Vaya coñazo de libro
DATOS GENERALES
Título original: After the wedding
Subgénero: histórica /
victoriana
Fecha de publicación
original en inglés: abril 2018
Parte de una serie: #2
de la Worth Saga
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Good Reads)
Adrian Hunter ha ocultado su identidad y se hace pasar por
sirviente para ayudar a su poderoso tío. Está a punto de obtener la información
que necesita cuando las circunstancias se precipitan fuera de su control. Se ve
atrapado a solas con una mujer a la que apenas conoce. Cuando los descubren en
esta situación comprometedora, se ve obligado a casarse con ella a punta de
pistola. Por fortuna, su tío debería ser capaz de obtener una nulidad. Todo lo
que Adrian tiene que hacer es terminar su misión… y no consumar el matrimonio,
a pesar de lo tentadora que resulte la novia.
Lady Camilla Worth nunca ha esperado gran
cosa de la vida –no desde que su padre fue condenado por traición y ella pasó
de familia en familia. Un matrimonio, no importa lo desafortunado de las
circunstancias bajo las cuales se contrajo, debería significar estabilidad. Es
desafortunado que su novio no esté de acuerdo. Pero Camilla ha aprovechado
circunstancias peores. Está decidida a hacer que su matrimonio funcione. Sólo
tiene que seducir a su renuente marido.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Para mí, no. Pero la gente es tan rara que solo por tener unos
protagonistas «diversos», y que por ahí aparezca algún secundario no hetero, ya
se van a poner a aplaudir con las orejas. De momento críticas entusiastas no he encontrado.
CRÍTICA
Courtney Milan es una de esas
autoras auto-buy para mí. La compro
en pre-venta y devoro sus libros en cuanto aparecen en mi Kindle.
El primer libro de la saga, Once upon a marquess (12/2015) me encantó, ¡era tan romántico…!
Me quedé con ganas de saber más
sobre los distintos miembros de esa familia que cayó en desgracia cuando al
hermano mayor y al padre los consideraron culpables de alta traición.
Una de las hijas, Camilla, se fue
con un tío suyo, pensando que iba a vivir bien. Quedó separada de sus hermanos,
y al final la vida ha sido difícil, pasando de una casa a otra, trabajando como
doncella casi sin cobrar porque todos la toman como una perdida y un acto de
caridad.
Ahora trabaja en casa de un rector.
Viene de visita un obispo. Le acompaña un atractivo lacayo,
al que ella en seguida le echa el ojo y tontea un poco. Pero luego reprime la
tentación; no quiere ni cruzarse con él.
Les tienden una trampa y acaban casados, contra su voluntad, a punta de pistola.
Resulta que Adrian, el lacayo, en realidad se ha infiltrado para espiar al obispo
en nombre de su tío, otro obispo y rival de este.
Adrian dice a Camilla que no se
preocupe, que el matrimonio se puede
anular, siempre que ellos no lo acepten, no lo consumen y no se presenten
como marido y mujer.
Al principio a Camilla eso le parece
lógico, al fin y al cabo solo se conocen desde hace tres días. Pero luego se
pone a elucubrar que está sola en la vida y que bueno, al fin y al cabo, ¿por
qué no intentar seguir casada? Total, no tiene nada que perder.
… Eh, no sé, igual Adrian tiene algo
que decir de tus planes, ¿no?
En fin: este libro me ha parecido a-bu-rri-dooooo.
Me perdió como lectora a la altura
del 26%. Seguí leyendo como se suele decir, por sentido del deber, y
centrándome en los diálogos. No podía soportar más estar en la cabeza de
Camilla.
Ya andaba yo mosqueada con Courtney
Milan. Retrasaba una y otra vez su publicación. Lo ha hecho otras veces y al
final el resultado merece la pena. «Nunca es tarde si la dicha es buena». Pero
me temo que esta vez es como si intentara arreglar algo que ella misma sabía
que no funcionaba.
Luego esa portada, ¡por Dios! Es
como si la hubiera lamido una vaca…
O le echaran un escupitajo y se lo
llevara el viento, o yo que sé.
Es la peor imagen creada por esta autora, con diferencia.
¿Mi resumen? La heroína me resultó una cansina insufrible, y eso no lo arregla
ni siquiera alguien tan adora-follable como Adrian Hunter. Eso sí, es uno de
esos de los que dirías «de bueno, es tonto». Sí, hoy ando refranera.
Ya sé que Courtney Milan es escritora
más de personajes que de acción. Normalmente, lo disfruto. Sin embargo, no
funciona cuando los personajes me interesan más bien poco…
No es que escriba en primera
persona, pero como si lo hiciera. Adopta un punto de vista profundo, contándote
la mayor parte desde la perspectiva de Camilla, lo que ella va pensando, y
sintiendo, y sus dudas, etc. etc.
Con lo cual es –en la práctica– como
leer un libro contado en primera persona. Este tipo de narrativa a mí no me va,
para ser sinceros. Excepcionalmente, está bien si la persona es divertida, o
interesante, o tiene algo, como me ocurrió con Blair Mallory que la tía era tan atómica que simplemente alucinaba con las cosas que decía o
pensaba.
Pero normalmente lo que me pasa con los
libros contados en primera persona femenino singular es que me resultan unos pestiños.
Como la Liberty de Mi nombre es Liberty: no me interesa esa persona, ni su yo interior ni sus cuitas ni ná.
Aquí, Camilla, es una pesada. Todo
el rato dándole vueltas a qué triste estoy, qué sola, nadie me quiere, buá,
solo quiero un marido, o gustarle a alguien, importarle a alguien,… qué solita
estoy y qué pena me tengo. ¡Venga, vamos
a ver si pillamos a este buen maromo!
Porque sí, esa parece ser la solución a todos sus problemas, mira qué bien,
oye, que avanzada, y yo que pensaba que Milan rompía con el estereotipo de la
novela romántica del matrimonio con un buen hombre como única fuente de
felicidad y realización personal… Va a ser que no.
Y luego que es una quejica
insoportable, de esas a las que te gustaría dar una buena sacudida (metafóricamente
hablando, no me entiendan mal) a ver si espabilaba.
Con Camilla, simplemente no pude.
Qué petarda, ¡qué fome que dicen al otro lado del charco…!
El personaje masculino sí que tiene
su punto de interés, te cae bien, es atractivo, ves que de puro bueno la gente
puede que abuse de él,… Pero vamos, que es un cielo de hombre y que por él la
novela merecería la pena… Si hubiera habido algún argumento medianamente
atractivo.
La intriga es apasionante que te mueres (modo sarcasmo), todo el libro gira en torno a algo
tan trepidante como una nulidad matrimonial, y los malos de la película son
unos obispos que se pelean entre ellos por temas de política eclesiástica. Puf,
una cuestión palpitante, de esas que te tienen en vilo…
Por no ver, no le he visto ni siquiera ese toque feminista tan fantástico que Courtney Milan suele meter
en sus historias.
¿Se ha dado un golpe en la cabeza,
pasa una mala racha, el romance idealizado de las novelas románticas ya no le
interesa…?
Así que nada, seguiré leyendo a
Courtney Milan, pero para mí este libro es un pinchazo. Hasta el mejor escriba
echa un borrón, ¡hala, otro refrán!
Oye, o igual soy yo que no tengo el
ánimo preciso para este tipo de novelas justo ahora. Y que no he entendido nada de lo que la novelista quería decir.
Valoración personal: meh, 2
Se la recomendaría a: quienes gusten del tópico «matrimonio
forzoso».
Otras críticas de la novela:
Hay otras críticas de
la novela, más positivas pero vamos, sin que nadie diga que este es el libro de su vida.
A Laura Boon le ha encantado.
Under the covers Book Blog le da 3 ½ estrellas.
Las australianas de Book Thingo hacen un
tremendo esfuerzo para no decir que esto no fue un pestiño; su opinión se resume, más o menos, en la idea de que «no es un mal libro, porque Courtney Milan no puede
escribir un mal libro, pero que está explorando nuevos temas y aún no los
domina… ». Será eso.
Fresh Fiction se siente fatal porque admira a Courtney Milan y este libro simplemente no le gustó.
Y en Amazon.com de momento ha cosechado 42 reviews, de 4 y 5 estrellas todas, con lo que alcanza la alucinante valoración de 4.7.
Así que, quizá, después de todo, Ms. Milan, «no sos vos, soy yo».
Pues si que te ha gustado poco!!!
ResponderEliminarA mi ese tipo de protagonista tampoco me emociona la verdad.
Nada, que no me la apunto. Tu haces aquí el papel de explorador. Te expones al peligro para que nosotros vayamos por la senda segura. :)
Que bonitas palabras, ya me imagino con salacot y print camuflaje adentrándome por la jungla, a ver qué encuentro por ahí afuera...Me cabrea mucho cuando estoy esperando un libro tanto tiempo y, ¡zasca! me dan esto.
EliminarYo de por si, la tengo descartada por el inglés; pero si sale publicación en español, me da a mí que con lo que comentas , no le voy a hincar el diente.
ResponderEliminarNo, la verdad es que de Courtney Milan lo mejor son sus Hermanos Siniestros (que sí está traducida) y los Turner. Esta novela a mi me ha chafado un montón. BUeno, ¿se nota, verdad?
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