Toda reportera dicharachera se
merece…
Un cachas sombrío
Berkley, 10/2006 |
DATOS
GENERALES
Título
original: Hard evidence
Subgénero:
suspense
Fecha de
publicación original en inglés: 2006
Parte de una serie: I-Team #2
Edición en España
Fecha Impresión: 09/2007
Talismán
Traductora: Isabel Murillo Fort
SINOPSIS
Después del asesinato de una
adolescente, un hombre misterioso vestido con una chaqueta de cuero negro es
visto merodeando cerca de la escena del crimen.
Tessa
Novak, periodista de
investigación, lo coloca enseguida en su punto de mira como el culpable de los
hechos.
El hombre es Julian Darcangelo, agente secreto del FBI que trabaja en
colaboración con la policía de Denver. Está siguiendo la pista de un asesino y
traficante de personas. Las acusaciones de Tessa podrían revelar su verdadera
identidad y pretende alejarla de la investigación.
Pero del mismo modo que Tessa ha
convertido a Julian en el objetivo de su interés, ella se ha convertido en el
objetivo del asesino. Obligados a confiar el uno en el otro, la atracción
física que sienten aumenta con la misma intensidad que la amenaza de un asesino
despiadado que quiere verlos a ambos muertos…
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No entraría dentro de las mil mejores novelas,
pero sí por el mil quinientos. Toda la serie I-Team fue elegida en la encuesta
NPR como una de las 100 mejores series/novelas de romántica. Cuando en Book
Binge publicaron su Top 1000 (cuyo origen desconozco con precisión) apareció en
el puesto 624. En la ya
desaparecida página web RR@H (Romance Readers at Heart) fue uno de los Top
Picks del año 2006. Por último, en el blog Under the covers le dieron 5 estrellas.
CRÍTICA
Para el TBR Challenge de
febrero tuve que escoger un libro de un autor del que hubiera acumulado libros pendientes. En inglés se dice glomming,
y en japonés hay una palabra específica para esto de comprar más libros de los
que puedes leer: Tsundoku.
Como hace un tiempo decidí
leer la serie de suspense I-Team, resulta que de quien más tengo es de Pamela
Clare. ¡Hasta siete novelas en mi Kindle!
Otra reportera dicharachera
de Barrio Sésamo. Esta vez, su tipo ideal no es el yerno perfecto, como era
Reece (Al límite), sino un macizorro impresionante en plan malote.
La periodista Tessa Novak es
testigo de un asesinato y decide investigarlo por su cuenta. Esto la lleva
hacia un hombre misterioso que, justo al principio, ella piensa que puede ser
el asesino. Pero claro, no lo es. Estamos ante un agente federal encubierto bastante
pesimista sobre la naturaleza humana.
Este hombre, Julian
Darcangelo, es de esos «altos, oscuros y peligrosos» -y sí, muy masculino y
sexy y todo lo que podemos esperar de un hombre de la ley que trabaja
encubierto.
O sea, no buena materia
prima para un esposo. Ha aceptado hace años que no es de los que va a tener
esposa, hijos, y ese sueño que parece tan estadounidense de un jardincito con
cerca de madera blanca. Te lo describen más o menos así (la leí en inglés, así
que la traducción es mía):
Vestido con vaqueros, una camiseta negra de algodón estirada por sus anchos hombros, el arnés de la pistola colocado en su lugar, parecía irradiar pura masculinidad.
La niñez de Tessa es sólo
marginalmente mejor que la suya, o sea las dos fueron tirando a muy malas.
Pero, a diferencia de él, Tessa aún tiene esperanzas. Se ha hecho a sí misma, ha creado a
esta mujer tan maravillosa, inteligente y muy femenina que es una periodista
especializada en la crónica negra.
Ella sí que confía en tener
algún día marido, niños y valla de madera.
Chocan debido a su diferente
manera de enfocar el crimen, pero es obvio que están deseando echarse la mano
encima más pronto que tarde.
Tessa se dice a si misma…
Está claro que sus óvulos no habían pillado lo mucho que ella lo odiaba. A ellos él les iba perfecto. De hecho, a ellos él les gustaba más que ningún otro hombre que ella hubiera conocido hasta la fecha.
Los dos investigan el
crimen, pero no juntos, no comparten información.
He dicho más de una vez que
hay dos maneras de crear el suspense. La primera, cuando el lector y los personajes
no saben lo ocurrido y van descubriendo las cosas al mismo tiempo. Tu whodonit habitual sigue este estilo.
La segunda es cuando el
lector sabe cosas que el personaje ignora. Por tanto, la tensión en la historia
viene de preguntarte cuándo y cómo el personaje va a descubrirlo.
Con esta novela he
descubierto un tercer tipo de suspense: uno de los personajes sabe parte de la
historia y el otro no.
Tessa cree que el crimen
viene por tema de bandas, y hacia eso enfoca su investigación periodística. Pero
tú, el lector, sabes que esto va de un mafioso ruso dedicado a la trata de
mujeres que Julian lleva años investigando.
Ha perdido a compañeros
debido a este criminal. No quiere que nada ponga en peligro su investigación.
Tessa puede dar al traste con años de trabajo si todo acaba apareciendo
en la portada del periódico.
Tessa cree que el poder de
la prensa debe respetarse y que esa libertad es lo más importante de todo, el
derecho del público a saber y tal.
Para Julian no es más que
una molestia. Y, ¿sabes qué? Aunque se supone que tenemos que estar de parte de
ella, la verdad es que mi opinión personal está totalmente de parte de Julian.
No entiendo por qué una
investigación criminal tiene que estar en los periódicos. Cuando a los malos se
los detiene, y se los lleva ante el juez, entonces sí, entiendo que eso sea
noticia. Pero mientras la investigación se está desarrollando, las
publicaciones la perjudican, además de aquello de estigmatizar a gente que
igual es inocente, y los juicios paralelos de los medios ya le han destrozado la
vida. Así que mis sentimientos eran exactamente los mismos que los de Julian.
Este libro tan entretenido
me lo leí en dos días. Hay cositas que no me gustaron mucho.
Primero, que el argumento en
general es más o menos lo mismo que el primer libro de la serie: una periodista
que se pone en peligro investigando una historia, los malos van a por ella y el
héroe tiene que salir al rescate.
Segundo: esa insistencia una
y otra vez en lo muy girlish
(femenina, aniñada) que era Tessa, qué pequeñita, y rubia, y mona y tal. Y «la
otra mujer», un antiguo rollo de Julian, es justo lo opuesto: peleona, alta,
activa, poderosa. Puro cliché.
Luego: Tessa es la típica
heroína (prácticamente) virgen que no ha tenido un pensamiento erótico en su
vida, que cree que el sexo está sobrevalorado hasta que llega el tío de la vara
(mágica) y empieza a tener orgasmos múltiples. Basta que él la bese
inesperadamente para derretirse por completo.
Es de esas cosas de
romántica que me disgustan porque hacen recaer la responsabilidad del orgasmo
en la pareja, y no en una misma. Si tú no conoces tu cuerpo, pretender que el
otro sea adivino y te lleve al séptimo cielo así de buenas a primeras,… me
parece la receta perfecta para el fracaso.
De todas formas, es un libro
que disfruté y seguiré leyendo esta serie. Por una vez, las frases en español
en el original están casi perfectas.
Ya he dicho que la leí en
inglés, que han estado a unos precios fabulosos, así que no sé cómo estará la
traducción al español.
Valoración
personal: buena, 3.
Se
la recomendaría a:
los amantes del suspense romántico con toque bien sexy.
Otras
críticas de la novela:
Hay dos críticas,
en español, en El rincón de la novela romántica: una dice que
muy buena y la otra que muy recomendable.
En A la cama con… un libro le dan 4 Gandys.
Y hablan de ella
también en el foro Cazadoras del romance.
En inglés,
tenemos crítica en Under the covers, cinco estrellas, ya lo he dicho.
Breve reseña en
Badass Book Reviews, cuatro estrellas.
Y, para que se vea que no todos recibimos igual el mismo libre, tenemos dos críticas en All About
Romance, una de C- sobre todo por
la parte de suspense, que hacía que los personajes se portaran de forma
ilógica, para ella el romance funcionaba mejor, y otra de B+ para el audiolibro narrado por Kaleo Griffith.
Muchas gracias por la crítica, Bona; yo también tengo varios titulos de Ms Clare en la cordillera de libros para leer. He leído uno o dos de ella, y me han gustado. Me paracen faciles de leer y entretenidos, como bien dices.
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