Este NO es un libro de la lista Top
100 AAR
… Pero no
entró por muy poquito, pues quedó en el puesto 105. Ganó el premio RITA
al mejor romance histórico de la Regencia del año 2008. Como todo lo de Joanna
Bourne, es muy entretenida, los personajes atractivos, y el estilo ágil. Capa y
espada (casi) a la antigua usanza.
Portada de la edición
Headline
Eternal, 2014 (UK)
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DATOS GENERALES
Título original: My Lord and
Spymaster
Publicación original
en inglés: Berkley, 2008
Subgénero: histórica
– 1811
Parte de una serie:
2.º de la serie Spymaster
SINOPSIS (según la
contraportada)
Una
belleza atrevida, es tristemente célebre por arriesgarse... Ahora lo arriesgará
todo por amor.
Criada como una pobre
pero habilidosa ratera, Jess Whitby
ha crecido para convertirse en una joven adinerada. Pero cuando acusan a su
padre de vender secretos a Napoleón, debe confiar en su astucia para salvarlo.
Nunca soñó que su búsqueda del verdadero traidor empezaría despertándose
desnuda en la cama de un capitán. O lo poco que le importaría esto…
El capitán Sebastian Kennett descubre que está colado
por esta valiente víctima a la que salva de un secuestro. Igualmente a ella le fascina
su imperiosa fuerza – hasta que descubre que este fascinante marinero podría
ser el traidor al que persigue. Y que es este hombre el que tiene en sus manos
el destino de su padre, y el de ella misma.
CRÍTICA
Sabía que Joanna Bourne
me iba a gustar incluso antes de leer una sola página suya. A partir de las
críticas que había leído, sospechaba que escribía una variedad de novela
romántica histórica muy entretenida. “Amor y aventuras” como las de antes, pero con heroínas más activas y héroes
menos avasalladores.
Me gustó mucho Desarmado por un baile. Eché la vista atrás y me di cuenta de que antes de ese libro, sólo había
publicado otro, ¡en los 80! Esa novela tipo “regencia tradicional”, Her Ladyship’s Companion, fue mi TBR Challenge de mayo.
Lo siguiente que tocaba
era el segundo de los Spymasters, este My
Lord and Spymaster (2008). No porque esté en el Desafío AAR (ya digo que no entró por muy poco), sino por leerlos en orden. Quizá sea el más flojo de todos. Pero eso es
sólo porque el resto son muy buenos.
Comienzo prototípico:
“damisela en peligro”.
Un callejón londinense lleno
de niebla. Una bella muchacha grita y se echa a correr. La persigue un hombre
peligroso. En su huida se topa con un hombre guapo, alto, fuerte, y bastante
bebido, que la sujeta decidido a protegerla, mientras ella se aferra a sus musculosos
brazos.
Claro que las cosas no
son siempre como parecen. Y menos si es una de espías y escribes en el siglo
XXI. La muchacha, Jess, abrazada a su “salvador” comienza a rebuscarle en los
bolsillos. Durante años fue una habilidosa ratera, y se quiere apropiar de algo
que cree que él guarda. Así que ha montado la escena para poder registrarle sin
que se dé cuenta.
Lo que ocurre es que,
ebrio o no, este machote tiene mucho mundo. Es perfectamente consciente de que
todo esto es una trampa. Pero se deja hacer. Perder unas monedas es una ganga a
cambio del placer de tenerla entre sus brazos.
Jessamyn “Jess” Whitby creció
en las peligrosas calles del East End. Metía la mano en bolsillos ajenos y practicaba,
con gran profesionalidad, el robo con escalo. Los tejados son su Londres
personal. Tranquilo. Pacífico. Más seguro que las calles.
Su padre, Josiah Whitby,
a veces contrabandista, ha prosperado en el negocio naviero gracias a su
habilidad como comerciante y a la contabilidad ideada por su hija. Jess acaba
siendo una joven honrada y con dinero que lleva, prácticamente sola, toda esa
parte “de oficina” del negocio.
Entonces, ¿qué hace en
un callejón buscándole las cosquillas al guapo capitán Kennet? A su padre lo
han acusado de vender secretos a Napoleón. Lo tienen detenido en Meeks Street,
el cuartel general del Servicio Secreto británico. Quien ha encontrado pruebas
contra él es precisamente el capitán Kennett, el hijo bastardo de un
noble. Sebastian Kennet, hombre hecho a sí mismo, es el protagonista de la
historia, “apasionado, aventurero y poderoso; un maestro comerciante y naviero
internacional; un hombre que lo arriesgaría todo por un beneficio económico”
–así lo describe Joanna Bourne en su página web.
¿Por qué este tipo se ha dedicado
a reunir pruebas contra el padre de Jess? Bueno, uno de sus barcos fue hundido
por culpa del traidor llamado Cinq. Así
que para él ha sido algo personal encontrarlo y entregarlo al Servicio Secreto.
También lo es para Jess descubrir
lo contrario: que su padre no es el traidor. Y sólo lo conseguirá si descubre al
auténtico Cinq. A ello le dedica su inteligencia y habilidad. Eso la lleva al
callejón oscuro lleno de niebla.
… Y, allá por la página 20, a la cama
del capitán, donde recupera la consciencia desnuda y con (momento repulsivo) el
capitán mirándola en plan acosador y comprobando que es rubia natural.
Lo que sigue es un juego un poco
complicado.
1.- Su padre está preso y todo
indica que lo van a colgar.
2.- Jess tiene que buscar al
verdadero traidor, Cinq, sospechando que puede ser el atractivo capitán Kennett.
3.- Pero el capitán cree que el
padre de Jess es el traidor, y sólo duda si ella será o no cómplice.
Entra en escena el inquietante
espía Adrian Hawkhurst (¡Ah, es mi héroe! Suspiros por toda la sala) quien...
... 4.- Está usando a su amigo
Sebastian y a Jess para sus propios fines.
Como dice en un determinado
momento Jess:
…Es un juego que ellos están
jugando. El Servicio Británico contra los Whitby… Ellos contra la Inteligencia
Militar. Ellos también contra el Foreign Office. Les gustan sus juegos…
Un juego en el que los Whitby
pierden, como dice ella. Pero no se resigna.
Una novela de muy atractivos
personajes. El juego entre Jess y Sebastian parte de la desconfianza mutua y
del deseo que se despierta entre ellos desde el minuto uno. Pero en este libro
hay sobre todo tensión sexual no resuelta, y sólo un poquito de sexo, casi al
final.
De todas formas, prefiero eso al
estilo de los setenta-ochenta. Si esto fuera una Woodiwiss, Sebastian la habría
violado en el capítulo 3, en cuanto la tiene desnuda en su camarote. Pero como
es una novela publicada en 2008, será Jess –asegura el sobrado de Sebastian-
quien vaya a buscarlo a su dormitorio. Se te puede quedar escaso en ese
aspecto.
Hay suspense razonable en la
averiguación de quién es Cinq. También son perfectamente explicables los actos
de Adrian Hawkhurst o Jess.
Pero lo que me pareció más flojo
fue el papel de Sebastian en esta trama de espionaje. Cuando se convence de que
Jess es inocente, intenta que abandone su búsqueda de Cinq. Pero actuar así va
justo en contra de lo que su amigo Adrian pretende de Jess, que es que se
arriesgue buscando en vidas ajenas de forma totalmente ilegal y que él (ahora) como
espía de la Corona no puede hacer.
Daban ganas de que Jess le
dijera:
“Sebastian, guapo, aclárate, o con tu amigo o contra él. Pero no me vuelvas loca, que bastante tengo yo con salvar a mi padre, sacar adelante el negocio, descubrir al traidor, que no me maten y no acostarme contigo”.
Un plus añadido: Adrian
Hawkhurst, quien domina las escenas en las que interviene. Al final, parece que
todos los libros Spymaster, incluido aquel librito de la Regencia de los años
ochenta, giran sobre la evolución de este personaje. Aquí es como el Derek Craven
de Cuando tú llegaste: el (muy atractivo, y cachas, y encantador aunque en este caso pelín retorcido) secundario que podría haber sido el interés amoroso de la heroína,
pero que se queda en un (nada discreto) segundo plano.
Fue un niño pobre llamado Hawker,
luego con el nombre de Hurst trabajó de mayordomo de los Whitby en San
Petersburgo mientras dirigía el espionaje británico en Rusia. Jess estuvo
enamoriscada de él en la adolescencia, él la rechazó alegando amor por una
francesa. Misterio misterioso romántico…
Hurst siempre decía, deja que sea el otro principalmente quien mienta.Hurst la enseñó a mentir. La enseñó a doblar las servilletas en formas atractivas y cómo disparar con treinta tipos diferentes de armas de fuego. Hurst pensaba que lo perdonaría sólo por reaparecer y parecer triste. Ja.
El siguiente de la serie The Forbidden Rose, me llevará al
pasado, a 1794, cuando se desarrolla la historia de Doyle y Maggie. Y es al
otro, The Black Hawk, cuando te
cuentan la historia de Adrian y Justine, 1794-1818. Tanto The Forbidden Rose como The Black Hawk forman parte del Desafío AAR. La serie se remata, por
ahora, con Rogue Spy, que salió a
finales de 2014.
Valoración
personal: en comparación con los otros Spymaster, buena, 3
Se
la recomendaría a: todos los que quieran novela romántica “de amor y
aventuras” de las de toda la vida pero actualizada al estilo siglo XXI
Otras
críticas de la novela:
No está traducida, y
no he encontrado críticas en español. Pongo a continuación referencia a
críticas en inglés. Cinco estrellas le dan en Romance Novel Tv y en Single Titles. Un A- se lleva en Romance Rookie. Para RT Book Reviews fue un libro de 4 estrellas y media, en All About Romance un B+ y para The Book Smugglers, 7/10.
En Dear Author, la crítica lleva una C.
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