RETO RITA 2.0: JENNIFER BLAKE

Yo también tuve una época Jennifer Blake.

Y aquí hay unos cuantos libros para probarlo.

Este año, además, del TBR Challenge, me he apuntado al que organizan las blogueras de A la cama con… un libro y Mi rinconín de lectura.  Se trata de leer un libro escrito por una autora que haya ganado el Nora Roberts Lifetime Achievement Award de la RWA. Si queréis saber más sobre el reto, lo podéis leer aquí. 

El mes de febrero está dedicado a Patricia Maxwell, más conocida por Jennifer Blake. Hubo una época allá en los noventa en que me dio por leer los libros suyos que encontraba, me gustaba. Solía ser novela romántica histórica ambientada en el Sur estadounidense, con mucho detalle histórico y tal. Eran novelas amenas, pero que olvidabas a los dos días. Con el tiempo dejé de leerla cuando encontré cosas más interesantes.

No tenía nada suyo en mi montón de libros pendientes de leer, ni en el de verdad ni el virtual, así que me decidí a releer, total como son libros literalmente poco memorables sería como leerlos por vez primera.

Voy a comentar uno que me parece más típico de ella, Éxtasis (Southern Rapture, 1987), novela que fue incluida por RT Reviews entre sus favoritas de todos los tiempos y que, cuando Book Binge publicó un Top 1000, estaba en el puesto núm. 479.

Y también hablaré de uno de suspense contemporáneo que recuerdo más, Shameless (1994); en España se tituló Miedo de amarte.

Éxtasis

Título original: Southern rapture

1.ª ed.: Ballantine, febrero de 1987

Subgénero: histórica

Parte de una serie: Louisiana History Collection #7

La maestra yanqui Leticia «Lettie» Mason viaja al Sur, después de la guerra, a descubrir al asesino de su hermano, que era soldado de la Unión. Alquila una habitación en una mansión que conoció épocas mejores, donde viven la tía Em, unos pocos servidores y su sobrino Ransom.

El sospechoso del asesinato es un malhechor conocido por La Púa. Sobre este vengador nocturno hay historias contradictorias, a veces parece un Robin Hood enderezando tuertos en la época de la Reconstrucción. 

Pero otras, un asesino despiadado que ha acabado con la vida de gente inocente para robarles.

La misma noche de su llegada, Lettie tiene un encuentro con este criminal, en su misma habitación. Como esto es romántica, hay un abrazo y un beso apasionados que despiertan en ella una pasión nunca sentida.

Lettie se siente atraída, a su pesar, por este hombre misterioso. Pero al mismo tiempo, se enternece por Ransom Tyler, a quien todos conocen como «Renny», un hombretón rubio muy atractivo que, ¡lástima!, quedó un poco tonto después de la guerra.

¿Quién es el misterioso La Púa? ¿Cómo puede Lettie sentirse atraída por dos hombres al mismo tiempo, ella, que no ha tenido un solo pensamiento carnal en su vida?

Es fácil: los dos son uno solo, El guapetón Renny, tontorrón de día, es el osado La Púa de noche. No, no destripo nada, porque es algo que sale desde el principio.

La tensión en esta historia viene dada porque el lector sabe, y Lettie ignora, que Renny es La Púa.

Es una novela escrita en el estilo propio de la romántica histórica de los años ochenta, es decir, con detalles realistas sobre cómo vivía aquella gente, lo que hacían, comían y vestían, así como los acontecimientos históricos de aquella posguerra (la Reconstrucción, los impuestos, la falta de representación política de los blancos del Sur, la situación de los negros…).

Como otras novelas ambientadas en el Sur, a veces la lectura resulta incómoda. La actitud del relato es algo así como un tibio la esclavitud y la secesión no estaban del todo bien, pero mira qué valientes y gallardos eran nuestros soldados y qué sufridas y dignas nuestras mujeres,… No, lo siento, no tienen mis simpatías. La secesión y la esclavitud fueron irracionales y al servicio de una minoría de ricos, que causó sufrimiento a la inmensa mayoría de la población. El gobierno federal no hizo más que preservar la Unión frente a quienes ilegalmente querían irse de ella sin más motivo que conservar una economía esclavista en beneficio de unos pocos. Me parece triste que incluso hoy se siga comprando la imagen romántica y prefiriendo los sentimientos tribales («es que eran los nuestros») frente a lo que es moral, legal y políticamente correcto.

A ver, que me voy un poco del tema. Lo siento, es que no me gusta que aparezcan los de la Camelia blanca, antepasados del clan, haciendo linchamientos y no se les haga demasiado reproche (y en un caso, hasta se les pone como un desenlace deseable).

La parte sexy era propio de la época, también. A pesar de titularse Éxtasis y tener una portada de esas tan sugestivas, hay más sensualidad y deseo reprimido que escenas sexuales en sí. Creo que son solo dos, y eran las típicas de muchacha virginal que jamás ha conocido el orgasmo y basta un beso apasionado contra su voluntad para rendirla totalmente y que se entregue sin decir ni mu. Lettie ni consiente ni se opone, simplemente, se deja hacer: para su gran horror, se lo pasa bien. Pero vamos, que intervención activa en el tema más bien cero.

Pese a todo, he disfrutado con esta relectura. El tópico de la Pimpinela oculta detrás de un personaje que de día es un idiota, o alguien ridículo, siempre me ha hecho tilín. Ya lo dije al hablar de His at night, de Sherry Thomas, donde un noble torpe y algo idiota oculta en realidad a un brillante espía de la Corona.

Si lees la novela teniendo en mente que es vintage, que las históricas eran así entonces, tipo Kathleen Woodiwiss, entonces creo que puedes disfrutarla.

Por eso la considero «buena» y le doy una puntuación de 3.

Miedo de amarte

Título original: Shameless

1.ª ed.: Ballantine, mayo de 1994

Subgénero: suspense

De todas las novelas que leí de Jennifer Blake, esta es la que más me gustó y mejor recuerdo. Fue mi primer encuentro romántico con el personaje, hoy ya tópico, de «militar de operaciones especiales con problemas para readaptarse a la vida civil».

El sofocante ambiente sureño recuerda a Odio en el Paraíso de Sandra Brown, o Secretos en la noche de Linda Howard.

Empieza con una mujer apuntando con su Magnum a Keith, su ex marido, en mitad del bosque.

Es él quien le puso los cuernos con una cría de diecinueve años. Fue él quien quiso el divorcio. Y de repente, Keith quiere reconciliarse.

Para entonces Camille Greenley Hutton, «Cammie», ya no confía en él y no lo quiere de vuelta. Pero este pesado no admite un no por respuesta: la atosiga, la llama, la acosa…

Camille le va a hacer ver que su rechazo es definitivo. De ahí el bosque al atardecer, el pistolón y los tiros que ella le dispara… al coche.

Acaba huyendo de él a pie, por el bosque, bajo la lluvia. Consigue despistarlo, solo para perderse en la espesura… Hasta que topa con el fornido pecho de un hombretón: Reid Sayers.

Desde jovencita, Cammie ha tenido debilidad por su vecino Reid, a pesar de que sus familias se llevan mal desde hace generaciones. De jovencita estaba enamoriscada de él, fantaseaba con un amor desgraciado tipo Romeo y Julieta y llegaron a compartir un beso húmedo que aún recuerda años después.

Reid se marchó al ejército. Tuvo formación como Ranger, y se rumorea que intervino en operaciones especiales en Centroamérica y Oriente Próximo. Todos le consideran muy peligroso, con más de una muerte a sus espaldas.

Lo que no sabe Cammie, pero el lector capta al instante, es que también Reid lleva años fascinado por ella. Tampoco pudo olvidar aquel beso adolescente.

Pronto la pasión estalla entre ellos, de manera muy explícita y bien gozosa, ¡viva la carne! Y no creáis que este Reid es simplemente un gañán en vaqueros y camiseta de camuflaje, no, ni hablar, también es capaz de ponerse un esmoquin y dejarte impresionada en una recepción sofisticada en pleno Nueva Orleans.

Reid ha vuelto al pueblo por petición de su padre. A la muerte de este, ha heredado la mayor participación en la industria papelera local. Una multinacional sueca que quiere hacerse con ella, algo que Cammie descubre de manera inesperada y que no Reid ni Keith, que lo saben, se tomaron la molestia de decirle.

Camille decide movilizar a todos en contra de la proyectada venta, a pesar de que Reid le deja claro que si decide vender, lo hará pese a todo el lío que ella monte.

Es una novela contemporánea con su puntito de misterio (un asesinato y un malvado que se descubrirá al final), escenas sensuales y bastante tensión entre dos personas que se han gustado de toda la vida, que se desean de manera casi insoportable, pero que no pueden tener un futuro.

Tiene unas cuantas cosas que me encantan:

… Las historias de segundas oportunidades son mi debilidad.

… El toque de «enemigos y amantes».

… La ambientación sureña en Luisiana. La autora sabe transportarte realmente a ese mundo de bosques densos del norte del Estado, lo mismo que al vibrante ambiente de Nueva Orleans.

… Una mujer fuerte y un hombre sólido.

En Cammie encontramos a una mujer que se ha quitado de encima los complejos. Toma en sus manos la defensa de sus intereses. Si desea a Reid, lo busca. Si se opone al proyecto de venta de la papelera, organizará protestas.

Reid, por su parte, es un armario empotrado, arrubiado (nadie es perfecto) y de ojos azules. Defenderá a la mujer frente a todos. Pero interiormente está torturado porque, quizá, el mayor peligro para Cammie sea él mismo. Un hombre entrenado para matar, con reflejos letales que pueden hacer que reaccione violentamente ante cualquier amenaza, real o imaginada, como recuerda cualquiera que haya leído esta obra.

Así que, ¿cómo no me va a gustar una novela así, intensa, sensual y apasionada?

La experiencia de leer esta novela, y de releerla ahora, me hace calificarla como «notable» y le doy una puntuación de 4.

Con lo cual cumplo con este primer episodio del Reto RITA 2.0, con el cual espero pasar buenos momentos este año. Un saludo a tod@s.