Con “Frederica” (1965),
llegamos a la última novela de Georgette Heyer de este Desafío AAR. Una pena, es la que menos me ha gustado de las que he leído de esta autora.
Edición letra grande, ed. Paragon (2011) |
DATOS GENERALES
Título original: Frederica
Fecha de publicación
original en inglés: 1965
Subgénero: histórica
– Regencia
Puesto en la lista
AAR 2013: 70
Actualizo el 2-3-2024. He visto que este libro tiene traducción al español, hecha por la editorial Palabra en 2019. Traductora: Almudena Ligero Riaño.
SINOPSIS
Londres
en plena “temporada”
Frederica
Merriville ha acudido a disfrutar de la brillante temporada social
londinense. Con ello le dará a Charis, su bellísima hermana menor, la
oportunidad de hacer un buen matrimonio. Los Merriville, una familia de buena
posición social, ha caído en problemas financieros, y el matrimonio podría
librarlos de su situación. La propia Frederica, una mujer encantadora y alegre,
es prácticamente una solterona: ¡tiene veinticuatro años!
Pero cuando son
presentados en la sociedad londinense por un primo lejano, Lord Alverstoke, ¡las asedian más pretendientes de los que pueden
manejar!
CRÍTICA
Frederica es una
joven de buena familia que, a sus veinticuatro años de edad, se considera ya para
vestir santos. Lo que necesita es alguien que introduzca a su bella hermana
Charis en la buena sociedad londinense. Para que consiga un buen marido.
Recurre a un pariente
lejano, Lord Alverstoke. No sabe que este noble hastiado y egoísta, soltero a sus
treinta y siete años, lo último que quiere es ayudar a un pariente:
Gracias a su riqueza, pudo permitirse todos y cada uno de sus extravagantes caprichos sin ni siquiera tener que preocuparse por el coste; nunca se vio obligado a tener en consideración a nadie salvo a sí mismo; ¿y cuál fue el resultado? ¡Estaba aburrido antes de llegar a los treinta!
Su hermana lo ha
asediado a ver si da el baile de presentación en sociedad de su hija Jane; y lo
mismo le pide la madre de su heredero, a favor de su niña. Lord Alverstoke no
tiene la menor intención,… hasta que ve a Charis y rápidamente descubre cómo
fastidiar a sus parientes. Dará la fiesta, sí, y la
aprovechará para presentar en sociedad a sus protegidos, los Merriville,
sabiendo que la belleza de Charis anulará todo atractivo de las otras muchachas.
La familia Merriville
está formada no sólo por la “solterona” Frederica, y la bella pero bastante
boba Charis, sino que incluye a Harry, otro cabeza hueca que pasa de todo y al
que conoceremos avanzada la novela, cuando lo expulsan temporalmente de la
Universidad; a Jessamy, un muchacho serio que tiene debilidad por los caballos;
y a Felix, un niño muy interesado por todas las fabulosas novedades técnicas aquellos años, desde los motores a vapor a los barcos o los globos
aerostáticos.
Aparte de estar
incluido en el Top 100 de All About Romance de 2013, apareció en las listas de
2004 (puesto 17) y 2007 (puesto 77). Fue la novela n.º 51 de las cien mejores
novelas románticas del siglo XX, según The Romance Reader. Me da la impresión
de que su aprecio varía a lo largo del tiempo. A veces se acuerdan de ella, a
veces se olvida.
La verdad es que me
costó acabarla. Sólo lo conseguí tras una noche de insomnio; en su favor debo
decir que no consiguió que me entrara el sueño, sino que la terminé más o menos
a las cinco de la mañana. Creo que en parte se debe, al escaso desarrollo de la
parte romántica. Sólo en el ecuador del libro se empieza a hacer alguna
referencia a que el marqués de Alverstoke se ha enamorado de Frederica. Y sólo
en el último cuarto de novela ves algún chispazo de interés sentimental de
Frederica por Alverstoke, pero tan sutil que te puede pasar desapercibido.
Entonces, ¿a qué se
dedica la novela? Pues a hablar mucho de la familia, de las travesuras de
Felix, de la tontaina de Charis y su enamoramiento de otro tan guapo y simple como
ella, y bueno, del necio hermano mayor Merriville que cuando aparece es sólo
para liar más la cosa.
El único personaje
que me gustó de verdad es Alverstoke, de nombre Vernon (¡sí, como el tío de
Harry Potter!). Muestra el ingenio y el humor típicamente Heyer. Cuando aparece,
siempre tiene alguna réplica de seco ingenio, hasta de sarcasmo. Te hace sonreír,
incluso soltar una que otra risita. El aristócrata fastidioso del inicio
evoluciona hasta un hombre rejuvenecido, más abierto y entregado a los demás,
no sólo a Frederica.
Entonces llegó Frederica, desordenando sus fríos cálculos, lanzando sobre él responsabilidades, entrometiéndose cada vez más en la ordenada pauta de su vida, y lanzándolo a un estado de duda permanente. Y, por mucho que lo intentara, no podía descubrir razón alguna por la que se había producido este incómodo cambio en él. Ella tenía más presencia que belleza; no empleó artificio alguno en atraerlo; no tenía en consideración las convenciones sociales; era una mujer práctica y diligente, y en absoluto el tipo femenino a quien quisiera animar. Más aún (ahora que pensaba en ello) le había endilgado dos fastidiosos niños de colegio, ¡justo lo último que quería en este mundo!
La formidable
Frederica organiza la vida familiar, maneja la casa, le busca marido a Charis y
piensa que Felix necesita un nuevo tutor. Mucho trabajo para ella sola que la tiene tan ocupada que no hay tiempo para revelar cuáles son sus sentimientos. Sin embargo, el supuesto
cabeza de familia, Harry, no se lo reconoce. Está -diría yo- resentido
con ella. Cuando Frederica estalla y se lo echa en cara, resulta que él se
ofende y ella,… perfecto felpudo, va arrastrándose a los pies de su insensato e
insensible hermano mayor.
En resumen: una
novela de la Regencia que se me hizo bastante larga. Puede gustarte si le coges
cariño a la familia y consigues interesarte por sus aventuras; a mí no me pasó.
Las travesuras del adorable hermano menor, Felix, me dejaron bastante
indiferente. Es un personaje logrado y te cae bien, no digo que no. Es sólo que
el tema infantil no me suele llamar. ¿Travesuras de perros y niños?… va a ser
que no.
La otra historia de
amor, de jovencitos que sirven de contrapunto al amor más maduro de Frederica y
Alverstoke, está protagonizada por la tontaina de Charis, que me fue irritando
cada vez más. No le vi el romanticismo por ninguna parte y se “resuelve” de
aquella manera que dices “¡vaya par de pazguatos!”.
Eso no me impide ver
que está bien escrita, la trama bien llevada, y si la mayor parte de los
personajes resultan molestos u odiosos, es porque Georgette Heyer sabe darles
vida. Es decir, técnicamente es una novela impecable. Sólo que no es para mí.
Valoración
personal: no la mejor Heyer, 2
Se
la recomendaría a: los fans de Georgette Heyer y del estilo
Regencia tradicional, y a los que gusten de romántica con travesuras de niños o
perros.
Otras
críticas de la novela:
Actualización 02/03/2024. La tradujeron al español en 2019. Así que pongo enlaces a críticas en nuestro idioma en las siguientes páginas:
Críticas que he encontrado en inglés. Son, desde luego,
más favorables que la mía, así que recomiendo su lectura por tener otra
perspectiva.
Empezamos con un par
de sitios austenitas: Austen Prose y Jane Austen’s World.
Hay críticas también en All About Romance, en The Book Smugglers y también en Romance Readers At Heart.
Como es un clásico, tiene artículo en la wikipedia. Y, finalmente, la ficha en FictionDB.
AAR 45. Georgette Heyer – Venetia / Venetia (1958)
AAR 38. Georgette Heyer – Devil’s Cub (1932)
AAR 98. Georgette Heyer – The Grand Sophy / La indomable Sophia
(1950)
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