Los opuestos se atraen, muy a su pesar. Romántica,
sexy, y con su puntito de intriga. Creo que lo tiene prácticamente todo.
Avon, sept-2016 |
DATOS GENERALES
Título original: The Soldier’s
Scoundrel
Subgénero:
histórica / Regencia
Fecha de
publicación original en inglés: septiembre 2016
SINOPSIS (tomada de la página web de la autora)
Un canalla que vive en las
sombras...
Jack Turner creció en lo peor de los bajos fondos londinenses, en el seno de una vida
llena de crimen y deseoso de hacer lo que sea por tener comida en el estómago y
conseguir poner a salvo a sus hermanos. Ahora usa los trucos e intrigas que
aprendió en esa vida lumpen para ayudar a los que lo necesitan, de una manera
que sólo un canalla puede hacerlo. Desconfía profundamente de la nobleza, y sus
servicios no se extienden al guapísimo soldado de alta cuna que personifica
todo lo que Jack jamás será.
Un soldado al que no le afecta el
vicio
Después del caos de la guerra, Oliver
Rivington ansía la vida segura y predecible de un caballero, una que no
incluye enfrentarse a un tipo zascandil que se salta la ley con frecuencia.
Pero Jack tienta a Oliver como ningún otro hombre antes. Pronto su deseo por
este criminal sin vergüenza es tan intenso como el placer de Jack al ver la
capa de nobleza de Oliver desmoronándose cada vez que están juntos.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, en mi lista la tengo a día de hoy la 535. Tuvo crítica de DIK A- en All About Romance, consiguió
estar en la short list de la American Library Association al mejor
romance de 2016 y fue una de las mejores novelas del año 2016 al menos para
tres de las personas que publican críticas en All About Romance; Caz, Emily y B.
J.
CRÍTICA
Jack es una
mezcla de detective y troubleshooter
al servicio de quienes no pueden defenderse por sí mismos. Vamos, una especie
de Olivia Pope en la Regencia. Fue delincuente, ayuda de cámara de un noble y
ha hecho un poco de todo para sobrevivir.
Desprecia
profundamente a la aristocracia. Así que cuando a su puerta llega un guapo ex
soldado todo enfurecido, apoyado en un bastón, se esfuerza en mantener las
distancias.
En realidad,
este joven no pretende contratar sus servicios. Acaba de descubrir que su
hermana le ha pagado dinero a Jack y quiere saber qué ocurre. Teme que haya
algo turbio, que este impresentable esté extorsionando a su hermana o algo así.
Ella es, en
realidad, clienta de Jack. Entre los desvalidos para los que trabaja se
encuentran, en una sociedad tan machista como aquella, las mujeres, que
difícilmente se defienden solas ante unas leyes que les eran contrarias. Claro
que Jack no puede desvelarle a Oliver los secretos de su hermana.
Desde el
primer momento, ¡zasca!, enorme tensión sexual. Jack juega con ventaja: conoce
los gustos de Oliver porque en sus tiempos de ayuda de cámara, vio cómo era
servido de rodillas por otro caballero. Aquella imagen de un Oliver entregado
al placer se le quedó grabada a fuego.
Jack, un
poco por tener la fiesta en paz, permite que Oliver se quede con él en la
oficina para que vea en qué consiste su trabajo. Cuando una atribulada dama, la
señora Wraxhall, le encarga recuperar ciertas cartas, le deja que se quede y
escuche en silencio.
Jack
reconoce que si hay que quebrantar la ley en el curso de sus investigaciones,
lo hace. Simplemente se deshace del problema, aunque a sus clientes no les
explica cómo. Tampoco ellos preguntan. No llega al abuso o el asesinato, no,
pero sí a cosas como allanar moradas o mandar al extranjero a indeseables.
Siempre por una buena causa.
Algo que el
estirado Oliver no soporta. Fue soldado y estuvo en la guerra. Recuerda con
especial desagrado Badajoz, ese momento de la Guerra de la Independencia española
en que los británicos entraron a sangre y fuego en la capital pacense, como si
estuvieran en terreno enemigo, saqueando, violando, matando. En fin, los hijos
de la pérfida Albión en su versión más hooligan
(véase el inolvidable artículo de Pérez-Reverte Nuestros aliados ingleses, 12-07-2008). Es
curioso, pero creo que es la tercera novela romántica de la Regencia anglosajona
en la que veo referencias a la horrenda toma de Badajoz. Como no suelo leer
novela romántica española tengo curiosidad: ¿habrá alguna nuestra que aluda a
este episodio?
Después de
pasar por esa experiencia caótica e injusta, Oliver sólo quiere vivir en un
lugar donde rija la ley, donde todo sea predecible y no haya zonas grises. Jack
no encaja en ese mundo idílico. Pero, ¡ay, no puede dejar de pensar en él!
Oliver se
empeña en acompañar a Jack en sus pesquisas, un poco por aburrimiento, otro
poco por desconfianza y un mucho por la atracción que siente. Hay bastante tensión
sexual no resuelta, porque Jack quiere regodearse en la jugada, pero al final
se resuelve, vaya si se resuelve, con escenas de lo más explícitas y sexis.
Luego se dan
cuenta de que esto es algo más que un rollo pasajero, que empiezan a sentir que
el otro es alguien especial, alguien de quien se pueden enamorar. Todo muy romántico.
No pude
parar de leer. Comprendes perfectamente las motivaciones de los protagonistas, aunque
sean contradictorias entre sí. Tiene algunas cosas que personalmente prefiero
en este tipo de romántica gay. No se comen mucho el coco con su sexualidad: los
dos saben cómo son y lo aceptan, sólo que con la prudencia lógica de estar
cometiendo un delito que los puede llevar a la horca. Son tíos-tíos, recios, no
hay nada de afeminado en ellos. Por último, los personajes femeninos, aunque
secundarios, tienen importancia en la trama.
El argumento
está muy bien llevado, la acción no decae en ningún momento, con suficiente
intriga para que te preguntes qué ocurre en realidad con la hermana de Oliver y
con la señora Wraxhall. Por eso encuentras momentos estupendos de competence porn en los que Jack
demuestra sus agudas dotes de observación y deducción.
Porque Jack
es así de atractivo: inteligente, listo, cínico, enamorado y realista, que sabe
sacarle los colores a Oliver en más de un sentido.
Bueno, en
todos los sentidos.
Se ambienta
en una Regencia poco idealizada. Incluye una perspectiva bastante clara sobre
las desigualdades sociales, que no son sólo de clase, sino también de género.
Oliver tendrá que aprender, renuentemente, que esa ley y orden que tanto ansía,
y que preferiría que Jack respetase (salvo en lo de la sodomía, claro), sólo le
beneficia y le protege a él: hombre, adinerado y noble, pero no al resto de la
población que se encuentra desvalida ante las injusticias.
Una novela
de 9/10 por algún detallito menor. Pero como no doy medias estrellas, puestos a
elegir: cinco estrellas, aunque sea arriesgado hacerlo con una primera novela.
Es de las
que casi llego tarde al trabajo por no poder dejar de leer. Me dejó resacosa. Jack
y Oliver se convirtieron en personas tan de carne y hueso, que parece que
existieron de verdad y les deseas toda la felicidad del mundo.
Si quieres
probar una novela romántica gay histórica, este es un buen lugar por donde
empezar, por si KJ Charles te parece
demasiado fuerte. The Soldier’s Scoundrel
la publica Avon, la reina madre de las editoriales de romántica histórica, la
de Lisa Kleypas, por ejemplo. De hecho, es el primer male/male romance que lanzó y eso fue noticia.
Que una
editorial tan clásica se haya atrevido con esta novela significa que está bien
escrita, es intensamente romántica, con su toque sexy sin perder nunca la
elegancia.
Y sí,
inmediatamente me he bajado al Kindle la segunda novela de Sebastian, The Lawrence Browne Affair. Ya lo
contaré.
Valoración personal: espléndida,
5
Se la recomendaría a:
lectores sin prejuicios que gusten de sexo explícito y buena dosis de romance
en una Regencia no tan ideal.
Otras críticas de la novela:
En All About Romance le hicieron crítica de DIK
A-, ya sabéis, uno de esos libros que te llevarías a una isla desierta.
Red Hot Books, una A.
The Novel Approach, otra A.
En la review de
Audigals del audiobook la valoración es A- además tienes
un corte de audio con el principio de la novela, algo que realmente es curioso
y muy agradable de oír.
Crítica en
Kirkus que concluye
que es un “debut logrado, totalmente ganador”.
A Mrs. Giggles,
de Hot Sauce reviews, le gustó, pero menos, le puso 3 oogles.
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