Tenso,
sin parar, ay, qué angustia
DARK WATERS
Por TONI
ANDERSON ‧ Fecha:
noviembre de 2012
Toni
Anderson es una de esas autoras actuales de suspense romántico super
competentes. Sabe mezclar muy bien la trama de misterio con el romance.
Me he
leído dos novelas suyas que están en KU, y son de las primeras que publicó, el
dúo Barkley Sound.
Se
ambientan en la isla de Vancouver. Un sitio enorme y frío, en el Pacífico septentrional.
Lleno de bosques, donde campan a su aire los osos y los pumas,… y gentes con
malas intenciones.
Esta es
la segunda novela del dúo Barkley Sound y me resultó tan buena como la primera.
Uno de
los naturales de la zona, Brent Carver, mató a su padre con dieciséis años y se
ha tirado veinte en la cárcel. Después salió, y se hizo un caserón aislado,
frente al mar.
Ahora,
con casi cuarenta años, está satisfecho de la vida. Se gana muy bien los
cuartos como pintor, bajo un alias, claro. Porque solo quiere vivir solo,
aislado del mundanal ruido.
Eso sí,
es un lifer, así que se tirará el
resto de su vida pendiente de no violar la condicional.
Lo que
menos se espera es que aparezca a su puerta Anna Silver (26), maestra de
escuela, una chica que no ha roto un plato en su vida. Pero ahora está en un
lío, después de la muerte de su padre, un tipo que compartió celda con Brent y
el único que puede protegerla.
Esto le
lleva, a su pesar, a que compartan un montón de acción y aventuras, riesgos
múltiples para sus vidas y las de más gentes. No es un suspense lleno de
intriga y sorpresas que descubrir, no. Se sabe prácticamente desde el principio quiénes son los malos
y por qué hacen lo que hacen. Pero la acción no para prácticamente en ningún
momento. ¡Es que estás viendo la película…!
Se trata
de saber cómo Anna y Brent eluden la larga sombra de estos malotes. Y hay un
pequeñito misterio, en relación con algo que el padre le dejó, y que no saben
muy bien dónde está. Bueno, y si el padre de ella realmente era culpable o no…
Ese es el macguffin que todos persiguen en esta historia.
Eso sí,
hay un sicópata de antología. Que ya sabéis que esto del suspense es mejor
cuanto peor es el malo. Aquí te ponen un tipo muy repulsivo, al que ves hacer
barbaridades, con algún momentito algo gore.
No demasiado explícito, pero lo suficiente para que se te revuelva un poquito
el estómago.
La cosa
es que con tanto ir de acá para allá, acabé bastante agotada. Así que fue
terminar y decirme que qué bien, qué descanso terminar el libro. Virgencita,
que se queden como están...
Eso sí,
pillé lo que me parecen un par de errores.
Primero,
dice
Harvey was rich as Crusoe
Harvey
es… bueno, qué más da, un secundario. La cosa es que creo que la expresión en
inglés es rich as Croesus o, también,
as Crassus.
O sea,
tan rico como Creso, un mítico rey de Lidia que convertía en oro todo lo que
tocaba, o Craso, un romano del siglo I a. C., época de la República tardía. Me encanta leer sobre la época tardorrepublicana. Craso formó parte del primer triunvirato, y
murió en el desierto. Es de esos personajes que dicen (la anécdota la he oído
de otros) cuando lo atraparon los partos, le hicieron beber oro fundido.
Lo
segundo, es que se empeña en que la isla de Vancouver es tan grande como
Escocia. Y en realidad, no es así. Escocia es casi el doble. Casi 79.000
kilómetros cuadrados, mientras que la isla de Vancouver tiene una superficie de
unos 32.000.
Para mí
que mezcló las dimensiones de la isla de Vancouver en kilómetros cuadrados
(32.100) con las de Escocia en millas cuadradas (30.090). No sé, por decir
algo.
Pero
vamos, que son tonterías que las frikis de la historia como yo, y de los datos
exactos, cuando algo no nos suena bien, tenemos que comprobarlo.
Mi
experiencia: estupenda, 4
estrellas.
Trade paperback/eBook/Audio, 320 páginas
AmazonEncore
(agosto/2013)
ISBN13:
9781477805039
Parte de
una serie: Barkley Sound #2
Elyse, de Smart Bitches Trashy Books, le puso una A.
Tiene una pinta estupendísima. ¿De donde sacó el dinero para hacerse el caserón? ¿Empezó a pintar y vender cuando estaba en la cárcel? Porque entiendo que si mató a su padre no le heredaría...
ResponderEliminarDe la pintura, sí, de ahí sacó el dinero. Y no, de su padre no heredó...
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