Una decepción. Esperaba encontrarle algo especial, pero no, es como un
harlequín alargado. Algo de esta novela se me escapa, porque es un clásico de
esos que oyes mencionar de vez en cuando. ¿Lo mejor? El machote de la portada.
DATOS GENERALES
Título original: Heart of the
Falcon
Subgénero:
contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: febrero de 1998
Parte de una serie:
#3 de la serie Taggart/Falcon
NO TRADUCIDA AL
ESPAÑOL
SINOPSIS (según la
contraportada)
En el juego del amor
Madelyn Taggart ha roto unos cuantos
techos de cristal. Como una joven ingeniera en una compañía petrolífera de
Houston, ha logrado triunfar en una industria que es básicamente de hombres más
viejos y todos blancos. Pero su éxito ha tenido un alto coste en cuanto a su vida
amorosa. Hasta ahora, su belleza clásica no ha conseguido encontrar al hombre
de sus sueños… hasta que ve una fotografía de uno de los amigos de su hermano,
y está decidida a conocerlo.
Romperán todas las reglas
Daniel Falcon es una especie de
leyenda en el estado de la Estrella Solitaria. Con un atractivo físico fuera de
lo normal y muy, muy rico. Todas las damas fantasean con ser “la elegida”… para
descubrir bien pronto que no es del tipo de los que sientan cabeza. Entonces
Daniel conoce a la hermana pequeña de su amigo Matt. Está claro que le gusta a
esta Madelyn, pero hay algo en ella que le hace fijarse más detenidamente. Es
increíblemente lista, y ambiciosa, y sexy lo que no está escrito. ¿Es ella
material apropiado para ser su media naranja? Por primera vez, que él recuerde,
Daniel va a dedicarse un tiempo a descubrirlo – empezando con un abrazo lento y
apasionado
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría está la 169 de mi lista de miles de títulos.
Cuando la extinta página web The Romance Reader escogió las cien
mejores novelas románticas del siglo XX, Heart of the Falcon estuvo en
el puesto 95. NPR ha hecho este verano una lista de las mejores 100 novelas
románticas de todos los tiempos y, ¡zas! he aquí de nuevo que aparece esta
novela. Hubo un tiempo en que la página web de intercambio PaperBackSwap la
tuvo como número 1; la última vez que miré estaba más o menos por el puesto 75 de
su Top 100.
Este parece ser el libro más apreciado de su autora, Francis Ray
(1944-2013), una escritora que vivió en Dallas (Tejas) y que a pesar de ser
autora superventas, nunca estuvo traducida al español, al menos en España.
CRÍTICA
Esa portada, esa sinopsis,… ¡tiene
que ser algo muy hot entre dos
personajes apasionados!
Pues no.
Madelyn Taggart es mujer, negra y
joven en un mundo de hombres, blancos y viejos. Ha conseguido, por sus propios
méritos, un buen puesto en una compañía petrolífera.
Una vez vio una foto de un amigo de
sus hermanos, y se le alegraron los ojillos. Pero no lo conoce en persona. El
maromo triunfador en cuestión es Daniel, guapo hasta decir basta, súper rico y
el típico que un día está con una y otro día con otra, objeto de deseo de todas
las mujeres con las que se cruza.
Se conocen de una manera casual.
Ella comete la torpeza de ponerse un vestido blanco cuando va a llover, y
empapada busca refugio en un hotel donde tiene uno de esos encuentros de
anuncio de colonia: “Miss camiseta mojada tropieza con machote cachas que tiene
que sujetarla para que no se caiga y ¡hola, hola! Qué guapos nos encontramos”.
En fin,… La cosa es que se conocen,
se gustan, tienen un rollo, y como suele ocurrir en esta fértil tierra de
Romancelandia, queda embarazada con sólo decirle “ojos negros tienes”.
Por supuesto, ella es una niña
buena. Sexy y lista, pero hasta la fecha era virgen, y claro, ni se le pasa por
el magín la posibilidad de abortar. Nadie lo hace en Romancelandia, salvo que
sea una novela sentimental y luego la muchacha en cuestión esté torturada por
los remordimientos durante años. Al menos, las heroínas de otras autoras
reconocen el derecho de las mujeres a decidir, aunque ellas, por supuesto,
jamás podrían hacer eso. Madelyn ni eso.
A pesar de que ella era virgen cuando
lo hicieron, al tontolín este del haba se le mete en la cabeza que el niño no
es suyo. Eso ya debería haber sido un buen indicativo para que Madelyn dijera
“ahí te quedas, Contreras”. Pero no, decide que hay que “luchar por su amor”. Y
de eso va la mayor parte del libro. ¡Ah! Y en determinado momento, Madelyn
rechaza un ascenso en el trabajo porque está embarazada, algo que no nos
explican por qué. ¿Es que se cree que en el extranjero no va a tener una buena
asistencia médica? Que la ofrecen ir a Singapur, por Dios, no a Afganistán o
Mali. Singapur es uno de los países del mundo con menor mortalidad perinatal.
Estadísticamente se sitúa entre Suecia y Noruega; su índice
(2) es tres veces menor que el de EE. UU. (6) ¿Me queréis decir exactamente qué
problema había para ir, pasar ahí el embarazo, dar a luz y criar al niño en una
ciudad-estado cosmopolita?
Creo que ese es el momento en el que
esta novela me perdió totalmente.
He leído que se publicó en una línea
llamada Arabesque, especializada en romántica contemporánea con protagonistas negros.
Me pregunto si no la escogerían en la encuesta NPR para rellenar una cuota o
algo así, o quizás para incluir el libro de más éxito de una de las autoras
afroamericanas más notables. A la historia en sí yo no le encontré nada
especial.
¿Alguien ha leído esta novela en los
últimos 17 años? ¿No se acordarán, más bien, de lo mucho que les gustó hace
tres lustros?
Para mí, resulta demasiado
conservadora.
No porque trabajen para la industria
de los combustibles fósiles sin plantearse alternativas; al fin y al cabo, si
ambientas algo en Tejas no vas a hablar de la industria de las renovables. Menos
si escoges como héroe a un tipo que deja una huella de carbono como una
catedral viajando en su jet privado de Denver a San Antonio sólo para que le
arreglen unas botas…
Ni tampoco pongo objeciones a que
Madelyn sea virtuosa, de misa dominical: es una buena caracterización del
personaje; de hecho, me habría encantado conocer mejor a los parroquianos y
toda esa experiencia tan ajena para mí.
No, lo que me chirría es la tesis
subyacente de que sólo las chicas sexis pero inexpertas son las que se merecen
el marido trofeo rico y guapo. La prueba es que si salen mujeres más atrevidas
o liberadas en el libro, se las retrata como auténticos bichos. Las inocentes
con una fertilidad a prueba de látex son las que doman al macho rebelde y
ligón. Quizá hace veinte años lo encontraría adorable. Hoy en día, prefiero otro
tipo de heroínas.
Hay mucho valor familiar en esta
novela. Los hermanos de ella se mosquean e intentan amedrentar a Daniel, y se
muestran muy ufanos cuando es el primero al que no logran intimidar. La madre
de Daniel se vuelca con Madelyn en cuanto descubre que está preñada y se hacen las
mejores amigas amiguísimas del mundo. Sus únicas confidentes parecen ser sus
cuñadas (que debieron ser protagonistas de libros previos de la serie), quienes
la protegen de sus hermanos, no vaya a ser que esto acabe en violencia. No
parece que Madelyn tenga verdaderos amigos fuera de la familia, algo poco
realista y más una pesadilla que un modelo a seguir. Sólo aparece un amigo, más
como excusa para que Daniel se ponga celoso que otra cosa.
Mi interés por la historia empezó
muy arriba, quería que me gustara, de
verdad. Pero ese atractivo planteamiento de “mujer triunfadora en un mundo
de hombres” resulta mera excusa que, al final, no lleva a nada,… salvo a eso de
renunciar a una oportunidad laboral magnífica por estar embarazada. Mi atención
rápidamente disminuyó. El último tercio de la novela ¡me llevó días! Y eso que
no llega a las trescientas páginas. Acabé leyendo rápido y por encima.
Eso sí, la portada es de las que te
alegran el día, aunque tu retoño adolescente le dé la vuelta, para no
avergonzarse de las lecturas de su madre, y tu marido jure y perjure que los
músculos del modelo no son de verdad.
Valoración
personal: allá tú, 1
Se
la recomendaría a: los que gusten de historias de amor
clásicas, mejor si tienen mentalidad conservadora.
Otras
críticas de la novela:
He intentado
encontrar otras críticas sobre esta novela, pero no lo he conseguido.
Como no está
traducida, ni ha despertado interés aquí, nada encontré en español.
Es de finales de los
noventa, la prehistoria en materia de críticas de novela romántica por
internet. Quizá, si The Romance Reader siguiera existiendo…
Luego, hay otra
novela con el mismo título, de Suzanne Robinson, que no conviene confundir.
Así que pongo enlaces
a los únicos sitios donde siempre encontrarás comentado un libro: Amazon y Good
Reads. En Amazon com, la
valoración media es de 4.8 sobre 5.
Y en Good Reads, 4.60. Definitivamente, hay algo que
hace de esta novela una de las favoritas del lector de romántica y yo no se lo
he sabido ver.
Lo mejor
Gracias a esta novela
encontré, en Heroes and Heartbreakers, este artículo “Always Bet on Black: Taye Diggs, Idris Elba, Lance Gross, and More Black Hotties” en
la sección Picture Perfect: ¡Eh! Que yo estaba buscando críticas y en el artículo mencionan a Daniel Falcon
de Heart of the Falcon. ¿Básicamente?
Hombres sexis en fotos guapísimas. Por si alguna o alguno quiere quedarse sin
respiración. Vale, puede que sea un poco Blaxploitation en versión romántica, pero ver un hombre atractivo nunca
le ha perjudicado a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario