miércoles, 3 de junio de 2015

Crítica: "My Lord and Spymaster", de Joanna Bourne



Este NO es un libro de la lista Top 100 AAR

… Pero no entró por muy poquito, pues quedó en el puesto 105. Ganó el premio RITA al mejor romance histórico de la Regencia del año 2008. Como todo lo de Joanna Bourne, es muy entretenida, los personajes atractivos, y el estilo ágil. Capa y espada (casi) a la antigua usanza.
Portada de la edición
Headline Eternal, 2014 (UK)

DATOS GENERALES

Título original: My Lord and Spymaster
Publicación original en inglés: Berkley, 2008
Subgénero: histórica – 1811

Parte de una serie: 2.º de la serie Spymaster

SINOPSIS (según la contraportada)

Una belleza atrevida, es tristemente célebre por arriesgarse... Ahora lo arriesgará todo por amor.

Criada como una pobre pero habilidosa ratera, Jess Whitby ha crecido para convertirse en una joven adinerada. Pero cuando acusan a su padre de vender secretos a Napoleón, debe confiar en su astucia para salvarlo. Nunca soñó que su búsqueda del verdadero traidor empezaría despertándose desnuda en la cama de un capitán. O lo poco que le importaría esto…

El capitán Sebastian Kennett descubre que está colado por esta valiente víctima a la que salva de un secuestro. Igualmente a ella le fascina su imperiosa fuerza – hasta que descubre que este fascinante marinero podría ser el traidor al que persigue. Y que es este hombre el que tiene en sus manos el destino de su padre, y el de ella misma.

CRÍTICA

Sabía que Joanna Bourne me iba a gustar incluso antes de leer una sola página suya. A partir de las críticas que había leído, sospechaba que escribía una variedad de novela romántica histórica muy entretenida. “Amor y aventuras” como las de antes, pero con heroínas más activas y héroes menos avasalladores.

Me gustó mucho Desarmado por un baile. Eché la vista atrás y me di cuenta de que antes de ese libro, sólo había publicado otro, ¡en los 80! Esa novela tipo “regencia tradicional”, Her Ladyship’s Companion, fue mi TBR Challenge de mayo. 

Lo siguiente que tocaba era el segundo de los Spymasters, este My Lord and Spymaster (2008). No porque esté en el Desafío AAR (ya digo que no entró por muy poco), sino por leerlos en orden. Quizá sea el más flojo de todos. Pero eso es sólo porque el resto son muy buenos.

Comienzo prototípico: “damisela en peligro”.

Un callejón londinense lleno de niebla. Una bella muchacha grita y se echa a correr. La persigue un hombre peligroso. En su huida se topa con un hombre guapo, alto, fuerte, y bastante bebido, que la sujeta decidido a protegerla, mientras ella se aferra a sus musculosos brazos.

Claro que las cosas no son siempre como parecen. Y menos si es una de espías y escribes en el siglo XXI. La muchacha, Jess, abrazada a su “salvador” comienza a rebuscarle en los bolsillos. Durante años fue una habilidosa ratera, y se quiere apropiar de algo que cree que él guarda. Así que ha montado la escena para poder registrarle sin que se dé cuenta.

Lo que ocurre es que, ebrio o no, este machote tiene mucho mundo. Es perfectamente consciente de que todo esto es una trampa. Pero se deja hacer. Perder unas monedas es una ganga a cambio del placer de tenerla entre sus brazos.

Jessamyn “Jess” Whitby creció en las peligrosas calles del East End. Metía la mano en bolsillos ajenos y practicaba, con gran profesionalidad, el robo con escalo. Los tejados son su Londres personal. Tranquilo. Pacífico. Más seguro que las calles.

Su padre, Josiah Whitby, a veces contrabandista, ha prosperado en el negocio naviero gracias a su habilidad como comerciante y a la contabilidad ideada por su hija. Jess acaba siendo una joven honrada y con dinero que lleva, prácticamente sola, toda esa parte “de oficina” del negocio.

Entonces, ¿qué hace en un callejón buscándole las cosquillas al guapo capitán Kennet? A su padre lo han acusado de vender secretos a Napoleón. Lo tienen detenido en Meeks Street, el cuartel general del Servicio Secreto británico. Quien ha encontrado pruebas contra él es precisamente el capitán Kennett, el hijo bastardo de un noble. Sebastian Kennet, hombre hecho a sí mismo, es el protagonista de la historia, “apasionado, aventurero y poderoso; un maestro comerciante y naviero internacional; un hombre que lo arriesgaría todo por un beneficio económico” –así lo describe Joanna Bourne en su página web.

¿Por qué este tipo se ha dedicado a reunir pruebas contra el padre de Jess? Bueno, uno de sus barcos fue hundido por culpa del traidor llamado Cinq. Así que para él ha sido algo personal encontrarlo y entregarlo al Servicio Secreto.

También lo es para Jess descubrir lo contrario: que su padre no es el traidor. Y sólo lo conseguirá si descubre al auténtico Cinq. A ello le dedica su inteligencia y habilidad. Eso la lleva al callejón oscuro lleno de niebla.

… Y, allá por la página 20, a la cama del capitán, donde recupera la consciencia desnuda y con (momento repulsivo) el capitán mirándola en plan acosador y comprobando que es rubia natural.

Lo que sigue es un juego un poco complicado.

1.- Su padre está preso y todo indica que lo van a colgar.
2.- Jess tiene que buscar al verdadero traidor, Cinq, sospechando que puede ser el atractivo capitán Kennett.
3.- Pero el capitán cree que el padre de Jess es el traidor, y sólo duda si ella será o no cómplice.

Entra en escena el inquietante espía Adrian Hawkhurst (¡Ah, es mi héroe! Suspiros por toda la sala) quien...

... 4.- Está usando a su amigo Sebastian y a Jess para sus propios fines.  

Como dice en un determinado momento Jess:

…Es un juego que ellos están jugando. El Servicio Británico contra los Whitby… Ellos contra la Inteligencia Militar. Ellos también contra el Foreign Office. Les gustan sus juegos…

Un juego en el que los Whitby pierden, como dice ella. Pero no se resigna.

Una novela de muy atractivos personajes. El juego entre Jess y Sebastian parte de la desconfianza mutua y del deseo que se despierta entre ellos desde el minuto uno. Pero en este libro hay sobre todo tensión sexual no resuelta, y sólo un poquito de sexo, casi al final.

De todas formas, prefiero eso al estilo de los setenta-ochenta. Si esto fuera una Woodiwiss, Sebastian la habría violado en el capítulo 3, en cuanto la tiene desnuda en su camarote. Pero como es una novela publicada en 2008, será Jess –asegura el sobrado de Sebastian- quien vaya a buscarlo a su dormitorio. Se te puede quedar escaso en ese aspecto.

Hay suspense razonable en la averiguación de quién es Cinq. También son perfectamente explicables los actos de Adrian Hawkhurst o Jess.

Pero lo que me pareció más flojo fue el papel de Sebastian en esta trama de espionaje. Cuando se convence de que Jess es inocente, intenta que abandone su búsqueda de Cinq. Pero actuar así va justo en contra de lo que su amigo Adrian pretende de Jess, que es que se arriesgue buscando en vidas ajenas de forma totalmente ilegal y que él (ahora) como espía de la Corona no puede hacer.

Daban ganas de que Jess le dijera:


“Sebastian, guapo, aclárate, o con tu amigo o contra él. Pero no me vuelvas loca, que bastante tengo yo con salvar a mi padre, sacar adelante el negocio, descubrir al traidor, que no me maten y no acostarme contigo”.


Un plus añadido: Adrian Hawkhurst, quien domina las escenas en las que interviene. Al final, parece que todos los libros Spymaster, incluido aquel librito de la Regencia de los años ochenta, giran sobre la evolución de este personaje. Aquí es como el Derek Craven de Cuando tú llegaste: el (muy atractivo, y cachas, y encantador aunque en este caso pelín retorcido) secundario que podría haber sido el interés amoroso de la heroína, pero que se queda en un (nada discreto) segundo plano.

Fue un niño pobre llamado Hawker, luego con el nombre de Hurst trabajó de mayordomo de los Whitby en San Petersburgo mientras dirigía el espionaje británico en Rusia. Jess estuvo enamoriscada de él en la adolescencia, él la rechazó alegando amor por una francesa. Misterio misterioso romántico…


Hurst siempre decía, deja que sea el otro principalmente quien mienta.

Hurst la enseñó a mentir. La enseñó a doblar las servilletas en formas atractivas y cómo disparar con treinta tipos diferentes de armas de fuego. Hurst pensaba que lo perdonaría sólo por reaparecer y parecer triste. Ja.


El siguiente de la serie The Forbidden Rose, me llevará al pasado, a 1794, cuando se desarrolla la historia de Doyle y Maggie. Y es al otro, The Black Hawk, cuando te cuentan la historia de Adrian y Justine, 1794-1818. Tanto The Forbidden Rose como The Black Hawk forman parte del Desafío AAR. La serie se remata, por ahora, con Rogue Spy, que salió a finales de 2014.

Valoración personal: en comparación con los otros Spymaster, buena, 3

Se la recomendaría a: todos los que quieran novela romántica “de amor y aventuras” de las de toda la vida pero actualizada al estilo siglo XXI

Otras críticas de la novela:

No está traducida, y no he encontrado críticas en español. Pongo a continuación referencia a críticas en inglés. Cinco estrellas le dan en Romance Novel Tv y en Single Titles. Un A- se lleva en Romance Rookie. Para RT Book Reviews fue un libro de 4 estrellas y media, en All About Romance un B+ y para The Book Smugglers, 7/10.


En Dear Author, la crítica lleva una C

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