miércoles, 14 de febrero de 2018

Crítica: “Uncommon passion”, de Anne Calhoun

Día de los enamorados, vamos a subir el termostato:
chica virginal redime a ligón empedernido.
 
Berkley, sep-2013
DATOS GENERALES

Título original: Uncommon Passion
Fecha de publicación original en inglés: 2013
Subgénero: erótica
Parte de una serie: 2.ª de Uncommon
Páginas: 312
Editorial: Berkley

SINOPSIS (según la Fiction Data Base)

Después de abandonar una cerrada comunidad religiosa, Rachel Hill emprende la misión de librarse de su virginidad. Recién independizada y luchando por establecerse, no busca nada complicado. Apuesta por el sexy oficial SWAT Ben Harris en una subasta de solteros, confiando en que él le dará la noche de su vida y nada más.
Pero Ben está hastiado y distante, viviendo su vida en un círculo inagotable de viajes de adrenalina alimentados por el peligro, el alcohol y el sexo. Cuando no se da cuenta de que su ligue de la subasta es una virgen, queda sorprendido por no haberse dado cuenta, y por el riesgo que ella ha corrido. Para arreglarlo, Ben le ofrece a Rachel todo lo que puede: una educación sexual sin ataduras.
Las lecciones de Ben introducen a Rachel a una pasión de lo más sucia, pero está buscando algo más profundo que el sexo, y está deseando marcharse para descubrirlo. Ben no puede quitarse a Rachel de la cabeza pero, ¿llegará a hacer las paces con su pasado y aprenderá a amar?

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, de hecho ha aparecido con el número 614 de mi lista de Las mil mejores novelas románticas. En la encuesta de All About Romance, los lectores la eligieron como la mejor erótica del año 2013. Fue de lo mejor del año tanto para Romance Novels for Feminists como para Dabney (que escribe críticas en AAR). Además, obtuvo la máxima nota (A) tanto en Dear autor como en Smexy Books.

CRÍTICA

Como suelo decir, no me resulta fácil escribir críticas de romántica erótica. Básicamente, siempre hay mucho sexo explícito que suele ser bastante excitante, pero si no tiene nada más, si no equilibra bien lo erótico con lo romántico, al final acaban siendo como pelis porno: se parecen tanto una a otra que no son nada memorables. Y poco hay que comentar.
Por eso prefiero traer aquí las eróticas que tengan algo más, en las que se produzca una relación romántica también entre personajes que sean de carne y hueso, que se enamoren en medio de todas esas escenas excitantes.
Uncommon Passion es una novela así. Gira en torno a un tópico relativamente habitual: la educación sexual de la virgen. Sólo que lo hace a través de unos personajes auténticos, no meros maniquíes que se dedican a follar como conejos.
Por un lado tenemos a Rachel, educada en una estricta comunidad religiosa, que abandonó hace unos meses. Y no tanto por estar privada de las modernidades como los ordenadores o los móviles, ni siquiera por la restricción sexual, sino por los marcados roles de género. En efecto, ahí la única posibilidad para las mujeres es ser esposas y madres, sumisas a lo que digan los hombres, sin inquietudes intelectuales propias.
Y Rachel, que es una mujer inteligente, curiosa, que se pregunta cómo funcionan las cosas en el mundo natural, no encaja en ese molde. Se le hace insoportable y acaba dejándolo, a pesar de lo mucho que ama a su padre, su único pariente.
Se le dan muy bien los animales, y espera poder estudiar veterinaria. Mientras, trabaja en una granja de productos orgánicos y va tachando cosas de la lista de asuntos pendientes de los que se ha visto privada.
Una de esas tareas a realizar es perder la virginidad. En la granja donde trabaja se celebra una subasta de solteros para una buena causa. Uno de los solteros resulta ser Ben Harris, un policía con un cuerpo espectacular, atractivo hasta decir basta, una sonrisa irresistible y absolutamente seguro de sí mismo.
Se ve claro que es un ligón de libro, de las de me acuesto contigo y si te he visto no me acuerdo. Así que Rachel, de pronto, decide apostar por él. Es perfecto para perder la virginidad, ¿por qué? Porque a él no le va a importar, la va a olvidar en cuanto se levante de la cama. Y eso es justo lo que Rachel quiere.
Lo que ocurre es que a poco de irse ella, él se da cuenta de que Rachel era virgen y todos sus instintos protectores se desatan. Podía haberle ocurrido cualquier cosa. Un poco para compensar, pero también porque hay algo en ella que le atrae, empiezan a quedar con la finalidad de, básicamente, follar.
No tengo ni idea de si los de «sólo sexo» funcionará o no en la vida real. Pero en Romancelandia nunca, nunca, nada puede empezar y acabar siendo sólo sexo. Los sentimientos se meten por en medio y cada uno lo intenta superar a su manera.
Los dos personajes principales son fantásticos. Rachel, muy cerebral, inteligente, no se engaña a sí misma; puede que sea virgen, pero no ingenua. Piensa, mide y luego actúa. Todas las semanas manda una carta a su amado padre, al que cuenta cómo es su vida fuera de la comunidad religiosa ultraconservadora. Y siempre vuelve la carta, sin abrir. Sin embargo, Rachel no pierde la esperanza, porque ella se separó de la comunidad, no de su única familia.
Ben también tiene sus problemas personales. Intenta mantener totalmente separada su vida laboral como policía, en la que se arriesga demasiado, de su familia y de sus ligues innumerables. Son tres compartimentos estancos. No se habla con su padre desde hace años, por algo que pasó con su hermano mellizo, gay. Como una olla llena de resentimiento y ansiedad, a punto de explotar, sólo alivia en parte su ansiedad tirándose todo lo que se mueve. No se va a comprometer, rechaza todo tipo de ligazón emocional con una mujer, y cuando ve que puede enamorarse de Rachel, es implacable en su distanciamiento.
Como es propio del género erótico, se suceden las escenas explícitas hábilmente colocadas que no sólo son excitantes. Hay veces que tiene momentos raros de humor. Como cuando parece que él la va a atar a ella y Rachel le sorprende diciendo que no, que lo que quiere intentar es atarle ella a él. Y cuando lo hace, Ben descubre sorprendido que Rachel es capaz de hacer nudos fuertes. «Estoy acostumbrada a atar cabras», le explica ella.
En la segunda parte del libro, la tensión se desplaza hacia lo romántico, hasta ver cómo estos dos, que están colados el uno por el otro, pero que no quieren comprometerse, acaban transformándose, siendo personas diferentes, que consiguen aceptar que pueden tener un futuro juntos.
Porque hay un dilema que sobrevuela parte de la novela, si es mejor un sexo fabuloso con un hombre que es malo para ti en lo demás, o bien una relación estupenda con un hombre que te ama, te apoya pero con el cual el sexo es confortable, tibio.
Para tener el final feliz que incluya el apoyo mutuo y no sólo la pasión encendida, es preciso que Ben evolucione, acepte que las cosas en su vida pueden y deben ser diferentes y no solo en relación con las mujeres.
Así que sí, definitivamente, sí, esta es una erótica de las que merece la pena probar, por aquello de que equilibra muy bien lo sexualmente explícito con lo emocionalmente romántico. Eso es, para mí, lo que mejor recomienda una erótica.
Es la primera que leo de Anne Calhoun, pero espero que no sea la última y haya otras más así de buenas.
Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de erótica con emociones intensas.

Otras críticas de la novela:

No he visto críticas en español. Si alguien encuentra alguna, puede enlazarla abajo.
En Dear autor ya dije que tuvo una crítica de A
Smexy Books le dio también una A.
Read All the Romance, 5 estrellas.
Dirty girl romances, otras 5 estrellas.
Y más 5 estrellas, en Harlequin Junkie.
Heroes and Heartbreakers le dedicaron un First Look.

4 comentarios:

  1. Pues nada, otra más que me apunto! Y es que es tan complicado encontrar una novela erótica que merezca la pena que no se pueden dejar pasar las que destacan.
    Estupenda reseña, Bona!
    Besotes!

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    1. A ver si te gusta. La erótica es el subgénero de romántica que me parece más difícil, yo creo que por eso es tan complicado encontrar novelas que merezcan la pena.

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  2. La portada tiene tela O_Ó
    En cuanto a la novela en sí, lo que cuentas, al menos en su argumento, se parece a una historia como tantas otras. Lo que cuenta para mí es lo que tú dices, que la parte romántica te llegue, porque el folleteo sin más a mí no me sirve.
    Lo de la cabra y el humor raruno hasta a mí me ha hecho sonreír.
    Ya podían traducirla...

    Un saludo

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    1. Para mi, desde luego, es lo más difícil, equilibrar erotismo y romance. Y tienes toda la razón, es de las que yo creo que deberían traducir, pero bueno, seguro que tienen sus buenas razones de industria editorial para no hacerlo, aunque a nosotras, las lectoras, se nos escapen.

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