domingo, 3 de diciembre de 2017

Crítica: “El Sabor del Escándalo”, de Sandra Brown

 Un suspense romántico sobre la venganza, 
una heroína que los tiene (los ovarios) 
bien puestos.


DATOS GENERALES

Título original: Breath of Scandal
Subgénero: suspense romántico

Fecha de publicación original en inglés: julio 1991
Editorial: Warner
Páginas: 464

1.ª edición en España
En español: B (Ediciones B), 11/1992
Traducción: Cristina Valls
Colección: Éxito internacional, 103

SINOPSIS (de la contraportada)
En una noche lluviosa, Jade Sperry vive la peor pesadilla que una mujer puede soportar a manos de tres jóvenes a los que conoce bien y que en esta ocasión se muestran diabólicamente crueles. Perdidos ya sus ideales de juventud, y en el núcleo del escándalo y la tragedia, Jade huye de su ciudad natal, que le resulta irrespirable. Sin embargo, nunca olvidará aquel lugar en el que hombres, mujeres y niños dependen de una sola familia adinerada en cuyo seno vive cómoda e impunemente el principal culpable de su tragedia. Algún día, no obstante, podrá llevar a cabo su venganza y empezar, tal vez, una nueva vida.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
No estaría entre las mejores mil o dos mil novelas románticas, pero sí entre las digamos diez mil. Más de un lector puede convertirla en su favorita, si te gusta el suspense romántico.

CRÍTICA

Esta es una novela de misterio sobre un crimen del que lo sabes casi todo desde el principio. Incluidos sus autores. Pero la forma exacta en que ocurrieron los hechos no te la narra la víctima hasta bastante más adelante.

Conoces el crimen, y los autores. De lo que trata la novela es, sobre todo, de lo que pasa después.

Jade Perry es la chica más guapa y lista de la localidad, un pueblo de Carolina del Sur totalmente controlado por la familia Patchett. Pero Jade y su novio Gary son jóvenes e idealistas. Terminarán el instituto, conseguirán una beca para ir a la universidad, y lucharán juntos por un mundo más justo.

Sólo que una noche horrible, a Jade la violan tres de sus conocidos. La experiencia es espantosa. Pero ella es una heroína de Sandra Brown, siempre digna y luchadora hasta en las peores circunstancias. Con todo en contra, se levanta del suelo enfangado, va al hospital, hace todo lo que una víctima de violación debe hacer: aguanta la asistencia médica, la penosa obtención de evidencias, declaración ante la policía firme y consistente, sin fisuras,…

Pero, a pesar de todo, esto es el sur, años setenta, los Patchett no permitirán que se haga justicia. Las cosas se tuercen todavía más. La gente la decepciona: su madre, su mejor amiga, todo el pueblo,… la víctima no es creída, no es apoyada, tú te desesperas mientras lo lees, lo sufres con ella. Representa con realismo a qué se enfrenta una mujer víctima de agresión sexual, aún hoy. Es verdad que el sistema intenta ser más fácil, no se encontraría frente a profesionales del derecho tan hostiles, pero sigue siendo terrible lo que te pasa y luego por lo que tienes que pasar (victimización secundaria, que se dice).

Todo esto te lo cuentan a lo largo de la primera parte de la novela. Luego hay un cambio de foco y te adentras en la historia del chico de la película Dillon Burke. Otro sureño, una especie de ingeniero-contratista que le gusta coordinar gremios y que no teme echar mano en cualquier obra de construcción. Con una infancia y adolescencia problemáticas, consigue enderezar su vida y salir adelante por sus propios medios. Pero las tragedias personales le amargarán la vida.

Ojo: Jade y Dillon, la pareja protagonista, no se conocerán hasta más allá de la página 300 de la novela, con lo cual ya te vas haciendo a la idea de que la parte romántica tiene un papel menor en la historia. Pero la cantidad de romance que hay, pese a ser limitada, es estupenda. La interacción entre estos dos es muy buena. Aunque se sienten atraídos el uno por el otro, intentan mantener la distancia porque ambos han resultado heridos en el pasado y no están seguros de querer (o poder) amar otra vez.

La verdad es que Dillon es más bien secundario en la historia. Atractivo, duro, masculino, en fase de reconstruirse a sí mismo, de recuperarse para la vida gracias a esta mujer, el único que sabe tener paciencia con ella, escucharla y ayudarla en lo posible,… Pero no nos vamos a engañar. Aquí lo importante es Jade y su venganza. Cómo consigue superarse, ir a la universidad, convertirse en una mujer de éxito sin olvidar nunca que tiene una cuenta pendiente con su pueblo y los Patchett.

A ello se dedica el último tercio de la novela, y estás en un sinvivir. Reconozco que no lo vi venir. No, de verdad, cuando esta mujer tan controlada, firme, bella e inteligente, logra hundir a los Patchett,… fue para quitarse el sombrero por el giro inesperado. Es esto lo que recuerdo, sobre todo, de esta historia, y por eso me di el gustazo de leer este libro otra vez, aunque saltándome las partes horribles de las distintas tragedias de los personajes.

Ya dije que a partir de 1988, Sandra Brown ha ido sacando, básicamente, un libro de suspense romántico cada año, y este fue el del año 1991, publicado el mismo mes que salió el tercero de su serie Texas!, que fue la última de sus novelitas cortitas y genéricas. De ahora en adelante, ya todo serán libros de suspense romántico.

Mi ejemplar de Ediciones B, del año 1993, lleva conmigo desde los noventa, creo que del 97-98 (en este no conservo la etiqueta). Sigue gustándome, pero no lo suelo releer porque la parte dura es, bueno, durilla, y una no siempre tiene el estómago para soportar tanto sufrimiento y crueldad.

Ya he dicho más de una vez que una de suspense funciona tan bien como malvado sea el villano, y desde luego aquí los Patchett son crueles, dominantes, unos auténticos hijos de puta, el hijo, de hecho, hasta con un punto de psicópata o sociópata o algún otro “pata” pero listo. Siempre parece a punto de derrumbar a Jade atacándola por donde ella menos se lo espera.

Sería una novela de suspense de 3 estrellas si no fuera porque, años y años después de leerla por primera vez, aún recuerdo cómo Jade consigue su venganza. De una manera mucho más ingeniosa que la patética Alexandra en Los secretos mejor guardados. No hay color, y por esa heroína magnifica, fuerte y luchadora, que nos ha implicado en sus sufrimientos y también en sus victorias, le pongo una puntuación de 4 estrellas.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a las historias de venganza.

Otras críticas de la novela:

En El rincón de la novela romántica hay dos críticas que la ponen muy bien, en Libros de Romántica también gustó y dice que esta novela le convirtió en una fan incondicional. Por último, La gata en el desván también hace crítica superlativa, llegando a afirmar que “Sandra Brown pasa directamente a mi Olimpo de las diosas, y seguro que esta no será la última historia de su creación que lea”.

Paso al inglés. Tenemos una reseña en Publishers Weekly, el habitual resumen detallado de la trama en All Readers.com y en Reading for Sanity le dan 4 estrellas. 

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