy interesante. Lo de
chica rubia bombón y superficial versus
chica morena con gafas e intelectual me resultó de lo más tópico.
Es una historia
de dos personas que se conocen, se gustan y tienen su primera cita. Lo que pase
después ya te lo imaginas tú. En mi caso, no me creí la repentina
transformación de Ty, de deportista ligón a chico serio, y tuve la impresión de
que dejaría tirada a Lauren a la primera burla de sus amigos.
No, no me dejó
con ganas de probar más de esta autora.
COMING HOME, de Joan Johnston
Contemporánea,
ambientada en Texas. Sigue el modelo porque, aunque se conocían de antes, no
tuvieron relación, y al reencontrarse sienten atracción e interés el uno por el
otro.
Es una de las
historias de esta antología que parece más constreñida por el formato, como que
la autora quería contar muchas más cosas y se ha visto limitada.
Savannah es una
agente del FBI que está en el hogar familiar por baja médica. Su hermana
Christy le organiza cita doble con ella, su novio y un trabajador del rancho de
su padre adoptivo, Luke. Este ha pasado años en prisión falsamente acusado de
violación. Se descubrió la verdad y lo pusieron en libertad, pero aún así es un
tipo del que siempre sospecharán. Eso sí, es alto, guapo y sexy, rubio, ojos
azules,… vamos, el perfecto sueño americano.
Ambos
descubrirán que tienen cosas en común, en particular cierto sentimiento de
abandono y traición: ella fue abandonada por sus padres biológicos, a él lo acusó
falsamente un ligue…
No estoy muy
segura de cuál es el número equivocado de esta historia. Quizá la talla.
Christy le compra a su hermana un vestido para la cita que es una talla más
pequeña y la queda todo como muy apretado y a la vista, que es al parecer lo
que entienden por sexy en esta historia y en más de una de Susan Elizabeth
Phillips.
No, gracias, no
me han entrado ganas de probar algo más de esta autora.
COVERING HER SKIN, de Laura Kaye
Emery Morgan,
la protagonista, ha sido la pareja de un deportista profesional durante años. Sin
embargo, él le ponía los cuernos, y todo el mundo lo sabía, menos ella.
Rompieron hace un año, justo después de que ella se hubiera tatuado su número
en el hombro. Ese es el “número erróneo” de este relato.
Pasado un año,
decide que ya es hora de cubrir ese tatuaje con otro y va al sitio donde se
tatuó, el estudio de los Kane Brothers, para ponerse en manos del artista Ronan
Kane, “un maestro, un artista, un dios con una pistola de tatuaje en la mano”.
Ronan por
supuesto, siempre ha estado colado por ella, desde que el cretino de su ex la
llevó por primera vez a tatuarse allí. Porque Ronan es algo así como el
tatuador oficial de los deportistas. La cosa es que en lo que diseñan el
tatuaje y él se lo va poniendo, hablan, y Ronan acaba descubriendo sus sentimientos.
Y deciden intentarlo, con una cita esa misma noche
Un final de
esos que te lo dejan abierto para que el resto de su historia de amor la pongas
tú, o sea, sus citas, su enamoramiento, su decisión de formar una pareja
estable, etc.
Veo que Laura
Kaye escribe contemporáneo, paranormal y suspense. Bueno, pues vale. Lo único
interesante es la peculiar profesión del héroe, tatuador, pero eso no me
pareció que tuviera mucho recorrido ni me dejó con ganas de saber más de su
vida.
THEIR NIGHT OFF, de Allison Brennan
Este relato es
de suspense romántico, pero quizá el menos romántico de todos. La protagonista
Suzanne Madeaux es una agente del FBI, que ha quedado a cenar con un policía,
Joe, con el que tiene un noviazgo bastante relajado. Cenan, hablan, ella le da
vueltas a su último caso, y acaba dando con una pista que les lleva a los dos a
acudir a un posible lugar de un crimen. De eso trata, básicamente, esta
historia.
Suzanne y Joe
se gustan y ya tienen una relación, que va por buen camino. El mismo buen
camino con el que está al final. No le veo ninguna evolución. De hecho una de
las víctimas del delincuente es la ex de un policía, y Suzanne se pregunta si
esa mujer, que parece tan competente y agradable, y su ex, que también es una
persona a la que ella respeta, no pudieron con la tensa vida de un policía, por
qué van a poder triunfar ellos, Suzanne y Joe, que tienen más problemas
personales.
Y pensé que de
algún modo, el relato le daría la solución a ese dilema, de por qué ellos iban
a ser especiales. Pero no, no encontré respuesta satisfactoria al
planteamiento. Así que no sé muy bien qué se supone que pasa después, ¿siguen
quedando a cenar y un poco de sexo de vez en cuando, como hasta ahora?
Aquí el número
equivocado tiene relación con el caso que investiga Suzanne, que se entró a
robar en una casa con un número cuando en realidad debería haberse robado en
otra.
No es de las
que te animan a probar más cosas de la autora. Ni siquiera la parte
“procedimental” de cómo resolver el crimen me pareció interesante.
WRONG ADDRESS, RIGHT GUY, de Diane Kelly
Katelyn, la protagonista
está saliendo con un cretino llamado Brock que a veces aparece en las citas y a
veces no. Así que corta por lo sano en la enésima suspensión de una cita. Su
vecina Nicole también tenía una cita, pero ha encontrado a otro tipo mejor, así
que se va con él y le encarga que le cuente alguna milonga y de que ella no
puede salir con él.
Cuando el
treintañero Trent llega, a Katelyn le parece no era exactamente tan guapo como
un modelo, pero sí atractivo dentro de la clase “vecinito de al lado”, alto,
con vaqueros, y un ramo de flores. Así que decide hacerse pasar por Nicole y
tener una cita con un chico atractivo.
Descubren que
tienen muchas cosas en común, se gustan y Katelyn empieza a sentir temor por lo
que ocurrirá cuando él descubra que lo está engañando, que en realidad no es
Nicole, su cita a ciegas, sino su vecina.
Acaban
besándose mientras bailan al son de canciones antiguas, y tienes la impresión
de que su romance progresará adecuadamente.
Una novela muy
dulce, con un gran sentido atmosférico de una cita en la gran ciudad, no sé,
como si fuera una película de Woody Allen.
Pero no, al
final no me llamó tanto como para darle otra oportunidad a la autora.
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