Contemporánea deportiva, sencilla
pero unputdownable
DATOS GENERALES
Título original: Dirty secret
Subgénero: NA
Fecha de publicación
original en inglés: octubre de 2019
Parte de una serie:
Slayers Hockey #1
Páginas: 256
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
En mi defensa diré que no
sabía que ella era su hermana...
Este equipo me odia. Quizá tenga algo que ver mi perpetuo gesto de capullo
descansando, y aquel asunto con el capitán cuando empezó la temporada. Mi puño,
su mandíbula. Sí, volvemos a ello, y no en el buen sentido. El entrenador dice
que no haya más enfrentamientos idiotas, o no juego en absoluto. Y eso sería
todo un golpe que mi carrera en la NHL no podría soportar. Así que el plan es
simple: mantener la cabeza baja y terminar el contrato y mantener los puños controlados.
Solo hay un problema.
Allie. La chica de Vancouver hace ocho meses. La de la sonrisa sexi, tímida y pecaminosamente audaz y la boca más dulce y húmeda que he probado en mi vida. La chica que me maravilló y luego desapareció de mi vida sin darme su número. Resulta que es la hermana pequeña del capitán. Y aunque mi carrera depende de ello... no puedo alejarme de ella.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
No, la verdad es que no, y sin embargo, es una de esas novelas que me
mejor sabor de boca me ha dejado en lo que llevo de año.
CRÍTICA
Esta novela la he leído en el móvil, en Book Funnel, por eso se que me llegó como regalo promocional de alguien. Es una forma estupenda de descubrir autoras nuevas.
Es una novela contemporánea de deportes, en este caso en concreto la NHL o sea, el hockey sobre hielo. Sí, como los Chinooks de Rachel Gibson. Solo que estos son los Slayers de Chicago.
Es uno de esos deportes típicamente norteamericanos, con mucho jugador canadiense y del norte de Europa. Mucho más inteligible para un espectador europeo que el béisbol o el fútbol americano. Y más vistoso, si he de juzgar por los partidos que he visto en la tele
Como parece prácticamente inevitable, se cuenta a dos bandas, NA, primera persona dual. Y tampoco esta autora sabe dotar de voz propia a los personajes, así que a veces es confuso saber quién está «hablando», si ella o él.
Eso sí, el humor está bastante presente. Quiero decir que te hace sonreír más de una vez, es divertido estar en su cabeza,… aunque no sepas exactamente en la cabeza de quien.
La historia en sí es sencilla. Tenemos a «Allie», muchacha de veintisiete años que, estando en Vancouver, se enrolla con Vaughn, de veintinueve. Lo suyo fue apasionadísimo, pero cual no será la sorpresa de Vaughn al ver que ella se ha largado sin dejarle su número ni nada. Le deja perplejo y un poco colgado.
Meses después, se reencuentran en Chicago. Al equipo de allí ha sido transferido Vaughn Vasser. No es un sitio donde quiera estar, y lo muestra, con su gesto violento y malhumorado. Encima le toca estar en un equipo cuyo capitán, de su misma edad, ha sido su rival, su némesis, de toda la vida. Se ve que el mundo del hockey sobre hielo es pequeño y ya desde las categorías inferiores se crean rivalidades a muerte.
Vaughn solo quiere que se termine el año y largarse corriendo a otra ciudad donde le están esperando para la temporada siguiente. Así que no se preocupa por hacer amigos entre los compañeros del equipo, ni caerle bien al público ni nada. Él va a lo suyo, juega, mirando a todos con una violencia como si te fuera a arrancar la cabeza.
Es toda una sorpresa encontrarse, en esa ciudad, con esa chica en la que no ha podido dejar de pensar. Solo que no se llama Allie, sino Natalie… Baxter… la hermana pequeña de su archirrival Greg Baxter. Su enemigo.
Algo así podría hacer que le sentaran en el banquillo lo que le queda de temporada. Entonces, adiós al transfer, su carrera estaría en serio peligro.
No me preguntéis por qué estar con la hermana pequeña de su capitán puede provocar esos desastres en su carrera. Ni idea. Lo dan por supuesto.
Así que, por no arriesgar su futuro profesional, por mucho que Vaughn la desee y quiera estar con ella, y conocerse mejor… no, tiene que negarse, no buscarla, no verla, no mirarla, para no delatarse.
Por su parte, Natalie, que está más o menos igual de colgada de él, también se resiste con uñas y dientes. Ella ya ha sacrificado demasiadas cosas por la carrera de su hermano. Han sido muchos años ninguneada por su propia familia, desarraigándola una y otra vez por seguir a la estrella de la familia de un sitio a otro de los EE. UU.
Ahora es fisioterapeuta, pero en el pasado jugó al hockey, hasta que se lesionó. Nada de lo que ella hacía parecía tener importancia para nadie. Lo importante era él, su hermano, el gran Greg Baxter.
Jura y perjura que jamás estará con un jugador de hockey, que no volverá a ser algo secundario en la vida de nadie, yendo de acá para allá según lo marque la carrera deportiva del otro.
Así que no, ni él ni ella pueden permitirse esta relación.
Pero esto ya sabéis cómo va. Ellos proponen y Romancelandia dispone. Cuando la química entre ellos dos es tan fuerte, ¿cómo van a permanecer separados? Lo intentan, ¿eh? De verdad. Y a veces lo consiguen. Otras, no. Lo suyo es muy sexi, y explosivo, pero también con momentos tiernos.
Porque Vaughn no es el tipo feroz que su huraña actitud pregona, no. Natalie sabe ver sus sonrisas, sus buenos actos, lo que hace calladamente cuando otros no miran en su dirección, y siente muchísimo que ni los fans ni sus compañeros vean a ese otro Vaughn.
Creo sinceramente que es de esos héroes de los que te enamoras, fácilmente, así, de esos gruñones y distantes que luego te demuestran su corazoncito, debajo de todas esas púas de erizo.
Y cuando rompen, una de las veces, y mantienen las distancias… y cómo se saludan o se miran… a lo lejos… ay, de verdad. Menos mal que están en una pista de hielo para enfriar los ánimos.
Ya veis que tampoco es un argumento que tenga nada original. Pero tan bien contado, con tal intensidad… Le tengo que añadir una estrella adicional por tener esa cualidad que llaman en inglés unputdownable. «Atrapante, que atrapa», dicen que se traduce. En español me suena muy flojito, muy sinsal. Me gusta más la idea que transmite, literalmente, el adjetivo inglés: imposible parar de leer. Sí, me la «tuve» que leer de un tirón.
Así que me la apunto como autora de la que probar más cosas, a ver.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de las contemporáneas sexis de ambiente deportivo.
Otras críticas de la novela:
Como esto es de una autora de tercera fila, he encontrado pocas críticas, y en blogs menos frecuentados. Lo que queda claro es que, a quien la lee, le gusta.
Dog-eared daydreams 5+ stars.
Love 4 Books, 5 estrellas.
Nerd and Lace otras 5 estrellas.
Bookcase and coffee, 4.5 estrellas.
After the final chapters, otra encantada de haber leído esta novela.
Lo único que he encontrado en español es esta entrada en el blog Mi pequeño escape que te pone la sinopsis de los tres primeros libros de esta serie.
Pues no tiene mala pinta! Lo que más me llama es lo del humor, y si está bien contado, pues estupendo, porque estoy bastante cansada de historias que tienen buena pinta y que luego te las cuentan de espanto.
ResponderEliminarEstupenda reseña, Bona!
Besotes!
Guardaba tan buen recuerdo que, tras publicar la crítica, la he leído otra vez. Me ha vuelto a tener hasta las tantas leyendo. No querría dar la impresión equivocada, esto no es romantic comedy. Es, sobre todo una de esas de dos que no pueden estar juntos ni separados... Con intensas miradas desde la pista de hielo.
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